-Nunca habla mal
de nadie -me dijo refiriéndose a cierta persona que en las reuniones sociales a
las que asistíamos permanecía en silencio cuando los demás nos entregábamos a la
crítica; yo asentí, y comprendiendo que la ausencia de maledicencia es una virtud
que sólo los grandes poseen, y tras tomar conciencia de que lo maledicente estaba muy presente en nuestras personas, nos reconocimos a nosotros mismos como parásitos
insignificantes.Visitante: si llamás o alguna vez llamaste, a los yanquis, "americanos", te informo que América es un continente en el cual, está Argentina, país en el que yo nací, por lo cual, yo también SOY AMERICANO. || Por no haber acuerdo ni respeto, entre nosotros, posibles, es que te invito a retirarte.
domingo, 5 de agosto de 2018
Virtud de los grandes (cuento breve) - Martín Rabezzana
-Nunca habla mal
de nadie -me dijo refiriéndose a cierta persona que en las reuniones sociales a
las que asistíamos permanecía en silencio cuando los demás nos entregábamos a la
crítica; yo asentí, y comprendiendo que la ausencia de maledicencia es una virtud
que sólo los grandes poseen, y tras tomar conciencia de que lo maledicente estaba muy presente en nuestras personas, nos reconocimos a nosotros mismos como parásitos
insignificantes.
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