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miércoles, 14 de julio de 2021

“Absurda” suicidabilidad (cuento) - Martín Rabezzana



   Los actos aparentemente absurdos son justamente, absurdos sólo en apariencia, ya que todo acto tiene una razón de ser. La tendencia a reducir al universo hasta la medida de la propia comprensión (como si lo existente se terminara con la comprensión humana…), es lo que nos lleva a denominar “absurdo” a lo que en muchos casos, más sentido tiene.

   Caminaban alcoholizados una de esas noches de invierno que hacen parecer a los lugares más poblados, ciudades “fantasmas”; se acercaron a una avenida (único lugar donde hay importante movimiento a esas horas constituido por el continuo tránsito de vehículos) y ante el paso de los autos, se pusieron a hablar mientras compartían una botella de Fernet; uno de los jóvenes le dijo al otro:
   -No la conozco mucho, pero me parece que es medio boluda la mina; no se debe haber leído ni el boleto del bondi, pero igual me gusta.
   -Ah. Esa que va a clases de teatro, ¿no?
   -Sí. Pero no sólo va a clases de teatro, sino que hasta llegó a actuar en serio en varias obras.
   -Entonces no creo que sea “boluda” en el sentido de carencia intelectual; no es que valga mucho el intelectualismo, igual, ¿eh?
   -¿Por qué decís que no es boluda?
   -Y..., porque los actores saben leer.
   -Sí sí; yo también sé leer.
   -Noooo… lo que quiero decir, es que los actores saben asimilar lo leído; te hago un paralelismo con la comida: no es lo mismo comer que nutrirse; comer es ingerir alimentos. Nutrirse es asimilar nutrientes; por diversos motivos como ser: el consumo excesivo de antinutrientes, la falta de enzimas digestivas (que con la cocción de los alimentos, se destruyen) o la falta de actividad física (ya que el ejercicio es fundamental para la buena circulación, y a través de la sangre llegan los nutrientes a los órganos), podemos comer y no nutrirnos; así también ocurre con lo que leemos, ya que podemos leer sin asimilar lo leído; de hecho, así lo hacemos la mayoría de las veces, pero un actor debe leer una y otra vez los textos con los que trabaja para memorizarlos, y no sólo eso, sino que además, para interpretar el papel que estudia, debe identificarse con lo que el personaje piensa, siente y vive, por eso es que los que en serio se dedican a la actuación, saben asimilar lo que leen, y asimilar asiduamente lo que piensa, siente y vive alguien que no es uno, constituye un desdoblamiento de la personalidad absolutamente enriquecedor a nivel intelectual y emocional, comparable con muy pocas cosas; por todo esto, dudo que la mina esa, si es actriz en serio, sea una boluda en el sentido que vos le das a esa palabra.
   Su interlocutor se mantuvo en silencio demostrando así, sorpresa, ya que lo que escuchó, parecía irrefutable y él nunca lo había siquiera considerado.
   En ese momento, y tras haberse ambos bajado ya gran parte de la botella del alcohol ya mencionado, decidieron temerariamente cruzar la muy transitada avenida, displicentemente por momentos y por otros, apurada y zigzagueantemente, ante los bocinazos y las puteadas de los conductores; al llegar a la vereda de enfrente, uno de los jóvenes le dijo al otro:
   -Pero entonces, si no es una boluda… no tengo posibilidades con ella.
   Su interlocutor, medio en broma, medio en serio, le dijo:
   -Entonces por ahí yo sí… si le digo todo lo que recién dije sobre los actores, por ahí la impresiono; -y en voz baja, dijo: ¿cómo era todo ese verso?… ya ni me acuerdo...
   Ambos se rieron y volvieron a cruzar la misma avenida del mismo modo en que lo habían hecho un rato antes, esa noche perteneciente a los años noventa del siglo 20.