sábado, 22 de diciembre de 2018

La mujer, el místico, el látigo y el león (cuento) - Martín Rabezzana


El tiempo es una ilusión/No se hace camino al andar

   No sé por qué, pero la mina vio en el tipo a alguien capaz de responder a sus preguntas sobre ciertas cuestiones, por lo que en una reunión social en que lo conoció, le preguntó:
   -¿Vos creés que sea posible ver el futuro?
   -Sí, claro, porque el tiempo no existe, por lo que quien ve el futuro no es más que alguien que ve más allá del espacio en que se encuentra.
   Tras varios segundos de silencio, la mujer dijo:
   -¿Cómo que el tiempo no existe?
   -Y sí; no existe; la inexistencia del tiempo ya fue ampliamente tratada por el budismo, el taoísmo e indirectamente, por los estoicos al plantear el determinismo;… Te doy un ejemplo: imaginate que no pudieras ver en su totalidad un objeto por tenerlo demasiado cerca -y tras sacar una birome de su bolsillo y acercarla a los ojos de la mujer, prosiguió -; si a esta birome la tuvieras así de cerca de tus ojos durante un largo espacio (digamos, un año) y después tu vista automática y lentamente subiera unos centímetros, verías otra parte de la misma unidad y paralelamente dejarías de ver la parte inferior que antes veías; si después de otro año de ver esa parte tu vista volviera a subir unos centímetros, pasaría lo mismo: verías otra parte de la misma unidad y dejarías de ver la parte inferior que antes veías, y así sucesivamente; esa visión limitada, no global del objeto, y progresivamente cambiante en su enfoque, te llevaría a creer que el mismo va cambiando de forma, pero si lo alejaras de tus ojos y lo vieras en su totalidad -entonces alejó la birome de ella -, te darías cuenta de que la birome siempre fue igual; los cambios fueron nulos, existieron sólo en tu percepción porque eran una ilusión creada por tu incapacidad de ver simultáneamente el todo del objeto;… tal vez lo mismo pase con el universo; tal vez aquello que consideramos mutaciones, transformaciones, cambios propios del paso del tiempo, no sean más que una ilusión creada por nuestra incapacidad de ver en simultáneo el todo universal; si pudiéramos alejarnos del universo y lo viéramos en su totalidad, tal vez nos daríamos cuenta de que el mismo siempre fue igual:  inmutable, inmodificable, inamovible… ATEMPORAL;... TODO (pasado, presente y futuro) tiene lugar simultáneamente porque el tiempo no existe; lo que llamamos pasado y futuro, no son más que las partes que no vemos de una unidad que existe, existió y existirá siempre, y lo que llamamos presente es la parte del todo que sí vemos; aquel que tiene una visión más amplia de las cosas, es alguien capaz de ver lo que llamamos "futuro", y ese alguien somos todos en determinadas circunstancias, como puede ser el estado de sueño, ya que durante el mismo nuestra visión se amplía.
   La mujer, mientras lo miraba con curiosidad, le dijo:
   -Entonces, si el futuro ya existe, existe a su vez lo que llamamos "destino"; esto implicaría aceptar que no tenemos manera de alterar nada;… No sé si me gusta esa creencia; ¿vos así lo creés?
   El místico, tras hacer una pausa, dijo:
   -Sí… yo creo que se equivocó el poeta ya que para mí, no se hace camino al andar; el camino está ahí desde siempre y lo vamos descubriendo de a poco;… Yo creo que todo está predeterminado y nuestra libertad es una fantasía… Creo que somos como actores interpretando personajes que no saben que lo son, y si los personajes de una obra tomaran conciencia de que son cosa tal y llegaran hasta a rebelarse contra el autor, no sería ese un signo de transgresión al destino ni de libertad de pensamiento ni de acción, porque de todo eso ocurrir, sería porque el autor así lo dispuso… …Pero es sólo mi opinión; puede ser que me equivoque.
   Dado que su interlocutor parecía tener un conocimiento importante de temas místicos, la mujer le preguntó sobre el significado de un sueño que había tenido repetidamente cuyo final en el último tiempo se había modificado para mal, ya que se despertaba sobresaltada, pero en este caso no obtuvo una respuesta concreta ya que el místico le dijo que si bien los sueños a veces significan algo, en general no significan nada y no hay manera de saber cuándo los mismos tienen un mensaje por descifrar y cuando no, por lo que podría ser que el suyo indicara algo por ocurrir en lo que llamamos futuro e implicara una advertencia, que es lo que ella creía, como podría ser que no fuera así.
   La reunión terminó y la mujer se fue a su casa.

El león

   En las semanas siguientes, la mujer volvió a tener el sueño que le había contado al místico de la reunión pero siguió sin entenderlo hasta que un día de principios de la década del 2000, un joven de unos veinte años se le acercó por la calle y le dijo:
   -Disculpe, ¿usted fue maestra jardinera del jardín "..."?
   A lo que la mujer respondió:
   -Sí.
   -¿Enseñaba música?
   -¿Por qué quiere saber?... ¿Quién es usted?
   -Responda, por favor.
   Tras unos segundos, la mujer dijo:
   -Sí, enseñaba música.
   -¿Trabajó a mediados de los ochenta?
   La mujer no respondió, entonces el joven supo que el silencio equivalía a un "sí"
y le dio un golpe de puño en el rostro que la derribó, tras lo cual la pateó varias veces en las costillas; después la levantó de los pelos y la volvió a golpear en el rostro y a derribar; finalmente la agarró del cuello y la estranguló; tras haberla asesinado, el joven se fue.

Maltratadora 

Algún día el yunque, cansado de ser yunque,
pasará a ser martillo. (Bakunin)


   La mujer, en su trabajo de maestra jardinera, había sido muy maltratadora; su impiedad habría sido insignificante de haber tenido como objetivo a personas adultas, pero cuando uno es muy chico, un maltrato físico menor como ser, un tirón de orejas acompañado de reprobaciones, es necesariamente muy humillante y deja marcas en el cuerpo emocional que no se van así nomás, y ella las infligía corrientemente a sus alumnos entre los que se encontraba el agresor que le causó la muerte.

Lo no interpretado

   El sueño repetido que la mujer le había contado al místico en la reunión, es el siguiente: ella estaba en una jaula con leones cachorros y tenía un látigo que azotaba contra el suelo manteniendo así a esas criaturas poderosas en un estado continuo de sumisión, por lo que ella misma se sentía poderosa, y mucho más cuando concretaba sus amenazas de azotes al infligirlos sobre los leones (no advirtiendo en ningún momento que el poder de hacer daño es en realidad, debilidad), pero un día empezó a soñar que un león adulto aparecía y se le aproximaba; ella lo azotaba con el látigo pero eso no disuadía al animal que terminaba lanzándosele encima y asesinándola.
 
   Tal vez los deterministas se equivoquen y el futuro sí está en construcción en el presente, por lo que quizás los sueños que la mujer tuvo, tuvieran como objetivo hacerla replantearse el trato que le dio a sus alumnos; de haberlo hecho y haber sentido culpa de haber empuñado y usado el látigo, tal vez nunca habría soñado al león adulto ni habría aparecido en la vigilia su equivalente humano, ya que cuando existe un sentir de culpa tras realizarse una mala acción, el universo concede perdón a quien se ha conducido mal y libera de malestar a la víctima de su mala obra, pero cuando el mismo es nulo, también lo es la ausencia de consecuencias.

   El simbolismo del sueño debería haber sido claro para la mujer, sin embargo, ella nunca lo supo interpretar.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Tras el último acto, el perdón (cuento) - Martín Rabezzana


   La flor de noche (dicho con absoluto respeto) ya hacía rato que se había marchitado en su exterior, lo cual no necesariamente es signo de decadencia interior, de hecho hay quienes para compensar esa positividad visual en disminución que el envejecimiento conlleva, buscan (y lo logran) aumentar la siempre existente positividad de su interior y evitan así perder el afecto de los demás, y es que… uno quiere (y odia) a los demás por aquello que le hacen sentir, y la apariencia hace sentir más de lo que quienes se autoproclaman "igualitaristas" se atreven a admitir, y, ¿qué hacía a quien la viera automáticamente sentir la de esa mujer?... Algo que la del común de las personas (incluida la que escribe esto) no logra ni con 100 palabras ni actos de amor, de ahí que al ver a su positividad visual apagarse, no pudiera evitar sentir (equivocadamente) que con ella la misma esencia constitutiva de su ser también se apagaba.
   A medida que su atractivo físico disminuía, no sólo disminuían las ofertas laborales sino que también disminuía la cantidad de gente deseosa de su cercanía, por lo que se iba quedando cada vez más sola y por eso trataba de convencerse a sí misma de que no era tan importante el ser querida, pero no lo lograba.
   Un día dijo: "¡No aguanto más!", pero aguantó más de una década hasta que una noche del año 1993, en serio no aguantó más y llamó por teléfono a una ambulancia aduciendo un gran malestar físico que no tenía; la misma llegó y un enfermero la llamó por el portero eléctrico; la mujer dijo:
   -Enseguida bajo.
   Tras lo cual franqueó la baranda del balcón del departamento del quinto piso en que vivía y saltó al vacío para sorpresa de los enfermeros que, al escuchar a su cuerpo golpear la vereda, se dieron vuelta y acudieron en su auxilio, pero nada se podía hacer más que escuchar lo último que dijo que para los enfermeros resultó entonces incomprensible.

   Al día siguiente, mientras le mostraba una revista de los años cincuenta en que aparecía una morocha muy hermosa, uno de los enfermeros le dijo al otro:
   -¡Mirá!
   Y mirando a la foto con desgano, su interlocutor dijo:
   -Sí, ¿qué pasa?
   -Es la señora que se suicidó ayer.
   El enfermero le sacó la revista a su compañero de las manos para verla mejor y éste último dijo:
   -Era actriz;… le fue muy bien en el teatro y llegó a actuar en el cine;… Dicen que fue novia de Juan Duarte (o sea, el hermano de Evita);… Hacía años que no le daban trabajo.
   El otro enfermero, mientras seguía mirando atentamente la foto de la mujer, se dispuso a expresar lo que había concluido tras toda una noche de pensar al respecto; con notable emoción, dijo:
   -Me parece que sé qué fue lo que dijo cuando nos habló.
   -¿Qué?
   -"Perdonenmé".
   Y si bien ninguno lo expresó con palabras, ambos la perdonaron.
   Tras varios segundos de silencio, el último de los dos enfermeros que había hablado, dijo:
   -Era linda.
   Su interlocutor, mientras sonreía leve y tristemente, en silencio asintió.


(Cuento inspirado por el caso de la actriz Maruja Montes -1930/1993- y dedicado respetuosamente a ella).

jueves, 22 de noviembre de 2018

La peor forma de autodestrucción (cuento) - Martín Rabezzana



   Con evidente malestar emocional un hombre se acercó a otro en el andén de una estación de subte y le dijo:
   -Cuando no se logra cumplir ninguna meta y se siente que se acaba el tiempo (o que ya se acabó hace rato), es imposible no tener ganas de morir… -y señalando tristemente a las vías, agregó: -No hay día en que no piense en tirarme ahí.
   El suicida le habrá visto pinta de persona buena, caritativa, de militante antisuicida o algo así, al menos es lo que posteriormente pensó ya que había otras personas alrededor a las que podría haberse dirigido pero no lo hizo; se dirigió a él como si presintiera que era la persona correcta para decir algo sobre la situación planteada, y en base a lo que le expresaría, se puede concluir que lo era; le dijo:
   -Es normal que los suicidas elijan las vías del tren y del subte para autodestruirse, tal es así que los maquinistas de trenes y subtes de todo el mundo tienen, tras algunos años de profesión, un anecdotario de tragedias muy extenso por culpa de los suicidas ya que a todos ellos les pasa muchas veces en su vida laboral el ser partícipes involuntarios de sus muertes, y aunque de ellas no tengan la culpa, el sentir de culpabilidad es algo que suelen tener igual, y no sólo por eso tienen habitualmente problemas a nivel emocional, sino también porque por ley, tras embestir a alguien deben frenar y verificar cuál es el estado del individuo, y en los casos de suicidios exitosos, eso implica tener que ver al cuerpo hecho pedazos con las entrañas esparcidas por el piso, lo cual es lógico que les cause una impresión comúnmente generadora de un trauma, y no sólo a ellos, sino también a los transeúntes del área, a los bomberos, que legalmente son quienes tienen que remover los pedazos de cuerpo y a quienes trabajan en limpieza pública, ya que son quienes tienen que limpiar la sangre y los restos corporales que los bomberos no hayan removido; este es un motivo muy común por el que quienes trabajan en limpieza pública se quedan sin trabajo ya que tras presenciar tal cuadro, muchos renuncian inmediatamente por no soportarlo, y como la empresa de transporte está obligada a proveerle asistencia psicológica y médica a sus empleados, tras haber embestido a personas, los maquinistas son entrevistados por psicólogos que a su vez los derivan (o más bien los entregan) a psiquiatras que no sólo les prescriben veneno (es decir, psicofármacos), sino que hasta suelen pedir su internación forzosa en un neuropsiquiátrico por su supuesto bien, por lo que tras el hecho en cuestión, hasta suelen perder su libertad, y como los psicofármacos sólo empeoran el estado físico y anímico de quienes los consumen (ya que hasta los laboratorios productores de los mismos, incluyendo a los antidepresivos, admiten que su toma aumenta el riesgo de suicidarse), comúnmente terminan quitándose la vida… o sea, quienes se suicidan en las vías le terminan jodiendo la vida a los maquinistas, a los transeúntes que estén en el área, a los bomberos, al personal de limpieza pública e indirectamente hasta a las familias de todas estas personas, de ahí que el suicidio en las vías sea EL MÁS DESACONSEJABLE DE TODOS por iniciarse con el mismo una cadena de daño que no se sabe dónde va a terminar, por eso te digo que si estás decidido a matarte, elijas otra forma ya que la que estás considerando es la más cruel de todas.
   El suicida lo escuchó con mucha atención; era obvio por su expresión que lo que le había sido dicho le había llegado, por lo que dijo:
   -¡Carajo!…Nunca había pensado en nada de eso.
   El improvisado militante del no suicidio en las vías asintió en silencio con un gesto y el suicida, que tras manifestarle su deseo de matarse se esperaba que la persona le dijera lo obvio que en casos así habría sido: "no te mates", advirtió que en ningún momento le había dicho cosa tal, por lo que le preguntó:
   -¿No me vas a decir que no me mate?
   -Ah, sí; no te mates.
   Tras lo cual estrechó la mano del suicida y éste último se fue de la estación; lo que su interlocutor nunca sabría es que unos días después el suicida cumpliría con su cometido autodestructivo, pero no arrojándose a las vías, sino cortándose las venas.
   Mejor así.

sábado, 13 de octubre de 2018

El no creyente fanático (cuento) - Martín Rabezzana


  
  El tipo le dijo a su amigo:
  -¿Sabés por qué me peleé con mi novia? Porque despilfarraba la plata en adivinos; es de creer en esas boludeces, y lo raro es que es una persona inteligente, culta, pero tiene ese lado necio, tonto, infantil… no sé cómo llamarlo, que la hace creer en lo místico.
   Su amigo le dijo:
   -Pará un poco que te vas a pelear también conmigo porque yo también creo en lo místico.
   El no creyente lo miró sorprendido y tras unos segundos, le dijo:
   -¿Vos creés en esas cosas? Pero… ¡Vos estás instruido en diversos campos científicos! Lo racional, lo científico, es inconciliable con lo místico... ¿No creés que es para gente intelectualmente débil ese tipo de cosas?
   -No; tenemos dos hemisferios cerebrales; el izquierdo es el racional y el derecho, el emocional; la gente más fuerte es la que ejercita ambos, no la que ejercita sólo uno, pasa igual que en lo físico; por ejemplo, imaginate a alguien que entrena con pesas sólo un lado del cuerpo. Sin duda va a ser menos fuerte que alguien que entrene ambos lados, de hecho aquel que entrene sólo uno, va a lesionarse gravemente por la falta de equilibrio en el esfuerzo; a nivel cerebral pasa igual; está muy bien ejercitar el intelecto que se encuentra en el hemisferio cerebral izquierdo, pero si no ejercitás también el derecho (el emocional), vas a tener problemas graves por producir el desarrollo desmedido de un sólo lado, un desequilibrio. Esos problemas son, entre otros, la tristeza, la furia y la intolerancia, de ahí la falta de compasión que suele darse entre los científicos que los lleva a conducirse abusivamente con las demás especies y hasta con la propia, y las creencias místicas se desarrollan en el lado derecho del cerebro que vos indirectamente despreciás al despreciar a lo místico, y desarrollarlo es muy positivo; te permite ser tolerante como no podés serlo de desarrollar desmedidamente el lado izquierdo, y respecto a lo supuestamente inconciliable de lo científico con lo místico, te digo que según el consenso científico, el universo está en infinita expansión, por lo que en una infinitud universal, las posibilidades de lo existente son infinitas y entre ellas está la capacidad de ver el futuro… Yo creo que TODO es posible, de ahí que las artes adivinatorias sean para mí, válidas.
   El no creyente fanático le dijo:
   -Ya que creés en esas cosas, explicame lo siguiente: en el caso del tarot, ¿cómo puede ser que ante la misma pregunta formulada dos veces salgan cartas distintas? Porque yo una vez acompañé a mi novia a lo de una tarotista y tras preguntarle sobre su trabajo, le tiró las cartas y le dijo varias cosas que (según mi novia) le terminaron pasando, pero para mí que fue una casualidad porque yo le pedí que volviera a tirar las cartas para responder a la misma pregunta, lo hizo y salieron otras, sin embargo le dijo lo mismo; eso demuestra lo absurdo del tarot ya que si no lo fuera, tras una determinada pregunta repetida, saldrían siempre las mismas cartas.
   Su interlocutor, con calma le respondió:
   -Si la persona de verdad sabe del tema (ya que hay muchos que dicen saber pero en realidad no saben), el resultado de las diferentes tiradas tras la misma pregunta va a ser el mismo pero las cartas no van a ser necesariamente las mismas porque cada una tiene un valor numérico distinto, por lo que el mismo resultado puede darse tras la suma de diversos números; por ejemplo, el resultado "cinco", puede ser el de la suma de dos cartas si una tiene el valor numérico de 3, y la otra, de 2. Puede también darse si se suman tres cartas de las cuales una tenga el valor numérico de 1 y las demás, de 2, etcétera; es así como se obtiene el mismo resultado con números distintos, y es así como en las tiradas de cartas realizadas por alguien que en serio sabe, se repite el mismo resultado numérico en diversas tiradas tras la misma pregunta, y es bastante más complejo el asunto ya que no sólo se suman números; al igual que con un problema de matemáticas, a veces se requiere restar y dividir, pero si no estudiás el tema no podés saber si la persona que lee las cartas sabe en serio o si está mandando fruta.
   El no creyente lo miró sorprendido ya que en su amigo esperaba encontrar a un aliado de su no creencia fanática dado que él consideraba al desprecio de lo místico, propio de toda persona inteligente, de ahí que a partir de lo por él dicho, empezara a dudar de su inteligencia que, sin embargo, según el concepto general de la misma, era incuestionablemente grande.
   El fanático de la no creencia le dijo a su amigo:
   -No me esperaba de vos todas estas pavadas, pero bueh; dejémoslo acá porque no me quiero pelear con vos también;… Me voy; chau.
   -Chau -le respondió su amigo.
   Y mientras se iba del bar en que estaban, el fanático de la no creencia tuvo el mismo pensamiento sobre su amigo que su amigo tuvo de él: "pobre tipo".

   Como a la semana, el no creyente fanático seguía pensando en el tema de las artes adivinatorias de modo obsesivo, lo cual es normal entre los fanáticos de la no creencia ya que paradójicamente, esas personas hacen de aquello a lo que desprecian, el centro de sus vidas, es decir, aquello a lo que consideran absurdo en materia de creencias ajenas, es a lo que más tiempo le dedican haciendo así un absurdo de sus propias vidas, y ese descreimiento extremo e intolerante, esconde una necesidad emocional de alcanzar un lugar de superioridad respecto a otros, y si uno está continuamente buscando tal lugar de superioridad, es porque continuamente se siente inferior, de ahí que cuanto más una persona tiene la necesidad de expresar su condición de no creyente y de persuadir a los demás de lo absurdo de las creencias místicas, más evidencia la crisis emocional profunda que atraviesa constituida por un sentir de inferioridad; del sentimiento de inferioridad en una persona no existir, no se daría en ella necesariamente la aceptación de las creencias místicas pero sí se daría al menos, la indiferencia hacia ellas. La cuestión es que el no creyente le echaba la culpa a una adivina por la separación de su novia ya que creía que ella le había aconsejado dejarlo, por lo que fue a verla a su consultorio y muy enojado (estado casi único de los fanáticos de la no creencia mística), golpeó a su puerta; tras ella abrir, le dijo:
   -¿Sabe que me peleé con mi novia por su culpa?
   La mujer dijo:
   -Se equivoca, pero… pase y hablemos tranquilos.
   El no creyente le dijo:
   -Si ella no hubiera hablado con usted, seguro que seguiría conmigo.
  -Yo nunca le dije que lo dejara, lo que ocurre es que ella está evolucionando espiritualmente y eso la lleva a alejarse de las personas negativas, y no quiero con esto ofenderlo, sino explicarle por qué ella se fue de su lado; si usted se lo propone, puede cambiar, y no le digo que acepte creencias espirituales como las que ella tiene, sino que trate de respetarlas en vez de estar todo el tiempo tratando de convencer a los demás de lo supuestamente absurdo de ellas, ya que esa forma de ser, es intolerante, y la intolerancia es una negatividad que lleva a que quienes buscan la positividad, se alejen de quien la irradie, por eso mientras usted no cambie, ella no va a volver a ser su novia; si se esfuerza por ser tolerante, su relación puede recomponerse, pero mientras siga siendo así, le va a ser literalmente imposible estar con ella porque la fuerza universal en la que ella buscó envolverse, la protege y le va a impedir a usted acercársele.
   El tipo se rió levemente y dijo:
   -¿Ah sí? O sea que si me acerco a ella su ángel de la guarda me va a atacar, ¿o algo así?
   La mujer dijo:
   -No exactamente, pero… algo así;…. Escuche muy bien: si usted intenta acercarse a ella van a haber señales que le indicarán que no debe hacerlo, la primera va a ser el agua, la segunda, la electricidad, la tercera, la oscuridad y la cuarta y última, un avión; cuando usted vea a un avión de frente, su vida correrá serio peligro; dé marcha atrás y así podrá salvarse, pero mejor sería que desistiera de verla ante la primera señal.
   El tipo la miró con expresión de burla y le dijo:
   -A ver si entendí bien: las señales de que la energía universal de mi novia la protege de mí van a ser el agua, la electricidad, la oscuridad y un avión.
   -Exactamente.
   El tipo se mordió el labio inferior en señal de descreimiento y sin decir palabra, se fue.

   Una tarde de esa misma semana, el no creyente fanático decidió buscar a su ex novia para convencerla de volver con él, pero cuando estaba por salir de su casa, una lluvia torrencial se desató, entonces pospuso la salida; ya habían pasado varios días desde que había hablado con la adivina y no recordaba exactamente cuáles eran las señales que ella le había dicho que tenía que tener en cuenta; no hizo el menor esfuerzo por recordarlas ya que le parecían propias del absurdo místico, por eso no reconoció en la lluvia a la primera señal; cuando la misma disminuyó, ya era de noche; salió de su casa para subirse a su auto y cuando intentó encender el motor, no lo logró; se bajó del mismo y levantó el capot; la batería estaba agotada, por lo que, tras varias malas palabras pronunciadas, llamó desde su celular a un remís para que lo llevara hasta la casa de su ex novia; el remís llegó, subió al mismo y ocurrió que a mitad del camino el remisero se puso a maldecir; el no creyente fanático dijo:
   -¿Qué pasa?
   Y mientras señalaba hacia fuera, le dijo:
   -Mirá; hay un corte de luz general; era esperable con la terrible tormenta eléctrica que hubo y que seguramente va a continuar esta noche.
   Fue entonces que el no creyente empezó a recordar vagamente cuáles eran las señales de las que la adivina le había hablado, pero siguió no dándoles importancia.
   Cuando llegaron a la calle en donde estaba la casa de su novia, el remís estacionó en la vereda de enfrente de la misma; el no creyente fanático le pagó al remisero y cometió la imprudencia de bajar del auto sin mirar hacia atrás por el lado de la calle en vez de bajar por el lado de la vereda; un camión con acoplado lo pisó causándole la muerte; en la vereda de la casa de su novia, justo enfrente de donde el remís estacionó, había un panel callejero de publicidad en el que había un póster de una compañía aérea que invitaba a las personas a utilizar sus servicios; en el mismo se veía a un avión de frente en primer plano.

lunes, 8 de octubre de 2018

Cómo se supera a la discusión política (cuento) - Martín Rabezzana


La solidez de los conceptos

  La conversación se daba ante una mesa de café; la mina, tras uno de sus amigos haber elogiado las virtudes de ciertos países y compararlos con éste, dijo lo siguiente:
  -Esos países denominados generalmente desarrollados que taaanto te gustan, están destruyendo al mundo y a sus habitantes; son ellos los que conforman coaliciones militares para invadir, saquear y matar, son además los que están detrás del desastre ecológico ya que está probado que son los que más daño le hacen al ecosistema, lo cual los termina afectando incluso a ellos mismos, y no así los países denominados subdesarrollados, sin embargo, a esos países causantes de los mayores males a escala mundial, vos y taaaannta gente, ¡los elogian como si fueran ejemplares! No obstante, no niego que sean ejemplos, pero, ¿de qué?... Para mí son ejemplos de hijaderrrrecontramilllp…. bueh;… no hace falta que lo diga.
   La joven hizo una pausa que nadie interrumpió y tras unos segundos, mientras volvía a dirigirse a aquel que había hablado bien de los países denominados desarrollados, prosiguió diciendo:
   -Decime: en el caso, no de un país, sino de una persona, ¿te da lo mismo si progresa económicamente robando, saqueando, explotando a trabajadores que si progresa trabajando honradamente?... ¿Pondrías de ejemplo a seguir a quien progresa abusando de los demás?
   El joven, considerando que había validez en lo que se le había dicho, se sintió ideológicamente desarmado, por lo que dijo:
   -No; el ejemplo positivo lo da aquel que progresa trabajando honradamente.
   -Sin embargo, a nivel nacional parece que no te importara a vos ni a la mayoría (incluso de aquellos que conforman el zurdaje más extremo) ya que son los países más explotadores los que suelen poner de ejemplos a seguir, y como ya expresé, si analizamos en qué se basan las economías de los lugares llamados desarrollados, nos damos cuenta de que se trata de algo despreciable, y lo dicho se aplica a TODOS los países que a vos te gustan ya que este sistema está hecho para que no pueda ninguno desarrollarse económicamente sin explotar a otro, y no digo que haya que resignarse, sino cambiar de sistema, pero mientras el mismo sea el que es actualmente, es IMPOSIBLE que un país progrese económicamente sin volverse explotador de otro, por eso yo prefiero ser pobre pero mantener cierta tranquilidad de conciencia a hacerme rica pero traicionando a los principios éticos más básicos, y por eso es que no idealizo a los países llamados del primer mundo ni desprecio a aquellos considerados del tercero, y dicho sea de paso: ¡qué expresiones tan nefastas son primer y tercer mundo!…
   Las cuatro personas sentadas a la mesa sintieron que la solidez de los conceptos de la joven habría hecho a cualquier cuestionamiento, absurdo, y a cualquier acotación, innecesaria, por lo que nadie dijo nada.

El debilitamiento de la solidez de los conceptos

  En medio del silencio de la mesa, la mina que había dado el elaborado discurso tuvo ganas de fumar, por lo que agarró un cigarrillo de un paquete que había dejado sobre la mesa y una cajita de fósforos, pero estaba tan absorta en los conceptos que acababa de exponer, que, sin advertirlo, en vez de llevarse a la boca el cigarrillo, llevó un fósforo, y como si fuera un fósforo raspó el cigarrillo contra la caja de fósforos varias veces por el lado del filtro; los demás la miraron conteniendo la risa sin decir nada, pero ocurrió que tras varios intentos infructuosos la joven logró prender el filtro y con el mismo encendió el fósforo que tenía en la boca, tras lo cual lanzó una bocanada profusa; sus amigos la miraron con enorme sorpresa y una de las mujeres le dijo:
   -¡Te estás fumando un fósforo!
   La joven miró a su mano en la que tenía el fósforo y se sorprendió ya que por algún motivo extraño, el fósforo había oficiado de cigarrillo y el cigarrillo, de fósforo, pero la sorpresa para ella y los demás fue mayor aún cuando vieron que el fósforo que tenía en una mano cambiaba de forma y se convertía en un cigarrillo al igual que pasó con el cigarrillo que tenía en la otra que se transformó en un fósforo.
    ¿Qué había ocurrido?... Era como si esa distracción que a la mina le hizo confundir al fósforo con un cigarrillo hubiera resultado en que la esencia fosfórica del palito de madera se trasladara al cigarrillo y la esencia cigarrilística del bastoncito de tabaco se trasladara al fósforo, es decir, con su pensamiento parecía haber alterado a la materia, de ahí que no pudiera evitar sentir que el concepto según el cual el pensamiento crea, podría ser correcto… Recordó entonces haber visto un documental sobre los experimentos de Masaru Emoto con el agua por los que había concluido que las palabras dirigidas a la misma cambian su estructura, lo cual se hace visible al congelarla en diferentes botellas de las cuales a algunas les hayan sido dirigidos pensamientos positivos y a otras, pensamientos negativos ya que en las primeras se desarrollan formas bien definidas y en las segundas, formas distorsionadas, entonces:...  ¿es la realidad producto de nuestra percepción? ¿Alteramos o creamos materia con nuestros pensamientos?... ¿Existe la materia o existe sólo la energía? ¿Es eso que llamamos "energía", un sinónimo de "alma"?... ¿Existe el espíritu además de la materia? ¿O será que lo que no existe es la materia y todo es espíritu?... …¿Afectamos a los demás para bien y para mal con lo que pensamos aunque no lo expresemos en voz alta?... ¿Existen el bien y el mal, o es la ética algo subjetivo? ¿Existe la objetividad, o será que así le llamamos a la coincidencia de subjetividades?... …¿Existe siempre una contraparte positiva en toda cosa negativa? ¿Estará siempre el vaso medio lleno y medio vacío?… ¿Empeorarán realmente las cosas, o lo que empeora es nuestra percepción de ellas?... …¿Está todo mal o, de uno pensar esto, lo que está mal es uno y a través de lo que es ve a lo y a los demás?... ¿No será nuestra percepción lo que tenemos que buscar cambiar en vez de buscar cambiar al mundo?… …¿Existe la vida después de la muerte, o lo que no existe es la muerte y todo es vida?... …¿Qué es real y qué no?... ¿Es la realidad algo incuestionable en su existencia? ¿Es lo imaginado parte de la realidad? ¿Es la realidad algo imaginado?... … ¿Existe la dualidad en las cosas, o es la misma tan solo una apariencia resultante de una visión incompleta que nos lleva a no percibir la unidad en todo?... …¿Estamos despiertos o dormidos? ¿Cuál estado es el del sueño y cuál el de la vigilia?
   Todo esto sería pensado continuamente y considerado importante por las cuatro personas de esta historia tras el hecho extraño que tuvo lugar esa tarde, lo cual resultó en que toda discusión sobre temas que hasta entonces consideraban de importancia, empezara a ser considerada por ellos como absolutamente intrascendente.

   Y fue así como dejaron atrás a las discusiones por temas políticos y empezaron entonces a ser mucho menos infelices, y sin exagerar, hasta empezaron a ser un poco felices (ah, y tras la impresión que le causó la experiencia ya contada, la protagonista de esta historia dejó de fumar; ¡lo bien que hizo!)

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Aceptando lo complementario de los opuestos (cuento) - Martín Rabezzana

 Años sesenta

   En Buenos Aires, en los años sesenta del siglo veinte eran pocos quienes tenían acceso a piletas de natación ya que si bien los clubes las tenían y estaban bien difundidos, admitían sólo a socios y casi nadie quería pagar una cuota que en ese entonces solía ser trimestral o semestral, sólo para usar la pileta durante el período de verano; no estaban como ahora difundidos los centros recreativos cuya atracción principal son las piletas y para cuyo ingreso no hace falta ser socio, y en algunos casos, ni siquiera pagar ya que en algunos lugares la entrada es gratuita, por lo que durante el verano la gente solía recrearse en las costas del Río de la Plata (que no estaba contaminado como ahora) y en zonas céntricas de Capital Federal, los jóvenes conchetos en cuyas terrazas habían piletas (no era tan común en ese tiempo siquiera en la clase alta) organizaban fiestas en las que solían cobrar entrada y en las mismas, entre otras cosas, se solía consumir… MARIHUANA; lo escribí en mayúscula porque en ese tiempo tal palabra evocaba imágenes de perdición absoluta ya que era considerada una droga pesada aunque, paradójicamente, el consumo de anfetaminas (que sí son drogas pesadas y eran generalmente minimizadas en su nocividad) fuera corriente entre los estudiantes, entre quienes querían bajar de peso, entre quienes trabajaban de noche y entre quienes simplemente querían alterar sus sentidos sin necesidad de una excusa, la cuestión es que el protagonista de esta historia había sido invitado a una de esas fiestas conchetas (no siendo él un concheto, que quede claro) (ah, y que quede claro también que la aclaración de no pertenencia al conchetaje no implica una reivindicación del racismo anticoncheto) pero con la particularidad de que la misma tenía lugar en la actualidad, pero no pagó entrada ya que era conocido de un conocido y eso bastaba para que le fueran abiertas las puertas de ese ámbito que por ser tan distinto al de la generalidad del resto del país, hace lógico concluir que dentro de cada país hay varios países ya que las diferencias existentes entre los diversos sectores de cada sociedad, son enormes.

Conversación sobre el feminismo y sobre la unidad detrás de la aparente dualidad

   Él se acercó a un grupo de individuos en que se hablaba de una temática de actualidad muy encendida; uno de ellos, refiriéndose a una mujer presente en otra parte del lugar, dijo:
   -Como la mina se presentó como feminista, me causó rechazo aunque aclarara que era igualitarista.
   Otro dijo:
   -Te entiendo; a mí me pasa lo mismo… es una clara incoherencia que una mina se diga feminista y a favor de la igualdad ya que es como que un tipo se autodenomine machista y diga ser igualitarista, pero si lo es, ¿por qué se llama machista? Si realmente sos igualitarista no podés considerar válido al machismo ni al feminismo, y cuando esas minas tratan de aclarar que en realidad su feminismo es igualitarista, me hacen acordar a los tanos que reivindican a Mussolini y al alguien hablar mal del fascismo quieren convencerlo de que en realidad el mismo no es la ideología intolerante que popularmente se dice que es, y aducen cosas como: "Evidentemente no conocés la diferencia entre fascismo y nazismo"; básicamente reprueban a Hitler pero te pintan a Mussolini como si hubiera sido un santo, y eso es una boludez.
   El protagonista de esta historia dijo:
   -Es cierto; el feminismo es otro superiorismo más de los que hemos visto tantos en la historia, y más allá de la forma que el sentimiento de superioridad tome, la esencia es siempre igual; tal sentimiento es SIEMPRE tendiente a destruir al grupo al que se considera opuesto, y el que busca de una u otra forma cosa tal, es literalmente suicida ya que todos necesitamos de todos; no somos realmente independientes unos de otros; en el caso de la cuestión de género, los hombres necesitan de las mujeres al igual que las mujeres necesitan de sus opuestos, los hombres, y no pasa sólo por lo sexual la necesidad ya que hay una necesidad espiritual de los opuestos que excede a la inclinación mencionada, de ahí que aun las lesbianas necesiten de los hombres al igual que los homosexuales necesitan de las mujeres, y esto nunca va a cambiar ya que los opuestos de cada cosa conforman una unidad;… de eso se trata el yin y el yang, que incorrectamente se suelen presentar para simbolizar la dualidad cuando en realidad simbolizan la unidad de las partes opuestas del todo, lo cual significa que la dualidad no es más que aparente ya que lo real es la unidad, y esto significa que los opuestos son interdependientes, por lo que se dan vida mutuamente y esto a su vez significa que no están nunca en conflicto entre sí, el conflicto lo genera la negación de la unidad constituida por la creencia de la no necesidad de una parte de su opuesto, esto lleva a que busque su independencia sin advertir así que si la misma se pudiera lograr, implicaría la destrucción del todo incluyéndola a ella misma ya que su opuesto del que busca prescindir, es una parte vital de su propio ser;… …El yin y el yang existen en todas las cosas y los seres y en la humanidad están representados por la mujer y el hombre que, como ya dije, son opuestos complementarios dependientes unos de otros más allá de lo sexual.
   Todos permanecieron en silencio y en eso pasó la mujer autodenominada feminista a la que se había hecho alusión, pero el individuo que planteó el tema ya no la miró con resentimiento sino con compasión por empezar a entender que lo que ella decía en contra del género al que él pertenecía, era una expresión de un conflicto consigo misma que le generaba un dolor que intentaba superar con la fortaleza que parece conferir la aceptación de una ideología, aunque en realidad la aceptación de la ideología en cuestión (así como de cualquier otra), lleve a reforzar el sentimiento de no identificación con los demás, y eso, como ya trató largamente Jung, crea una sombra que SIEMPRE genera un gran malestar, y la misma se crea y fortalece con cada crítica y juicio moral que uno realiza, y cuando la sombra se vuelve demasiado fuerte, puede llegar a apoderarse de uno y es entonces que uno termina haciendo lo mismo que condena en los otros, y de esto se sale disminuyendo la crítica, los juicios morales, y dado que al verla ya no expresó ni sintió rencor, evidentemente pudo, en alguna medida y por primera vez, sentir que esa persona que a él lo despreciaba sin siquiera conocerlo, era parte de sí mismo y que lo que le hiciera, pensara o hacia ella sintiera, lo estaría haciendo, pensando o sintiendo hacia sí mismo;… …Había logrado algo extremadamente difícil: aceptar que la negatividad que veía en otra persona estaba también en él.

Algunos años atrás/Una que volvió del pasado

   Terminada la cuestión feminista, le pidieron al protagonista de esta historia que contara algo, él dijo:
  -La otra vez, por trabajo me tocó llevar a cierto edificio una serie de muebles, terminada la tarea, yo esperaba en la puerta del edificio a que un compañero volviera con el pago por el trabajo (se quedaría esperando un largo rato por motivos que ya sabrán cuáles fueron); en el hall de entrada se estaban despidiendo las personas asistentes a una reunión que había tenido lugar en un departamento y entre ellas había una mina que me recordaba a una chica que fue a la escuela conmigo, pero como parecía muy joven, asumí que no era ella, pero cuando escuché a alguien llamarla por su nombre, sentí que sí lo era ya que sería mucha casualidad que se llamara igual a aquella chica que conocí, y la estética juvenil (aun estando ya, al igual que yo, en su segunda juventud) era propia de estos tiempos ya que en la actualidad la estética joven dura mucho más que antes, de ahí que con sensatez se suela decir que los 30 de ahora son los 20 de antes, los 40 de ahora, los 30 de antes, y así sucesivamente, y de ahí que sea cada vez más difícil estimar la edad de las personas, la cuestión es que no sólo sus rasgos estaban como cuando era chica, sino también su estética gótica; ese pelo largo, oscuro y lacio, sumado a su palidez, estaban intactos;… Algunas mujeres le dijeron que iban hasta no sé qué negocio y volverían en unos minutos para terminar de ultimar detalles de una futura reunión y ella dijo que las esperaría en la puerta; ella me había visto llevando los muebles a un departamento y sentí que tenía que explicarle por qué estaba en la puerta del edificio, entonces le dije: "Estoy esperando a un compañero que fue a cobrar por el trabajo." Ella asintió en silencio y sonrió, y no es que pensara que tenía onda conmigo pero al menos sentí que no había desprecio hacia mí de su parte, lo cual me hizo decidirme a hablarle; yo tenía muchas ganas de entablar una conversación con la chica porque ella me gustaba, pero entonces dijo: "Voy al baño." Yo me desilusioné inmediatamente ya que pensé que era una excusa para irse y evitar quedarse sola conmigo; pensé que me tenía miedo y eso es algo que me pasa demasiado ya que me suelen ver como a alguien marginal y no me acostumbro para nada a eso, y si me acostumbrara a ser temido, dudo que pudiera dejar de dolerme, sin embargo parece que me equivoqué en este caso porque ella, mientras estaba por entrar a su edificio, me dijo: "¿Querés venir al baño conmigo?."
   Los interlocutores, que hasta entonces habían permanecido en silencio, dijeron:
   -¡Jaajaja! ¿Eso te dijo? ¡Que sarpada la mina!
   -¡Sí! ¡Estaba RRREE con vos!
   Él siguió contando:
   -Yo no lo dudé un segundo y sonriendo, entré con ella al edificio y subimos por el ascensor hasta el décimo piso, que es donde vivía; no nos dijimos nada; mientras tanto yo pensaba en si ella me habría reconocido, pero suponía que no porque yo sí cambié mucho estéticamente en todo este tiempo (aunque también parezca de menor edad), y después pensé que como se iba a dar lo obvio por darse, no teniendo profiláctico (aunque me cuente entre los negacionistas del virus del sida, el evitar un embarazo es motivo suficiente para decidir usarlo) tendría que proponerle tener sólo sexo oral, y de sólo pensarlo me re emocioné (por no decir que se me hacía agua la lengua) ya que siendo una mina de pelo oscuro, me imaginé automáticamente cómo debía ser lo que tenía ahí abajo dado que las morochas, abajo le ganan por afano a las rubias y a las castañas.
   Después de la risa general inevitable tras lo que había dicho, continuó:
   -Entramos a su departamento y una señora mayor se puso a discutir con ella; se dijeron cosas muuuy fuertes; yo asumí que era la madre y que al verme me echaría, pero cambiando totalmente el tono de gran nerviosismo que había tenido en su conversación con la hija, cuando me vio, tranquilamente me dijo: "Hola, ¿qué tal?". Yo le respondí: "Hola. ¿Cómo le va?" Tras lo cual siguieron discutiendo y la madre mencionó a cierto médico (bah, medico; un psiquiatra) que quería que su hija viera y le recriminaba que se rehusara, entonces me rescaté de que ella sabía quién era yo y caí en la cuenta de que no me había llevado a su departamento para cojer, sino para que oficiara de árbitro entre ella y su madre o de abogado defensor de sus intereses contrarios al tratamiento médico alopático por saber cuál era mi posición al respecto, entonces me sentí usado y decepcionado, pero automáticamente pensé que si me había llevado por eso, es porque estaba muy mal y me necesitaba, y eso es bueno ya que pocas cosas hay en la vida peores que no sentirse necesitado por nadie, por lo que el hecho de que me necesitara debería ser considerado por mí algo bueno aunque no fuera a mí realmente a quien necesitara, sino al rol que podría interpretar como expositor de fundamentos contrarios al intervencionismo médico que le querían imponer; no era la primera vez que me buscaban para eso y probablemente no sería la última, el problema es que quienes lo hacen no parecen advertir que yo tengo menos poder de convencimiento que el que se presentó como manager de Nahir Galarza, por lo que pedirme que interceda por ellos ante un familiar, suele ser inútil, y mi pinta no me ayuda ya que tengo una onda marginal que contrasta con la imagen de intelectualismo que en el ámbito de la salud, para muchos es la de viejos de anteojos y guardapolvo cuyo estado es evidentemente contrario a la salud de la que dicen ser profesionales, además hace rato entendí que uno no convence a nadie de nada ya que uno tiende a ir emocionalmente en una dirección determinada y cuando escucha conceptos que racionalizan su modo de sentir, los acepta, por lo que sólo se convence a quien ya está convencido y no lo sabe, pero lo que yo no sabía es que la madre ya dudaba sobre la eficacia del intervencionismo médico, fue por eso que tras una larga conversación en que expuse mis conceptos al respecto, lejos de rehusarse a aceptar lo que le dije, me hizo caso y desestimó a la intervención médica que hasta hacía poco había considerado como válida porque lo que yo expresé, ella ya lo intuía y lo vio racionalizado en mis palabras.
   Uno de sus interlocutores le preguntó:
   -¿De verdad te hizo caso?
   -Sí.
   -¿Y no dudaste de si te convenía meterte en un tema tan jodido?
   -Sí, pero no por el tema en sí (ya que yo estoy jugado, igual que TODOS, pero no todos se dan cuenta), sino porque, como ya dije, sentí que la mina me estaba usando y además porque durante la discusión con la madre, ella la había insultado y mi sentir se fue hacia el modo de juez moral (papel triste por interpretar en la vida, el de juez; tal vez el más triste de todos), por lo que juzgué a la chica mala por sus expresiones y no me dieron ganas de defenderla, pero después pensé que no sabía lo que había pasado antes y también pensé que quien nunca se cagó a puteadas con los padres, es porque no los tuvo o porque es un extraterrestre, entonces decidí no juzgar y limitarme a tratar de conciliar las partes en conflicto, y cuando uno hace eso, las cosas tienen más posibilidades de salir bien, y en este caso así fue ya que tras una larga exposición de conceptos, logré que se sentaran a hablar y se pusieran en alguna medida de acuerdo, y eso es algo que jamás creí que podría lograr ya que ni siquiera lo busqué, la situación me buscó a mí.
   Uno de sus interlocutores le dijo:
   -Entonces… no te la…
   -No, pero antes de irme me sonrió, me agradeció y me dio un abrazo fuerte que me llenó de un bienestar que todavía me dura, y fue… …¿cómo decirlo?
   -¿Mejor que un garch en gou.
   Todos se rieron y el protagonista de la historia le respondió:
   -Sí; muuucho mejor.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Interior (cuento) - Martín Rabezzana

   La chica le mostró una revista en que se contaba el caso de un maestro que daba clases en una prisión y cuando hubo un motín fue tenido por los presos de rehén; cuando el mismo terminó, el maestro siguió dando clases en ese lugar incluso a aquellos que lo habían tenido cautivo y lo habían lastimado, y no por no poder conseguir trabajo en otra parte, sino por creer que trabajando ahí cumplía una función social y humana importante, pero ella no lo destacó como algo positivo, sino como algo negativo, por lo que su interlocutor con calma le trató de explicar.
   -Uno hace una u otra cosa dependiendo de lo que tenga en su interior.
   -¿Y qué puede tener en su interior ese tipo?
   -Amor.
   -¡Jaaa! ¿Amor?... Para mí que es masoquismo, si no, no se explica cómo sigue tratando a individuos tan malvados como para amenazar la vida de alguien que sabían que estaba ahí para ayudarlos.
   Tras unos segundos de silencio, él dijo:
   -Cuanto más amor uno tiene en su interior, menos le importa si los demás son buenos o malos, lindos o feos, normales o anormales, ricos o pobres, inteligentes o no inteligentes; en el caso de alguien que hiperdesarrolló ese sentimiento, que los demás sean buenos o malos no cambia nada porque el mismo no depende de los otros para existir; existe independientemente de los demás y lo expande a quien sea que tenga alrededor sin hacer distinciones de ninguna clase, de ahí que cuanta más importancia uno le da a las clasificaciones mencionadas, más deja en evidencia el hecho de que el amor en su interior, falta, porque de no ser así, ninguna de ellas le importaría ya que dicho sentimiento lleva necesariamente a trascenderlas.
   La chica, que era muuuy contestataria, en esta ocasión guardó silencio y lo miró como si no lo hubiera visto nunca antes;… Tal vez esa ausencia de réplica haya sido la muestra más elocuente de que lo que se le había respondido había sido por ella asimilado.

lunes, 13 de agosto de 2018

Amarre irreversible (cuento) - Martín Rabezzana


La pasión

   La pareja vivía en cierta ciudad cercana a la cordillera de los Andes; era uno de esos lugares hermosos desde cuya zona céntrica pueden verse de fondo en invierno los cerros nevados.
   Ambos tenían poco más de treinta años; tenían títulos universitarios, trabajos bien remunerados y sus vidas habían transcurrido en la más absoluta tranquilidad.
   Se habían conocido más de una década atrás y se habían enamorado perdidamente desmintiendo a la idea aceptada generalmente según la cual el enamoramiento apasionado dura sólo algunos meses o en el mejor de los casos, dos años, ya que la llama de eso que suele llamarse pasión, no había en ellos disminuido siquiera un poco en su intensidad aun tras años de convivencia, sin embargo, temiendo que tal cosa pudiera ocurrir, decidieron buscar algo que reforzara su ya sólida unión, y ese algo no podía ser el actualmente devaluadísimo casamiento que por ser tomado hoy en día masivamente a la ligera, lejos está de ser la oficialización de una relación romántica importante. Tenía que ser otra cosa, y tras mucho pensar, ella creyó haber encontrado la respuesta a su inquietud; se lo manifestó a su novio y él se sorprendió. Guardó silencio por unos segundos y después dijo:
   -Sí… ¿Por qué no?

El lazo

   El siguiente viernes fueron a uno de esos bares al que asisten parejas buscando a una tercera persona y también personas solas buscando a alguna pareja para relacionarse sexualmente entre los tres.
   Se sentaron a una mesa y pidieron bebidas; tras un rato vieron a una chica de unos veinte años sentarse a la barra; estaba vestida provocativamente y no era muy linda, pero no importaba, igual serviría; el joven miró a su novia y tras señalarle a la chica, ella asintió, entonces la mujer la llamó y con una seña le pidió que se les acercara; la chica sonrió y se señaló a sí misma por dudar de que fuera ella a quien se dirigía; la pareja le respondió que sí y ella se sentó a la mesa; tras un rato de conversación intrascendente, el hombre le dijo a la chica:
   -¿Querés que vayamos los tres a otra parte?
   La chica no respondió; se mantuvo en silencio a causa del nerviosismo que le provocaba la situación ya que lejos estaba de ser experimentada en esto, de hecho era la primera vez que asistía a uno de esos bares.
   La mujer se sentía segura de su buena presencia y también de la de su novio; no dudaba de que la chica se sintiera atraída por ellos, por lo que con suavidad y claridad en la voz, tras tomar a la joven inexperta de una mano y besársela, le dijo:
   -Tenemos muchas ganas de cojer con vos… ¿Y vos con nosotros?
   La chica, venciendo a su timidez, sonriendo dijo:
   -Yo también con ustedes.
   Tras lo cual salieron del bar y tomaron un taxi que los llevaría hasta un hotel alojamiento; una vez en la habitación, la mujer puso música a alto volumen y con su novio empezaron a desvestirse; después entre los dos desvistieron a la chica mientras la besaban y eran por ella correspondidos, entonces el joven agarró una botella de Fernet y tomó un trago, tras lo cual le dio la botella a su novia. Ella le dio de tomar a la chica y se puso detrás suyo; después tomó un poco ella y tras hacerle una seña a su novio ante la cual él asintió, la mujer golpeó fuertemente desde atrás a la chica en la cabeza con la botella llevándola a caer semiinconsciente, entonces la mujer se arrodilló poniéndosele encima y siguió golpeándola pero esta vez con los puños; su novio no se quedó atrás ya que tras tomar un velador, golpeó varias veces a la chica ya desmayada con el mismo y además la pateó; ambos la golpearon impiadosamente durante un rato hasta matarla e incluso siguieron pegándole estando ya muerta.
   Una vez que consideraron haber logrado su cometido, se miraron en silencio y sintieron una excitación sexual mayor a la que habían experimentado en toda sus vidas, y así como estaban (desnudos y ensangrentados), se besaron y se unieron sexualmente en el piso al lado de la chica muerta; tras concluir la relación sexual se ducharon mientras se besaban y abrazaban, después se vistieron y viajaron en taxi hasta su casa mientras se miraban con la sensación mutua de estar más enamorados que nunca.

El motivo

  El crimen aparentemente sin motivo había sido uno de esos casos que cada tanto se dan en el mundo en el que los integrantes de una pareja buscan crear a través de vivir un hecho intenso, un lazo emocional que los ate de por vida, y la pareja de esta historia tal vez lo haya logrado, pero… ¡Ojalá hubieran buscado un hecho no sangriento que oficiara de lazo de amarre! Ya que… sin duda los hay.

domingo, 5 de agosto de 2018

Virtud de los grandes (cuento breve) - Martín Rabezzana



   -Nunca habla mal de nadie -me dijo refiriéndose a cierta persona que en las reuniones sociales a las que asistíamos permanecía en silencio cuando los demás nos entregábamos a la crítica; yo asentí, y comprendiendo que la ausencia de maledicencia es una virtud que sólo los grandes poseen, y tras tomar conciencia de que lo maledicente estaba muy presente en nuestras personas, nos reconocimos a nosotros mismos como parásitos insignificantes.