sábado, 13 de octubre de 2018

El no creyente fanático (cuento) - Martín Rabezzana


  
  El tipo le dijo a su amigo:
  -¿Sabés por qué me peleé con mi novia? Porque despilfarraba la plata en adivinos; es de creer en esas boludeces, y lo raro es que es una persona inteligente, culta, pero tiene ese lado necio, tonto, infantil… no sé cómo llamarlo, que la hace creer en lo místico.
   Su amigo le dijo:
   -Pará un poco que te vas a pelear también conmigo porque yo también creo en lo místico.
   El no creyente lo miró sorprendido y tras unos segundos, le dijo:
   -¿Vos creés en esas cosas? Pero… ¡Vos estás instruido en diversos campos científicos! Lo racional, lo científico, es inconciliable con lo místico... ¿No creés que es para gente intelectualmente débil ese tipo de cosas?
   -No; tenemos dos hemisferios cerebrales; el izquierdo es el racional y el derecho, el emocional; la gente más fuerte es la que ejercita ambos, no la que ejercita sólo uno, pasa igual que en lo físico; por ejemplo, imaginate a alguien que entrena con pesas sólo un lado del cuerpo. Sin duda va a ser menos fuerte que alguien que entrene ambos lados, de hecho aquel que entrene sólo uno, va a lesionarse gravemente por la falta de equilibrio en el esfuerzo; a nivel cerebral pasa igual; está muy bien ejercitar el intelecto que se encuentra en el hemisferio cerebral izquierdo, pero si no ejercitás también el derecho (el emocional), vas a tener problemas graves por producir el desarrollo desmedido de un sólo lado, un desequilibrio. Esos problemas son, entre otros, la tristeza, la furia y la intolerancia, de ahí la falta de compasión que suele darse entre los científicos que los lleva a conducirse abusivamente con las demás especies y hasta con la propia, y las creencias místicas se desarrollan en el lado derecho del cerebro que vos indirectamente despreciás al despreciar a lo místico, y desarrollarlo es muy positivo; te permite ser tolerante como no podés serlo de desarrollar desmedidamente el lado izquierdo, y respecto a lo supuestamente inconciliable de lo científico con lo místico, te digo que según el consenso científico, el universo está en infinita expansión, por lo que en una infinitud universal, las posibilidades de lo existente son infinitas y entre ellas está la capacidad de ver el futuro… Yo creo que TODO es posible, de ahí que las artes adivinatorias sean para mí, válidas.
   El no creyente fanático le dijo:
   -Ya que creés en esas cosas, explicame lo siguiente: en el caso del tarot, ¿cómo puede ser que ante la misma pregunta formulada dos veces salgan cartas distintas? Porque yo una vez acompañé a mi novia a lo de una tarotista y tras preguntarle sobre su trabajo, le tiró las cartas y le dijo varias cosas que (según mi novia) le terminaron pasando, pero para mí que fue una casualidad porque yo le pedí que volviera a tirar las cartas para responder a la misma pregunta, lo hizo y salieron otras, sin embargo le dijo lo mismo; eso demuestra lo absurdo del tarot ya que si no lo fuera, tras una determinada pregunta repetida, saldrían siempre las mismas cartas.
   Su interlocutor, con calma le respondió:
   -Si la persona de verdad sabe del tema (ya que hay muchos que dicen saber pero en realidad no saben), el resultado de las diferentes tiradas tras la misma pregunta va a ser el mismo pero las cartas no van a ser necesariamente las mismas porque cada una tiene un valor numérico distinto, por lo que el mismo resultado puede darse tras la suma de diversos números; por ejemplo, el resultado "cinco", puede ser el de la suma de dos cartas si una tiene el valor numérico de 3, y la otra, de 2. Puede también darse si se suman tres cartas de las cuales una tenga el valor numérico de 1 y las demás, de 2, etcétera; es así como se obtiene el mismo resultado con números distintos, y es así como en las tiradas de cartas realizadas por alguien que en serio sabe, se repite el mismo resultado numérico en diversas tiradas tras la misma pregunta, y es bastante más complejo el asunto ya que no sólo se suman números; al igual que con un problema de matemáticas, a veces se requiere restar y dividir, pero si no estudiás el tema no podés saber si la persona que lee las cartas sabe en serio o si está mandando fruta.
   El no creyente lo miró sorprendido ya que en su amigo esperaba encontrar a un aliado de su no creencia fanática dado que él consideraba al desprecio de lo místico, propio de toda persona inteligente, de ahí que a partir de lo por él dicho, empezara a dudar de su inteligencia que, sin embargo, según el concepto general de la misma, era incuestionablemente grande.
   El fanático de la no creencia le dijo a su amigo:
   -No me esperaba de vos todas estas pavadas, pero bueh; dejémoslo acá porque no me quiero pelear con vos también;… Me voy; chau.
   -Chau -le respondió su amigo.
   Y mientras se iba del bar en que estaban, el fanático de la no creencia tuvo el mismo pensamiento sobre su amigo que su amigo tuvo de él: "pobre tipo".

   Como a la semana, el no creyente fanático seguía pensando en el tema de las artes adivinatorias de modo obsesivo, lo cual es normal entre los fanáticos de la no creencia ya que paradójicamente, esas personas hacen de aquello a lo que desprecian, el centro de sus vidas, es decir, aquello a lo que consideran absurdo en materia de creencias ajenas, es a lo que más tiempo le dedican haciendo así un absurdo de sus propias vidas, y ese descreimiento extremo e intolerante, esconde una necesidad emocional de alcanzar un lugar de superioridad respecto a otros, y si uno está continuamente buscando tal lugar de superioridad, es porque continuamente se siente inferior, de ahí que cuanto más una persona tiene la necesidad de expresar su condición de no creyente y de persuadir a los demás de lo absurdo de las creencias místicas, más evidencia la crisis emocional profunda que atraviesa constituida por un sentir de inferioridad; del sentimiento de inferioridad en una persona no existir, no se daría en ella necesariamente la aceptación de las creencias místicas pero sí se daría al menos, la indiferencia hacia ellas. La cuestión es que el no creyente le echaba la culpa a una adivina por la separación de su novia ya que creía que ella le había aconsejado dejarlo, por lo que fue a verla a su consultorio y muy enojado (estado casi único de los fanáticos de la no creencia mística), golpeó a su puerta; tras ella abrir, le dijo:
   -¿Sabe que me peleé con mi novia por su culpa?
   La mujer dijo:
   -Se equivoca, pero… pase y hablemos tranquilos.
   El no creyente le dijo:
   -Si ella no hubiera hablado con usted, seguro que seguiría conmigo.
  -Yo nunca le dije que lo dejara, lo que ocurre es que ella está evolucionando espiritualmente y eso la lleva a alejarse de las personas negativas, y no quiero con esto ofenderlo, sino explicarle por qué ella se fue de su lado; si usted se lo propone, puede cambiar, y no le digo que acepte creencias espirituales como las que ella tiene, sino que trate de respetarlas en vez de estar todo el tiempo tratando de convencer a los demás de lo supuestamente absurdo de ellas, ya que esa forma de ser, es intolerante, y la intolerancia es una negatividad que lleva a que quienes buscan la positividad, se alejen de quien la irradie, por eso mientras usted no cambie, ella no va a volver a ser su novia; si se esfuerza por ser tolerante, su relación puede recomponerse, pero mientras siga siendo así, le va a ser literalmente imposible estar con ella porque la fuerza universal en la que ella buscó envolverse, la protege y le va a impedir a usted acercársele.
   El tipo se rió levemente y dijo:
   -¿Ah sí? O sea que si me acerco a ella su ángel de la guarda me va a atacar, ¿o algo así?
   La mujer dijo:
   -No exactamente, pero… algo así;…. Escuche muy bien: si usted intenta acercarse a ella van a haber señales que le indicarán que no debe hacerlo, la primera va a ser el agua, la segunda, la electricidad, la tercera, la oscuridad y la cuarta y última, un avión; cuando usted vea a un avión de frente, su vida correrá serio peligro; dé marcha atrás y así podrá salvarse, pero mejor sería que desistiera de verla ante la primera señal.
   El tipo la miró con expresión de burla y le dijo:
   -A ver si entendí bien: las señales de que la energía universal de mi novia la protege de mí van a ser el agua, la electricidad, la oscuridad y un avión.
   -Exactamente.
   El tipo se mordió el labio inferior en señal de descreimiento y sin decir palabra, se fue.

   Una tarde de esa misma semana, el no creyente fanático decidió buscar a su ex novia para convencerla de volver con él, pero cuando estaba por salir de su casa, una lluvia torrencial se desató, entonces pospuso la salida; ya habían pasado varios días desde que había hablado con la adivina y no recordaba exactamente cuáles eran las señales que ella le había dicho que tenía que tener en cuenta; no hizo el menor esfuerzo por recordarlas ya que le parecían propias del absurdo místico, por eso no reconoció en la lluvia a la primera señal; cuando la misma disminuyó, ya era de noche; salió de su casa para subirse a su auto y cuando intentó encender el motor, no lo logró; se bajó del mismo y levantó el capot; la batería estaba agotada, por lo que, tras varias malas palabras pronunciadas, llamó desde su celular a un remís para que lo llevara hasta la casa de su ex novia; el remís llegó, subió al mismo y ocurrió que a mitad del camino el remisero se puso a maldecir; el no creyente fanático dijo:
   -¿Qué pasa?
   Y mientras señalaba hacia fuera, le dijo:
   -Mirá; hay un corte de luz general; era esperable con la terrible tormenta eléctrica que hubo y que seguramente va a continuar esta noche.
   Fue entonces que el no creyente empezó a recordar vagamente cuáles eran las señales de las que la adivina le había hablado, pero siguió no dándoles importancia.
   Cuando llegaron a la calle en donde estaba la casa de su novia, el remís estacionó en la vereda de enfrente de la misma; el no creyente fanático le pagó al remisero y cometió la imprudencia de bajar del auto sin mirar hacia atrás por el lado de la calle en vez de bajar por el lado de la vereda; un camión con acoplado lo pisó causándole la muerte; en la vereda de la casa de su novia, justo enfrente de donde el remís estacionó, había un panel callejero de publicidad en el que había un póster de una compañía aérea que invitaba a las personas a utilizar sus servicios; en el mismo se veía a un avión de frente en primer plano.

lunes, 8 de octubre de 2018

Cómo se supera a la discusión política (cuento) - Martín Rabezzana


La solidez de los conceptos

  La conversación se daba ante una mesa de café; la mina, tras uno de sus amigos haber elogiado las virtudes de ciertos países y compararlos con éste, dijo lo siguiente:
  -Esos países denominados generalmente desarrollados que taaanto te gustan, están destruyendo al mundo y a sus habitantes; son ellos los que conforman coaliciones militares para invadir, saquear y matar, son además los que están detrás del desastre ecológico ya que está probado que son los que más daño le hacen al ecosistema, lo cual los termina afectando incluso a ellos mismos, y no así los países denominados subdesarrollados, sin embargo, a esos países causantes de los mayores males a escala mundial, vos y taaaannta gente, ¡los elogian como si fueran ejemplares! No obstante, no niego que sean ejemplos, pero, ¿de qué?... Para mí son ejemplos de hijaderrrrecontramilllp…. bueh;… no hace falta que lo diga.
   La joven hizo una pausa que nadie interrumpió y tras unos segundos, mientras volvía a dirigirse a aquel que había hablado bien de los países denominados desarrollados, prosiguió diciendo:
   -Decime: en el caso, no de un país, sino de una persona, ¿te da lo mismo si progresa económicamente robando, saqueando, explotando a trabajadores que si progresa trabajando honradamente?... ¿Pondrías de ejemplo a seguir a quien progresa abusando de los demás?
   El joven, considerando que había validez en lo que se le había dicho, se sintió ideológicamente desarmado, por lo que dijo:
   -No; el ejemplo positivo lo da aquel que progresa trabajando honradamente.
   -Sin embargo, a nivel nacional parece que no te importara a vos ni a la mayoría (incluso de aquellos que conforman el zurdaje más extremo) ya que son los países más explotadores los que suelen poner de ejemplos a seguir, y como ya expresé, si analizamos en qué se basan las economías de los lugares llamados desarrollados, nos damos cuenta de que se trata de algo despreciable, y lo dicho se aplica a TODOS los países que a vos te gustan ya que este sistema está hecho para que no pueda ninguno desarrollarse económicamente sin explotar a otro, y no digo que haya que resignarse, sino cambiar de sistema, pero mientras el mismo sea el que es actualmente, es IMPOSIBLE que un país progrese económicamente sin volverse explotador de otro, por eso yo prefiero ser pobre pero mantener cierta tranquilidad de conciencia a hacerme rica pero traicionando a los principios éticos más básicos, y por eso es que no idealizo a los países llamados del primer mundo ni desprecio a aquellos considerados del tercero, y dicho sea de paso: ¡qué expresiones tan nefastas son primer y tercer mundo!…
   Las cuatro personas sentadas a la mesa sintieron que la solidez de los conceptos de la joven habría hecho a cualquier cuestionamiento, absurdo, y a cualquier acotación, innecesaria, por lo que nadie dijo nada.

El debilitamiento de la solidez de los conceptos

  En medio del silencio de la mesa, la mina que había dado el elaborado discurso tuvo ganas de fumar, por lo que agarró un cigarrillo de un paquete que había dejado sobre la mesa y una cajita de fósforos, pero estaba tan absorta en los conceptos que acababa de exponer, que, sin advertirlo, en vez de llevarse a la boca el cigarrillo, llevó un fósforo, y como si fuera un fósforo raspó el cigarrillo contra la caja de fósforos varias veces por el lado del filtro; los demás la miraron conteniendo la risa sin decir nada, pero ocurrió que tras varios intentos infructuosos la joven logró prender el filtro y con el mismo encendió el fósforo que tenía en la boca, tras lo cual lanzó una bocanada profusa; sus amigos la miraron con enorme sorpresa y una de las mujeres le dijo:
   -¡Te estás fumando un fósforo!
   La joven miró a su mano en la que tenía el fósforo y se sorprendió ya que por algún motivo extraño, el fósforo había oficiado de cigarrillo y el cigarrillo, de fósforo, pero la sorpresa para ella y los demás fue mayor aún cuando vieron que el fósforo que tenía en una mano cambiaba de forma y se convertía en un cigarrillo al igual que pasó con el cigarrillo que tenía en la otra que se transformó en un fósforo.
    ¿Qué había ocurrido?... Era como si esa distracción que a la mina le hizo confundir al fósforo con un cigarrillo hubiera resultado en que la esencia fosfórica del palito de madera se trasladara al cigarrillo y la esencia cigarrilística del bastoncito de tabaco se trasladara al fósforo, es decir, con su pensamiento parecía haber alterado a la materia, de ahí que no pudiera evitar sentir que el concepto según el cual el pensamiento crea, podría ser correcto… Recordó entonces haber visto un documental sobre los experimentos de Masaru Emoto con el agua por los que había concluido que las palabras dirigidas a la misma cambian su estructura, lo cual se hace visible al congelarla en diferentes botellas de las cuales a algunas les hayan sido dirigidos pensamientos positivos y a otras, pensamientos negativos ya que en las primeras se desarrollan formas bien definidas y en las segundas, formas distorsionadas, entonces:...  ¿es la realidad producto de nuestra percepción? ¿Alteramos o creamos materia con nuestros pensamientos?... ¿Existe la materia o existe sólo la energía? ¿Es eso que llamamos "energía", un sinónimo de "alma"?... ¿Existe el espíritu además de la materia? ¿O será que lo que no existe es la materia y todo es espíritu?... …¿Afectamos a los demás para bien y para mal con lo que pensamos aunque no lo expresemos en voz alta?... ¿Existen el bien y el mal, o es la ética algo subjetivo? ¿Existe la objetividad, o será que así le llamamos a la coincidencia de subjetividades?... …¿Existe siempre una contraparte positiva en toda cosa negativa? ¿Estará siempre el vaso medio lleno y medio vacío?… ¿Empeorarán realmente las cosas, o lo que empeora es nuestra percepción de ellas?... …¿Está todo mal o, de uno pensar esto, lo que está mal es uno y a través de lo que es ve a lo y a los demás?... ¿No será nuestra percepción lo que tenemos que buscar cambiar en vez de buscar cambiar al mundo?… …¿Existe la vida después de la muerte, o lo que no existe es la muerte y todo es vida?... …¿Qué es real y qué no?... ¿Es la realidad algo incuestionable en su existencia? ¿Es lo imaginado parte de la realidad? ¿Es la realidad algo imaginado?... … ¿Existe la dualidad en las cosas, o es la misma tan solo una apariencia resultante de una visión incompleta que nos lleva a no percibir la unidad en todo?... …¿Estamos despiertos o dormidos? ¿Cuál estado es el del sueño y cuál el de la vigilia?
   Todo esto sería pensado continuamente y considerado importante por las cuatro personas de esta historia tras el hecho extraño que tuvo lugar esa tarde, lo cual resultó en que toda discusión sobre temas que hasta entonces consideraban de importancia, empezara a ser considerada por ellos como absolutamente intrascendente.

   Y fue así como dejaron atrás a las discusiones por temas políticos y empezaron entonces a ser mucho menos infelices, y sin exagerar, hasta empezaron a ser un poco felices (ah, y tras la impresión que le causó la experiencia ya contada, la protagonista de esta historia dejó de fumar; ¡lo bien que hizo!)