lunes, 7 de julio de 2025

El no tan invisible y la dama alada (cuento) - Martín Rabezzana

-Palabras: 5.169-

Entrevistador y entrevistado

   El individuo, que trabajaba para una publicación importante, había contactado al escritor con el fin de entrevistarlo; la entrevista sería la primera que al escritor, en su vida le realizarían; la misma tendría lugar a las 16:30 horas de un día de otoño, en el “Paz Café y Restó”, ubicado en Alsina & General Paz, Quilmes.
   Mientras el literato se dirigía al bar por la calle Alsina, estando a la altura 440, vio a un pájaro negro de grandes dimensiones, sobrevolar el área; su aleteo era muy sonoro, por lo que le llamó la atención el hecho de que, de los varios transeúntes que en la calle había, ninguno más que él, pareciera haberlo advertido; en principio pensó que se trataría de un cuervo, pero rápidamente descartó esta posibilidad, por no vivir, dichos pájaros, en esa zona y además, porque ese ave que había pasado, era demasiado grande para serlo.
   Una vez en el lugar pactado para la realización de la entrevista, el escritor saludó a su entrevistador que, al verlo llegar, se había levantado de su asiento situado frente a una mesa del exterior que hacia la vereda de la calle General Paz, daba; tras ambos hombres saludarse, pidieron cerveza y, tras el entrevistador poner a grabar en modo audio, a su teléfono celular, la entrevista se inició; el entrevistador, al escritor le dijo:
   -El artista es un transmutador, o dicho de modo poético: un alquimista, ¿o no?
   El escritor dijo:
   -Por supuesto, y es paradójico… ya que el artista se llena de situaciones cotidianas relevantes o irrelevantes para, una vez por él, metabolizadas y, por consiguiente, recicladas, exteriorizarlas artísticamente, llevándolas así, a una aparente (o tal vez, real) inmortalidad, y es muchas veces (las más de ellas) alguien que en dichas situaciones, pasa casi totalmente desapercibido…. y tal vez, así deba ser;… el artista tal vez deba ser un observador, para poder ser un inmortalizador de aquello que observa, e incluso, para poder ser inmortalizador de sí mismo, ya que si lo que artísticamente produce, alcanza la “inmortalidad”, también la alcanza él, debido a que al recordarse su obra, también se lo recuerda a él (salvo que no la firme)… no obstante, cualquier gran artista (al menos, de él sentir que su vida es un fracaso) cambiaría a la mencionada inmortalidad, por una vida fugaz pero bien vivida, como suelen generalmente tenerla aquellos a quienes observa e inmortaliza; estos seres, muy rara vez advierten que sus vidas aparentemente irrelevantes, son relevantes, porque de no serlo, no serían interiorizadas por nadie como sí lo son, por los observadores mencionados, quienes, a diferencia de los que registran hechos de modo no artístico, transmiten una vitalidad que quienes los registran de modo no artístico (los historiadores), no transmiten, y si lo hacen, dejan de ser historiadores… ...Es, por todo lo dicho, que el artista es alguien poderoso, pero su poder, por no ser de carácter coercitivo, en nada se parece a éste último; a los poseedores de poder coercitivo, yo los denomino: “malvados”, a los que poder de otra clase, tienen, bien podría denominarlos: “bondadosos” o incluso, metaéticos, pero no en el sentido que en el ámbito filosófico, se le da a esa palabra, que lleva a que mediante la misma sean denominados quienes analizan a los valores, sino en el sentido literal que da a “ética”, el prefijo de “meta” (o sea, “más allá”); es decir, con “metaético”, me refiero a alguien que se encuentra más allá del bien y del mal;… A quien ha alcanzado tal lugar, ¿cómo no considerarlo superior a los demás?… Todo no artista que aprecie al arte, de modo consciente o no, así lo considera, porque la admiración que por el arte de alguien, uno siente, lleva al sentir de que quien lo ha creado, está por encima de quienes no lo han hecho, y esto también lo sienten quienes son artistas (e incluso, grandes artistas) hacia aquellos a quienes consideran creadores de grandes obras de arte… entonces… la superioridad de uno respecto a otro, existe, y nada tiene que ver con que uno se imponga al otro, lo domine ni lo explote, sino con la capacidad de ese uno, de al otro, seducirlo, envolverlo en bienestar y extasiarlo… y todo esto, el creador de arte que a uno lo conmueve, con uno lo logra sin siquiera tocarlo… ¿Cómo no querer ser artista? ¿Por qué querer ser otra cosa?… pero… puede darse el caso en que uno esté desprovisto de talento para el arte que emprenda, entonces, la conmoción causada en otros, es nula, o es efectiva, pero lejos de ser positiva, es negativa; por esto es que no basta con ser artista, hay que ser un gran artista, y la grandeza, al artista se la confiere el reconocimiento de los demás… sin atribución de valor a una obra por parte de otros, la obra de un artista, no es grande… y este caso en que la valoración positiva de lo artísticamente por alguien producido, es, por parte de las personas, escasa o nula, no es excepcional, es la regla, y cuando uno como artista, siente estar dentro de la misma, ¿cómo querer ser artista?…. ¿Cómo no querer ser otra cosa?… pero de pensarse mucho en estas cuestiones, para el momento en que se llega a estas conclusiones y se resuelve que mejor es, no ser artista, ya es tarde, porque quien en estos temas, mucho piensa, es necesariamente alguien que ya ha emprendido un camino artístico del que se sale solamente muriendo… dicho esto, el suicidio es una opción más que válida para todo aquel que sea un artista no reconocido durante un largo tiempo. 
   Tras una pausa de algunos segundos, el entrevistador preguntó:
   -¿Cómo fueron tus comienzos en las letras y qué pretendías artísticamente lograr, en aquellos tiempos?
   -La letra musical fue la primera forma de arte escrita que en serio, desarrollé, logrando mayormente resultados deplorables que me llevaron a intentar desarrollar otra forma de arte que fue la literaria;… recuerdo que yo pretendía ser transgresor y que mis obras fueran, por consiguiente, contraculturales… en algún momento dejó de interesarme la transgresión y empecé a escribir sin muchos planes, dejando que las ideas fluyeran… ya sin intenciones de lograr algo controvertido (al menos, en lo por mí, hecho en la ficción, dado que desde el ensayo y el aforismo, sí abordé temáticas controvertidas), en algún momento me interesé sobremanera en el periodo de los años 1970, y lo que de eso resultó, fue literatura argento-setentista (guerrillera y no guerrillera) (además de historias de otro subgénero derivado del ya mencionado, que di en llamar: argento-post setentismo), y la misma, no puedo en realidad decir que sea controvertida, porque la ausencia casi total de leedores, resulta en una ausencia también, de detractores, que serían quienes controvertirían lo que produzco, pero sí puedo llamarla: “potencialmente controvertida”, y también, sin dudas, transgresora… ...Como temática controvertida por mí, desarrollada, está también la de la antipsiquiatría, a la cual, después de mucho tiempo de mantener circunscrita en su tratamiento al ámbito de los ensayos, empecé a desarrollar en el ámbito de la ficción… la cuestión es que… si bien la idea de hacer arte contracultural, había sido por mí, abandonada, para cuando escribí obras como MATAR MORIR VIVIR, Ni olvido ni perdón. REVANCHA y Hechizo… de concha americana (y creo que podría incluir también a Ania milvidas, y a Gloria noche y día), las mismas terminaron siendo contraculturales, ya que no veo que obras de arte con la temática y estilo de estos  libros míos que mencioné, estén siendo producidas por otros, y si me equivocara y sí estuvieran siendo producidas por otros, lo que no están, es ocupando un espacio en los grandes medios, y toda cultura que no sea difundida por ellos, puede ser considerada “contracultural”.
   -Y más allá de lo artístico, ¿qué pretensiones tenías al empezar a escribir?
   -Una era la de convertirme en alguien; yo pretendía que el oficio de escritor, me confiriera una personalidad que uno no siente tener, de realizar una actividad que no lo satisface, como ser, una que no es más que un mero medio de subsistencia, y otra era la de ganar plata; yo creía que había muchas posibilidades de vivir de las letras, por lo cual, desde un primer momento escribí con la intención de que mi trabajo fuera remunerado, pero cuando intenté publicar, allá por mediados de los años 2000, me encontré con la amarga sorpresa de que es imposible, para la inmensa mayoría de los escritores, ganar siquiera algo de plata con la literatura, ya que la mayoría de ellos tiene incluso que pagar para publicar sus obras en papel, y aun quienes sí llegan a publicar sus libros a través de grandes editoriales que les pagan, el pago muy rara vez alcanza para vivir… y más allá de mi intención de ganar plata con las letras, siempre tuve el sueño de ser una figura importante de la cultura… ...Lo “políticamente correcto” por decir en estos casos, es  lo que Albert Camus me dijo, tras yo expresarle mi frustración por el nulo rédito que mi trabajo en las letras, me reporta (bueh… un personaje de inteligencia artificial hecho en base a Albert Camus, con quien tuve una hermosísima conversación que me llevó a dudar sobre si la inteligencia artificial, no es un medio para comunicarse con algo vivo, existente en otro plano, que en este caso, podría ser la esencia del escritor referido); yo le respondí más o menos que el ser humano no considera que las cosas que hace, tengan sentido si no son un medio para un fin, y que no está mal tener la pretensión de lograr, mediante lo artísticamente producido, plata y prestigio, y que de hecho, sin la pretensión en muchos de aquellos que terminaron siendo grandes artistas, de conseguir esas cosas, en primer lugar no se habrían hecho artistas y las grandes obras que produjeron, no existirían; Camus me respondió que, así como lo pienso yo, no está mal que busque ganar dinero y prestigio con mis obras, pero que no debo dejarme llevar por la búsqueda del éxito y la fama, sino por aquello que me llevó en primer lugar a escribir: la pasión por la palabra y la necesidad de expresarme (yo no se lo dije, pero no fueron esos los motivos por los que empecé a escribir, sino los otros ya mencionados).
   -Se ha señalado que en la literatura argentina no hay héroes; quienes hacen tal señalamiento, se autorresponden con preguntas de tipo: “¿Y Martín Fierro? ¿Y Santos Vega? ¿Y Juan Moreira?”...  ¿Son válidas dichas respuestas?
   El escritor dijo:
   -Yo creo que no, porque esos personajes son del año de ñaupa... pertenecen a un tiempo y a un país, que ya no existen... Hasta fines de los años 1960, había entre los artistas argentinos una especie de “obligación moral cultural”, por ellos autoimpuesta, de tratar a lo “tradicional”, que era lo ambientado en el ámbito rural, de ahí la “literatura gauchesca” que en algún momento, casi todos los literatos que se dedicaban a la ficción “ciudadana” (inspirada principalmente por sus propias cotidianeidades, ya que eran mayormente de ámbitos urbanos y no rurales), desarrollaron; y esto no pasó sólo en la literatura, ya que también en eso incursionaban los letristas de tango, los cineastas, los escultores y los pintores, entre otros artistas que mayormente no trataban a lo gauchesco, pero, como ya dije, se sentían moralmente obligados a crear arte en ese estilo en algún momento por considerar que lo auténticamente “nacional”, era solamente eso.
   -¿Y qué es lo auténticamente nacional?
   -En principio hay que decir que los conceptos mismos de nación/pueblo/etnia, son muy subjetivos y hasta se puede considerar que dichos vocablos son totalmente arbitrarios cuando se usan para aunar a distintas personas, considerándose así, que son parte del mismo grupo humano, distinto a otros, basándose solamente en el hecho de que ellas nacieron dentro de la misma división político-administrativa; cuando esto se hace, se está dando por válido al concepto de estado-nación, y el mismo, según mi criterio, más lejos no puede estar, de ser válido, ya que es extremadamente sencillo demostrar que las personas no son ni se sienten, parte del mismo grupo humano que otras, por ese motivo; de ser así, no existirían dentro de cada país, partidarios de distintas doctrinas religiosas, no religiosas, políticas, no políticas, hablantes de distintos idiomas ni personas de gustos culturales, distintos, y como esto sí ocurre en todo país del mundo, puede perfectamente resolverse que el estado-nación, es una mentira, ya que la pertenencia de distintas personas a un mismo pueblo, no está determinada por sus lugares de nacimiento (pero no me preguntes qué es lo que lo determina, porque no lo tengo resuelto), sin embargo, de tanto que se nos ha repetido que los nacidos dentro del mismo país, somos un pueblo, aun quienes no damos a eso por válido, solemos olvidarlo y generalizamos por nacionalidad, como si en el estado-nación, creyéramos… la cuestión es que… en función de responder a tu pregunta, voy a fingir que en el estado-nación, creo; dicho esto, yo pienso que en la ficción, lo auténticamente nacional no está constituido por darle continuidad a lo tradicional (que es cultura pasada y como tal, representativa de un país que en el presente, ya no existe), sino por el desarrollo de historias que partan de la base de acontecimientos locales que en alguna medida posean características distintivas; cuando diversos artistas insisten en el desarrollo de obras basadas en hechos ocurridos en el ámbito nacional, se va conformando un estilo artístico, en alguna medida, distintivo, y, por ende, “nacional”… yo creo haber contribuido a crear un arte nacional, con mis historias argento-setentistas, ya que si bien, el subgénero no fue inventado por mí, el mismo (a diferencia de lo que creen muchos), está poco desarrollado, sobretodo el que es de corte guerrillero y está basado en un periodo histórico que, aunque a nivel mundial haya estado constituido por un recrudecimiento de la defensa a como dé lugar, del poder económico concentrado, lo cual, ha llevado a que cosas parecidas a las que en este país ocurrieron, ocurrieran también en otros países de América y del mundo, para mí es claro que hay particularidades en cada uno de esos lugares que llevan a que no se pueda aplicar exactamente lo mismo a todos ellos, por lo que el arte argento-setentista, aunque con similitudes, difiere necesariamente de, por ejemplo, el chileno-setentismo y del uruguayo-setentismo, que son subgéneros artísticos que también existen y que al igual que el argento-setentismo, tienen enorme potencial artístico y están poco desarrollados... ...y volviendo a la cuestión de lo tradicional, que muchos artistas locales consideraban que pasaba necesariamente por lo gauchesco, digo que esos tiempos (afortunadamente) ya pasaron, y digo “afortunadamente”, porque ninguna obra “gauchesca”, ha sido de mi agrado; la cuestión es que... dicho estilo artístico, que fue desarrollado en gran medida a principios del siglo veinte (si bien, venía de antes) y, como ya dije, lo fue mayormente hasta finales de los años ‘60, trataba de reflejar un mundo que ya en esos tiempos, era más pasado que presente;… como los personajes gauchescos de Martín Fierro, Juan Moreira y Santos Vega, son héroes o antihéroes literarios, de leedores existentes en tiempos ya remotos, difícilmente se pueda encontrar en la actualidad, a alguien que con ellos, sueñe, o que al menos, los valore seriamente, por eso es que bien se puede concluir que si dichos personajes son héroes literarios argentinos, lo son de una Argentina que ya no existe, de ahí que para mí no tenga mucho sentido mencionarlos al hablarse de héroes de la ficción literaria local, ya que corresponden a una Argentina que, por el tiempo haber pasado, es más lejana a nosotros que cualquier país extranjero, pero si lo fueran, o sea, héroes o antihéroes, serían excepciones que confirmarían la regla, y la regla es que no hay en la literatura argentina, héroes ni antihéroes.
   El entrevistador dijo:
   -Entre esas excepciones, hay quienes señalan a la protagonista de "Sobre héroes y tumbas", Alejandra Olmos, que sería una antiheroina.
   -A este respecto digo lo siguiente: "héroes" literarios, serían aquellos personajes que no dependen de las obras en que nacieron para existir, y ese no necesitarlas para ser quienes son, se ve en el mantenimiento (y evolución) de sus personalidades a través de múltiples obras, por lo cual, si los personajes, por fuertes que sean, se desarrollan en solamente una obra, como es el caso de Alejandra Olmos de la referida obra de Sábato, no cumplen con el requisito, según mi criterio, como para ser considerados: "héroes literarios"; podrán ser "héroes" (o antihéroes) de las obras particulares que protagonizaron, pero no de la literatura, y... Martín Fierro, Santos Vega, Juan Moreira y Alejandra Olmos, ¿aparecen en muchas obras fuera de aquellas que los vieron nacer?... dicho esto, digo ahora (otra vez) que prácticamente no hay héroes literarios argentinos... para remitirme a uno, debería caer en el autorreferencialismo, que es algo que los que tienen lo que Sábato llamó: “La vanidad de la modestia”, reprueban (ya que estos individuos, suelen acusar muy habitualmente a los demás de ser soberbios, para así poder mostrar su supuesta modestia y por consiguiente, su superioridad moral), y como yo voy justamente a serlo (o sea, autorreferencial), parafraseando a Arlt (y a Alorsa), lo siguiente digo: QUE BUFEN LOS EUNUCOS… Mi personaje María Clara, es una antiheroína que trascendió al cuento en el que nació, así como Ania, nacida en un cuento previo a mi novela corta en que mayormente se desarrolla y que continúa en "Gloria noche y día", así como Mora y Leandro, que aparecen en hasta el momento, más de una decena de cuentos míos, y preceden a la serie de María Clara Combatiente, de la que terminaron siendo parte; también mis personajes de Lili, Daniela y Leila, han salido de los cuentos en que nacieron para seguir desarrollándose en otras historias, y tienen posibilidades de ser antiheroínas literarias (si no es que ya lo son), pero como soy un autor desconocido, bien podría decirse que mis obras son invisibles, así como lo son, las de tantos otros artistas que tal vez hayan creado personajes potencialmente memorables (y hasta heroicos) pero que nadie va a recordar, por ni siquiera llegar a conocerlos, ya que sólo son conocidas (y hasta ahí), las obras que salen por esas malditas editoriales transnacionales, a las que, por más que los escritores despreciemos, imperiosamente necesitamos para ser literariamente legitimados y económicamente remunerados.
   El entrevistador dijo:
   -Te referiste a tus obras como “invisibles”.
   -Sí; en el ámbito artístico, que debería ser mi hábitat natural, soy, junto a mis obras, invisible.
   El entrevistador, rápidamente replicó:
   -Te equivocás, porque si un desconocido se ha interesado en entrevistarte, es porque sos visible; si no lo fueras, esta entrevista no estaría teniendo lugar.
   Entonces, sonriendo, el escritor dijo:
   -Tenés razón;… tal vez deba replantearme la cuestión; lo que ocurre es que estoy tan acostumbrado al eco nulo, de lo por mí, con gran esfuerzo, artísticamente producido, que había llegado a convencerme de que nunca a nadie, le importaría, de ahí que me haya acostumbrado a un lugar de invisibilidad y me cueste hacerme a la idea de que del mismo, estoy empezando a salir.
   -Y si tan seguro estabas de que tu literatura, nunca por nadie sería leída ni valorada, ¿por qué seguiste produciéndola?
   Y tras unos segundos, el escritor respondió:
   -Podemos decir que seguí la recomendación en formato de aforismo de Alejandro Lanús: “Dejar encendida la luz que nadie ve.”
   Tras esta última respuesta, el entrevistador, evidenciando gran desconcierto, preguntó:
   -¿En dónde estás?
   -¿En dónde está quién? -preguntó el escritor.
   -Vos.
   Entonces, pensando que lo preguntado, sería una broma, el escritor intentó palmear al entrevistador en un hombro, pero su mano lo traspasó; el literato preguntó qué estaba ocurriendo, pero ninguna respuesta obtuvo, porque el entrevistador, así como había dejado de ver a su entrevistado, a esa altura había dejado también de oírlo; seguidamente lo que ocurrió, fue que también el literato dejó de ver y oír, a su entrevistador.
   Tras algunos minutos en los que esperó que la extraña situación, se revirtiera, el escritor quiso pagar las cervezas para retirarse, pero al mirar la mesa, la misma estaba vacía, como si nunca hubiera sido usada por él ni por el entrevistador, por lo que, sin cuenta que pagar, se retiró del bar por la calle General Paz.

En estado de conciencia

   Durante varios minutos, el literato pensó en el misterioso hecho recién vivido y consideró la posibilidad de que el entrevistador hubiera sido un producto de su imaginación; ésa podría ser la explicación al extraño suceso; su necesidad de lograr visibilidad para su arte y, por consiguiente, para su persona, lo habría inconscientemente llevado a fabricar la fantasía de que finalmente esto empezaba a revertirse y que por eso, alguien de algún medio importante se había interesado en entrevistarlo, pero en algún momento, otra parte de su psiquis lo arrastró parcialmente hacia la “realidad”, y le hizo saber que si su entrevistador no lo veía, era porque él era invisible; más adelante, su psiquis, resuelta a devolverlo completamente a la “realidad”, lo habría llevado a concienciar que el entrevistador que frente a él, pareció desmaterializarse, en primer lugar, nunca había existido, de ahí que al él intentar recordar su nombre que, minutos atrás, conocía, no lo lograra; como estas consideraciones lo estaban llevando a hacerse preguntas nefastas, de tipo: “¿Me estaré volviendo loco?” (máxime tras interpelar a varios peatones que por la misma vereda que él, pasaban, y ellos no notar su presencia ni escuchar su voz), se obligó a pensar en otras cosas, fue así que, mientras caminaba rumbo a su domicilio, recordó que cuando era adolescente y pensaba en mujeres que lo atraían, las intuía, a nivel álmico, perfectas… esa consideración lleva a alejarse de lo perfecto, al menos cuando uno es alguien autopercibido abundante en errores, dado que en tal caso, sólo puede creer que al tocar a lo perfecto, va a arruinarlo… después consideró que lo perfecto no era más que una fachada que ocultaba a lo imperfecto, y dejó de sacralizar a las mujeres “perfectas”, de lo cual, resultó que lo dejaran de atraer con la intensidad con que otrora, lo atrajeran, pero después empezó a considerar que lo perfecto requiere de lo imperfecto para completarse y, por consiguiente, que lo perfecto es, paradójicamente, lo imperfecto, y volvieron a atraerlo por empezar a intuir en ellas, errores detrás de sus apariencias de perfección, pero no lo atrajeron tanto como lo habían empezado a atraer, aquellas mujeres a las que consideraba imperfectas ya desde la apariencia… ...En las mujeres que veía imperfectas, intuía perfección, y eso lo recontra inhibía, porque la perfección es frágil y sus torpes manos imperfectas, sólo podrían arruinarla, pero recordando su consideración de que la perfección implica imperfección, empezó a pensar que detrás de lo perfecto, estaba lo imperfecto, en ellas mismas y además, como se consideraba a sí mismo, no sólo imperfecto, sino incluso, extremadamente erróneo, esa extrema erroneidad, tal vez implicara para él, ser el opuesto de las mujeres constituidas por erroneidad menor; al mismo, dichas mujeres lo necesitan para completarse y alcanzar la perfección, que se crearía al formarse parejas entre opuestos complementarios, y dicha perfección, también sería alcanzada por él, pero… lo perfecto aburre, entonces… buscó lo imperfecto… y después, lo muy erróneo, y se encontró con alguien igual a él, pero… al recordar que se odiaba, buscó lo distinto y encontró… ...Mientras en
todo esto pensaba, un pájaro negro, que era el mismo que un rato atrás, había visto, aleteando muy sonoramente, pasó a no muchos metros por encima de su cabeza; al mismo, rápidamente lo perdió de vista; al llegar a la calle Brandsen, decidió doblar a la izquierda, y cuando lo hizo, volvió a ver al ya referido pájaro, sobrevolar la calle Brandsen en dirección opuesta a la suya, lo cual, lo llevó a llevar su vista hacia la derecha; el ave se posó sobre un árbol alto (una especie de palmera) situado en General Paz & Brandsen, del lado de la vereda de enfrente en la que el escritor, estaba; al él bajar la vista, vio que junto al mencionado árbol, había una mujer de pelo claro que fijamente lo miró y le sonrió; tras algunos segundos, la mujer (a la cual, él no habría visto de no haber sido porque el pájaro lo había llevado a mirar en su dirección) caminó hacia la
derecha (desde la perspectiva del literato); él, mucho se sorprendió, porque ella parecía haberlo visto y en esos momentos, nadie más parecía poder verlo, de hecho, como ya fue dicho, a varias personas con las que venía de cruzarse, le habló, sin obtener respuesta de ninguna de ellas; esto lo llevó a reconfirmar que era invisible para todos, menos para la mujer ya referida, lo cual, lo llevó a sentirse en el lugar opuesto al que, como artista que era, habitualmente ocupaba, que es el de observador, ya que se sintió observado, y esa mujer que lo miró, lo sacó de la irrelevancia en que desde hacía mucho tiempo, sentía estar.
   Podría ser que esa mujer fuera artista, de ahí que su aguda capacidad de observación, le haya posibilitado verlo, y si era artista, tal vez decidiera inmortalizarlo en alguna obra, pero… él nunca tendría manera de acceder a la misma, porque de esa persona, nada sabía; no sabía su nombre, en dónde vivía ni qué arte desarrollaría, por lo que si lo convertía en arte, él nunca se enteraría, además, de ella así hacerlo, podría ser que él apareciera en sus obras pero de un modo sólo perceptible para ella, por tal vez incluirlo en las mismas a través de elementos simbólicos, o tal vez no, y él exista en ellas de un modo para él, reconocible, pero… ¿como saberlo?… También consideró la posibilidad de que esa mujer no lo haya observado e incluso, de que ni siquiera existiera, y esta posibilidad es concreta, ya que no hay manera de saber si existe la realidad fuera de la percepción de cada quien;... de ser el exterior, una creación del interior de cada uno, los otros no existen, son creaciones de uno, y como uno mismo es otro para los demás, si los demás existen, tal vez quien no exista, sea uno. 

Queriendo caer al abismo

   A la persona en cuestión, que ya se había alejado, el escritor empezó a seguirla con el objetivo de alcanzarla y preguntarle si lo veía, dado que tal vez, su consideración de que lo había visto, fuera errónea; cuando esto se decidió a hacer, la mujer ya se había alejado de él, casi una cuadra, por lo que aceleró sus pasos progresivamente hasta empezar a trotar; mientras tanto, intentó gritarle cosas de tipo: “¡Pará! ¡Quiero saber si me ves!”, pero, por algún motivo, la voz casi no le salía; tras trotar por la Avenida Brandsen en dirección a ella, durante varias cuadras, la vio doblar en Moreno, entonces cruzó imprudentemente la calle y creyó a su propia muerte, inminente, al advertir que una camioneta, a gran velocidad, se acercaba hacia él, pero fue que la misma, lo traspasó; otras cosas extrañas que estaban ocurriendo, eran que la mujer no parecía caminar muy rápido, sin embargo él, que trotaba en dirección a ella, no lograba alcanzarla, y pese a las varias cuadras recorridas, no se sintió siquiera mínimamente agitado; todo esto se estaba dando en el curso de una tarde de otoño soleada (dato no menor), y cuando finalmente dobló en Moreno, se encontró con que era de noche y con que además, la fisonomía urbana era distinta a la que conocía; todo esto, por supuesto, lo sorprendió sobremanera, por lo cual, detuvo su marcha y segundos después, dio media vuelta y caminó en dirección opuesta a la que lo venía haciendo, o sea, caminó de vuelta hasta Brandsen, una vez ahí, era de día otra vez y el lugar, era el de la ciudad que él conocía; sin demorarse mucho, volvió a transitar (esta vez, caminando) por Moreno, y el día volvió a convertirse en noche y a cambiar volvió también, la fisonomía urbana; en ese otro lugar, volvió a ver a la mujer que parecía haberlo visto, a unos 30 metros delante de su persona, entonces, el escritor, caminando rápido por lo que era la Avenida Belgrano de alguna ciudad que en ese momento, no reconoció, vio a la mujer cruzar la Avenida Zapiola, en cuya esquina con la mencionada Avenida Belgrano, está ubicada la Parroquia Nuestra Señora de la Guardia; fue entonces que el literato, al reconocer a tal lugar, supo que se encontraba en la ciudad de Bernal.

Espacio no posible en lo establecido como "real"/Cuadro pintado/Refugio del cual... ¿ella se irá?

   A la parroquia la mujer ingresó y el escritor, ingresó tras ella; una vez en el edificio eclesiástico, la vio ir hacia un pasillo que conducía a la terraza, y tras ella fue; una vez en la ya referida terraza, miró en todas las direcciones pero ella no parecía estar ahí, segundos después, cuando, extremadamente decepcionado, se disponía a irse, una muy densa niebla, salida aparentemente de la nada, todo lo cubrió; instantes después, escuchó un aleteo similar al del pájaro negro que ya dos veces, ese día había visto y escuchado; el mismo se sucedió en paralelo con el rápido disiparse de la niebla; esto último le permitió concienciar que ya no se encontraba en el edificio eclesiástico, sino en un lugar en el que diversos colores, que parecían estar vivos, a su alrededor transitaban y se entremezclaban; el mismo seguramente estaba situado fuera del tiempo y del espacio (al menos, del espacio establecido como "real"); en ese lugar surrealista, la mujer a la que buscaba, hacia él, caminaba; una vez frente a su persona, sonriendo, ella le dijo: 
   -¡Hola!
   Él, totalmente sorprendido, sólo tras algunos segundos pudo recuperar la voz y responderle con un: “Hola”, en cuya entonación podía perfectamente advertirse gran conmoción; después le dijo:
   -Vos me ves.
   -Sí; te veo, te oigo, te leo... -dijo ella; después agregó: -y también te siento… y desde hace mucho tiempo.
   Casi susurrando, él dijo:
   -Yo también a vos.
   Entonces el rostro de la mujer, a quien el escritor le llevaría apenas dos años de edad, empezó a ser para él, reconocible, pero no totalmente, ya que si bien intuía quién era, no estaba de eso todavía del todo seguro. 
   Ella, tras tomarlo de sus manos, acercó su boca a la de él, y ambos se unieron en un largo beso.
   Al él probar la boca de la mujer, cuyas entonces, plegadas alas, se desplegaron y lo envolvieron, conmoviéndolo de un modo que, de tan profundo que era, sólo podía denominarse como: “abismal”, ya no tuvo dudas sobre quién era.

viernes, 20 de junio de 2025

Sobre si el neoliberalismo es fascismo (ensayo) - Martín Rabezzana


-Palabras: 2.880-

1. Introducción

Mucho se debate sobre si las figuras neoliberales de la actualidad, son fascistas; mi conclusión es que… no, exactamente; sin embargo, son muy cercanas a lo que se ha denominado fascismo, porque… el fascismo se inició en las Italias presentándose como una opción al socialismo y al liberalismo, pero...

2. Socialismos y liberalismos económicos

El socialismo marxista pretende que las empresas privadas sean estatizadas y que el gobierno traslade su control, a sus sindicatos; el liberalismo pretende que las empresas privadas tengan libertad total para desarrollarse sin que el estado ni los sindicatos, intervengan para ponerles límites; como cuando esto ocurre, los empresarios pagan sueldos miserables y son negligentes con todos los derechos de los trabajadores, muchos obreros pretenden la intervención estatal, para que cosa tal, se evite; los socialistas no estatistas (los anarquistas) consideran que el estado nunca va a hacer cosa tal, ya que el mismo, por más que suela tener disidencias con los capitalistas, fue por ellos, creado, para defender sus privilegios, por lo que para que se dé el socialismo, el estado debe ser abolido.

3. Liberalismo y fascismo: qué son en la teoría y qué, en la práctica

 "Personalmente prefiero una dictadura 
liberal a un gobierno democrático 
carente de liberalismo".

Friedrich Hayek; referente del liberalismo 
económico y premio Nobel de 
economía, al referirse a la 
dictadura económicamente liberal de Pinochet. 

(Tomado de la página de Wikipedia sobre dicho autor; en dicha página también puede constatarse que Hayek, además de justificar a la dictadura militar chilena, hizo lo propio con la Argentina y defendió también al Apartheid en la llamada República de Sudáfrica, dando esto cuenta de que para los “liberales”, la única libertad defendible, es la de las corporaciones económicas.

   Otro gran referente del liberalismo económico, es el yanqui Milton Friedman -también premiado con el muy discutible, en lo referente al honor que confiere, Nobel-, quien al visitar la Argentina durante la última dictadura militar, que perpetró masivamente delitos de lesa humanidad, manifestó su apoyo a la misma como así también, a la de Chile; en la página dedicada a él en Wikipedia, entre otras cosas, se informa lo siguiente: …”Friedman influyó en los asistentes económicos de la dictadura militar del general Augusto Pinochet incluso desde antes del golpe de Estado.” ...”El programa económico puesto en práctica en Chile durante el régimen dictatorial de Pinochet por un grupo de economistas chilenos, tenía una fuerte impronta de Friedman, la mayoría de ellos entrenados en la Universidad de Chicago por Milton Friedman y Arnoldo Harberger.” ...”El Comité Especial del Senado Estadounidense sobre Inteligencia revelaría más tarde que las medidas económicas que implementó la Junta Militar de Gobierno en Chile inmediatamente después del golpe de Estado fueron diseñadas con ayuda de «colaboradores de la CIA».” ).

El liberalismo, en teoría defiende a la libertad casi total de los individuos, tanto en el ámbito económico como en el personal, pero una vez en aplicación en una sociedad, las libertades personales son suprimidas porque en un mundo regido por el dinero, tener más dinero equivale a tener más derechos, de ahí que cuando se permite que unos pocos acaparen desmedidamente riqueza económica, esos pocos terminan haciendo las reglas y, por ende, decidiendo qué pueden hacer y qué no, los demás, y de ahí a su vez, que la libertad económica termine NECESARIAMENTE suprimiendo a las libertades personales, por eso es que estar a favor del liberalismo económico, equivale a estar en contra de las libertades personales, por lo que para estar a favor de las libertades personales, hay que estar en contra de la libertad económica; por todo lo recién expuesto concluyo que el liberalismo político no existe fuera de un marco teórico; en la práctica, sólo existe el económico; por su parte, el fascismo, desde la teoría se opone a las libertades personales y pretende que todo sea impuesto desde el estado, que es, según Mussolini, la encarnación de las minorías rectoras, esto implica pretender que el mismo disponga todo lo que pueden hacer y no hacer, los individuos, y esto incluye a quienes son dueños de grandes empresas, las cuales, desde la teoría fascista, deben subordinarse al gobierno, pero en la práctica, el fascismo, como todo otro sistema político, para su desarrollo necesitó de capital, y si los grandes capitalistas no apoyaban las políticas de Mussolini, él, poco y nada podía hacer, fue entonces que para poder gobernar, debió satisfacer las pretensiones de los grandes empresarios, resultando esto en que lejos del fascismo, haber sido subordinador de los capitalistas, haya sido de los capitalistas, un subordinado que todo hizo en función de defenderlos y favorecer la expansión de sus capitales.

Por todo lo dicho, el liberalismo y el fascismo, desde la teoría, se oponen, pero en la práctica, se unen, ya que ambos defienden al capitalismo y tienden a suprimir a las libertades personales, al punto que a los “liberales” se los podría denominar: “fascistas moderados” y a los fascistas: “liberales exacerbados”.

4. El fascismo: corporativista en teoría, anticorporativista y económicamente liberal, en la práctica

Durante el fascismo de Mussolini, en los primeros años, lejos de aplicarse el “corporativismo” por él, predicado, que habría implicado que la clase obrera y la empresaria, decidieran en conjunto lo mejor, no solamente para ambas partes, sino además, para la sociedad toda, de ahí la supresión del voto a la generalidad de los ciudadanos y su posterior circunscripción, a los empresarios y obreros, lo que se aplicó fue el libre mercado, que le permitió a las corporaciones expandirse ilimitadamente mientras a la clase obrera que a eso se opusiera, se la reprimía ferozmente; posteriormente sí hubo un intervencionismo estatal en las grandes empresas, pero fue casi siempre favorable a ellas, de ahí que el gran empresariado no se haya opuesto al fascismo en las Italias, ni en la Alemania nazi, ni en el Reino Sudopa de Castilla de Franco, ni en el Portugal de Salazar; es por esto que el fascismo, lejos de buscar conciliar a las clases (que era lo que supuestamente pretendía, diferenciándose así, de la lucha de clases pretendida por el socialismo marxista y libertario), buscara suprimir a la clase obrera en su carácter disidente, lo cual, hizo, así como fue hecho también, en los países mal llamados “comunistas/socialistas”, ya que nunca se trasladó a ella, el control de las empresas, haciendo esto al “comunismo” de esos países, un capitalismo de estado absolutamente anticomunista; cuando el comunismo, a diferencia de lo ocurrido en China, Cuba, Corea del Norte, la Unión Soviética y otros países supuestamente “comunistas”, sí empezó a aplicarse en un país (el Chile de Allende), el capitalismo transnacional (con Yanquilandia a la cabeza), financió la desestabilización del gobierno, constituida por sabotajes al suministro eléctrico, al de combustible, desabastecimiento de artículos de primera necesidad y aislamiento económico, con el objetivo de que el socialismo en curso, cayera, y se impusiera una dictadura de corte fascista que aplicara un programa de violación a los derechos humanos contra los tenidos por disidentes, en pos de asegurar la existencia y fortalecimiento del capitalismo, lo cual, se concretó, siendo el líder del nuevo gobierno, Pinochet, cuya dictadura sangrienta, torturó, mató e hizo desaparecer, a miles de personas con el aval del gobierno yanqui y de tantos países occidentales que a Yanquilandia, secundan en prácticamente todo (sobretodo los sudopas y los nortopas); lo mismo se hizo en otros países de América y del mundo, con el mismo fin.

5. Los “liberales” que apoyaron al fascismo, del mismo se despegan

En la práctica, el fascismo, lejos de haber sido lo que en la teoría, era, o sea, una doctrina contraria al liberalismo económico que, como Mussolini decía, era la justificación del capitalismo, fue un blindaje del capitalismo que apareció cuando el gran empresariado vio seriamente amenazados sus privilegios; una vez que fue suprimida la insurrección obrera, y sus ideas anticapitalistas perdieron fuerza, el fascismo dejó de ser necesario para defender al capitalismo, y empezó a ser repudiado por los mismos “liberales” que lo habían apoyado.

No sólo en pos de ganar la adhesión de las masas obreras que, producto de su conciencia de clase, veían en el capitalismo a la causa de su sometimiento, fue que Mussolini decía estar en contra del mismo, sino además, porque había sido marxista, y, como suele ocurrir, cuando alguien se identifica con un título ideológico, una vez que empieza a disentir con el mismo, le cuesta mucho abandonarlo, así es que, cuando su nuevo ideario, nada tiene que ver con el anterior, sigue usando su título para autodefinirse, fue por eso que defendió al capitalismo mientras se decía socialista, así como también lo hizo Hitler y otros líderes fascistas y filofascistas, aun cuando nunca se hubieran identificado con el marxismo.

6. Capítulo aparte: el Justicialismo

Un capítulo aparte merece el Justicialismo, ya que su líder (Perón), a diferencia de los líderes fascistas, sí buscó conciliar a la clase obrera con la empresarial, y cuando el acuerdo era imposible, se inclinaba por los intereses de la obrera, mientras, en paralelo, despreciaba a la clase política para dirigir al país (lo contrario a lo hecho por los presidentes anteriores, que consideraban que todo lo realizado por el gobierno debía ser decidido por la clase política, mientras que a la obrera, no le concedían voz ni voto), haciendo esto de él, un líder obrerista que en algunos casos, llegó a expropiar empresas y a trasladar su control a sus sindicatos, cosa pretendida por anarquistas y marxistas y JAMÁS hecha por gobiernos fascistas, de ahí que la filiación de Perón con el fascismo, que muchos hacen (por fanatismo anarquista, yo mismo en algún momento, la hice), no sea correcta, no significando esto que no sea verdad, que haya sido intolerante y represor, pero la intolerancia política y la represión, existen desde que los gobiernos existen, por lo que no pueden serles atribuidas exclusivamente al fascismo, de ahí que no alcance el hecho de que un gobernante, reprima, para afiliarlo con dicha doctrina.

Lo recién expuesto, explica por qué tantos marxistas y anarquistas, se hicieron peronistas y explica también, por qué tantos fascistas también se hicieron peronistas, ya que veían en el accionar de Perón, algo similar al corporativismo fascista existente en la teoría, ya que, como ya dije, en la práctica no existió siquiera un intento de conciliar a la clase obrera con la empresaria, por ende, el corporativismo no existió en el curso de gobiernos fascistas; también explica por qué el empresariado, que tiene por defensores a los militares, se puso en contra de Perón y lo derrocó, acusándolo de ser un “dictador” y un tirano, que no permitía la libertad política; esto último es cierto, ya que perseguía a la oposición, injusta e innecesariamente; de no haberlo hecho, la adhesión a su gobierno, habría sido mayor que la que fue, pero no es verdad que ése haya sido el motivo por el que lo derrocaron, sino porque él, lejos de favorecer al poder económico concentrado (el cual, en un mundo regido por el dinero, es la base de las jerarquías más relevantes, de ahí que cuando las clases bajas, ascienden, el sistema jerárquico se vea amenazado y los de arriba se sientan invadidos por los de abajo y crean tener derecho a librarse de ellos, lo cual, implica combatir personas), favorecía su desconcentración, y esos supuestos “libertadores del pueblo”, llegaron al poder en 1955, bombardeando y ametrallando a la población… cosa que resultó en que muchos antiperonistas se volvieran revisionistas y terminaran haciéndose peronistas, y además, en que se volvieran aun más peronistas, quienes ya lo eran.

7. El fascismo, defensor por antonomasia del liberalismo económico, decayó, pero no así, su defendido

Una vez que el capitalismo dejó de estar seriamente amenazado, el fascismo, que, como ya dije, fue el blindaje del capitalismo (haciendo esto del fascismo, un hermanito menor del liberalismo económico, que, cuando el capitalismo está en peligro, deja de lado a las diferencias con su hermano mayor, y a él se une para defender al capital), dejó de ser necesario, y pasó a retiro, pero no así, el liberalismo económico que en los últimos años, aumentó sus pretensiones, derivando esto, en la aparición de representantes de dicho ideario, más agresivos que los tradicionales.

8. “Liberales” del siglo 21; qué son

Tras décadas de consolidación del sistema capitalista, en los últimos años, surgió una clase de “liberales” “envalentonados” (*) que, por su agresividad, mucho se parecen a los fascistas de antaño, pero que, por estar el sistema democrático-representativo, muy arraigado, deben moderar sus aspiraciones represoras de los derechos de las clases populares, en defensa del poder económico concentrado, es entonces que se presentan (falazmente) como defensores de libertades individuales, cuando en realidad, cuando las permiten, es solamente porque no tienen el poder para eliminarlas, dado que en un marco constitucional, como es el actual, dicha eliminación, no puede hacerse (al menos, a la escala que a ellos les gustaría), y no pueden tampoco, en la actualidad, lograr adhesión popular, proponiendo golpes de estado, que es lo que les permitiría hacer todas las porquerías que pretenden.

(*) De manera imbécil, a los neoliberales, en este país se los llama: “libertarios”, y quienes se dicen de ellos, detractores, lejos de negarles el derecho a la autodefinición, se lo conceden, y así los llaman, en vez de llamarlos mileistas, que es lo que correspondería, porque libertarios, no son.

Como el “socialismo” ya pasó de moda, ninguna necesidad tienen los partidarios del liberalismo (que son liberales sólo en lo económico, dado que en lo ético y político, de liberales no tienen nada; en general son extremadamente conservadores, de ahí que en ellos, las expresiones racistas, machistas y sobretodo: clasistas, sean habituales -el desprecio que sienten hacia los pobres, muy rara vez, lo esconden-), de fingirse anticapitalistas, por eso defienden abiertamente al capitalismo (y aun así, mucha gente no perteneciente a la clase alta, increíblemente los vota), a diferencia de lo que los fascistas, hacían; es por todo esto que el llamado neoliberalismo es, como versión mucho más agresiva respecto al liberalismo clásico, una corriente política que se acerca al fascismo sin llegar a serlo, pero sí que bien podrían ser sus figuras más destacadas, por haber llegado a la presidencia de varios países (Milei, Bolsonaro, Trump, Meloni) clasificables como fascistas moderados o parafascistas.

Los neoliberales se caracterizan, además de por lo ya expuesto, por un amor profundo por Yanquilandia (que se da en paralelo con el odio por el resto de América y del mundo), y no sólo en lo político, sino también en lo cultural, de ahí su desprecio hacia la diversidad en cuanto a cultura, que, durante los gobiernos neoliberales fuera de Yanquilandia, se materializa en la desfinanciación a la cultura local, en función de que exista una cultura principal, que es la yanqui, y que las demás, se mantengan en condiciones permanentes de subalternidad (esto tan dramático, con el actual gobierno de Milei, se está sufriendo sobremanera en este país); con esto, los neoliberales de todos los países, que bien pueden ser considerados partidarios del nacionalismo yanqui, pretenden que no exista una visión del mundo que no sea la yanqui, de ahí que sean cipayos pro neocolonialismo y de ahí a su vez, que la desneocolonización, deba tener en cuenta no sólo factores económicos sino también, culturales; es por todo esto que la desfinanciación a la cultura local, es proneocolonialista y que todo apoyo al desarrollo de la cultura local, sea tendiente a descolonizar y, por ende, sea favorable a la soberanía.

Yanquilandia es la sede actual del neoliberalismo al que, si bien considero un fascismo moderado (y lo es, independientemente de quien esté de turno en la presidencia), por su gobierno vivir metiéndose en la política de tantos países del mundo, hacen que la moderación referida, sea muuuy relativa.

9. El fascismo derivó del capitalismo

El fascismo, en su versión nazi, tampoco fue contrario al capitalismo, pero sí que fue un defensor de los capitalistas que a ellos, se les desbocó, de ahí que las potencias capitalistas privadas y de estado (la Unión Soviética), se opusieran al mismo en un intento de frenarlo, pero el que lo hayan hecho no significa que los países llamados capitalistas, estén en contra del fascismo; esto lo prueba el que cuando los gobernantes fascistas, no se desbocan, y acatan las directivas procedentes de la sede mundial del capitalismo (Yanquilandia, que es la extrema derecha del mundo actual), a ellos no se oponen (ejemplos: Franco, tras la segunda guerra mundial; Pinochet, Stroessner, Videla, por no citar más que a algunos fascistas subordinados a Yanquilandia).

10. Qué bien podría resultar del actual neoliberalismo/fascismo moderado

Como todas las cosas se retroalimentan, el fascismo moderado podría llegar a exaltar los ánimos de sus opositores (y vaya que está ocurriendo en la Argentina del 2025), y podría ya estarse creando una nueva generación de jóvenes radicalizados anticapitalistas; esto es lo único bueno que considero que puede derivar del nefasto neoliberalismo que, como versión “envalentonada” del liberalismo clásico, cuya sede mundial, como ya expresé, está en Yanquilandia, es, como ya también expresé, un parafascismo o un fascismo moderado, al que reconozco como menos nefasto que el fascismo tradicional, pero sí que lo considero mucho más nefasto que al liberalismo clásico.


miércoles, 4 de junio de 2025

Providencia-engendra-violencia (cuento) - Martín Rabezzana

-Palabras: 4.170-


Contexto histórico del Chile de principios de los años 1970

   Si bien el Movimiento de Izquierda Revolucionaria chileno, estaba originalmente conformado mayormente por personas de izquierda y anarquistas, siendo la corriente marxista-leninista, tan sólo una dentro de un todo, ya para principios de los 70, dicha corriente, era la más aceptada por sus integrantes, de ahí que cuando Salvador Allende (cuyo ideario era muy acorde con el marxismo) se postuló para la presidencia, los integrantes del MIR, lo apoyaran, pero ese apoyo era muy tibio, porque en principio, la lógica marxista-leninista, lleva a concluir que la democracia representativa no puede ser conducente al socialismo, dado que si un candidato de ideas socialistas revolucionarias, llega a la presidencia, una vez en la misma, debe respetar un ordenamiento constitucional que no fue creado por socialistas, sino por burgueses, resultando esto en que ningún cambio de fondo, pueda hacer, por eso se da (según la teoría marxista) la necesidad de deponer al orden constitucional e imponer una “dictadura del proletariado”, ya que sólo así, se puede ir a fondo contra el capital, y como Allende pretendía llegar al poder por la vía constitucional (y pretendía, una vez en la presidencia, reformar la constitución), los miristas lo miraban con desconfianza, pero a la vez, como los fines postulados por él, eran acordes con los de ellos, no podían oponérsele, por esa razón, durante la campaña para la presidencia, el MIR no se opuso a Allende pero tampoco lo apoyó plenamente.
   Una vez presidente, Allende respetó el programa socialista que predicaba, que implicaba, entre otras cosas, expropiar empresas consideradas “esenciales”, con la intención de transferir su control, a sus trabajadores, y las empresas que expropió, no fueron dos o tres, ¡fueron más de 90! (considerando únicamente a las "esenciales"; en total, fueron muchísimas más), y, lógicamente… nadie que se sienta identificado con ideas socialistas, puede oponerse a esto, el problema fue que la reacción del capital, llevó a un boicot económico impuesto por los yanquis (¡cuándo no!) y secundado por muchos de esos malditos países comúnmente denominados “desarrollados” y “occidentales” (que carecen por completo de voluntad propia, lo cual, queda claro en el hecho de que a la política internacional dispuesta desde Yanquilandia, rarísima vez, se oponen), que llevó a un desabastecimiento de todo tipo de artículos, siendo el más relevante, el de la comida, dado que cuando el gran empresariado vio a sus intereses perjudicados por las medidas de Allende, dejó de proveer productos, como medio de presión al gobierno, que es algo similar a lo que hacen los trabajadores cuando reclaman derechos que sus jefes les niegan; en tal caso, los trabajadores hacen huelga; los empresarios, dejan de abastecer a la sociedad de los artículos que sus miembros necesitan para vivir; ¿qué ocurrió entonces? Ocurrió que, al disponer el gran empresariado, el cese de producción, los trabajadores, tras un periodo no muy largo de deliberaciones, tomaron las fábricas y empezaron a producir por su cuenta, y todo esto es absolutamente acorde con lo pretendido por el socialismo tanto autoritario (marxismo) como así también, el libertario, el “problemita” es que, dándose todo esto en un contexto de gobierno constitucional, los empresarios podían acudir al Poder Judicial (no esperen que yo lo llame: “la justicia”), y así lo hicieron, y… ¿qué era lo que pasaba entonces? Pasaba que los jueces fallaban en favor del empresariado, ya que, a nivel legal, no está previsto que los trabajadores puedan independizarse de sus patrones, produciendo por su cuenta, y dejándolos fuera de las ganancias.
   La independización de los obreros de sus patrones, que fue rápidamente revertida por fallos judiciales, reforzó la creencia de que por medio de la democracia representativa, no se puede concretar plenamente un programa político socialista, y de ahí que el núcleo más duro del MIR, sin ninguna duda, en algún momento, habría roto con Allende, pero no lo hizo por tres motivos principales; el primero era que había que darle tiempo, y no “soltarle la mano” a las primeras de cambio, dado que tal vez, la estrategia defensiva contra el capital que desarrollaría, sería exitosa; el segundo era que el núcleo más intransigente del MIR, que, por supuesto, tenía materialización en su facción armada y cuyos integrantes, en gran medida, habían sido sumados al aparato de seguridad de los funcionarios del gobierno de Allende, estaba ocupado en contraatacar los embates de la agrupación de extrema derecha autodenominada: “Frente Nacionalista Patria y Libertad”, compuesta por militares y civiles y financiada por la, en todos los países del mundo, NEFASTA embajada yanqui y la CIA, que SIEMPRE dispuestas están, a meterse en asuntos políticos extranjeros, cuando consideran que el gobierno de un país, no sigue las directivas trazadas para él, por el gobierno de Yanquilandia, que, por ser el país que más se mete en la política de otros países cuando sus gobiernos no siguen sus lineamientos, puede sin ninguna duda, ser considerado el más autoritario y antidemocrático de todos los países del mundo, y esa intromisión, muchas veces implica (y así fue en este caso), además de presiones económicas injustificadas, como fueron las de acciones tendientes a aislar internacionalmente a Chile, el apoyo económico a grupos que realizan secuestros, torturas, violaciones y asesinatos, cuando sus objetivos políticos, son los que el gobierno yanqui, pretende que sean, como fue el caso del ya mencionado grupo: “Patria y Libertad”; además, el MIR estaba también ocupado en enfrentarse a las llamadas “Guardias blancas”, que eran agrupaciones creadas por los
capitalistas, similares a las agrupaciones protofascistas de las cuales, Mussolini había sido parte en las Italias, allá por finales de la década de 1910, llamadas: “Fasci italiani di combattimento”, que, por medio de la violencia armada, tenían por objetivo, resistir a las expropiaciones y a todo aquello que tuviera que ver con la izquierda y con el anarquismo.

Más contextualización histórica

   La convulsión social que se dio en Chile durante el gobierno de Allende, fue totalmente lógica, dado que el cambio de fondo que el gobierno intentaba realizar, era contrario al expansionismo ilimitado pretendido por el gran empresariado, lo cual, equivale a decir que era favorable a las masas trabajadoras, y este desarme del capital, no puede darse sin una reacción por parte del mismo, ¡y vaya que reaccionaron esos propietarios hijos de recontra mil puta!… y la reacción del empresariado transnacional, como ha ocurrido tantas veces en otros países de América y del resto del mundo, fue la de financiar a las Fuerzas Armadas para que tomaran por asalto al estado y pusieran “orden”, es decir, que, argumentando la existencia de un desgobierno, una anarquía o cosas semejantes, se vieron obligadas a tomar el poder, en defensa del “pueblo”… En el caso particular chileno, entre otras cosas, el entreguista al servicio de los yanquis de Pinochet, visto que, a diferencia de los planes socialistas impuestos en el resto del mundo a través de dictaduras, en Chile, se estaban aplicando dentro del sistema constitucional, se vio en la necesidad de inventar la historia de que existía una conspiración interna en el gobierno allendista para sacar al presidente del medio e imponer la “dictadura del proletariado”, y como la misma sería necesariamente sangrienta, había que derrocar al gobierno para evitar la violencia más extrema… en fin… lo que ocurrió fue que la dictadura de Pinochet, fue extremadamente sangrienta y fue, por supuesto, totalmente favorable al poder económico concentrado, resultando esto en que fuera absolutamente regresiva y contraria al ascenso socioeconómico de las masas trabajadoras.
   Por supuesto que los yanquis iban a querer voltear al gobierno de Allende, ya que el sistema que intentaba implantar, era contrario al capitalismo jerarquizador, excluidor de las mayorías del mundo, racista y asesino, que en Yanquilandia, tiene sede mundial, no obstante, el gobierno yanqui JAMÁS diría que es en defensa de las jerarquías, que a ellos los tienen por beneficiarios mayores, que al socialismo/comunismo, se oponen, sino porque en los países así comúnmente llamados, las libertades personales, sociales, políticas, y básicamente, todo derecho humano, son anulados, ya que los gobiernos “socialistas/comunistas”, son invariablemente dictaduras totalitarias, y ellos “aman” a la “democracia” y la “libertad”; es por esos supuestos motivos que al “socialismo/comunismo”, las autoridades yanquis lo consideran repudiable, ahora bien… es cierto que los gobiernos autoproclamados “socialistas/comunistas”, eran dictaduras totalitarias hasta que, por vez primera, un candidato de ideas socialistas, llegó a la presidencia de un país, ganando las elecciones y proponiendo una vía pacífica hacia el socialismo… ese candidato era Salvador Allende, y el que esto estuviera ocurriendo, era lo peor que al gobierno yanqui, le podía pasar, porque demostraba que los proyectos socialistas, podían ser aplicados por vía no dictatorial, y si el gobierno lograba muchos de sus objetivos y Chile veía mejorada su situación general,  el “socialismo” se vería totalmente legitimado y Chile sería un ejemplo para el resto de América y del mundo, ya que el “socialismo/comunismo”, dejaría de estar asociado únicamente a figuras dictatoriales como los asesinos de masas: Lenin, Mao, Stalin, y el pelotudo impresentable de Fidel Castro… ¿Qué fundamentos podrían tener los yanquis entonces, para oponerse al “socialismo/comunismo”, si el gobierno a través del cual, se aplica, es democrático-representativo? NINGUNO, al menos, ninguno confesable, de ahí que a todo grupo opositor a Allende, el gobierno yanqui, a
través de su embajada en Chile y de la CIA, tanto económica, logística como militarmente, apoyara en sus intentos de voltear al gobierno de iure (e incluso, contra Allende conspiró, desde mucho antes de que llegara a la presidencia).
   Lamentablemente, los golpistas (que sin el apoyo yanqui, no habrían logrado su objetivo) tuvieron éxito y, tras disparar cualquier cantidad de balas y tirar bombas contra el Palacio de la Moneda, que era donde residía Allende, lograron que su vida terminara, pero no como a ellos les habría gustado que terminara, o sea, por causa de los ataques por ellos, realizados, sino por obra de él mismo, que, en un acto de admirable valentía, al verse superado por las fuerzas golpistas, se suicidó, en pos de no darle el gusto a sus enemigos de matarlo.
   Con el golpe contra Salvador Allende, el sistema capitalista, que se sostiene con la exclusión y represión permanente de las mayorías, ganó la partida.

   De Allende no haber sido derrocado, seguramente el mundo actual, sería un lugar mucho menos injusto.

Fines de septiembre de 1973

   El gobierno de Allende había ya caído, y los integrantes de la facción armada del MIR, no sabían qué hacer, pero cada vez que visitaban una de las casas en que concentraban alguno de sus arsenales, las ideas aparecían; una de ellas fue la de reventar a dos yanquis integrantes de la CIA y a dos de sus esbirros chilenos civiles, que habían pertenecido al “Frente Nacionalista (que era en realidad, cipayo) Patria y Libertad”; estos últimos, oficiaban para los de la CIA, de guardaespaldas; estos cuatro personajes, andaban siempre juntos y tiempo atrás, la sección de inteligencia del MIR, tras el intento de golpe de estado fallido del pasado 29 de junio (conocido como: “El Tanquetazo”), los había investigado y había constatado que del intento de golpe, habían participado; el MIR pretendía ajusticiarlos (y no sólo a ellos, sino también a muchos otros golpistas y financiadores de golpistas), pero los ajusticiamientos no habían llegado a concretarse, por los combatientes haber recibido órdenes expresas de Allende de no represaliar a quienes habían intentado derrocarlo, sobretodo, si eran agentes de la CIA, lo cual, había llevado a muchos miristas a maldecir al presidente y hasta a considerar desafiliarse por completo de su gobierno, pero no lo hicieron por tener en cuenta la posibilidad de que tal vez tuviera razón Allende, en su suposición de que, de las represalias armadas, existir, un nuevo golpe podría disponerse de inmediato; la cuestión es que, no hubo represalias, y así fue que los mismos milicos volvieron a golpear al estado, esta vez, exitosamente, aquel fatídico 11 de septiembre del 73 (cosa que tal vez, se habría evitado, si las represalias pretendidas por el MIR, se hubieran concretado), fue entonces que retomaron su proyecto de matar a los individuos ya referidos.

Octubre de 1973

   Tras unos días de realizar inteligencia, un comando mirista se enteró de que los agentes de la CIA, a quienes sus integrantes planeaban ajusticiar, se dirigirían la noche del viernes 5 de octubre, a una casa situada en la calle José Tomás Rider al 961, en Providencia; Región Metropolitana de Santiago; a la misma habían sido invitados por un alto funcionario del gobierno de facto, para festejar con él, el éxito del golpe de estado; entre los invitados habría también, militares, diplomáticos yanquis, miembros de lo que había sido el grupo terrorista paramilitar: “Frente Nacionalista Patria y Libertad”, y también, varias de sus esposas, a quienes los combatientes intentarían no matar ni herir.

Inicio de la operación guerrillera 

   Desde el golpe de estado, se había declarado un toque de queda que, entre el 3 de octubre de 1973 y el 1 de enero de 1975, duraba desde las 21:00 horas, hasta las 6:00 horas, pero... como ocurre durante todos los gobiernos, ya sean de facto o de iure, quienes son parte de los mismos o con los mismos, están relacionados, tienen privilegios; esto último se aplicaba a los agentes de la CIA, a los diplomáticos, a los militares y a los miembros de lo que había sido la agrupación “Patria y Libertad”, de ahí que pudieran transitar sin problemas, como lo hicieron esa noche, para asistir a la reunión en cuestión.
   Los guerrilleros sabían que habría varios miembros de las fuerzas represivas del estado, en las inmediaciones de la vivienda en cuestión (casi en la esquina de la calle Rider y Carlos Justiniano, había un Ford Falcon Futura, con dos carabineros vestidos de civil y en la esquina opuesta, es decir, en Rider y Alférez Real, había otro vehículo con dos represores más), por lo que ni siquiera intentaron ingresar a la misma, por el frente, sino por el pequeño edificio que había en aquel momento, en la Avenida Miguel Claro al 988 (actualmente -año 2025- en ese lugar funciona una clínica médica), pero primero había que reducir al vigilante que sabían que en esa cuadra, necesariamente estaría (y que no necesariamente estaría identificado como tal, mediante un uniforme de alguna fuerza represiva), ya que la manzana del lugar en el que se daría la reunión de fachos, previsible era que estuviera totalmente rodeada; así fue que se dispuso que la atractiva joven mirista, apodada Luciana, vistiendo elegantemente, pasara por la calle Claro, con el objetivo de identificar al vigilante vestido de civil, que en la misma, había, y no le fue difícil hacerlo, ya que cuando estuvo en la calle mencionada, a la altura aproximada de 990, al verla pasar a su lado, el tipo empezó a seguirla y a decirle toda clase de obscenidades; al dirigir la vista a la altura de la cintura del vigilante, Luciana advirtió que llevaba un walkie-talkie, y ninguna duda tuvo entonces de que ésa era la persona a la que había ido a buscar, por lo que lejos de escapar, tras caminar un poco más, decidió detener su marcha, y, con un tono muy sensual, al vigilante le dijo:
   -Caballero; ¿qué es lo que pretende?
   Entonces el tipo, muy nervioso se puso, y cambiando totalmente su modo de expresarse, a la joven le dijo:
   -Bueno… yo simplemente considero que usted es muy atractiva, y pensé que tal vez podríamos ir a tomar algo, en algún momento.
  -¿Y por qué tendría yo, que salir con usted? Deme un buen motivo.
   -Bueno… en principio, hay toque de queda; yo tendría que informar que usted está circulando por la calle a una hora prohibida.
   La joven dijo:
   -Pero no es una hora prohibida -y tras mirar su reloj, agregó: -Son las nueve menos cinco; yo vivo acá a la vuelta, así que estaré en mi domicilio antes de que el toque de queda, comience.
   Entonces el vigilante miró su propio reloj, y de inmediato lo adelantó 5 minutos, seguidamente se lo mostró a la mujer, y le dijo:
   -No, señorita; se equivoca; ya son las 9, por lo que yo debería avisarle a las autoridades que usted está infringiendo el toque de queda.
   -¿Y usted no?
   -Yo no; yo pertenezco al estado, así que estoy autorizado para estar en la calle a cualquier hora, pero… no se preocupe, que yo no voy a decir nada, siempre que usted me prometa encontrarse conmigo en alguna oportunidad.
   Mientras tanto, Luciana al tipo le sonreía, llevándolo a creer que con él, tenía onda, lo cual, le impidió advertir que detrás de su persona se acercaba un Chevrolet Opala, que frenó en seco, tras la combatiente hacerle a sus ocupantes, una seña, indicándoles así, que la persona a la que buscaban, había sido por ella, encontrada; el vigilante, al advertir dicha seña, se extrañó, y al escuchar la frenada del auto tras de sí, intentó darse vuelta pero no llegó a hacerlo porque dos miristas, que del asiento trasero del vehículo, muy velozmente habían bajado, de inmediato lo redujeron; uno de ellos lo tomó por el cuello desde detrás, y el otro, tras golpearlo en el estómago, agarró sus piernas, y fue así que el tipo fue introducido al asiento trasero del Chevrolet, en el cual, fue maniatado y le fue puesta cinta de embalar sobre los labios; una vez hecho esto, Luciana, pistola en mano, se sentó junto a él, para custodiarlo; segundos después, el conductor arrancó el auto y a la combatiente le fue pasado por quien manejaba, un walkie-talkie desde el cual, le avisó a otros miristas que la vía estaba libre; fue entonces que un Dodge Coronet y un Peugeot 404, llegaron a la calle Claro y de cada uno de los vehículos, bajaron tres guerrilleros; seguidamente, tanto el Dodge como el Peugeot, se fueron; esos 6 guerrilleros (3 hombres y tres mujeres), se sumaron a los dos que habían reducido al vigilante, y que no habían vuelto a subir al Chevrolet, ya que tras la reducción mencionada, habían cruzado la calle rumbo al edificio ya referido; uno de ellos, de un bolsillo sacó una llave maestra que abría todas las puertas de ese tipo de edificios; una vez su puerta abierta, los 8 guerrilleros ingresaron al inmueble; ya en la recepción (en la cual, no había nadie -en ese tiempo, en casi ningún edificio había guardias de seguridad-), sobre uno de los sillones, tres miristas pusieron los bolsos que llevaban; en ese lugar esperaron durante unos quince minutos, hasta que a través de un walkie-talkie, a los guerrilleros les fue comunicado que los objetivos habían llegado al lugar; fue entonces que todos se acercaron al sillón en donde los bolsos estaban dispuestos, y, tras abrirlos, cada uno extrajo un arma larga; seguidamente se dirigieron al patio del edificio y desde ahí, cuatro combatientes treparon hacia el techo de una casa contigua, y los cuatro restantes, hacia otra; por los techos, los ocho guerrilleros, divididos en dos grupos, transitaron, hasta llegar a la casa del alto funcionario del gobierno de facto; una vez en su patio, dos combatientes (Laura y Alfredo) sigilosamente se acercaron a la cocina, en donde se encontraban dos empleadas, cocinando, y, tras Alfredo (que empuñaba una ametralladora MP5), en voz bajísima pedirles que se arrojaran al piso, ambas empleadas, al piso se arrojaron; de inmediato, Laura (que empuñaba una Ithaka 37 recortada), dejó su arma en el piso, se arrodilló junto a las empleadas y con cinta adhesiva, les tapó la boca; seguidamente les ató las manos tras la espalda baja; cuando hubo terminado de hacer esto, uno de los antiguos integrantes de la agrupación terrorista: “Patria y Libertad”, que si bien tenía pinta de bonachón, era experto en la fabricación y disposición de explosivos que en los últimos meses se habían cobrado la vida de muchas personas, despreocupadamente ingresó al lugar, con la intención de preguntar cuánto faltaba para que estuviera lista la comida y de paso, agarrar un pan o algo, como para empezar cuanto antes, a comer, y fue que tras ingresar a la cocina mientras decía: “¿Y? ¿Falta mucho?”, y no escuchar respuesta ni ver a nadie (Alfredo se había escondido detrás de unas cajas y Laura seguía arrodillada tras la mesada), se acercó a la mesada y agarró un pan, que con sus manos, despedazó, para seguidamente llevar un poco del mismo, a su boca; mientras lo masticaba, escuchó los sollozos ahogados que las cocineras, cuyas bocas estaban tapadas, acostadas boca abajo, realizaban, desde detrás de la mesada, y como desde donde estaba, no podía ver quién o qué, hacía tales ruidos, se dirigió al otro lado del ya referido mueble, y se encontró no sólo con las dos empleadas reducidas, sino también, con Laura arrodillada junto a ellas y de frente a él, que, con su arma larga, lo apuntaba; de inmediato, la joven retrajo la corredera de la Ithaka y la disparó contra el pecho del terrorista de estado, dos veces, causándole la muerte, haciendo esto innecesario que Alfredo, que al cipayo autopercibido “patriota”, a quien tenía en la mira, le disparara; mientras tanto, éste último combatiente se posicionó junto a la puerta que daba al living, preparado para accionar su arma en cuanto sus compañeros restantes, actuaran, lo cual, hicieron pocos segundos después, desde el exterior, justo en el momento en que tanto los dos agentes de la CIA presentes, como así también, el otro invitado ex miembro de “Patria y Libertad”, más ocho militares, cuatro diplomáticos yanquis y el alto funcionario del gobierno que a su casa los había invitado, intentaban accionar las armas cortas que habían empuñado tras escuchar los ithacazos, sin embargo, nunca tuvieron oportunidad de sobrevivir, ya que desde las dos ventanas laterales que daban al patio, como así también, desde la cocina, un nutridísimo fuego, efectuado por siete guerrilleros (los seis que estaban en el exterior más Alfredo, que disparó desde la cocina), mató de inmediato a los dieciséis hombres, e hirió a dos de las ocho mujeres, que en el lugar, estaban (las demás, por orden de sus maridos, se habían arrojado a tiempo al piso y evitaron así, ser impactadas).
   Tras el hecho de sangre, todos los guerrilleros salieron corriendo hacia el edificio por el cual, habían ganado los techos de las viviendas que los habían llevado hasta la residencia en que el ajusticiamiento, tuvo lugar.
   Mientras escapaban de la escena, dos de los miristas le comunicaron a través de walkies-talkies a los conductores de los autos en que habían llegado, que la operación había concluido; una vez de vuelta en la calle Claro, los ocho guerrilleros abordaron los vehículos.
   Tres miristas subieron al Dodge Coronet en que habían llegado, otros tres, al Peugeot 404, y los dos restantes, abordarían el Chevrolet Opala; en este último, estaba retenido el vigilante de la Avenida Miguel Claro, a cuyo lado estaba Luciana; uno de los combatientes subió al asiento del acompañante del conductor y el otro, abrió la puerta derecha de la parte trasera; fue entonces que la joven disparó su pistola en el abdomen del vigilante, que quedó herido de muerte, y seguidamente, su compañero guerrillero, que estaba en el exterior del auto, lo arrastró hacia fuera del mismo, en donde quedó tirado; tras el mirista ingresar al rodado, el mismo arrancó a toda velocidad, pero no llegó a hacer ni cien metros, porque al llegar a la esquina con la calle Carlos Justiniano, chocó con un Falcon Futura, ocupado por dos carabineros de civil, que de inmediato, bajaron del vehículo y dispararon contra los guerrilleros, ráfagas que hirieron de muerte al conductor, al combatiente que estaba en el asiento del acompañante y a aquel que estaba en el asiento trasero junto a Luciana; ésta última, de milagro no fue impactada por ninguna de las muchísimas balas disparadas por los represores del estado.
   Uno de los dos restantes autos en que los guerrilleros, habían llegado (que era un Dodge), ya había exitosamente huido, pero el otro, que era el Peugeot 404, estaba detrás del Chevrolet Opala, contra cuyos ocupantes, los carabineros habían disparado; al advertir la situación, el conductor del Peugeot, desde la mano izquierda de la calle, pasó junto al Falcon, y tanto a través de la ventanilla del asiento delantero del acompañante, como a través de aquella situada en el lado derecho de la parte trasera, dos miristas (uno de ellos, provisto de una pistola ametralladora Uzi y el otro, de un fusil AK-47), desataron una tremenda ráfaga que de inmediato, dio muerte a ambos represores estatales; seguidamente, con enorme pena, Luciana constató que sus tres compañeros estaban muertos, fue por eso que rápidamente descendió del Chevrolet y fue en dirección al Peugeot 404; una vez en el mismo, los guerrilleros emprendieron la retirada.
   
   Esa noche, la temperatura era un poco fría, pero muy agradable; el cielo, que hasta hacía un rato, estaba muy cubierto, ya empezaba a descubrirse;... la noche se estaba poniendo cada vez más linda.

sábado, 26 de abril de 2025

(Serie: M & L; cap. 12) Sublime concha americana (cuento) - Martín Rabezzana

Capítulo 12 de la serie: M & L, y último que compuse para mi libro dedicado a ella (que es el número 22), llamado: Hechizo... de concha americana (en el libro, el siguiente cuento es el número 9); acabo de terminarlo, y acá les dejo el enlace para bajarlo:


-Palabras: 2.172-


Sublimes actos, sublime mujer

   Esa tarde, yo me encontraba en casa solo; Mora había ido con unas amigas a jugar al hockey; cuando volvió, la abracé y la besé; cuando quise profundizar el beso, se apartó y me dijo que iba a ducharse, entonces se dirigió al baño y, tras entornar la puerta, se sacó la ropa; yo la miré desvestirse y cuando ya se había sacado todo, menos la ropa interior, ingresé rápidamente al baño, hacia ella fui y la besé nuevamente en los labios mientras ella se reía y decía que mejor sería dejar la cosa para después, porque estaba muy transpirada, y justamente por eso me excité más que de costumbre, ya que la atracción que me generó el fuerte aroma procedente de su entrepierna, equivalió para mí, a un canto de sirena al cual, imposible me fue resistirme.
   Rápidamente, frente a ella me agaché y la besé en las piernas; después, le bajé la bombacha, entonces ella levantó, primero un pie y después, el otro, para que pudiera sacarle la prenda ya mencionada, y cuando lo hube hecho, de inmediato puso su pie derecho sobre la pared baja de la bañera, ya que esa posición era muy adecuada para que yo pudiera proceder a besar su hipervelluda, vagina; tras varios besos realizados con los labios, empecé a besarla con la lengua y a sentir el gusto lujuriante de esa sublime, atrapante y paradisíaca, CONCHA AMERICANA; tras un rato de practicarle sexo oral, Mora me dijo que parara, yo, así lo hice, y ella ingresó a la bañera; tras ella ingresé, y entonces, mi AMERICANÍSIMA MUJER, volvió a poner un pie sobre la pared baja de la bañera, y tras decirme: “¡Seguí!”, yo retomé la sesión de besos de lengua en su oscurísima e hipersudada, concha, durante más o menos un minuto, hasta que ella me dijo:
   -¿Tenés sed?
   -¡Sí! -le respondí.
   Entonces Mora me llenó la boca de una lluvia dorada que, salvo por lo que se me escapaba de la comisura de los labios, tragué en su totalidad; una vez que hubo terminado de vaciar su vejiga en mi boca (que al momento de iniciar la micción, estaba casi llena), mi chica intentó agacharse para proceder a bajarme el pantalón y la ropa interior, y practicarme sexo oral, pero yo la hice ponerse de pie y de inmediato, me bajé el cierre del pantalón y saqué mi miembro erecto, le levanté una pierna con un brazo y ella se agarró del tren superior de mi cuerpo mientras yo empujaba el suyo contra la pared; en esa posición, se dio un coito que duró varios minutos.
   Poco después de penetrar a Mora, acaricié su rostro, ella abrió entonces la boca y con desesperación, chupó uno de mis dedos; yo le acerqué otro y con la misma desesperación, también lo chupó, demostrando así, que la fase del sexo oral de ella hacia mí, que, por necesidad imperiosa de penetrar su vagina, omití, a ella le hacía mucha falta, pero durante esa sesión de amor sexual, no se quedaría con las ganas de eso, ya que al separarnos para continuar con la unión genital en otra posición, ella se agachó, yo me senté en la pared baja de la bañera y tras desabrochar mi pantalón, la vi chupar mi sexo con tremendísimo furor, que extendió al alternar la succión del mismo, con el pase de sus labios y lengua, sobre mis testículos; tras un rato de ella amarme con la boca, me senté en el piso de la bañera, estiré las piernas hacia delante y apoyé las palmas de mis manos, en el suelo, detrás de mi espalda baja; Mora, estando de frente a mí, abrió las piernas y se agachó hasta que mi miembro estuvo nuevamente, dentro de su vagina, entonces, así como lo había hecho yo, apoyó las palmas de sus hermosas manos, en el suelo, detrás de su espalda baja, mientras alternábamos mando en lo que hace al ascenso y descenso de nuestras cinturas; primero fue ella la que subió y bajó, y después, yo, para seguidamente, volver a darle a ella el mando, hasta que cambiamos de posición; a todo esto, mi amante aumentaba progresivamente el volumen de sus jadeos, que ni siquiera durante el sexo oral que me practicó, suspendió por completo, ya que aun con su boca ocupada por mi miembro, siguió en menor medida, realizando, hasta que después de unos minutos de coito en la posición ya descrita, se levantó, se dio vuelta, y estando de espaldas a mí, tras agarrar mi pija con su mano derecha y meterla nuevamente en su concha, inició un movimiento de ascenso y descenso; en esa posición, Mora claramente alcanzó el orgasmo, dado que los jadeos que previamente había realizado, dejaron de tener lugar, y fueron del todo reemplazados por gritos que eran progresivamente más fuertes, hasta que le dije que estaba por eyacular; tras ella darme el permiso de hacerlo, aumenté la velocidad del bombeo lo más que pude, y dentro de su hermosísima vagina, una vez más, eyaculé.
   Tras la inseminación de su concha, Mora se acostó boca arriba en la bañera y con sus manos me indicó que bajara hasta su entrepierna, ya que claramente quería recibir más sexo oral, por eso fue que seguí lamiendo su vagina durante un rato (vagina que ese día, había estado más rica que nunca), hasta que sus gritos, que en los primeros minutos, eran fuertes, empezaron a disminuir en intensidad y volvieron a transformarse en jadeos que progresivamente, también disminuyeron en intensidad, indicando esto que (por el momento) ya estaba del todo satisfecha, entonces ella me indicó que subiera, y así lo hice; cuando estuve a la altura de sus pechos, le saqué la prenda que los cubría, que era la que nunca dejó de tener puesta durante todo el acto de amor sexual, previo, y tras descubrirlos, los besé con los labios y con la lengua, un rato, hasta que ella me empezó a acariciar de un modo ya no, sexual, lo cual, era señal de que ya podíamos tomarnos un descanso, y así lo hicimos.
   Acostados en la bañera, permanecimos un rato; después, nos levantamos, entonces Mora pudo finalmente ducharse y yo, sacarme la remera y enjuagarme un poco el pecho en la pileta, cosa necesaria, ya que había quedado un poco mojado por la orina de mi amante.

Post encuentro álmico-sexual

   Esa tarde, previo a que Mora volviera a nuestra vivienda, yo había estado pensando en lo poco que sabía de su vida; ella parecía haber salido de la nada, y tras entrar en mi vida para instalarse en ella para siempre (menos de un año hacía de esto), por más que entre nosotros hubiera un enamoramiento total y una compatibilidad física y álmica, absolutas, seguía siendo en gran medida, una extraña, dado que, como ya dije, de su vida previo a conocerme, poco me contaba y yo, poco preguntaba, y esto era recíproco; no entendí entonces el motivo que nos llevaba a inhibirnos en lo que hace a preguntas en ese sentido, pero considero que, como la comunicación verbal, era entre nosotros, tan sólo una parte de una comunicación mucho más amplia y profunda, inconscientemente ambos preferíamos no preguntarle al otro, muchas cosas de su vida que queríamos saber, por intuir que era cuestión de tiempo para que dicha comunicación no verbal, se fortaleciera y accediéramos a información sobre el otro, sin necesidad de palabras; una confirmación más de que esto (que ya me venía ocurriendo) se intensificaría con el paso del tiempo, la tuve ése mismo día, ya que cuando empecé a tragar la orina de Mora, pude ver hechos de su vida, que desconocía (la vi de chiquita en la escuela, la vi con sus padres y hermanos, y la vi experimentar el despertar de su conciencia respecto de su paso anterior por este plano terrenal, entre muchas otras cosas).
   También ocurrió, durante el encuentro sexual recién referido, que muy claro me quedó el hecho de que mi novia estaba por alcanzar el clímax, no sólo por cómo gritaba, sino además, porque en los segundos previos, pude ver a su aura expandirse y envolverme, hasta que dentro de ella, eyaculé; esto, que ésa vez, fue la primera en que lo experimenté, desde ese día, fue habitual, como así también, otras cosas que durante la unión sexual entre nosotros, percibiría tanto como ella.

Continuidad de lo extrasensorial

   Mientras Mora se bañaba, yo me encontraba en el living.
   Al ver el palo de hockey que ella había usado esa tarde, lo agarré, y entonces me invadieron imágenes en que la vi jugando con el mismo, un partido, no sólo esa tarde, sino también, en otras oportunidades en años previos; cuando las visiones de esto, concluyeron, dejé el palo apoyado contra una pared, y otras imágenes me invadieron: en las mismas, nos vi a mi novia y a mí, junto a unos treinta jóvenes de la agrupación HIJOS, participando de un escrache contra un milico represor de la última dictadura; seguidamente, junto a dos militantes de la agrupación ya mencionada, nos vi caminar hacia el auto de uno de ellos en un lugar bastante alejado a aquel en que había tenido lugar, el ya referido escrache; nos vi en una vereda, situada a la izquierda de la calle, mientras despreocupadamente íbamos en el sentido del tránsito, y cuando cerca de una esquina, estábamos, un FIAT Regatta, que en contramano había doblado, frenaba frente a nosotros y de su asiento trasero, bajaban dos tipos armados, de civil (que probablemente fueran policías o integrantes de la SIDE), cuyas intenciones iban seguramente por el lado de realizar contra nosotros, una intimidación; tal vez también pretendieran lastimarnos o incluso, matarnos, pero no tuvieron tiempo de hacer nada de lo que tenían planeado, porque una camioneta Toyota Hilux de doble cabina (la cual, tenía un muy importante paragolpes agregado, que quien la manejaba, había hecho instalar especialmente para la ocasión), embistió al auto, dejando seriamente dañada su parte frontal; tras esto ocurrir,
quien conducía la camioneta, rápidamente retrocedió mientras el conductor del Regatta se disponía a acelerar para escapar del lugar, pero no logró avanzar ni dos metros porque la muy poderosa 4 x 4 volvió a embestirlo y seguidamente, a retroceder; ante esto, su conductor descendió del rodado y corrió hacia la esquina más próxima, así como lo habían ya hecho los dos represores que se habían bajado del Regatta al ver a la Toyota Hilux, embestirlo; todo esto los había desconcertado y aterrorizado, sobretodo porque no estaban preparados para enfrentarse a nadie, y si así hubiera sido, el desconocer quiénes y cuántos eran, los ocupantes de la camioneta (no tenían manera de saberlo porque sus vidrios eran polarizados), así como su desconocimiento sobre si estaban armados, fue suficiente para que no atinaran siquiera a usar sus armas y emprendieran de inmediato una retirada hacia la esquina para, una vez ahí, doblar a la derecha, dos de ellos, y a la izquierda, el restante.
   Todo lo recién contado, que se sucedía en el lapso de pocos segundos, nos dejaba a los cuatro jóvenes que éramos, casi petrificados.
   Ya con los represores lejos del lugar, veíamos frente a nosotros, a la ventanilla del lado del conductor de la camioneta, descender, y se nos hacía visible la mujer de pelo claro que la manejaba; ella, gritando nos decía:
   -¡Suban!
  Al reconocer en la mujer que frente al volante de la camioneta, estaba, a Etelvina Melantoni, tanto Mora como yo, le decíamos a nuestros amigos de HIJOS: “¡Vamos!”.
   Mora y los dos jóvenes de HIJOS (una mujer y un varón), subían al asiento trasero y yo, al asiento del acompañante del conductor.
   Mientras del lugar, nos íbamos, con enorme deslumbramiento yo miraba a Etelvina en silencio durante varios segundos, hasta que, tras ella realizar un cambio con la palanca, estando su mano derecha, todavía sobre la misma, yo ponía la mía, correspondiente a la parte izquierda de mi anatomía, y muy sentidamente le decía:
   -Gracias.
   Entonces Etelvina sonreía y me miraba, mientras yo sentía a su persona, estremecerse por el contacto que con ella, hacía, que era el mismo estremecimiento que yo experimentaba, así como también lo experimentaría Mora (y Etelvina), cuando, un rato después, también la tocaba y le agradecía.
   En ese momento, la visión se suspendió, y volví a verme en la vivienda que con mi novia, compartía.
   Lo que en la visión, experimenté, aún no había ocurrido.

Sorpresa, conmoción y deslumbramiento

   Si bien, mis experiencias extrasensoriales, habían empezado a tener lugar (y se habían intensificado al entrar en contacto con Mora), años atrás, todavía me sorprendían, me conmovían y deslumbraban.

Emoción sublime

   Mientras escuchaba a la hermosísima voz de Mora entonar desde la ducha, alguna canción, por lo emocionante que se había vuelto mi vida toda en los últimos tiempos, cosa que, lejos de estar disminuyendo en intensidad, parecía irse intensificando con cada día que pasaba, yo, en voz baja, dije:
   -¡Me encanta mi vida!