Mostrando entradas con la etiqueta Casi vamos en cana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Casi vamos en cana. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de noviembre de 2019

Casi vamos en cana (cuento) - Martín Rabezzana


   Fines del año 1995; Magdalena del Buen Ayre (o sea: GBA sur): un grupo de jóvenes sale una noche de la casa de uno de ellos y se dirige a una zona céntrica; los adolescentes pasan junto a un ebrio que está tranquilamente sentado y apoyado contra una pared; no reparan demasiado en su presencia; siguen su camino hasta que escuchan insultos. Miran hacia atrás y ven al ebrio ser agredido a patadas por dos policías; el grupo de jóvenes da media vuelta, se aproxima rápidamente hasta el lugar del hecho y le recrimina al personal policial lo innecesario y brutal de su comportamiento; los policías los insultan y amenazan. Les piden documentos y los palpan de armas; todos (o casi todos) piensan que pasarán la noche en una celda, pero uno de los policías, al ver el apellido de uno de los adolescentes, se pone nervioso, le muestra su DNI a su compañero, deliberan unos segundos y después le devuelven a todos los jóvenes sus papeles identificatorios; uno de los uniformados dice:
   -Pueden irse.
   El grupo de jóvenes se va; los policías también se van y sin detener a nadie.
   Mientras se dirigen a la zona céntrica a la que previo al suceso recién contado, los adolescentes se disponían a ir, uno de ellos le pregunta a otro:
   -¿Qué pasó? ¿Por qué nos dejaron ir?
   Y mientras señala a uno de sus amigos que camina más adelante junto a otros dos del grupo, le responde:
   -Porque vieron el apellido de Miguel y se asustaron.
   Su interlocutor, no entendiendo, pregunta:
   -¿Cuál es el apellido de Miguel?
   Entonces el joven pronuncia un apellido poco común y muy importante en la política de aquel entonces, por lo que el primer joven, riendo, dice:
   -Cada vez que salgamos lo tenemos que llevar sí o sí a Miguelito. ¡Ja ja ja!