viernes, 28 de junio de 2019

Apología de un asesino en serie o: Apología de la inculpación (cuento) - Martín Rabezzana



  
   (Versión alternativa de hechos realmente ocurridos a principios del mil novecientos… tiempos que de tan lejanos, nos hacen sentir a sus acontecimientos, poco menos que fabulescos... tiempos cuya verdad, de tal cosa existir, nos es completamente inasible).

   Allá, por principios del siglo 20, en la capital argentina, el gobierno ordenó la participación en investigaciones policiales de facultativos que además de estar formados en medicina, tenían formación en los novedosos idearios psicológicos; el fin oficial de tal participación era la prevención de delitos. El fin verdadero de la misma (como suele ocurrir) era muy distinto.

   El jefe de policía le dijo al médico:
   -Desde mediados de la primera década de este siglo hasta la fecha, la ciudad cuenta con decenas de crímenes que no hemos podido resolver, y para peor, muchos de esos crímenes fueron de chicos, por lo que temiendo a una movilización popular pidiendo la destitución de funcionarios políticos, es que de tal sector he recibido presiones para finalmente resolverlos, pero… como usted comprenderá: dado que muchos de esos crímenes ocurrieron hace casi diez años, su resolución es altamente improbable, es por eso que necesitamos de su asistencia en la legitimación de la atribución de responsabilidad de los hechos en cuestión, a una persona en particular que usted determinará quién será.
   El facultativo dijo:
   -Muy bien; necesito ver prontuarios de detenidos en el último año por delitos menores para determinar cuáles son los sujetos más susceptibles de ser inculpados.
   Al médico le fueron provistos los prontuarios por él pedidos en varias carpetas que llevó a su despacho, una vez ahí, minuciosamente los examinó; tras algunos días se presentó nuevamente ante el jefe de policía y, mientras señalaba una hoja de una carpeta, dijo:
   -Necesito entrevistar a este individuo.
   El jefe de policía ordenó que tal sujeto fuera llevado hasta el recinto policial y una vez ahí, fue entrevistado por el médico durante un buen rato; tras la entrevista, el doctor le dijo al policía:
   -Ya tenemos al asesino en serie que buscábamos.
   El policía miró al médico de forma tímida, exponiendo claramente incredulidad en su expresión, y le dijo:
   -Pero… ¡es un adolescente! Y sí, cometió delitos menores, pero nunca asesinó a nadie ni lo creo capaz de hacerlo, y dadas las fechas en que se cometieron los crímenes por atribuirle, debería haber tenido menos de 10 años al empezar a matar; ¿quién va a creer que un chico mató a decenas de personas?
   El médico dijo:
  -Todos lo van a creer, y no sólo porque es intelectualmente débil, por lo que fácilmente se lo puede hacer confesar cualquier cosa que no hizo, sino además porque el vulgo está siempre inclinado a aceptar chivos expiatorios; si no lo cree, échele un vistazo a la historia: los cristianos entregados a los leones en los circos romanos, los musulmanes masacrados por la iglesia cristiana en la edad media, los judíos ejecutados por muchedumbres en la actual Rusia… y los ejemplos son interminables, y el hecho de que en este caso no vamos a culpar a toda una comunidad por una serie de crímenes, sino solamente a una persona, expone superioridad moral de nuestra parte respecto a aquellos que culpan a comunidades enteras, ya que inculpando a un solo individuo, el daño que vamos a causar, será menor, además de implicar tal culpabilización, una economización de recursos ya que el gasto energético y material que implica el castigo a toda una comunidad, es superior al que conlleva la aplicación de castigo a solamente una persona, además, si llegara a haber una crisis social y fuera necesario culpar, ya no a una persona, sino a todo un grupo étnico, este caso será útil ya que el adolescente es hijo de terrones y están largamente difundidos los prejuicios contra los meridionales en la península itálica, por lo que haciendo uso de los conceptos de Lombroso, podemos fácilmente aducir que su desviación moral se debe a una enfermedad mental procedente de Terronia… La criminología actual nos da los fundamentos para erigir a cualquier prejuicio popular en verdad científica, y en estos tiempos de racionalismo científico, la gente cree en cualquier cosa que afirmen los representantes de la ciencia;… inculpando a este pibe, el odio racial ya existente entre los inmigrantes itálicos del norte, va a acallar a aquellos que descrean de su culpabilidad de tal descreimiento existir, además de que estaremos asentando las bases de una nueva limpieza étnica cuyo objetivo serían los terrones y sus descendientes, de la misma ser necesaria, y tarde o temprano lo es, ya que con cada inculpación y posterior castigo a un grupo determinado de personas, el vulgo descarga su frustración y trabaja a la par con las autoridades, y haciendo eso, olvida que las mismas lo oprimen y, por consiguiente, suspende la resistencia en su contra que previamente presentaba, por lo que las autoridades salen beneficiadas y también la gente que participe de linchamientos de chivos expiatorios ya que, como ya expuse, de ese modo descarga su furia y se siente así, aliviada, pero claro… todo esto resulta bien inculpando a una persona o a un grupo de personas determinados, por un tiempo limitado, tras el cual, habrá que volver a buscar nuevos chivos expiatorios, y admito que no suena en principio muy justo ir por este camino, sin embargo, a la larga es benéfico para toda sociedad ya que toda sociedad avanza tras realizar una limpieza étnica, y de nuevo me remito a la historia: los países actualmente más desarrollados conocieron su etapa de mayor desarrollo, seguidamente a los períodos más cruentos de limpiezas étnicas, por eso, aun considerando yo a todo esto, malo, lo considero un mal necesario por ser dicho mal, precursor del bien general, así que: no dudemos en avivar la llama de este odio que tanta falta nos hace para salir adelante como país… Pero volviendo al caso particular que nos convoca: el pibe este, como ya dije, es intelectualmente débil, por lo que no va a ser difícil convencer a las masas de que es un asesino ya que aun los más inteligentes e informados dentro de las clases oprimidas, que son quienes tienen plena conciencia de que quienes realizan los actos de violencia a mayor escala (es decir, los gobernantes) son personas altamente intelectualizadas, y, por consiguiente, saben que el hiperdesarrollo del intelecto conlleva necesariamente un hiperdesarrollo de las tendencias violentas, sienten, paralela y contradictoriamente con esto, que el factor causal de la criminalidad es la estupidez, por lo que de alguien intelectualmente subdesarrollado, la mayoría piensa siempre lo peor, por lo tanto, casi no habrá conservadores, zurdos ni libertarios que lo defiendan;… sería absurdo de nuestra parte desaprovechar todo esto.
   El policía no parecía muy convencido, sin embargo, no se le habría ocurrido contradecir al médico ya que el estado lo había posicionado por encima suyo en jerarquía, por lo que dijo:
   -Está bien, doctor. Se hará todo como usted diga, pero hay un "detalle": dado que las víctimas fatales en muchos casos eran adultos y fueron muertos a golpes, ¿cómo hacemos para que sea creíble que el responsable de esos hechos fue un chico de menos de diez años?
   El médico, sonriendo dijo:
   -No vamos a atribuirle responsabilidad en esos casos, solamente en los hechos cometidos contra otros chicos; para los demás crímenes habrá que buscar otro(s) chivo(s) expiatorio(s).
   El jefe de policía asintió en silencio y horas después ordenó la detención del adolescente.
   Al día siguiente se le comunicó a la prensa la resolución de toda una serie de crímenes de niños ocurridos en los últimos ocho años y la misma, que nada hizo por investigar el caso (o tal vez sí, pero a fin de cuentas, los medios, aunque a veces se enfrenten al gobierno de turno, SIEMPRE son funcionales al estado, por lo que algo contrario a sus intereses NUNCA va a ser por ellos expuesto ya que sería atentar contra sí mismos), se benefició de tal noticia ya que lo que la gente considera más cruento, perverso y desagradable, siempre ha sido lo que más le ha interesado, de ahí la mayor venta de diarios y revistas en que la información del caso era expuesta.

   De haber habido una investigación tendiente a esclarecer lo ocurrido, fácilmente se habría establecido que muchos de los crímenes atribuidos al adolescente en cuestión, tuvieron lugar en fechas y lugares distintos a los declarados en los diversos informes policiales; se llegó hasta el absurdo de atribuirle al adolescente responsabilidad en hechos de sangre ocurridos previo a su nacimiento adulterando fechas e intimidando a familiares de las víctimas para que no dijeran nada al respecto; estas maniobras burdas y fácilmente verificables, no impidieron que la versión falaz oficial, que encubría la incompetencia investigativa policial y la connivencia entre políticos, médicos y policías, fuera casi incuestionablemente aceptada, y no sólo eso: el vulgo, además de creer en la mentira oficial, inventó muchas otras que resultaron en que la versión oficial se fortaleciera.

   El adolescente acusado de ser asesino en serie fue enviado a prisión y allí vivió muchos años hasta que fue asesinado… "Murió en su ley", algunos dijeron creyendo erróneamente que alguna vez había matado a alguien… Más de 100 años después, tal creencia subsiste.

viernes, 14 de junio de 2019

Gracias por venir a buscarme (cuento) - Martín Rabezzana


Pintura de Fabián Pérez
   Ella era una de esas mujeres que gracias a su belleza se cotizaba muy alto en los locales nocturnos de mala vida; quienes de los mismos son parte dan la impresión de "sabérselas todas" ya que la promiscuidad, los vicios y la (en mayor o menor medida inevitable) violencia, llevan a una "cura de espanto" que hace a las personas (casi totalmente) incapaces de sorprenderse ante cosa alguna; esa incapacidad de sorprenderse propia de la llamada "experiencia" no es en absoluto envidiable, y quienes la tienen lo saben, no obstante, de ese submundo sórdido, triste y habitualmente trágico, casi nadie intenta salir, y no porque los excesos de la noche, satisfagan, sino por creer que la salida no existe, es decir, por desesperanza.
   Él era alguien que había encontrado en la sorpresa causada en los demás una razón para vivir ya que había constatado en varias oportunidades que la misma le posibilitaba conferirle un sentido a las vidas ajenas.

   Cierta noche, él, trajeado, engominado y con aroma a colonia, entró a un cabaret y se sentó a una mesa; una alternadora se le acercó y le pidió acompañarlo, él aceptó.
   Tras unos minutos de conversación en que tomaron unos tragos, la mujer lo invitó a ir a un cuarto privado, a lo cual él accedió; una vez en el mismo, se sentaron en la cama, se besaron y cuando ella se disponía a ser desvestida, él le dijo:
   -Por un lado queremos una vida de felicidad constante propia del arte publicitario, pero por otro, las únicas obras artísticas que nos conmueven son las dramáticas, al punto que a las alegres, las consideramos "arte menor"… …El drama es lo que idealizamos, por eso lo queremos en nuestras vidas y lo buscamos continuamente (ya sea de forma consciente o no), pero cuando lo encontramos, lo despreciamos, lo maldecimos y pretendemos alejarnos de él… …¿Por qué será?
   La mina de 26 años se extrañó ante lo dicho ya que estaba totalmente fuera de contexto, sin embargo, lo tomó en serio y respondió en consecuencia.
   -Será porque… idealizamos a "la vereda de enfrente", pero tras cruzar la calle, llegar a la misma y mirar atrás, la vereda de enfrente es aquella de la que nos fuimos y la felicidad que creíamos existente en ese lugar, no era más que un espejismo.
   Él, tras unos segundos, dijo:
   -O sea que para vos, la felicidad sería como el horizonte que se aleja a medida que avanzamos…
   -Algo así… -dijo ella con tono melancólico, pero después mostró cierto cambio de opinión al decir: -Pero tal vez no, ya que, aunque a veces no lo pueda aceptar racionalmente, mi sentir me lleva a creer que en algún lugar está esa felicidad soñada y que tiene que existir la forma de alcanzarlo.
   Él le sonrió y le preguntó:
   -¿Cuál es tu "vereda de enfrente" soñada?
   Ella también sonrió y dijo:
   -¡El año 2000!
   (Ah, me olvidé de decir que la historia transcurre en el año 1929.)
   Al escuchar lo que la mujer dijo, él hizo un gesto de malestar, por lo que ella preguntó:
   -¿Qué pasa?
   -Y… que yo justamente vengo de los años 2000, y... ¡ese tiempo es un kilombo!
   Ella lo miró extrañada y después le sonrió por asumir que le estaba hablando en broma, por lo que irónicamente le dijo:
   -Así que venís del siglo veintiuno… y… ¿cómo es ese "kilombo"?
   Entonces él sacó de un bolsillo un teléfono celular y le mostró un video que tenía descargado en que se mostraba la crisis social argentina del 2001; ella miró las imágenes evidenciando sorpresa y temor, pero no tanto por los hechos en las mismas presentes, sino por el elemento tecnológico que obviamente nunca antes había visto, el cual era una prueba sólida de que el hombre le había dicho la verdad sobre su procedencia futura.
   Ella le preguntó:
   -¿Qué es eso y de dónde lo sacaste?
   -Es un teléfono portátil, pero no sólo sirve para hablar, sino también para fotografiar y filmar;… En el siglo veintiuno casi todos tienen uno;… Mirá:
   Entonces él se puso a su lado, dirigió la cámara del teléfono hacia ambos y grabó un video, después le hizo ver lo grabado y ella se mostró totalmente asombrada al punto que no pudo decir nada por varios segundos, de pronto lo agarró firmemente de los antebrazos y le hizo un montón de preguntas sobre lo que ocurriría en décadas posteriores, entonces él inició un largo discurso en que (mientras le mostraba videos en su celular sobre algunas de las cosas que le contaba) le habló del derrocamiento en el 30 del entonces presidente Yrigoyen, le habló de la "década infame" que estaba por sobrevenir, le habló de la inminente expansión del fascismo en las Europas, de la aplicación del anarquismo en el Reino de Castilla en el período que va del 36 al 38, le habló de como Stalin envió tropas a ese lugar (que fueron las que le dieron acceso a Franco al poder) para terminar con la práctica exitosa de dicha ideología ya que de eso no ocurrir, la gente en la Unión Soviética iba a querer lo mismo y, por consiguiente, rechazaría al "comunismo", le dijo cuándo se iniciaría la segunda guerra mundial, le habló sobre la muerte de Gardel, sobre el misterioso "exilio" de Ada Falcón, le habló de la invención de pavas eléctricas para el mate (y sí;… no podía hablarle sólo de cosas trascendentes), le habló de las dictaduras locales de los años 50, 60 y 70, le habló de la guerra de Malvinas y… de  muchas cosas más mientras ella escuchaba con una atención y sorpresa absolutas y con una ansiedad positiva que evidenciaba que el sentido de la vida que se pierde paralelamente a la pérdida de la capacidad de sorprenderse, era algo que le había sido devuelto al serle devuelta la sorpresa, por lo que el hombre la había sacado así de un estado crónico de desesperanza en el que la positividad era casi nula;… El viajero le había devuelto a la mujer el sentido a su vida (¡casi nada!).
   Dado que lo que él le contó de la historia daba cuenta de sucesivos avances y retrocesos y de continuos inicios y finales, ella le dijo:
   -¿Creés que se podría hacer algo para evitar los errores más graves?
   Él dijo:
   -No creo, ya que los seres vivos tienen en todos los tiempos los mismos sentimientos y tendencias que los lleva a realizar siempre las mismas acciones, por lo que el cambio en las sociedades es sólo aparente ya que su esencia es invariable.
   Ella dijo:
   -Pero… ¡algo se podrá hacer para evitar alguna de las cosas terribles que me contaste que van a pasar!
   Tras algunos segundos, él dijo:
   -Creo que no; yo creo que el mundo y el universo son como el cuerpo humano: cuidándonos lo más posible con dieta y ejercicio, logramos optimizar nuestra funcionalidad corporal, y, por consiguiente, nuestra calidad de vida, pero el proceso de envejecimiento, una vez iniciado, sigue su curso y finalmente morimos porque los ciclos se van cumpliendo independientemente de nuestras acciones, por lo que, como seres vivos, experimentamos un inicio, un esplendor, una decadencia y un final, y nada lleva a pensar que a nivel sociedad no pase lo mismo. Es decir, en las sociedades hay un inicio, un período de esplendor, otro de decadencia y después, un final, es ahí que el ciclo se cumple, y no tiene por qué ser considerado algo trágico ya que seguidamente al final de un ciclo, se inicia otro, y tal vez esto ocurra eternamente… …Los ciclos se cumplen independientemente de lo que hagamos o dejemos de hacer ya que parecen haber fuerzas que nos mueven que no por ser invisibles son inexistentes;… esas fuerzas le dan inicio, esplendor, decadencia y conclusión a los ciclos vitales de los seres y las sociedades.
   Tras decir todo esto ambos permanecieron en silencio un rato largo sentados en la cama. Después él se acostó y ella hizo lo mismo; después se abrazaron y así permanecieron sin decirse nada hasta casi dormirse durante poco menos de una hora.
   En eso golpearon insistentemente a la puerta. Ella se levantó a abrir y se encontró con el encargado del cabaret que airadamente le recriminaba el uso excesivamente prolongado de la habitación y le pedía que se fuera; ella le pedía por favor quedarse un rato más pero el tipo insistía en que desocuparan el cuarto hasta que el viajero del tiempo se acercó y le dio al tipo varios billetes grandes que aceptó gustosamente, entonces desistió en su pretensión de que se fueran y fue él quien se retiró.
   Pasado el mal momento, la mujer le sonrió al viajero y él le dijo:
   -No llegué acá por casualidad. Vine a verte porque vos pediste ayuda.
   Entonces sacó de un bolsillo una carta muy antigua escrita por ella unos años antes y se la dio; en la misma la mujer hablaba de una desesperanza y sufrimiento extremos, pérdida de la capacidad de encontrarle sentido a las cosas y rogaba porque alguien apareciera en su vida y la sacara de ese estado de negatividad casi absoluto en que se encontraba, y por entender que ese alguien había finalmente llegado, se conmovió hasta las lágrimas.
   Él la tomó de una mano y le sonrió, ella también sonrió; después le preguntó:
   -¿Dónde encontraste la carta?
   -La encontré guardada entre las páginas de un libro muy antiguo en un depósito de objetos que hay en mi casa; la encontré la semana pasada en el año 2019;… Creo que mi casa fue alguna vez tu casa.
   Ella asintió en silencio, después él dijo:
   -Perdoná que no haya venido antes, pero es que… ¡tu carta tardó casi 100 años en llegar!…
   Ella se rió, después dijo:
   -¿Dudaste en venir a buscarme?
   -No, y no sólo por querer ayudar a una persona sufriente, sino además por cumplir con quien hizo lo mismo conmigo, ya que a mí también me pasó el escribir una carta pidiendo ayuda y que alguien la encontrara en un futuro lejano y desde el mismo fuera a mi tiempo a buscarme; ese alguien me dio un aparato para viajar en el tiempo y me dijo que lo usara para ayudar a los demás.
   Entonces le mostró el elemento en cuestión que era similar a una calculadora de bolsillo y le explicó que al tipear los números de la fecha a la que se desea viajar, el mismo proyecta una nube que se arremolina alrededor de quienes le estén próximos y los transporta en cuestión de segundos al destino temporal elegido.
   Ella dijo:
   -¿Me llevás con vos a otro tiempo?
   El viajero, que esperaba que ella se lo pidiera, asintió con un gesto, entonces, extendiéndole el dispositivo de viaje, le dijo:
   -Elegí vos el año.
   Ella eligió cierto año del siglo veintiuno y le dijo que no importaba si esos tiempos no eran felices ya que la felicidad la llevarían consigo; se abrazaron y ella le dijo:
   -¡Gracias por venir a buscarme!
   -Gracias a vos por pedirme que llegara a tu vida.
   Segundos después, la nube los envolvió.

   Cuando tras algunas horas el encargado del cabaret entró al cuarto, no encontró a nadie y le llamó la atención lo que parecía ser un vestigio de cielo en la parte superior de la habitación que se esfumaba lentamente.