
Sintió la
emoción extrema propia del miedo que una presa siente ante su cazador, aun
sabiendo que en este caso el "cazador" estaba armado con tan solo una cámara
fotográfica, pero eso era suficiente para hacerlo llenarse de un pánico
incontrolable de intensidad enorme y por él hasta entonces desconocido.
El contraste
entre la vida de glamur que hasta hacía sólo instantes llevaba y el momento
desagradable que entonces atravesaba, era absoluto y no era un prólogo
discordante con el desenlace que sobrevendría, sin embargo, no había sido el
mismo conscientemente buscado ya que el objetivo del hombre al incursionar en
las mencionadas alturas no era otro que el de escapar de la exposición pública
de una relación que, aun no siendo tramposa por haber su matrimonio de años ya
concluido, era sentida por él como irrespetuosa no sólo para con quien había
sido su mujer más amada, sino también para con la relación misma con ella por
asumir instintivamente que tras la conclusión de un período de muchos años
compartidos con alguien por mutua elección, debe haber un largo e indeterminado
espacio de soledad previo a la reconstrucción de la vida sentimental con el
cual él no estaba cumpliendo.
Con paso
nervioso, dubitativo, agitado y trastabillante, llegó hasta un techo de chapa que al ser por él pisado, se resquebrajó y posteriormente se rompió haciéndolo
caer dentro del negocio en el cual se sucederían los últimos instantes de su
vida.
Mientras con
plena conciencia asumía la inminencia de su muerte, pudo entender que la causa
de la misma había sido su propio error, y con esto no me refiero al hecho de
subir imprudentemente al techo del restaurante en busca de una escapatoria a la
exposición pública, ya que como error, esto era insignificante, sino al hecho
de haber, en busca de la recuperación de un sentir de juventud, decidido romper
el lazo que lo unía no sólo a una persona, sino también a la vida misma, ya que
cuando ese lazo que nos une a la existencia terrenal (ya sea de odio o de amor)
se rompe, el final de la misma es inminente.
En sus momentos
previos a morir tuvo plena conciencia de que era de amor el lazo que tiempo
atrás había decidido romper.