Mostrando entradas con la etiqueta Angustia total. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Angustia total. Mostrar todas las entradas

lunes, 12 de julio de 2021

Angustia total (cuento) - Martín Rabezzana


   De pronto, me encontré cayendo de la cuerda floja sobre la cual caminaba con mayor confianza que sobre la tierra firme desde hacía ya muchos años, y cuando golpeé con mi cuerpo el piso, me desperté totalmente angustiado; no sin cierta dificultad, logré volver a conciliar el sueño, entonces me encontré de nuevo cayendo, pero esta vez, desde un avión del cual había saltado con la intención de descender armoniosamente tras abrir un paracaídas, pero como el mismo no abría, entré en pánico y al golpear con mi cuerpo el piso, me desperté otra vez totalmente angustiado; tras varios minutos, volví a dormirme, entonces me encontré defendiendo la integridad física de alguien de otro alguien que estaba armado; ese alguien armado, en mi contra abrió fuego, entonces me desperté totalmente angustiado; tras algunos minutos, volví a dormirme y me encontré corriendo en un intento de escape imposible de un tsunami que me alcanzaba, entonces me desperté totalmente angustiado; al volverme a dormir, me encontré viajando en un tren que parecía estar a punto de descarrilar, y cuando eso finalmente ocurrió, me desperté totalmente angustiado; instantes después, volví a dormirme y me encontré en un barco azotado por una tempestad; una inmensa ola hizo que la nave volcara y al caer al agua helada, sentí que el frío me congelaba hasta el alma, entonces me desperté totalmente angustiado; al volver a dormir, me encontré tosiendo por lo viciado del aire circundante procedente de un volcán en erupción; al sentir que me ahogaba por tanta toxicidad, me desperté totalmente angustiado; tras volver a dormir, me encontré en una aldea de montaña que rápidamente estaba siendo arrasada por avalanchas; cuando una de ellas alcanzó a mi casa, me desperté totalmente angustiado.

   Estas series de pesadillas empezaron a darse en cierto momento de mi vida, esporádicamente; algunos años después, frecuentemente, y cuando empecé a tenerlas a diario, el miedo a dormir se volvió insoportable, por tal motivo consideré que la única manera de terminar con las mismas era quitándome la vida, por lo cual me dirigí hasta las vías de un tren, y cuando el mismo se acercó, me arrojé a su paso, entonces me desperté totalmente angustiado.