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sábado, 18 de diciembre de 2021

Latigazos de acero (días de escisiones en el Movimiento Nacionalista Tacuara) (cuento) - Martín Rabezzana


Imagen de Wikipedia
Imagen tomada de Wikipedia

   Cierto día de octubre de algún año del primer lustro de la década de 1960, un grupo constituido por más o menos treinta jóvenes de extrema derecha se dirigía a un lugar céntrico con la intención de conmemorar allí la llegada a América de cierto personaje infame; todos ellos eran totalmente conscientes de que la conmemoración celebratoria que pensaban realizar, difícilmente estaría exenta de controversias que llevarían a que la prensa los criticara, los denostara y los condenara, pero nada más; “¿Qué otra cosa podría pasar?”, pensaron, y pensaron mal, ya que otra cosa por ellos imprevista pero prevista por otros, estaba por acontecer.
  Cuando los ya mencionados jóvenes se acercaban a la plaza pública en la que realizarían su celebración, otro grupo constituido por decenas de muchachos provistos de cadenas, se le acercó por detrás y empezó a azotarlos impiadosamente; el grupo agresor no escatimó en latigazos de acero ni en golpes de puño que rápidamente llevaron a los jóvenes colonialistas a caer desangrantes al piso y tratar de huir, pero fue tal la paliza que recibieron, que cuando con mucha dificultad lograban levantarse con la intención de correr lejos del lugar, más cadenazos y golpes los hacían volver a caer; esta escena cruenta duró más o menos dos minutos, tras los cuales algunos policías se acercaron resultando esto en que los agresores emprendieran una rápida y exitosa huida.
   Este episodio de alta agresión contra grupos de extrema derecha, fue tan sólo uno de muchos otros que tendrían lugar en meses posteriores y cuyos protagonistas serían en varios casos, los mismos.
   Este tipo de escenas, en tiempos de la llamada “resistencia peronista”, eran moneda corriente en el país; nada sorprendente había entonces en estos hechos, lo que sí habría sido extraño e incomprensible para los espectadores de este suceso, es el conocimiento de que los agresores de los “nacionalistas” reivindicadores de Colón, pertenecían también a una organización nacionalista que, si bien variaba en alguna palabra de su título al del grupo al cual los otros jóvenes pertenecían, tanto una como otra llevaba por nombre común el de “Tacuara”.
   Visto desde fuera, todo grupo humano parece conformar un “bloque homogéneo”, pero basta con acercarse un poco al mismo para advertir que las diferencias entre sus integrantes (sean reales o imaginarias) generan entre ellos mismos, enormes resentimientos que inevitablemente los lleva a sentir que no son en absoluto parte del mismo grupo, pero como ya dije, el que mira la cosa desde fuera no lo advierte, de ahí que para la gente en general, los tacuaras fueran clasificables lisa y llanamente como: “fachos”, sin embargo, si bien este título no es incorrecto, es válido para definir a muchos de sus miembros, pero no a todos, dado que la diversidad de pensamiento que se suscitó dentro de la mencionada agrupación, era extrema, ya que el nacionalismo primigenio sin adjetivos que había llevado a la conformación de Tacuara, cuya base era la reivindicación del ya derrocado Perón, había rápidamente derivado en un nacionalismo de derecha que no tuvo una, sino varias vertientes que generaron la atención de otros nacionalistas que se integraron a la agrupación, dándose cuenta una vez en la misma de que lo suyo era, ciertamente, el nacionalismo, pero no el de derecha, sino el de izquierda, de ahí las múltiples escisiones ocurridas en Tacuara que resulta en que la clasificación repetida hasta el cansancio en: “grupo de extrema derecha”, al aludir al mismo constituya, no un error, pero sí una inexactitud producto de una visión simplista y reduccionista.
 
Primera escisión de cierto año
Imagen del sitio:
El Topo Blindado

 

   Semanas antes del hecho recién contado, varias decenas de miembros de Tacuara se habían reunido y lo siguiente fue dicho por uno de sus integrantes más prominentes:
   -Compañeros… lo que personas pertenecientes a nuestra organización le hicieron a esa chica (1) fue, además de cobarde, totalmente incompatible con cualquier fin nacionalista argentino, lo cual nos lleva a tener que replantearnos seriamente la cuestión de la ideología religiosa y su admisión o expulsión de nuestro grupo;… …Tacuara, esta noble agrupación que consideramos semilla de una Argentina revitalizada, está infestada de judeofóbicos que nos quieren hacer creer, entre otras cosas, que los judíos no pueden ser argentinos, y muchos de nosotros hemos repetido sus frases trilladas en contra de ellos sin siquiera dudar de su veracidad, pero ya es hora de que empecemos a hacerlo… …Salvo que me demuestren que Jesucristo nació en la Argentina, para mí, el cristianismo es tan ajeno al ser nacional como el judaísmo, por lo cual, si consideramos que el judaísmo no tiene cabida en el nacionalismo local, tampoco debería tenerlo el cristianismo, de ahí que el “nacionalismo argentino católico” sea, según mi modo de ver, completamente inadmisible;… …otra cosa más a este respecto que los “genios” judeofóbicos de nuestra agrupación no han notado, es que Jesús era judío, por lo tanto, estar en contra de los judíos implica estar en contra de Jesús, en tal caso lo único coherente es rechazar por igual al judaísmo y al cristianismo o aceptar por igual a ambos idearios.
   Otro tacuara dijo:
   -Yo creo que algo de razón tenés… Es cierto que los ataques a sinagogas y a personas judías que gente de nuestra organización ha realizado, no han tenido la coherencia de ser sucedidos por ataques a iglesias católicas y a creyentes en su doctrina, entonces… ¿proponés que empecemos a atacar también a iglesias católicas?
   Y otro dijo:
   -¡No!... no podemos hacer eso porque, nos guste o no el cristianismo, si nos ponemos en contra de la iglesia, vamos a dividir totalmente a nuestro grupo que de por sí ya está muy dividido, y lejos de fortalecernos, por estas nuevas divisiones, nos vamos a debilitar.
   Otro miembro de la agrupación, dijo:
   -¿Entonces?
   -Entonces sólo hay una cosa por hacer –dijo el primer tacuara que había hablado.
   -¿Qué?
   -Dejar la cuestión religiosa a criterio de cada uno pero expulsarla completamente del campo político, lo cual equivale a decir que no vamos a oponernos a nadie por motivos religiosos, sea la persona: judía, cristiana, musulmana, etcétera.
   La mayoría de los más de 40 tacuaras que en esa reunión se encontraba, asintió, dando esto cuenta de que estaban de acuerdo con lo propuesto, pero hubo varios que no lo estuvieron, por lo cual, por ser de los menos hábiles con el uso de la palabra, nada dijeron, pero tampoco hizo falta que lo hicieran, ya que en ese momento dejaron sobre la mesa sus estandartes, lo cual fue una más que elocuente muestra de desacuerdo, y salieron de la habitación en que la reunión tenía lugar para nunca más volver; estos últimos jóvenes formarían más tarde un grupo llamado: “Guardia Restauradora Nacionalista”.
 
Imagen del sitio:
El Topo Blindado

Segunda escisión del año
 
   Días después, una nueva reunión de miembros del grupo político armado Tacuara, tuvo lugar; otro integrante prominente del mismo, dirigiéndose a decenas de tacuaras, dijo:
   -Compañeros: hay una cuestión urgente que debemos tratar, y es la de cuál es el verdadero nacionalismo argentino;… …Como todos saben: Tacuara se inició reivindicando a la figura de Juan Domingo Perón, pero pronto entró en un espiral reivindicatorio de figuras como Charles Maurras, Benito Mussolini, Primo de Rivera, Francisco Franco y Adolf Hitler;… yo, en mi “ignorancia”, pregunto lo siguiente: ¿alguno de estos tipos era o es argentino?... La respuesta es obvia, compañeros: ¡NO! ¡Ninguno de estos tipos es argentino ni ha tenido ninguno de ellos intereses acordes con los nuestros! Piensen un poquito: el nacionalismo reinocastellanista argentino, fue iniciado por descendientes directos de burgueses de la época de la colonia cuyos ancestros, cuando debieron votar a favor o en contra de la independencia del Virreinato del Río de la Plata del Reino de Castilla, ¡votaron en contra!, es decir: ¡votaron en contra de la existencia misma de la Argentina!... El “nacionalismo reinocastellanista”, que los descendientes de familias ilustres de la época colonial, defienden, es un pseudonacionalismo, ya que además de serlo por todo lo antedicho, es defensor a ultranza del capitalismo no sólo local, sino también foráneo, y nosotros nos iniciamos como grupo anticapitalista, y según entiendo, lo seguimos siendo, por lo cual, debe ser INACEPTABLE para nosotros no sólo la reivindicación del legado colonial reinocastellano, sino también, la defensa del capitalismo; por todo esto el reinocastellanismo, ya sea en su versión clásica o moderna, constituida ésta última por la reivindicación de Primo de Rivera o de Franco, es también INACEPTABLE, como así también, la reivindicación de Maurras, Mussolini y Hitler, ya que si bien desde la teoría el fascismo es “populista”, en la práctica no lo ha sido NUNCA; lo que ha sido el fascismo en la práctica es el defensor más acérrimo del capitalismo, lo cual equivale a decir que ha sido el más acérrimo defensor de las minorías económicamente poderosas; el fascismo es la derecha liberal en su grado más alto, por eso es que en nuestra agrupación NACIONALISTA Y ARGENTINA, no deben tener cabida no sólo el marxismo ni el liberalismo, sino tampoco el reinocastellanismo, el reinofalangismo, el fascismo ni el nazismo.
   Y tras una pausa de algunos segundos, continuó diciendo:
   -¿Cómo podemos ser nacionalistas argentinos y reivindicar a conquistadores de nuestro país y de nuestra América, o a reivindicadores de conquistadores? ¿Cómo puede ser que, diciéndonos nacionalistas y argentinos, reivindiquemos a figuras extranjeras como si nosotros no tuviéramos ya a las nuestras?...  El hecho de que se haya llegado a este punto, da cuenta de que la agrupación ¡se ha ido ideológicamente al carajo!, lo cual hace necesario reencauzarla poniendo orden en nuestras ideas.
   Y tras tomar aire profundamente, prosiguió:
   -Nosotros, como VERDADEROS nacionalistas argentinos que quieren terminar con el capitalismo explotador local y extranjero, sólo podemos tener tres líderes ideológicos: San Martín, Rosas y Perón, y en lo referente a la reivindicación de grupos humanos, debemos dejar atrás al “ideal nórdico” tan elitista, pernicioso y ridículo, y reivindicar a lo auténticamente popular, es decir, debemos reivindicar a la figura del gaucho como representativa de la clase trabajadora y al indio como representativo de la resistencia argentina y americana al imperialismo colonialista y capitalista reinocastellano, sudopa y nortopa, y no sólo reivindicarlo desde la palabra, sino también desde la acción convirtiéndonos nosotros mismos en indios salvajes conformantes de malones que aterroricen a la burguesía.
   Un silencio absoluto fue lo que siguió a tan encendido discurso; segundos después, tras acercarse a una foto enmarcada y colgada en una pared en que aparecían reunidos Mussolini, Hitler y Franco, el tacuara la descolgó y la miró sin expresar ninguna emoción, de ahí lo sorpresivo para todos los ahí presentes de que de un momento a otro, la estrellara contra el piso y la pisara repetidamente.
   Al rato, el tacuara dijo:
   -Los que estén a favor de depurar ideológicamente a nuestro grupo de influencias foráneas y antiargentinas, que levanten la mano.
   La mayoría de los tacuaras levantó la mano, y los pocos que no lo hicieron, se dirigieron a la salida; uno de ellos, justo antes de irse, le dijo a todos:
   -Ustedes se van a dar la cabeza contra la pared, muchachos, y mejor que así sea y pronto, porque si no, vamos a ser nosotros los que a ustedes se la rompan.
   Estos últimos jóvenes formarían más tarde el “Movimiento Nueva Argentina”.
   Tras los disidentes irse, el tacuara que había pronunciado el discurso, sonrió y dijo:
   -Compañeros: ¡hoy ha renacido el nacionalismo argentino auténtico!
 
   Años después, varios integrantes de Tacuara terminaron perteneciendo a grupos de extrema izquierda como Montoneros, FAR y ERP; otros (los “nacionalistas” que no aceptaron las reformas en este texto expuestas), a grupos parapoliciales como el Comando de Organización, la Alianza Libertadora Nacionalista, la CNU y la Triple A.
  La historiografía suele hablar de un “salto” realizado por varios tacuaras por haber pasado de la extrema derecha a la extrema izquierda, sin entender que muchos de ellos nunca habían sido de derecha, ya que además del extremismo, lo que siempre caracterizó a Tacuara fue la heterogeneidad de sus ideas;… paradoja notable, ya que el nacionalista, tanto en lo “racial”, lo cultural como en lo ideológico, busca siempre la “pureza” de la homogeneidad, no obstante, esa búsqueda de una verdad absoluta, cristalina y recta, deriva siempre en un encuentro con lo relativo, lo “turbio” y lo “torcido”, ya que a fin de cuentas, así es TODO lo verdadero.
 
 
 
(1) Graciela Sirota era una estudiante judía de 19 años que en 1962 denunció haber sido secuestrada en Capital Federal por un grupo de jóvenes que la quemó con cigarrillos y además le marcó con una navaja, una esvástica en el pecho; las autoridades, que siempre vieron con buenos ojos a los grupos civiles de extrema derecha, ya que eventualmente son por ellas usados con fines represivos de las masas, desestimaron a su denuncia que seguramente habría conducido a miembros de Tacuara.