domingo, 21 de diciembre de 2014

La forma non sancta (cuento) - Martín Rabezzana

Hoy en día casi todo el que transita una calle peatonal lo hace esquivando a las chicas lindas que a uno lo acosan con volantes y promociones; la indiferencia y miradas de fastidio que la mayoría tiene para con ellas (incluyendo a los hombres), es lo más cerca que dichas mujeres van a estar -mientras les dure la juventud- de sentir lo que ellas le hacen sentir a los hombres que pasan a su lado.
   Las minas jóvenes y lindas son asiduamente abordadas por varones en casi todos los ámbitos, lo cual resulta en que el solo hecho de que uno pase a su lado les genere un odio profundo que expresan de diversas formas; la minoría de ellas que decide no apartar la vista al ir por la calle y pasar junto a un hombre, lo mira con desprecio, ya que su psiquis injusta asume que de mirarlo amablemente o incluso de forma neutra, él va a pensar que le está tirando onda, lo cual evita al dirigirle una mirada de odio, pero la mayoría de ellas decide no mirar a los hombres, y ese apartar la mirada es realizado por la mayoría de las mencionadas mujeres de forma nada sutil: uno está cerca de cruzarlas en su paso y ellas abruptamente apartan la mirada con toda la intención de que quede claro que fue para no mirarlo; el odio que al hacer esto ellas generan en muchos hombres (incluyéndome a mí), es enorme;... Parecen no saber muchas mujeres que si bien no hay por qué caminar mirando a los ojos a todo el mundo, se puede caminar mirando al frente, y en la era moderna, están, por supuesto, los teléfonos celulares que son utilizados por estas mujeres para apartar la mirada (¿creerán que uno no se da cuenta de que fingen leer un mensaje para no mirarlo?)
  Estas conductas que suelen tener en su mayor parte las mujeres jóvenes y lindas, están llenas de odio y falta de respeto, ¡y después seguro que se sorprenden si algún tipo es grosero con ellas! cuando es lógico que los demás sean groseros con uno si uno es grosero con los demás, pero no me estoy justificando por ser grosero con las mujeres ya que no lo soy, aunque ante las actitudes mencionadas me den ganas de serlo (cuando agarran el telefonito para no mirarme me dan ganas de arrebatárselo y tirarlo a la re c... de la lora).

   Un día al mirar los volantes que por la calle me dan, encontré uno de una metafísica; no teniendo nada que hacer y costando barato un turno con ella, me dirigí a su encuentro.
   Hay quienes con desprecio se refieren a quienes se dedican a actividades relacionadas con lo místico o paranormal y también a aquellos que en las mismas creen, y son realmente tontos por hacer eso ya que aún si esas personas vendieran sólo ilusiones, las mismas en un período de desesperanza le hacen tener a uno ganas de seguir adelante, por lo que valen mucho.
   Entré al local de la metafísica y tras ella saludarme e invitarme a sentarme, me dijo:
   -¿En qué te puedo ayudar?
   La miré con cierta inquietud y le dije:
   -A mí me va todo mal y quiero que me vaya todo bien, bah, al menos no tan mal como ahora que ni logro encontrar trabajo.
   Tras unos segundos de silencio, me dijo:
   -Se puede lograr.
   Tomó un péndulo de radiestesia y me empezó a hacer preguntas sobre temas triviales mientras el elemento se movía; lo hizo durante unos veinte minutos, tras lo cual, dijo:
   -Ya sé cuál es la causa de tus problemas: acciones incorrectas de tu parte crearon una energía negativa que te rodea y te impide avanzar... Lo que tenés que hacer para abrirte paso a través de la misma es realizar buenas acciones; eso va a crear en vos un aura de positividad ante la cual la mencionada energía se va a alejar.
   -¿Y en cuanto tiempo vería resultados?
   -En años.
   -¡La p... que lo parió! ¡No quiero esperar tanto! ¿No hay otra forma?
   Ella sonriendo dijo:
   -Sí; hay una forma "non sancta"; si realizás malas acciones tu aura se va a cargar de una fuerza que aunque sea negativa, te va a permitir abrirte paso rápidamente a través de la energía que te está obstaculizando el camino.
   Yo le dije:
   -Sería como el principio homeopático de "lo similar cura a lo similar".
   -Exacto, y al igual que en la homeopatía se usan dosis infinitesimales de substancias nocivas, ya que en gran cantidad causarían daño, las acciones negativas que realices deben ser moderadas, si no los resultados no van a ser buenos;... Tenés que hacer daño pero no excesivamente.
   Asentí y la miré en silencio unos segundos; sin que ella diera por concluida la visita, asumiendo que no había más que decir, me levanté, le pagué, la saludé y me fui decidido a seguir su indicación.
   Una vez en la calle vi a una mujer linda venir en dirección opuesta a la mía; ella agarró su teléfono celular para evitar mirarme y pensé en realizar mi mala acción, pero sentí a mi corazón latir más fuerte y debido a tal nerviosismo no hice nada, pero tras unos segundos tomé coraje y me le acerqué; le arrebaté el teléfono y lo arrojé con fuerza contra una pared haciéndolo pedazos; ella se quedó inmóvil y con evidente miedo; la miré con odio de frente en silencio unos segundos y seguí caminando.
   Volví a mi casa y a los pocos minutos sonó el teléfono.
   -Hola.
   -Hola, ¿podría hablar con...?
   -Soy yo.
   -Ah, ¿qué tal? Lo llamo para ofrecerle trabajo en nuestra publicación; nos gusta mucho lo que escribe y sería un honor que fuera parte de nuestro grupo de trabajo; le pagaríamos unos...

4 comentarios:

  1. Muy buen cuento , solo que eso de " Tenes que hacer daño" no me agrada mucho y que precisamente haya sido a una " mujer", aunque el resultado sea el esperado.

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    1. ¡Gracias!

      Pero es ficción nomás; para eso está la creación de ella, para que uno pueda cumplir lo que en vida no se va a dar.

      Salud

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