lunes, 26 de julio de 2021

Futuro perfecto (cuento) - Martín Rabezzana


 
   Arqueólogos de un tiempo muy posterior al siglo 21, encontraron varios mensajes en video que constituían las únicas evidencias de que en dicho siglo, la raza humana hubiera habitado la tierra; cuando lograron hacer funcionar a uno de los aparatos que los contenía, vieron sorprendidos en su pantalla a un hombre que, muy emocionado, dijo lo siguiente:
   -El control social y la represión del estado se han sofisticado tanto, que en la actualidad la mayoría no los reconoce como tales;… se han invisibilizado los dispositivos de disciplina cuyo objetivo es castigar y eventualmente, eliminar a quienes se salgan de la norma, lo cual significa que estamos en la etapa más grave de la represión, ya que la menos grave es cuando el represor se muestra como tal, pero cuando se muestra como otra cosa, por ejemplo, como alguien poseedor de vocación de servicio, las personas bajan ante él la guardia y no tienen siquiera la posibilidad de defenderse de sus ataques. -Y tras una breve pausa, continuó: -Cuando le decís a un psiquiatra o a algún médico de cualquier otra ciencia médica (ya que no sólo los psiquiatras prescriben psicofármacos) que las pastillas que te indica, te hacen mal, que te destruyen absolutamente en lo físico y anímico, no le estás diciendo algo que quiera escuchar ni que pueda siquiera considerar como posible, ya que según él, lo que te prescribe, hace bien y se acabó; cualquier discusión al respecto es inútil ya que no está en la vida para discutir, sino para ejecutar las órdenes de un sistema conformado por máquinas de las que él es tan solo una pieza entre muchas otras; y cuando algo es para un grupo de personas, incuestionable (y a tal ausencia de cuestionamiento contribuyen enormemente esos terribles lavadores de cerebros autodenominados: “periodistas”), estamos ante un absolutismo, y el grupo absolutista algo drástico SIEMPRE hace con aquellos que manifiestan desacato a las normas que impone… ...Yo he desacatado y me lo han hecho pagar los elementos del estado pertenecientes a la fuerza parajudicial llamada “psiquiatría” junto a sus cómplices en las peores cosas (los psicólogos), pero no me arrepiento porque sé que tal pago es una parte necesaria para la liberación de la tiranía científico-médico-farmacéutica que tarde o temprano, sobrevendrá.
   Y con una triste sonrisa, apagó la cámara que registró a su imagen y palabras para la posteridad.

   Tras el video concluir, los habitantes inteligentes del futuro se miraron extrañados durante varios segundos; estaba claro que algo para ellos incomprensible había en lo dicho por el hombre del video.
   Uno de los arqueólogos dijo:
   -¡Es increíble lo poco que ha cambiado el castellano tras tantos milenios!… ...Yo habría creído que sería necesario recurrir a nuestros lingüistas más destacados para descifrar lo dicho por alguno de nuestros ancestros del siglo 21, pero no fue así, ya que entendí casi todo lo que la persona del video expresó. -Y tras leer durante algunos segundos las notas que había tomado mientras escuchaba el video, el arqueólogo dijo: -No obstante, en el discurso en cuestión hubo varias palabras que me resultaron totalmente incomprensibles; no me imagino siquiera qué puedan significar; las mismas son las siguientes: psiquiatría, médico, ciencia, psicofármaco, psicólogo, periodista, judicial, estado y... farma... céutica, me parece que es la otra.
   Los demás arqueólogos pertenecientes a esa sociedad del futuro (sociedad en la que la justicia es total), asintieron con la cabeza manifestando así que ellos tampoco conocían el significado de esas palabras por nunca haberlas escuchado anteriormente.

lunes, 19 de julio de 2021

Resistir y morir (cuento) - Martín Rabezzana


   En el año 1975, un grupo de jóvenes trabajadores se reunió clandestinamente en algún lugar de la provincia de Córdoba con la intención de debatir qué debía hacerse ante la situación de represión gubernamental en curso y en aumento; un hombre también joven, pero de mayor edad respecto a las personas a las que se dirigía, con gran firmeza en la voz, dijo:   
   -El estado fue creado por los capitalistas para defender sus privilegios, de ahí que sean ambos (estado y capitalismo) indivisibles y contrarios a los intereses de las masas, por lo cual, ser estatista implica necesariamente ser capitalista y de derecha, y ser de izquierda implica necesariamente ser antiestado y antigobierno, ya que si bien puede haber un gobierno que en alguna medida le disminuya los privilegios a la burguesía, siempre tiende a preservar su existencia dado que no hacerlo al ir totalmente en contra de ellos, equivaldría a ser anarquista, y un gobierno anarquista es una incoherencia total y absoluta que, por supuesto, no puede existir más que dentro de un campo puramente teórico (como el marxista, por ejemplo), por lo cual, la única forma de ser de izquierda en serio, es siendo libertario, ya que lo que se conoce como “izquierda”, es una derecha moderada; es decir, hay gobiernos más y menos de derecha que otros, pero de izquierda no hay ni puede haber NINGUNO, porque, como ya expuse: la izquierda verdadera sólo puede ser antigubernamental y antiestatal. No obstante todo esto, el gran empresariado, cuyos intereses defiende todo gobierno, se defiende ferozmente, ya no de los movimientos anarquistas, sino también de las políticas estatistas que aun en una medida ínfima, perjudiquen sus intereses, es entonces que la represión legal gubernamental contra los militantes de políticas menos capitalistas, aumenta, y cuando pese a eso, dicha militancia sigue creciendo, las fuerzas represivas legales reciben la orden de implementar una represión ilegal; cuando esto tampoco alcanza para terminar con dichos movimientos populistas, el estado crea grupos especiales de aniquilación y suma a los que se crean espontáneamente por iniciativa de civiles de extrema derecha; así es que aparecen los grupos represores de los militantes y simpatizantes del populismo (y se fortalecen los ya existentes) como la Liga Patriótica Argentina en los años 10 y 20, posteriormente, la Legión Cívica Argentina, la Alianza Libertadora Nacionalista (cuyo impasse ha concluido, por lo cual reprime amparada por el estado a la par de otras patotas de Pocho como la CNU, la Triple A y el Comando Libertadores de América) y otros. Ahora bien: cuando esto tampoco alcanza (y no está alcanzando), ¿qué es lo que sigue? El golpe militar que viene a exterminar a todos los defensores de los derechos de los proletarios que hasta ahora hemos sobrevivido, y esto (que es lo que se sucede cíclicamente en TODOS LOS PAÍSES DEL MUNDO) es lo que se nos viene… ¿Qué debemos hacer ante tal situación dramática?…¿Dejarnos matar? ¡No!... ¡RESISTIR! Debemos resistir, camaradas, ya que la resistencia es lo único que al pueblo le confiere dignidad y…
   En ese momento, una ráfaga de ametralladora interrumpió el discurso del militante del grupo Resistencia Libertaria; la misma mató a varias personas e hirió a otras; entre los heridos estaba el propio discursista que fue tomado de los pelos y arrastrado hacia el interior de un auto junto a otras personas; auto que, incluso previo al año 1976, solía ser un Falcon, pero en este caso era un Torino.


miércoles, 14 de julio de 2021

“Absurda” suicidabilidad (cuento) - Martín Rabezzana



   Los actos aparentemente absurdos son justamente, absurdos sólo en apariencia, ya que todo acto tiene una razón de ser. La tendencia a reducir al universo hasta la medida de la propia comprensión (como si lo existente se terminara con la comprensión humana…), es lo que nos lleva a denominar “absurdo” a lo que en muchos casos, más sentido tiene.

   Caminaban alcoholizados una de esas noches de invierno que hacen parecer a los lugares más poblados, ciudades “fantasmas”; se acercaron a una avenida (único lugar donde hay importante movimiento a esas horas constituido por el continuo tránsito de vehículos) y ante el paso de los autos, se pusieron a hablar mientras compartían una botella de Fernet; uno de los jóvenes le dijo al otro:
   -No la conozco mucho, pero me parece que es medio boluda la mina; no se debe haber leído ni el boleto del bondi, pero igual me gusta.
   -Ah. Esa que va a clases de teatro, ¿no?
   -Sí. Pero no sólo va a clases de teatro, sino que hasta llegó a actuar en serio en varias obras.
   -Entonces no creo que sea “boluda” en el sentido de carencia intelectual; no es que valga mucho el intelectualismo, igual, ¿eh?
   -¿Por qué decís que no es boluda?
   -Y..., porque los actores saben leer.
   -Sí sí; yo también sé leer.
   -Noooo… lo que quiero decir, es que los actores saben asimilar lo leído; te hago un paralelismo con la comida: no es lo mismo comer que nutrirse; comer es ingerir alimentos. Nutrirse es asimilar nutrientes; por diversos motivos como ser: el consumo excesivo de antinutrientes, la falta de enzimas digestivas (que con la cocción de los alimentos, se destruyen) o la falta de actividad física (ya que el ejercicio es fundamental para la buena circulación, y a través de la sangre llegan los nutrientes a los órganos), podemos comer y no nutrirnos; así también ocurre con lo que leemos, ya que podemos leer sin asimilar lo leído; de hecho, así lo hacemos la mayoría de las veces, pero un actor debe leer una y otra vez los textos con los que trabaja para memorizarlos, y no sólo eso, sino que además, para interpretar el papel que estudia, debe identificarse con lo que el personaje piensa, siente y vive, por eso es que los que en serio se dedican a la actuación, saben asimilar lo que leen, y asimilar asiduamente lo que piensa, siente y vive alguien que no es uno, constituye un desdoblamiento de la personalidad absolutamente enriquecedor a nivel intelectual y emocional, comparable con muy pocas cosas; por todo esto, dudo que la mina esa, si es actriz en serio, sea una boluda en el sentido que vos le das a esa palabra.
   Su interlocutor se mantuvo en silencio demostrando así, sorpresa, ya que lo que escuchó, parecía irrefutable y él nunca lo había siquiera considerado.
   En ese momento, y tras haberse ambos bajado ya gran parte de la botella del alcohol ya mencionado, decidieron temerariamente cruzar la muy transitada avenida, displicentemente por momentos y por otros, apurada y zigzagueantemente, ante los bocinazos y las puteadas de los conductores; al llegar a la vereda de enfrente, uno de los jóvenes le dijo al otro:
   -Pero entonces, si no es una boluda… no tengo posibilidades con ella.
   Su interlocutor, medio en broma, medio en serio, le dijo:
   -Entonces por ahí yo sí… si le digo todo lo que recién dije sobre los actores, por ahí la impresiono; -y en voz baja, dijo: ¿cómo era todo ese verso?… ya ni me acuerdo...
   Ambos se rieron y volvieron a cruzar la misma avenida del mismo modo en que lo habían hecho un rato antes, esa noche perteneciente a los años noventa del siglo 20.

lunes, 12 de julio de 2021

Angustia total (cuento) - Martín Rabezzana


   De pronto, me encontré cayendo de la cuerda floja sobre la cual caminaba con mayor confianza que sobre la tierra firme desde hacía ya muchos años, y cuando golpeé con mi cuerpo el piso, me desperté totalmente angustiado; no sin cierta dificultad, logré volver a conciliar el sueño, entonces me encontré de nuevo cayendo, pero esta vez, desde un avión del cual había saltado con la intención de descender armoniosamente tras abrir un paracaídas, pero como el mismo no abría, entré en pánico y al golpear con mi cuerpo el piso, me desperté otra vez totalmente angustiado; tras varios minutos, volví a dormirme, entonces me encontré defendiendo la integridad física de alguien de otro alguien que estaba armado; ese alguien armado, en mi contra abrió fuego, entonces me desperté totalmente angustiado; tras algunos minutos, volví a dormirme y me encontré corriendo en un intento de escape imposible de un tsunami que me alcanzaba, entonces me desperté totalmente angustiado; al volverme a dormir, me encontré viajando en un tren que parecía estar a punto de descarrilar, y cuando eso finalmente ocurrió, me desperté totalmente angustiado; instantes después, volví a dormirme y me encontré en un barco azotado por una tempestad; una inmensa ola hizo que la nave volcara y al caer al agua helada, sentí que el frío me congelaba hasta el alma, entonces me desperté totalmente angustiado; al volver a dormir, me encontré tosiendo por lo viciado del aire circundante procedente de un volcán en erupción; al sentir que me ahogaba por tanta toxicidad, me desperté totalmente angustiado; tras volver a dormir, me encontré en una aldea de montaña que rápidamente estaba siendo arrasada por avalanchas; cuando una de ellas alcanzó a mi casa, me desperté totalmente angustiado.

   Estas series de pesadillas empezaron a darse en cierto momento de mi vida, esporádicamente; algunos años después, frecuentemente, y cuando empecé a tenerlas a diario, el miedo a dormir se volvió insoportable, por tal motivo consideré que la única manera de terminar con las mismas era quitándome la vida, por lo cual me dirigí hasta las vías de un tren, y cuando el mismo se acercó, me arrojé a su paso, entonces me desperté totalmente angustiado.