domingo, 9 de octubre de 2016

La premonición en el sueño (cuento) - Martín Rabezzana


   Él fue invitado a una reunión, y aunque no fuera lo que se dice “sociable”, se puso a hablar fluidamente con un individuo con el que rápidamente entró en confianza; en un momento el individuo le preguntó si alguna vez había tenido una experiencia paranormal. Él le dijo:
   -No sé si “paranormal”, pero creo que una vez tuve una premonición en un sueño.
   -Contame.
   -Soñé que iba por una calle en mi barrio y al llegar a una avenida se cortaba la luz; había oscuridad total; no se veía ni la luz de la luna; los autos pasaban y tampoco tenían luces, por lo que me dio temor cruzar; vacilé un par de veces y finalmente me decidí y crucé; caminé muy despacio y con miedo por los autos a los que escuchaba pasar; al estar a punto de llegar a la vereda escuché las voces de personas que también estaban cruzando, entonces la luz volvió y al lado mío estaba una mujer que llevaba a un bebé en brazos y una nena de pelo castaño atado con colita; la nena al no poder agarrar la mano de su mamá que llevaba a su bebé, me dio la mano a mí como si fuera un familiar y no me sorprendí, tampoco la mujer se sorprendió; sentí que era gente conocida aunque fuera la primera vez que la veía; no hablamos, caminamos en silencio y aparecimos en el patio de mi casa; estaba mi perra y la acaricié; ahí concluye el sueño;… un tiempo después conocí a una mujer que terminó siendo mi novia y convivimos; tenía un bebé y una nena; teníamos una perra que no era la misma de mi sueño ya que la perra del mismo era la que tenía en donde estaba viviendo entonces, pero era una perra que completaba el cuadro que en mi sueño vi.
   Terminado el relato le mostró una foto de él con ellas.
   El individuo que escuchó atentamente, sonrió; tras unos segundos dijo:
   -¡Qué buena historia! ¡Esto lo tenés que escribir! ¡Me encantó!
   Siguieron hablando un rato y al terminar la reunión cada uno se fue a su casa.

   El individuo que había escuchado el relato, aunque mucho no creyera que el mismo tuviera algo que ver con una premonición, sino simplemente, con una casualidad, se lo refirió a su novia que tiempo después encontró un sitio web de quien había relatado el sueño en cuestión y le dijo:
   -¡Mirá! Ese que te contó el sueño es escritor y escribió un cuento al respecto.
   El individuo leyó el cuento que había sido publicado antes de conocer al escritor y se sorprendió al leer el final, ya que el personaje del cuento que escucha el relato del sueño dice: “¡qué buena historia! ¡Esto lo tenés que escribir! ¡Me encantó!”
   Entonces se dio cuenta de que la premonición que el escritor había tenido y a la que relataba en el cuento lo incluía a él.