Él fue invitado
a una reunión, y aunque no fuera lo que se dice “sociable”, se puso a hablar
fluidamente con un individuo con el que rápidamente entró en confianza; en un
momento el individuo le preguntó si alguna vez había tenido una experiencia
paranormal. Él le dijo:
-No sé si
“paranormal”, pero creo que una vez tuve una premonición en un sueño.
-Contame.
-Soñé que iba
por una calle en mi barrio y al llegar a una avenida se cortaba la luz; había
oscuridad total; no se veía ni la luz de la luna; los autos pasaban y tampoco
tenían luces, por lo que me dio temor cruzar; vacilé un par de veces y
finalmente me decidí y crucé; caminé muy despacio y con miedo por los autos a
los que escuchaba pasar; al estar a punto de llegar a la vereda escuché las
voces de personas que también estaban cruzando, entonces la luz volvió y al
lado mío estaba una mujer que llevaba a un bebé en brazos y una nena de pelo castaño atado
con colita; la nena al no poder agarrar la mano de su mamá que llevaba a su
bebé, me dio la mano a mí como si fuera un familiar y no me sorprendí, tampoco
la mujer se sorprendió; sentí que era gente conocida aunque fuera la primera
vez que la veía; no hablamos, caminamos en silencio y aparecimos en el patio de
mi casa; estaba mi perra y la acaricié; ahí concluye el sueño;… un tiempo
después conocí a una mujer que terminó siendo mi novia y convivimos; tenía un
bebé y una nena; teníamos una perra que no era la misma de mi sueño ya que la
perra del mismo era la que tenía en donde estaba viviendo entonces, pero era
una perra que completaba el cuadro que en mi sueño vi.
Terminado el relato le
mostró una foto de él con ellas.
El individuo que
escuchó atentamente, sonrió; tras unos segundos dijo:
-¡Qué buena
historia! ¡Esto lo tenés que escribir! ¡Me encantó!
Siguieron
hablando un rato y al terminar la reunión cada uno se fue a su casa.
El individuo que
había escuchado el relato, aunque mucho no creyera que el mismo tuviera algo
que ver con una premonición, sino simplemente, con una casualidad, se lo
refirió a su novia que tiempo después encontró un sitio web de quien había
relatado el sueño en cuestión y le dijo:
-¡Mirá! Ese que
te contó el sueño es escritor y escribió un cuento al respecto.
El individuo leyó
el cuento que había sido publicado antes de conocer al escritor y se sorprendió
al leer el final, ya que el personaje del cuento que escucha el relato del sueño
dice: “¡qué buena historia! ¡Esto lo tenés que escribir! ¡Me encantó!”
Entonces se dio
cuenta de que la premonición que el escritor había tenido y a la que relataba
en el cuento lo incluía a él.