tag:blogger.com,1999:blog-70648276496289930442024-03-18T12:44:14.587-07:00Escritos de Martín RabezzanaMartín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.comBlogger165125tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-64533188917584391552024-03-16T13:44:00.000-07:002024-03-17T10:34:40.793-07:00María Clara y compañía: nueva hora de matar (cuento) - Martín Rabezzana<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p></p><h4 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrgi1AhXW7YRmRp0WfGcWeArwt7YSQd-PAIUbS_zGgaqfG29vJJgwtSPMYHKDVAbwfEWUjVHn0fAnLeUMEcs31wzwfXctpphBQ4Sl17IbF8px7D3omRXWrEsF1e3LWefXM25efIu3VDPF3UeLIWUXuERWvcc61YkZGSqxNnupmNsb04sD-DJFfOpE9QYlB/s644/Mar%C3%ADa%20Clara%20y%20compa%C3%B1%C3%ADa%20nueva%20hora%20de%20matar%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><span style="clear: left; float: left; font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="523" data-original-width="644" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrgi1AhXW7YRmRp0WfGcWeArwt7YSQd-PAIUbS_zGgaqfG29vJJgwtSPMYHKDVAbwfEWUjVHn0fAnLeUMEcs31wzwfXctpphBQ4Sl17IbF8px7D3omRXWrEsF1e3LWefXM25efIu3VDPF3UeLIWUXuERWvcc61YkZGSqxNnupmNsb04sD-DJFfOpE9QYlB/s320/Mar%C3%ADa%20Clara%20y%20compa%C3%B1%C3%ADa%20nueva%20hora%20de%20matar%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></span></a><div style="text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-large; font-weight: normal;"> </span><span style="font-family: Bitter;">-Palabras: 1.989-</span></div><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Represores y
contrarrepresores</span></h4><h4 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Mendoza, ciudad y
provincia, tienen la bien ganada fama de ser las más limpias del
país, de ahí lo chocante cuando esto, allá por el año ‘74,
empezó a cambiar; al año siguiente, al asumir Santuccione como jefe
de policía, la cosa se agravó, ya que las calles mendocinas
amanecían cada vez más frecuentemente cubiertas de polvo, escombros
y no pocas veces, también manchadas de sangre y hasta cubiertas con cuerpos humanos (y pedazos de cuerpos); y es que el Comando Anticomunista Mendoza
(CAM), había empezado a operar, y tristemente los mendocinos debieron aceptar como parte de su cotidianeidad, a la audición de explosiones provocadas por las bombas que esa organización de corte
fascista, hacía detonar con el objetivo de aterrorizar a la
población; los blancos principales de los represores, eran militantes
políticos de izquierda, sindicalistas, estudiantes, personas que
ejercían la prostitución, y muy de vez en cuando, podían llegar a
atacar y matar, a algún guerrillero, dado que el grueso de sus acciones era
contra personas a las que sabían totalmente ajenas a la lucha armada
y, por consiguiente, totalmente incapaces de defenderse; fue por este
motivo que los guerrilleros rosarinos, María Clara, Elena y Ulises,
fueron enviados a Mendoza con la misión encomendada a sus personas,
de sumarse a un operativo planeado por tres montoneros mendocinos,
cuyo objetivo era el de matar a varios miembros de la ya mencionada,
temible organización.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Los montoneros
locales, tras un trabajo de inteligencia de varias semanas, habían
averiguado que un grupo de represores del CAM, se reunía en un bar de Ciudad de Mendoza situado en la calle Rivadavia al 180, todos los miércoles a eso de
las nueve de la noche y sus aproximadamente seis integrantes,
llegaban en dos autos; uno era un Valiant y el otro, un Fiat 1500, y
los estacionaban frente al bar; una vez en el negocio, tomaban
bastante alcohol, ingerían alimentos insalubres y un rato después,
cobardemente salían a cazar gente.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Los montoneros
mendocinos, al encontrarse con sus compañeros rosarinos, les
hablaron de un proyecto armado bastante tradicional, que consistía
básicamente en emboscar a los terroristas de estado y balearlos,
pero María Clara, dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Me parece que no
va a hacer falta gastar balas… tengo una idea, pero no sé si les
va a gustar.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -¡Contá contá!
-dijo uno de los montoneros.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Pensé lo
siguiente: Elena, uno de ustedes y yo, entramos al bar una hora antes
de que lleguen los del CAM, reducimos al personal, le sacamos la ropa
de trabajo, nos la ponemos y esperamos a que lleguen los sicarios;
cuando lleguen, yo les tomo el pedido y antes de llevarlo, pongo
cianuro líquido en la bebida; mientras tanto, Elena puede atender
las otras mesas, y alguno de ustedes -dijo señalando a los cuatro
varones presentes -se quedará en la caja mientras otro estará fuera
haciendo de “campana”; otros dos, esperarán en dos autos
estacionados en los alrededores; una vez concluido el
ajusticiamiento, salimos y le tiramos una granada a uno de los autos
de los sicarios; la explosión será la señal para que los
conductores de los autos que nos estarán esperando, sepan que deben
pasarnos a buscar; los autos deberán llegar por las calles entre las
que está el bar, es decir, por la avenida 9 de Julio, uno, y por
España, otro;… Elena y yo, iríamos hacia la 9 de Julio y el
compañero que vaya al bar con nosotras, junto al combatiente que
estará haciendo de “campana”, irán en la dirección contraria y
subirán al auto que pasará por la avenida España… ¿qué les
parece el plan?<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Tras sonreír en
silencio varios segundos, todos los montoneros aprobaron el plan y
felicitaron a María Clara por tan gran idea.</span></h4><h4 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Primera parte del "Operativo antiCAM"</span></h4><h4 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> El siguiente
miércoles, los montoneros María Clara, Elena y un mendocino apodado
“Ernesto”, ingresaron a las ocho de la noche al bar en el que se realizaría el "Operativo antiCAM"; se sentaron
a una mesa y pidieron café; antes de que el mismo les fuera llevado,
al advertir que el único cliente que entonces había, se levantaba
para retirarse, los combatientes se miraron y María Clara, dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Ahora.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Tras el cliente
irse, los tres jóvenes sacaron armas cortas y, sin apuntar a las dos
meseras ni al encargado, que detrás de la caja, estaba, Ernesto,
tranquila pero firmemente, dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Pongan las manos
sobre el mostrador.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Los tres lo
hicieron, entonces el joven procedió a maniatar al encargado y a
ponerle una cinta adhesiva sobre los labios; el material para esa
tarea, lo llevaba en una bolsa en la que había artículos de
librería; después, lo mismo hizo con las meseras, pero no sin que
antes, María Clara y Elena, les sacaran los delantales que las
identificaban como empleadas del lugar; después llevaron a los tres
a un baño que estaba destinado a ser usado por el personal, ubicado
detrás de la barra, mientras les pedían repetidamente perdón y les
decían que el hecho concluiría pronto y que estaría todo bien.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Ernesto se
acomodó detrás de la barra; mientras tanto Elena se acercó para
atender a dos clientes que pidieron cervezas y algo salado, tipo:
palitos, maní, o papas fritas (que ahora, en pos de provocarte sed y
que tomes más, te lo encajan sin necesidad de que lo pidas, pero en
aquellos años ‘70, no era así, por eso, a dichas cosas, de uno quererlas, tenía que
pedirlas); después ingresaron dos clientes más, que sólo
pidieron cafés que casi no llegan a la mesa, porque por
inexperiencia, ninguno de los combatientes sabía bien cómo hacer
funcionar a la cafetera, lo cual llevó a Elena a dirigirse al baño
en el que estaban los tres empleados maniatados y, tras sacarle la
cinta adhesiva al varón, con las manos unidas en señal de pedido de
perdón, con un tono de culpa y de extrema cordialidad, le dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Disculpame que
te moleste, pero necesitaría que me explicaras cómo se usa la
cafetera.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> El encargado se
lo explicó, y Elena le dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -¡Muchas
gracias! -y lo besó en una mejilla y le acarició el rostro; después, dirigiéndose a los tres, dijo: -Y disculpen de nuevo por todo esto -mientras el hombre era
mirado mal por las dos meseras por éste evidenciar en su expresión,
gran atracción por la combatiente.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Elena le volvió
a poner al encargado la cinta adhesiva sobre los labios, y se fue a preparar el café que, al estar
listo, llevó a la mesa de los clientes.</span></h4><h4 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Segunda y última
parte del "Operativo antiCAM"</span></h4><h4 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Al acercarse las
nueve de la noche, siete represores del Comando Anticomunista Mendoza
(dos de ellos también integraban el Comando Moralizador Pío 12),
ingresaron al bar; se sentaron a las mesas más alejadas de la
entrada y María Clara, vistiendo un delantal de mesera, tras acercárseles, mientras dulcemente les sonreía, les dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Muy buenas
noches. ¿Qué se van a servir?<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Cerveza en chopp
para todos, y una picadita -dijo uno de ellos.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> María Clara
dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Muy bien.
Enseguida -y se retiró hacia el mostrador.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Mientras tanto,
uno de los represores dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Está buena la
piba, ¿no?<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Sí -convino el que
había hecho el pedido; después agregó: -Debe ser nueva; nunca la
había visto.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Otro dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -La otra también
me parece que es nueva; también es linda la pendeja.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Mientras tanto,
Elena preparaba la picada, que dispuso en una bandeja, mientras en
otra, desde detrás de la barra, fuera de la vista de los represores
que a ambas mujeres, miraban libidinosamente, María Clara vaciaba
varios frasquitos de cianuro dentro de los chopps para después,
acercarse al barril de cerveza, y llenarlos; una vez todos los
chopps, llenos, María Clara llevó la bandeja con las cervezas hacia una de las mesas de los sicarios, y mientras frente a cada uno de ellos,
dejaba las bebidas, por lo bajo oía las cosas inapropiadas que sobre
ella, decían, pero mantuvo su sonrisa como si nada hubieran dicho;
después volvió a la barra para retirar la bandeja con los platitos
con picada, y una vez frente a las mesas de los represores, sobre las mismas los depositó; cuando se dispuso a irse, el que había hecho los
pedidos, la agarró de una mano y le dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Pará pará…
no te vayas todavía;… decime: ¿cómo te llamás?<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -María Clara
-respondió; y demostrando tener cero temor a que supieran su verdadero nombre (total, a estos tipos, poco les quedaba), agregó: -María Clara
Tauber.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Y tras algunos
segundos, el represor dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -María Clara:
¿qué te parece si un día de estos, salimos a alguna parte?<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Señor… ahora
estoy trabajando. No puedo hablar de estas cosas en este momento.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Y sin disminuir
su sonrisa, de un tirón liberó su mano del agarre del tipo, dio
media vuelta y se fue, mientras entre dientes, con voz inaudible, decía:</span></h4><h4 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -¡Manga de hijos de puta!<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Entonces sus
compañeros se rieron.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> El represor que
había sido desairado, dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -¡Es brava la
putita! Pero está bien; me gusta eso.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Seguidamente
tomaron la cerveza mezclada con cianuro que, en cuestión de apenas
un par de minutos, hizo efecto, de ahí que los represores se
empezaran a sentir mareados y arrastraran sus palabras; uno de ellos,
que todavía no había tocado su chopp, empezó a sospechar que algo tóxico había en la bebida además de alcohol, y dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> -Muchachos…
¿qué pasa?<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Entonces uno de
los terroristas de estado se levantó de su silla e inmediatamente
cayó al piso agonizante; otro también se levantó y también cayó;
los otros cuatro cayeron al piso sin siquiera haber intentado
levantarse, y el que nada había tomado, visiblemente asustado, se
levantó de su asiento, intentó sacar su arma, pero para ese
momento, María Clara, con arma en mano bajo su delantal, se le iba
acercando ominosamente; cuando estuvo a menos de 5 metros de él, lo
apuntó con su revólver y le dio tres tiros en el pecho.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> A todo esto, los
cuatro clientes restantes que había en el bar, salieron corriendo.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> Inmediatamente
después, Elena tiró los chopps al suelo, para que nadie más tomara
de ellos, dejó sobre el muerto por herida de bala, un papel con un
breve texto escrito a máquina y tanto ella como Ernesto y María
Clara, salieron rápidamente del bar; una vez fuera del mismo, se
encontraron con el montonero que hacía de “campana”; éste, tras señalar un auto, miró
a Ernesto y ambos asintieron con la cabeza, entonces el primero sacó
una maza que tenía agarrada a su cintura y se la dio a Ernesto; éste
último rompió la ventanilla de uno de los autos de los represores
del CAM, que era un Valiant; su compañero sacó una granada, le retiró el seguro y la arrojó dentro del vehículo; seguidamente se fueron en dirección a
la avenida España; mientras tanto, Elena y María Clara, iban en
dirección a la avenida 9 de Julio; tras quince segundos, la granada
explotó y ésa fue la señal convenida que le hizo saber a los
montoneros que en los alrededores, en dos autos, esperaban, que
debían pasar a buscar a sus compañeros.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> María Clara y
Elena, subieron al Peugeot 504 que manejaba Ulises, y Ernesto, junto
al montonero que había hecho de "campana", subieron al Fiat 1600 que
otro compañero combatiente, manejaba.<br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> La detonación de
la granada era imprescindible, porque con la misma, además de
hacerle saber a sus compañeros que era momento de pasarlos a buscar,
se haría presente rápidamente la policía y podrían así, ser
también rápidamente liberados, los empleados del bar, y así ocurrió.</span></h4><h4 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"> La hoja escrita a
máquina y manchada de sangre, que tras llegar a la escena, un
policía levantó del represor muerto a balazos y que de inmediato
entregó a su superior, decía: “Que tengan ustedes muy buenas
noches, les desea: Montoneros.”</span></h4><div><span style="font-family: georgia; font-size: large; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="font-weight: normal;"> </span><span style="text-align: center;">María
Clara se equivocó al creer que en el operativo no haría falta
gastar balas; al final, se gastaron (pero poquitas).</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: center;"><br /></span></span></div></div></div></div>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-32862734856474117782024-03-10T13:59:00.000-07:002024-03-16T13:57:25.355-07:00Belén Cardinale: estudiante subversiva (cuento) - Martín Rabezzana<div style="text-align: left;"><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras: 3.857-</b></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-family: georgia; font-size: x-large; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibFg1ER-s7Pt41xbf4VpSYUsbNPfE4n-hbBPbB0QJuzwRAbf02Zx-2fDCIrBCc9xnsNsIazCmXSDwFQls3F_SVorbSOBwYhA6UgDoLLj9FKINIpXH_L20GircxqWpv7YqGIB3wRIENxhLDBpXHHpzBVmlgmhM4TeG4RKGc63hphZYmOuQHpcMcoesFvHgd/s644/Bel%C3%A9n%20estudiante%20subversiva.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="523" data-original-width="644" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibFg1ER-s7Pt41xbf4VpSYUsbNPfE4n-hbBPbB0QJuzwRAbf02Zx-2fDCIrBCc9xnsNsIazCmXSDwFQls3F_SVorbSOBwYhA6UgDoLLj9FKINIpXH_L20GircxqWpv7YqGIB3wRIENxhLDBpXHHpzBVmlgmhM4TeG4RKGc63hphZYmOuQHpcMcoesFvHgd/s320/Bel%C3%A9n%20estudiante%20subversiva.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><b>Bahía Blanca</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"> Año 1975. Cuarto de residencia universitaria. <br /></span><span style="font-family: georgia;"> Lautaro Arias se despierta una tarde de una siesta tras haber estudiado durante horas; mira el reloj que en su muñeca lleva, y mentalmente dice: “Cinco y veinte”; sus compañeros no están; le dejaron una nota que dice que fueron a diversos lugares y que para la hora de la cena, volverán.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> El joven se levanta de la cama; toma algo de agua, después, tranquilamente come una manzana y decide salir a dar una vuelta.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Tras un buen rato de caminata, Lautaro mira de nuevo su reloj; son casi las seis de la tarde; considera que ya va siendo hora de volver, por lo que mientras transita por la altura 150 de la calle Alsina, decide caminar hasta la esquina San Martín, para una vez ahí, pegar la vuelta, pero a los pocos metros, pasa por el frente de una panadería y ve a una chica de 17 años, cuya ropa no se corresponde con la súplica de comida, que a los empleados de la misma, les realiza, entonces, por curiosidad se detiene y desde la distancia, la contempla, la escucha, y después la ve pasar a su lado mientras sale del negocio con semblante desolado, ya que su pedido no fue satisfecho a pesar de sus promesas de volver al negocio para pagar el pan, las facturas, o lo que fuera que le pudieran dar, en cuanto tuviera plata; entonces el joven se le acerca y le dice:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Hola.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Hola -le es respondido.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Justo ahora iba a comer algo; ¿querés acompañarme?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Entonces la chica detiene su marcha y con la cabeza, asiente.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Vamos a un bar que está acá cerca?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Ella dice que no, que mejor compre algo en un kiosco.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Al llegar a la esquina de Alsina y San Martín, Lautaro compra en un kiosco dos sánguches y dos gaseosas y le dice a la chica de ir a sentarse a un banco de la plaza Rivadavia, que se encuentra en la vereda de enfrente; ella acepta y en un banco de la plaza, se sientan.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Él deja las botellas de gaseosa que la kiosquera, por pedido del joven, abrió, ya que en ese entonces las botellas no eran de plástico, sino de vidrio y las tapas eran unas chapitas no retirables con facilidad sin un elemento apropiado, saca los sánguches de la bolsa plástica en la que están, y le extiende a la chica uno de ellos; ella dice:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Gracias -de inmediato le retira el envoltorio y come a gran velocidad, evidenciando así, la falta de alimento que desde hacía días ya, la venía apremiando.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Me llamo Lautaro -le dice; después le pregunta: -¿Vos cómo te llamás?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -"Carolina” -responde ella, faltando a la verdad, ya que su nombre verdadero era Belén; Belén Cardinale.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Había en la chica una aprensión permanente que, no obstante, tras haber comido la mayor parte del sánguche y haber tomado la mitad de la botella de bebida, rápidamente mutó hacia una distensión relativa que le permitió al joven entablar una conversación fluida con ella que, no por haber sido superficial, hacía de la chica una persona sin interés para el joven, ya que el atractivo que en ella encontraba, aumentaba cada vez que la miraba y con cada palabra que ella le dirigía.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Tras terminar de comer, ya menos intranquila, Belén le preguntó:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿En dónde vivís?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -En una residencia universitaria; queda a unas cuadras de acá.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Entonces no sos de acá… ¿de dónde sos?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -De San Martín de los Andes, provincia de Neuquén.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Debe estar bueno ese lugar.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Sí; es hermoso; ¿y vos, de dónde sos?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Yo?… de por acá -dijo Belén, faltando a la verdad nuevamente, ya que no era de <i>por ahí</i>, es decir, de Bahía Blanca, sino de La Plata y había llegado a Bahía, recientemente.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> En ese momento, desde la distancia vieron a dos autos Ford Falcon verdes, dos Torinos y patrulleros, pasar a gran velocidad; entonces Belén se puso muy nerviosa y le preguntó al joven:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Dónde queda tu residencia universitaria?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Por allá -dijo, señalando en determinada dirección; después agregó: -A unas diez cuadras de acá.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Belén le dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Puedo quedarme esta noche con vos?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Lo que la chica le pedía, era profundamente deseado por el joven, dado que, ya fuera que el hecho de quedarse durante la noche en su departamento implicara relacionarse sexualmente con ella o no, el tenerla en su cuarto constituiría para él, un sueño hecho realidad, por eso, con tristeza por saber que lo que le pedía, no podía concedérselo, le dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -No;… perdoname… es que… no vivo solo; vivo con tres compañeros.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Ella dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Lo que pasa es que... me escapé de mi casa… estuve viviendo en una pensión, pero se me acabó la plata; hoy me echaron; no tengo dónde quedarme.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Entonces Lautaro, tras pensarlo unos segundos, dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Yo te daría plata pero la que tengo no te va a alcanzar;… en la residencia no pagamos alquiler, porque corre por cuenta del estado, pero los servicios y la comida, sí tenemos que pagarlos; yo llegué esta semana y tengo la plata justa para pagar mi parte este mes, por eso, cuanto antes tengo que encontrar un trabajo, y justamente voy a empezar a buscarlo la semana que viene, porque si no llego con el pago, yo también me quedo sin vivienda.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Belén lo miró con tristeza y dulzura, entendiendo el pedido de perdón que impregnaba cada palabra de la explicación que le había sido dada; pedido de perdón totalmente innecesario, ya que él, nada a ella le debía.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Tras algunos segundos de silencio, Lautaro dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Podemos ir hasta la residencia y ver si mis compañeros tienen plata como para que puedas pagar un cuarto de pensión durante unos días; entre todos, seguramente juntamos lo suficiente como para que no tengas que dormir en la calle.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Entonces ella, muy sentidamente le dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Gracias.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Tras llegar a la residencia universitaria, entraron al departamento de Lautaro y él le dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Mis compañeros salieron; pero en un rato vuelven y les preguntamos si te pueden ayudar;… ¿querés tomar té?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Ella respondió:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Sí.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> El joven le puso agua a una pava, prendió una hornalla de la cocina y puso el agua a calentar; después se sentó en el sillón de dos cuerpos que había en la habitación y ella se sentó a su lado; lo que siguió fue un silencio incómodo que duró un buen rato, tras el cual, Lautaro, tras mucho dudar sobre si debía formular la pregunta que tenía en mente, sin ningún dejo de recriminación, la formuló:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Qué hiciste? <br /></span><span style="font-family: georgia;"> Belén rápidamente dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Nada.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Segundos después, Lautaro dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Me di cuenta de cómo te pusiste cuando pasó la policía… ¿te están persiguiendo?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Tras algunos instantes, Belén dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -No. <br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Pero el miedo que tuviste al ver a los patrulleros, deja en claro que estás escapando de las autoridades… ¿por qué?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Entonces Belén, entendiendo que no hacía falta seguir ocultándose ante el muchacho con el que estaba, dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Soy militante de la UES (1).<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Entonces Lautaro dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Y por eso tenés miedo?…<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Belén asintió en silencio; Lautaro prosiguió:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Pero… no hiciste nada ilegal; no sos guerrillera ni nada, ¿o sí? -ella dijo que no -, entonces… aun si te detienen, te van a dejar ir rápido; ¿qué te pueden hacer por ser parte de un centro de estudiantes?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Qué me pueden hacer?… ¿No sabés todo lo que está pasando?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Qué es lo que está pasando? -dijo el joven, dando cuenta con esto de que venía de un lugar muy distinto respecto al centro y norte del país, ya que el sur argentino, del cual, él venía, fue el menos castigado por el terrorismo de estado, dado que allí, por escasez de población, los conflictos políticos que habían engendrado una combatividad extrema, materializada, no solamente, pero sí mayormente, en las organizaciones guerrilleras y en el apoyo de gran parte de la población a ellas, eran mucho menos intensos respecto al resto del país, incluyendo a Bahía Blanca, que ya era un lugar muy castigado por los represores del estado, pero como había llegado a Bahía apenas unos días atrás, todavía desconocía lo que en dicha ciudad, a diario acontecía.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Ella le preguntó:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Vos no tenés miedo de que te detengan?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> El joven dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Por qué me detendrían a mí? Si yo no estoy en política ni tengo armas ni nada.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Belén tuvo ganas de decirle que no hacía falta estar en política ni tener armas ni nada, para ser reprimido por las autoridades en ése, ni en ningún otro tiempo histórico; en el caso particular del tiempo histórico en cuestión, bastaba con ser amigo o conocido de alguien que estuviera en política no derechista, o simplemente, con estar en el momento y el lugar, equivocados, para ser secuestrado por las autoridades y hecho pasar por lo peor, pero no lo hizo por advertir en él, una ingenuidad propia de la primera infancia, la cual, necesariamente implica tener una visión benévola de la gente y el mundo; sabiendo que era cuestión de poco tiempo para que los hechos chocaran contra dicha ingenuidad y la destruyeran, le pareció innecesario destruirla con palabras.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> El momento y el lugar, equivocados, solían llevarlos consigo aquellos señalados por las autoridades como “subversivos”, de ahí que el sólo hecho de estar con esa chica, al joven lo pusiera en peligro; ella lo sabía, por lo cual, a pesar de la necesidad de ser ayudada por alguien, de ese alguien a quien se acercara, o que a ella se le acercara (éste último había sido el caso), debía alejarse rápidamente en pos de minimizar el riesgo para él, y así pensaba hacerlo.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Tras tomar el té durante el cual, lograron cambiar de tema hacia otros agradables, ella le dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Te molesta si duermo un rato?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -No, para nada; podés acostarte en mi cama; es la que está contra la pared izquierda en ese cuarto -y le señaló una puerta.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Gracias… cuando lleguen tus amigos, despertame; si no pueden ayudarme, inmediatamente me voy, y desde ya te agradezco lo que estás haciendo por mí.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Y antes de dirigirse al dormitorio, le dio a Lautaro un beso en la mejilla que lo conmovió profundamente.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span><span style="font-family: georgia;"><b>Contextualización histórica</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span><span style="font-family: georgia;"> En 1973, tras terminar la dictadura militar autodenominada: “Revolución Argentina”, como presidente fue elegido Héctor Cámpora; inmediatamente tras su asunción, hubo tomas de colegios, universidades, fábricas, hospitales y radios; si bien había también reclamos por otros motivos, el objetivo principal de quienes tomaban los diversos ámbitos mencionados, era el de que se expulsara a las autoridades que venían de la época dictatorial; en gran medida, Cámpora accedió a dichos reclamos procedentes de los denominados “anticontinuistas”.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> En el caso particular de los colegios, los que fueron tomados en el año ‘73 en todo el país, llegaron a ser más de 500.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Quienes realizaban las tomas de colegios, no necesariamente eran militantes políticos, de hecho, en muchos casos, la mayoría de los estudiantes aceptaba participar de las tomas con la condición de que justamente no hubiera banderías políticas detrás de las mismas, lo cual demuestra que la voluntad de que en el ámbito escolar, las decisiones fueran tomadas por el grupo de individuos que fuera a ser por las mismas, directamente afectado, no procedía únicamente de militantes de la izquierda revolucionaria, sino también de muchos que no se identificaban con ninguna agrupación política, y esta tendencia a ir en la búsqueda de una participación progresivamente mayor de la ciudadanía en las decisiones respecto a la organización social, de seguir avanzando, derivaría en una salida de la “democracia representativa” y en una entrada en la “democracia participativa”, que, a su vez, llevaría a la “democracia directa”, la cual, como tal, prescinde de todo líder, <b>de ahí que la inclinación hacia la política revolucionaria que en los años 1970 en Argentina tuvo aceptación masiva entre los jóvenes, a diferencia de lo que los derechistas dicen, no tendiera hacia el “marxismo/socialismo/comunismo”</b>, ni hacia sus versiones gubernamentales deformadas y falsas, materializadas en la Unión Soviética, China y Cuba, <b>sino hacia el anarquismo</b>, y la anarquía es IMPRESCINDIBLE para la existencia del socialismo/comunismo, ya que el estado, por haber sido creado por los capitalistas para defender a sus vidas y propiedades, posibilita la existencia del capitalismo, de ahí que los “gobiernos socialistas/comunistas”, nunca hayan existido ni puedan existir, dado que el estado sostiene al capitalismo y tiene por una de sus manifestaciones, al gobierno; los gobiernos que se han autoproclamado “socialistas/comunistas”, sensatamente pueden ser denominados capitalistas de estado y antipopulares, porque el estado y el gobierno, están compuestos por una cantidad de personas que no llega a ser siquiera el 1 por ciento de la población de un país, es por esto que esa idea estatista según la cual, “el estado somos todos”, es totalmente mentirosa, y de ahí que el creer que lo estatal es lo público, sea tan ridículo como creer que el poder judicial es la justicia;... fue por ese carácter totalmente antipopular de todo gobierno “socialista/comunista”, que las mayorías quedaron totalmente al margen de las decisiones políticas que rigieron en sus territorios;… pero por supuesto... lo mismo da para los derechistas que la juventud argentina de los ‘70, tendiera hacia el marxismo o hacia el anarquismo, ya que ningún facho considera al anarquismo, una cosa deseable; la cuestión es que todo esto que tendía hacia la desaparición de la autoridad política, y que lejos de resultar en un caos social total, podría resultar en un cambio de fondo en el sistema, dando lugar a una sociedad mucho más justa, no es tenido por cosa buena entre las personas que ocupan cargos de poder coercitivo estatales ni gubernamentales, como tampoco así, por el empresariado, que a su vez tiene a las autoridades para defender sus privilegios que, sin policía ni milicia, sucumben, fue por esto que el empresariado financió a las fuerzas represivas para que restauraran el “orden”, que para ellos no es otra cosa que el sistema jerarquizado que hace del ser humano, un vil explotador de toda forma de vida, incluyendo a la suya propia; así se hizo y así fue que se terminó con la “utopía” de la juventud revolucionaria de los ‘70, que creía que lo malo no es el ser humano, sino el sistema social jerarquizado que el ser humano, creó, que lo lleva a potenciar todos sus defectos, y que del mismo ser abolido y reemplazado por otro igualitario, lo que se potenciaría en nosotros, serían las virtudes.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span><span style="font-family: georgia;"><b>Más contextualización</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><b><br /></b></span><span style="font-family: georgia;"> Tras Cámpora renunciar por orden de Perón, éste último se postuló para la presidencia y ganó las elecciones; el objetivo de Perón, tras la política izquierdista implementada por él a través de su delegado Cámpora, haber fracasado en lo que hace a la pacificación del país, fue el de lograr la pacificación compulsiva mediante la derechización de su política.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> En el ámbito escolar, la derechización del peronismo, entre otras cosas implicó la reincorporación de docentes y directores, poco antes, expulsados por ser de derecha, y la expulsión de aquellos, poco antes, incorporados por ser de izquierda; ante este estado de cosas, los izquierdistas del movimiento peronista cayeron en una confusión total, ya que no entendían cómo podía ser que en pleno gobierno “popular” de Perón, fueran reprimidos quienes se autoproclamaban "peronistas", fue entonces que le empezaron a echar la culpa de todo a López Rega, cayendo así en el absurdo de considerar que un cuatro de copas como él, podía manejarlo a Perón como si éste fuera un títere; por suerte para los peronistas revolucionarios, Perón murió no mucho después de haber accedido a la presidencia, y entonces sí pudieron (sin que nadie tuviera fundamentos para desmentirlos) culpar por la represión extrema que los apremiaba en todo el territorio nacional, a “Lopecito” y a la presidente Isabel Martínez de Perón, quien, a diferencia de su esposo, sí era un títere de López Rega.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span><span style="font-family: georgia;"><b>Aún más contextualización</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span><span style="font-family: georgia;"> Los profesores y directores que, en el año ‘73, por reclamos del alumnado, habían sido expulsados, fueron siendo poco a poco, reincorporados en los años ‘74 y ‘75, y muchos de ellos estaban <i>muuuy</i> enojados con los alumnos, de ahí que, en la conformación de listas en las que se clasificaba a ciertos estudiantes como “subversivos”, hayan participado docentes y directores que sabían perfectamente que <b>las jerarquías no se crean ni se sostienen reconociéndole derechos a los que están abajo, sino negándoselos</b>; de ahí lo paradójico de la política de Perón, ya que la misma, innegablemente consistió en gran medida, en una ampliación de derechos de los sectores de la sociedad, pertenecientes a los estratos más bajos, que implicaba el reconocimiento de su igualdad respecto a quienes pertenecían a los sectores más altos, por eso tantos izquierdistas se autodenominaron “peronistas”, pero a la vez que ampliaba sus derechos y los reconocía como iguales, Perón pretendía mantener la verticalidad, las jerarquías… Básicamente, Perón inició en un bosque, un fuego que pretendió controlar, y todos sabemos que el fuego, por menor que sea, en un área forestal puede muy rápidamente salirse de todo control y volverse general, lo cual acarrea necesariamente consecuencias desastrosas… Perón encendió en el bosque de la clase trabajadora el fuego de la dignidad que la llevó a no sentirse menos ni más que nadie, y esa dignidad, en los ‘70 se expandió hacia los demás ámbitos sociales y atentó contra el sistema jerárquico dominante, de ahí que al líder que tal fuego encendió, los nuevos dignos le estuvieran agradecidos, pero al afianzarse su dignidad, lo que necesariamente seguiría sería un rechazo a todo liderazgo, incluido el del mismo Perón y el de sus pretendidos discípulos (llámense: Firmenich, Cámpora, López Rega, Isabelita, etc.), de ahí que la dignidad peronista, como ya expuse, no derive por evolución natural, en lo que suele llamarse “socialismo/comunismo” (que, como también expuse, no es realmente socialismo ni comunismo, sino capitalismo de estado que en ninguna medida abolió las jerarquías en los territorios en los que se practicó), sino en el anarquismo, que sí es una ideología tendiente a disolver las jerarquías;... Perón, sin haberlo buscado, sabido ni imaginado, puso en marcha un vehículo con rumbo a una organización social sin estado ni gobierno (de ahí que haya habido anarquistas que adhirieron al peronismo), pero cuando el tren del igualitarismo justicialista empezó a ganar velocidad, quiso ponerle un freno, y cuando ese tren está constituido por personas, ponerle un freno equivale a reprimirlas… torturarlas… matarlas… por todo esto es que digo que eran tan peronistas quienes se identificaban con la izquierda revolucionaria, como quienes lo hacían con la derecha reaccionaria, ya que tanto aquellos que pretendían disolver a las jerarquías como aquellos que pretendían protegerlas, eran representantes de las dos grandes líneas políticas que Perón, trazó.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span><span style="font-family: georgia;"> En la lista de estudiantes “subversivos” confeccionada por un profesor recientemente reincorporado al colegio al que Belén Cardinale, asistía (lista que a un miembro de la SIDE, presente en el colegio, el profesor Campestrini, semanas atrás, le había entregado), figuraba su nombre; ella había sido parte del alumnado que en 1973, había reclamado y logrado, su expulsión.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span><span style="font-family: georgia;"><b>Tristeza</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><b><br /></b></span><span style="font-family: georgia;"> Eran ya casi las nueve de la noche; casi una hora había pasado desde que Belén se había ido a acostar.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Los compañeros de Lautaro deberían llegar en cualquier momento; en eso,</span><span style="font-family: georgia;"> golpearon a la puerta, lo cual, extrañó a Lautaro porque sus compañeros tenían llave, entonces pensó que no debía ser ninguno de ellos quien había golpeado, y tras acercarse a la puerta, preguntó:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¿Quién es?<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Soy yo; me olvidé la llave; ¡abrime!<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Lautaro reconoció a la voz procedente del otro lado de la puerta, como perteneciente a uno de sus compañeros, pero no abrió inmediatamente, sino que miró por la mirilla y vio a su compañero, cuya expresión era de terror, tomado de ambos brazos por dos hombres, detrás de los cuales, había otros dos; todos llevaban pasamontañas; en la cuadra de la residencia, acababan de estacionar cuatro autos; dos eran Ford Falcon y los otros dos, eran Torinos; en la inmediaciones circulaban dos patrulleros que eran parte del operativo en curso; en el interior de los autos estacionados ya mencionados, había varios otros represores esperando a que sus colegas llevaran el “paquete”, como ellos decían, que en este caso era Belén.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Lautaro no abrió la puerta y fue rápidamente hacia el dormitorio; con desesperación, dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -¡Carolina, despertate! ¡Salí por la ventana ya mismo porque…!<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Entonces se escuchó el ruido de la rotura de la puerta a barretazos y patadas, realizado por los miembros de la patota de la Triple A (2) en colaboración con miembros de la CNU (3); a los pocos segundos, los represores, blandiendo armas largas, irrumpieron en el departamento; tres de los cuatro que Lautaro vio por la mirilla, ingresaron al dormitorio y al ver a Belén, uno dijo:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Acá está, la zurdita de mierda. <br /></span><span style="font-family: georgia;"> Y le dio un culatazo de itaka en la cabeza que la hizo caer, entonces Lautaro, mientras gritaba: “¡Hijos de puta! ¡Váyansé!”, intentó golpear al represor pero fue reducido por dos de sus compañeros; mientras ambos lo sujetaban, el represor que había golpeado a Belén, le dio un culatazo en el abdomen que lo llevó a caer de rodillas; tras unos segundos le ordenó a sus compañeros que lo levantaran y cuando lo hicieron, volvió a golpearlo con la itaka en el mismo lugar, lo cual, lo llevó nuevamente a caer; a los pocos segundos volvió a ordenarles que lo levantaran y esta vez, el culatazo que le dio, fue en la cabeza; al ver que el joven se encontraba en estado de inconsciencia, los represores lo soltaron, agarraron a Belén, le vendaron los ojos, y arrastrándola, la llevaron hacia el interior de un Torino que arrancó a toda velocidad.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> En el momento en que Lautaro sintió el golpe en la cabeza, abruptamente se despertó sin recordar absolutamente nada de lo por él, recién soñado; miró el reloj en su muñeca y mentalmente dijo: “Cinco y veinte”; sus compañeros no estaban; le habían dejado una nota que decía que habían salido a diversos lugares y que para la hora de la cena, volverían.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span><span style="font-family: georgia;"><b>Oportunidad de reescribir el destino</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><b><br /></b></span><span style="font-family: georgia;"> El joven se levanta de la cama; toma algo de agua, después, tranquilamente come una manzana y decide salir a dar una vuelta.<br /></span><span style="font-family: georgia;"> Tras un buen rato de caminata, Lautaro mira de nuevo su reloj; son casi las seis de la tarde; considera que ya va siendo hora de volver, por lo que mientras transita por la altura 150 de la calle Alsina, decide caminar hasta la esquina San Martín, para una vez ahí, pegar la vuelta, pero a los pocos metros, pasa por el frente de una panadería y ve a una chica de 17 años… inmediatamente experimenta intensísimos “flashbacks” del sueño que un rato antes, tuvo, y reconoce en la chica, a la coprotagonista del mismo; en el sueño ella no le había dicho su verdadero nombre; el nombre que había manifestado tener, es el de: “Carolina”, sin embargo, por algún motivo, mientras con enorme emoción, la contempla, con estremecimiento en la voz, dice:<br /></span><span style="font-family: georgia;"> -Belén...</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: left;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;">(1) Unión de Estudiantes Secundarios.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;">(2) Alianza Anticomunista Argentina.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;">(2) Concentración Nacional Universitaria.</span></span></p><p></p></div>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-33536200781158643532024-02-27T10:58:00.000-08:002024-03-16T14:50:32.665-07:00María Clara Combatiente (cuento) - Martín Rabezzana<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">("María Clara Combatiente", es la tercera parte de la -hasta ahora- tríada, que se inicia en el cuento: "María Clara: futura combatiente" y continúa en: "María Clara: ex combatiente".)</span></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUHJuGoMdoNrY27Up21c7TFID4UUb9kUNNpEsLMwO28YiWyyjB3kPwJpKrJ2n8wi2BkX9gOB121aFW9-39Vh-S7nYORFeMkF1CjbczsGVEKnEIsQTV_NE9SdiVxNa81bEte4XJ053SQZ_47hrK7y-YsrzZAQRjOPzxxy2RX0CmwJgxkztWN2sXo6uaSzRm/s904/Mar%C3%ADa%20Clara%20Combatiente%20-%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="780" data-original-width="904" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUHJuGoMdoNrY27Up21c7TFID4UUb9kUNNpEsLMwO28YiWyyjB3kPwJpKrJ2n8wi2BkX9gOB121aFW9-39Vh-S7nYORFeMkF1CjbczsGVEKnEIsQTV_NE9SdiVxNa81bEte4XJ053SQZ_47hrK7y-YsrzZAQRjOPzxxy2RX0CmwJgxkztWN2sXo6uaSzRm/s320/Mar%C3%ADa%20Clara%20Combatiente%20-%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras:
2.125-</b></span></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><b>Final y nuevo comienzo</b></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> María Clara Tauber era una anarquista convencida y hasta hacía meses atrás, contraria al uso de la violencia, hasta que el intento de secuestro en su contra realizado por una patota de la Triple A, que fue fallido gracias a la intervención armada de Ulises y Elena, ambos guerrilleros montoneros, la empujó a unirse a dicha organización en pos de poder defenderse de la violencia extrema perpetrada por el estado.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> En los últimos meses del año ‘74, María Clara fue puesta en contacto por Ulises y Elena, con oficiales montoneros que acababan de volver del Líbano, país en el cual, habían recibido entrenamiento militar; los oficiales le impartieron clases aceleradas de combate que la convirtieron casi de la noche a la mañana, en una experta en el manejo de armas de fuego de todo tipo, de armas blancas, e incluso, en una practicante bastante respetable de técnicas de combate cuerpo a cuerpo;… La María Clara de constitución física débil y carácter temeroso, había dejado de existir.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Una vez aceptada en Montoneros, a María Clara se le proveyeron documentos falsos que le permitieron vivir en la clandestinidad; mientras tanto, trabajaba en la sección prensa e inteligencia de ésa y otras organizaciones de extrema izquierda y vivía en diversas casas que “la orga” le proveía a sus integrantes; por motivos de seguridad, ningún militante se quedaba más de dos semanas en la misma casa.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Fue en abril de 1975, en circunstancias en que se encontraba viviendo en Buenos Aires, más precisamente en la ciudad de Vicente López, en la calle Martín J. Haedo al 1330, a pocas cuadras de Gaspar Campos 1065, dirección en la que está ubicada la que fue última casa de Perón (“la orga” la había mandado a vivir ahí junto a otros compañeros, para que realizaran inteligencia en el área, ya que la conducción planeaba hacer algo en la casa de Gaspar Campos), que se reencontró con Ulises y Elena a quienes no veía desde hacía ya meses; la pareja le contó que la CNU (1) había empezado a extender su represión a diversas provincias y ya no sólo la perpetraba en el ámbito universitario, sino también, en el secundario e incluso, más allá de todo ámbito escolar; ambos le contaron que los aprietes, las amenazas y las palizas a los militantes de la UES (2), eran cada vez más frecuentes; le contaron que un miembro de dicho centro de estudiantes del Colegio Nacional número 1 de Rosario, les dijo que los preceptores de todas las escuelas del país, que eran simpatizantes del peronismo de izquierda o al menos, tolerantes con el mismo, tras la renuncia del “tío” Cámpora, fueron expulsados en masa, así como también, los directores y maestros que lo fueran, de todos los recintos escolares, y reemplazados por otros de derecha; en el caso particular de los preceptores, muchos procedían de la CNU y uno de ellos, junto a varios secuaces, en los últimos días venía amenazando a los chicos.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Ulises dijo:</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> -Después de cantar delante de militantes de la UES: “¡Si Evita, viviera, sería CNUera!”, les decía: “A fin de mes van a ver lo que les va a pasar, pendejos” -me dijo un estudiante que un preceptor les empezó a decir a diario hace unos días, mientras les hacía ver que en la cintura, llevaba un arma; el tipo insinúa habitualmente que va a cometer agresiones sexuales, y no sólo contra las chicas, sino también contra los varones, y sabemos que esos tipos no son de los que amenazan por amenazar; lamentablemente, cumplen sus amenazas.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> María Clara preguntó:</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Le comunicaron esto a la conducción?</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Elena respondió:</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> -Sí, pero ni los de la regional ni los de la nacional de Montoneros, tienen ningún interés en proteger a los militantes de los <i>frentes de masas</i>.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Ulises dijo:</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> -Los de la Jotapé, hace rato que vienen pidiéndole a la conducción nacional de Montoneros que les manden combatientes para protegerlos de los sicarios de la Triple A, pero no lo hacen;… evidentemente quieren que por tal estado de indefensión, ingresen a Montoneros para protegerse, que es lo que hiciste vos.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> María Clara, tristemente asintió; después dijo:</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> -¡Qué hijos de puta que son!… Tendremos que ocuparnos en algún momento de esas porquerías de Firmenich, Vaca Narvaja y Perdía, pero antes, tenemos que ocuparnos del preceptor ese, y de sus secuaces, y… ustedes vinieron justamente a buscarme para eso, ¿o no?</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Tanto Ulises como Elena, asintieron; María Clara, que si bien ya había participado de operativos armados pero sin hasta el momento haber matado, no dudaba de que, de ser necesario, lo haría, dijo:</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> -Cuenten conmigo.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><b>Operativo: “El nacional”</b></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4d4Q8dE7iud0nGGtRNEEBBpAKA8Iv0Njn5k67aETSmELKF-n7gWijGawRYN5-SYuPqlAQuiQTphv3aVaUHQHUVoyEJbwJWIYH0QmBLTbWx6dv6kcII6cBp1lUwP90L9n74XzSEi12UhSSZGxypYAeA2WVC5nWB5YQpWVYW3gnFtptbLE9aUCxpem44_lF/s1210/Mar%C3%ADa%20Clara%20Combatiente%20-%20copia%20(2).jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="942" data-original-width="1210" height="249" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4d4Q8dE7iud0nGGtRNEEBBpAKA8Iv0Njn5k67aETSmELKF-n7gWijGawRYN5-SYuPqlAQuiQTphv3aVaUHQHUVoyEJbwJWIYH0QmBLTbWx6dv6kcII6cBp1lUwP90L9n74XzSEi12UhSSZGxypYAeA2WVC5nWB5YQpWVYW3gnFtptbLE9aUCxpem44_lF/s320/Mar%C3%ADa%20Clara%20Combatiente%20-%20copia%20(2).jpeg" width="320" /></a></div></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Ese mismo día, María Clara, Elena y Ulises, partieron en el Renault 4 de estos últimos, rumbo a la ciudad santafesina de Rosario, con la intención de ejecutar su plan al día siguiente.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> La pareja había investigado al preceptor, que en el ámbito escolar estaba siempre secundado por tres individuos presumiblemente pertenecientes a la SIDE (3), y sabían por eso que a diario llegaba al colegio, poco después de las siete de la mañana en un Peugeot 404 de color blanco, junto a uno de ellos; los otros dos que también andaban con él, llegaban juntos en un Chevrolet 400 de color rojo; el plan era muy sencillo: tanto el preceptor de la CNU como el otro tipo, y así también, los otros dos represores, llegaban por la calle Necochea y estacionaban a media cuadra de 9 de Julio, es decir, a pocos metros del colegio, entonces era sólo cuestión de que los combatientes se pusieran uniformes escolares que los hicieran parecer alumnos (los tres tenían poco más de veinte años, por lo que su juventud hacía creíble que fueran alumnos de quinto año), y esperaran la llegada de los represores; en cuanto el Peugeot o el Chevrolet, estacionaran, María Clara y Ulises se acercarían al vehículo y tras sus ocupantes, bajar, abrirían fuego contra ellos; como era altamente improbable que ambos vehículos llegaran al mismo tiempo, la idea era matar solamente a los ocupantes del primer auto que llegara; a los otros dos represores, intentarían matarlos en un futuro operativo; tras la comisión de las ejecuciones, lo que seguiría sería la fuga en el Renault 4 que manejaría Elena, que debía estar estacionado con ella en su interior, en esa misma cuadra en la esquina opuesta a la calle 9 de Julio. </div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><b>Fuego</b></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Quince minutos antes de las siete de la mañana, los tres combatientes llegaron al lugar en cuestión; Ulises y María Clara, vistiendo uniformes escolares, bajaron del Renault 4 y caminaron por la calle Necochea, que a esa hora estaba casi vacía de transeúntes, ya que los alumnos ingresarían a las 7:30 y tan sólo el personal de la escuela ingresaba a la misma a las 7:00; nadie que los viera en el área, pensaría que eran otra cosa que estudiantes que, por algún motivo, habían llegado demasiado temprano y que por eso, vagaban por la zona mientras esperaban la apertura de las puertas del colegio (de hecho, algunas personas los vieron, y eso pensaron); Elena, que debía quedarse en el auto, también vestía ropa escolar, ya que si alguien, un policía, por ejemplo, le llegaba a preguntar qué estaba haciendo, podría decirle que era una alumna que estaba esperando que se hiciera la hora para entrar al colegio; el policía podría preguntarle de quién era el auto, entonces, con un tono de nenita ingenua, diría que de su papá, y él posiblemente preguntaría en dónde estaba su papá, entonces ella diría: “Fue a comprar cigarrillos”. Y señalando detrás del agente, agregaría: “Ahí viene”, entonces él se daría vuelta y ella sacaría un arma con la que le dispararía… pero afortunadamente nada de esto pasaría, lo que pasó fue que se hicieron las siete horas y el Peugeot 404 del preceptor de la CNU, llegó y estacionó en donde siempre lo hacía; sus ocupantes bajaron del vehículo y fue entonces que Ulises y María Clara, tranquilamente se les acercaron, sacaron sus armas y las gatillaron; por inverosímil que parezca, ambas armas se trabaron, por lo que ambos represores, al advertirlo, metieron sus manos bajo sus ropas en un inequívoco intento de sacar sus propias armas, lo cual, lograron, y llegaron a dispararlas en dirección a los guerrilleros, pero fallaron porque para cuando lo hicieron, tanto María Clara como Ulises, se habían refugiado detrás de autos que, cerca de la esquina 9 de Julio, estaban estacionados (María Clara estaba en la vereda derecha desde la óptica de los represores y Ulises, en la izquierda); desde detrás de ellos, habiéndose ya destrabado sus armas, respondieron a sus disparos; los represores parapoliciales, que se habían refugiado detrás del Peugeot 404 en que habían llegado, dispararon unas nueve veces; los guerrilleros, más de cinco cada uno; el fuego de los guerrilleros fue certero, y no así, el de los represores, y así fue que estos últimos quedaron tirados en el piso heridos de muerte; segundos antes de que cayera muerto el preceptor de la CNU, llegó el Chevrolet 400 a la cuadra del hecho, frenó en el sector derecho de la calle, y sus ocupantes, al ver desde el mismo el hecho de sangre, dispararon contra los combatientes, lo cual llevó a Ulises y a María Clara, a volver a refugiarse detrás de autos estacionados; Ulises disparaba con una pistola cuyo cargador, alojaba más de diez balas, mientras que María Clara había disparado en un principio con un revólver de seis tiros y como había agotado su cargador en el primer hecho, debió recurrir a un segundo revólver de 5 tiros que tenía escondido bajo su pantalón a la altura de la pantorrilla derecha.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> El represor que se encontraba en el asiento del acompañante, abrió la puerta del auto y se agachó en posición de tiro detrás de la misma, que le sirvió de escudo, pero fue que en una de las veces que se asomó para disparar, ambos guerrilleros lo impactaron y cayó muerto al piso; el conductor del auto, al ver a su compañero abatido, intentó arrancar y retroceder, para irse del lugar, pero ocurrió que, por los terribles nervios que lo embargaban, manipuló demasiado fuerte la palanca de cambio que estaba integrada al volante, y la rompió, resultando esto en que no pudiera arrancar y no tuviera más opción que la de seguir respondiendo a los disparos; como su revólver se había quedado sin balas, cruzó al asiento del acompañante y bajó del auto en un intento de agarrar la pistola de su compañero de represión caído, lo cual, logró y siguió disparando; uno de sus disparos dio en una pierna de Ulises; en ese momento vio que María Clara, gatillaba, pero su arma no disparaba por haberse quedado sin munición, y si bien, tenía balas en un bolsillo que le permitirían reanudar los disparos, debía cargar su revólver, lo cual le daba al represor del estado, varios segundos de relativa seguridad respecto a que del sector derecho en el cual, él se encontraba, no procederían disparos; en ese momento, lo mismo que a su compañera combatiente, le ocurrió a Ulises, cuya pistola expulsó al cargador, quedando así bien claro, que las balas se le habían acabado; al ver esto, el represor parapolicial decidió cruzar la calle para ultimar a Ulises, a quien sabía herido y era el combatiente que más cerca tenía; mientras tanto, Elena, que permanecía en el auto viendo la escena mientras dudaba sobre si debía quedarse en el mismo, como estaba planeado, dispararle al represor, o qué, en un momento sacó su revólver y lo apuntó contra él, pero fue justo cuando éste bajó la cabeza y salió por el asiento del acompañante, saliendo así también, de su mira, y cuando el represor, arma en mano, empezó a cruzar la calle en dirección a Ulises, dejó de dudar completamente sobre qué debía hacer, y arrancó a toda velocidad el Renault 4 en dirección a él, embistiéndolo y haciéndolo volar por el aire; una vez que el mismo estuvo en el piso, María Clara, que recién había terminado de cargar su arma, fue corriendo hacia él, que se encontraba semiinconsciente, lo apuntó y le disparó un total de tres veces; después ayudó a Ulises a subir al auto, subió ella misma, y se fueron rápidamente del lugar.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> Ulises fue atendido por su novia Elena, que había hecho un curso de enfermería y se había especializado en la atención de heridas de bala, y se recuperó sin inconvenientes, tras no mucho tiempo, ya que la bala lo había apenas rozado.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"> El operativo, pese a sus imprevistos, fue un éxito.</div><div style="font-family: georgia; font-size: large; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div><div style="font-family: georgia; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;">(1) Concentración Nacional Universitaria</span></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;">(2) Unión de Estudiantes Secundarios</span></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana;">(3) Servicio de Inteligencia del Estado</span></div></div>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
</p>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-9206197609820263792023-11-13T11:58:00.000-08:002023-11-13T12:22:39.563-08:00Magda de noche (cuento) - Martín Rabezzana<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(La siguiente
historia es un capítulo previo de mi cuento: “Gracias por venir a
buscarme”, publicado en mi libro: “Mi obra consagratoria”).</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras: 1.620-</b></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyyVIUKTmWZeXa9IoE4W1TFiJdFO4ncWdLMB8n84PrTIqdmauWkIZvnUWHTQmzsAEqnI5wLqEqVE1EFYbAQmEsd0h65VYNXkyGP5kjSG2Fc4sEaHoVxUYbtIZW4pPKiMCq3ZCs9DRHbswEOCJuE7KxFZH8rxvXaiLeHw0ZVu3wubjLlsnix-7QwNjOoop6/s644/h.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="523" data-original-width="644" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyyVIUKTmWZeXa9IoE4W1TFiJdFO4ncWdLMB8n84PrTIqdmauWkIZvnUWHTQmzsAEqnI5wLqEqVE1EFYbAQmEsd0h65VYNXkyGP5kjSG2Fc4sEaHoVxUYbtIZW4pPKiMCq3ZCs9DRHbswEOCJuE7KxFZH8rxvXaiLeHw0ZVu3wubjLlsnix-7QwNjOoop6/s320/h.jpg" width="320" /></a></div> La conversación que
a continuación se presenta, tuvo lugar una noche de viernes
levemente fría del año 1929, en circunstancias en que los dos
amigos transitaban tranquilamente por la calle Alsina a la altura
490, de la ciudad de Quilmes; uno de ellos, cuyo nombre era Lucas, le
dijo al otro:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Todo tiene un
lado opuesto y todos los opuestos son complementarios e
interdependientes; el día no puede existir sin la noche. La vida no
puede existir sin la muerte y la realidad no puede existir sin la
ficción; por ejemplo: el “pueblo” (en el sentido de
<i>estado-nación,</i> que es
el que actualmente mayormente se le da a ese vocablo) no existe, ya
que en cada país, la homogeneidad entre las personas en cuanto a
cultura, formas de pensar, de sentir y de ser (lo cual debe darse por
existente para aplicarle a los nacidos en el mismo territorio, un
título étnico común), es absolutamente NULA, y por ser nula, la
consideración de que quienes nacen en el mismo país conforman un
pueblo, es totalmente fantasiosa; el “pueblo” es una ficción
que, como toda otra ficción, sostiene una realidad; sin dicha
ficción, su contraparte fáctica, no se sostendría. Como prueba de
esto, formulo la siguiente pregunta retórica: si todos los que nos
llamamos argentinos, dejáramos de llamarnos así… el presidente
argentino… ¿a quién podría gobernar? A NADIE, ya que ninguna
población puede considerar que sea su líder legítimo, alguien que
lleve un título nacional, distinto al de ella, de ahí que la
ficción de la nacionalidad sea imprescindible para la existencia de
la realidad de la gubernabilidad.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces su amigo
(que se llamaba Eloy), que nada convencido estaba de lo que había
escuchado, le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Yo creo que es
muy discutible tu idea de que la realidad está conformada por
ficciones; si así fuera, bastaría con reemplazar a la historia con
leyendas positivas para que a partir de ellas, las personas empezaran
a conformar una realidad también positiva, y no creo que sea tan
sencilla la cosa; yo creo que caés en el error de sobrevalorar a las
fantasías, a las ficciones, ya que si bien, un valor, innegablemente
tienen, el mismo no pasa de ser el que tiene cualquier otro tipo de
divertimento, por eso, sin ánimo de ofender, te digo que para mí,
lo que importa en serio, es la realidad, y es a ella que tenemos que
valorar debidamente, en pos de entenderla y poderla mejorar; si nos
llenamos la cabeza de ficciones, ninguna intervención útil podremos
tener en los hechos; por todo esto es que considero que quienes le
dan demasiada importancia a las fantasías, como por ejemplo, las
personas religiosas, viven en un absurdo altamente nocivo para sí
mismas y para los demás.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Lucas,
aferrado a sus ideas, le respondió:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Lo absurdo en
serio, es desacreditar a alguien por tener creencias que consideramos
fantasiosas (religiosas, políticas u otras), por asumir, como hacés
vos, que lo único importante es la realidad, ya que a partir de las
ideas fantasiosas que tengamos, actuamos de determinada manera, y con
esas acciones, creamos determinadas realidades, y si tuviéramos
otras ideas fantasiosas, actuaríamos de otra manera y crearíamos
otras realidades, de ahí que SIEMPRE sean las ficciones que en la
cabeza tengamos, generadoras de realidades, y de ahí a su vez que la
separación entre la fantasía y la realidad, no exista.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Eloy, que seguía
sin aceptar el razonamiento que se le presentaba, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Pero mirá
cómo se ha destruido (y se sigue destruyendo) el mundo por culpa de
la gente que se ha tomado demasiado en serio, ideas totalmente
fantasiosas! ¡Mirá el daño que han hecho las religiones!… Si la
humanidad fuera más realista, mucho del daño que se hace a sí
misma y a las demás formas de vida, disminuiría.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Para ese
entonces, los dos jóvenes que, como ya dije, habían iniciado esta
conversación filosófica en la calle Alsina a la altura 490, al
llegar a la altura 400, habían doblado hacia la derecha y empezado a
transitar por la calle Sarmiento; tan sólo una cuadra los separaba
de la calle Nicolás Videla en la que, a la altura 374, en donde
actualmente hay un importante edificio moderno, en los años 1920
había un monumental cabaret llamado: “Magda de noche” (*), por
el cual pasaron figuras de la música, legendarias, como Osvaldo
Fresedo y <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidbVqYQlVtjTpHGCxr_hQ_n_hozAGHKoTxXYlORC2wwz6KFa3GWf4YGXocRaI4m8JtNcK4_E9LaI7I1z7lfKdp6zt_N-yQRL0Ru5cNPhgxpjOZwhm5iEg-gjbEtjFLMs_X0SngLb4bwJPGm4LCcp4-Iu13vAZ9GBcaPQYGezVV0Zg4Q7Drl67qZohAeF71/s384/4.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="291" data-original-width="384" height="152" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidbVqYQlVtjTpHGCxr_hQ_n_hozAGHKoTxXYlORC2wwz6KFa3GWf4YGXocRaI4m8JtNcK4_E9LaI7I1z7lfKdp6zt_N-yQRL0Ru5cNPhgxpjOZwhm5iEg-gjbEtjFLMs_X0SngLb4bwJPGm4LCcp4-Iu13vAZ9GBcaPQYGezVV0Zg4Q7Drl67qZohAeF71/w200-h152/4.jpg" width="200" /></a></div>su orquesta, las cancionistas Linda Thelma, Ada Falcón y
Rosita Quiroga, dúos tales como: Magaldi-Noda y
Gardel-Razzano, además de deportistas de combate como Valentín
Alberti y el griego Antonópulos, que en aquellos años veinte, eran
cuchilleristas destacados.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras unos
segundos de silencio, Lucas dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Vos valorás
demasiado eso que llamás “realidad”, pero… ¿la realidad no es
un concepto subjetivo? ¿Qué es la realidad?… Para mí, lo que las
distintas personas llamamos “realidad” al referirnos a la misma
cosa, no es más que una coincidencia de subjetividades, y si nuestra
subjetividad cambia, lo que llamamos realidad, también cambia, por
la misma no tener existencia fuera de nuestra percepción.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK8jP5pVttKjw2or-7t7lH6YALUIYQJDzDcBniLvHWwxoT9dV-QaQsBh_vDksnbAuVkWXPGA6cW2KBmoPWWTfk7y_SODeJ0sJDpJgsn77qDoVHr3lZizG1n47XXjsCepD1YMDByKcs7hIc12sjJUX668-deMHjOd0c6cUkgW6-rdg8BUgDI5SqGFmrxTUe/s400/3.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="363" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK8jP5pVttKjw2or-7t7lH6YALUIYQJDzDcBniLvHWwxoT9dV-QaQsBh_vDksnbAuVkWXPGA6cW2KBmoPWWTfk7y_SODeJ0sJDpJgsn77qDoVHr3lZizG1n47XXjsCepD1YMDByKcs7hIc12sjJUX668-deMHjOd0c6cUkgW6-rdg8BUgDI5SqGFmrxTUe/w181-h200/3.jpg" width="181" /></a></div> Eloy, con la
tranquilidad de quien se cree poseedor de la verdad, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No… yo creo
que la realidad existe, es unívoca y totalmente independiente de
nuestra percepción por tener entidad propia.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Lucas, levantando
un poco la voz en esa marcha nocturna bajo las estrellas que entre
ellos, hasta el momento se había realizado sin querellas, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Pero… si yo
creo que algo es cierto y vos no, mi realidad será para vos, una
fantasía, así como esto último será para mí, tu realidad; ¿y
quién decide cuál de los dos tiene razón y, por consiguiente,
quién es realista y quién, fantasioso?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Eloy,
que a diferencia de Lucas, era un creyente fanático en todo aquello
que lleva el título de “ciencia”, respondió:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Para determinar
quién ve las cosas como realmente son, están los diplomados en
ciencias;… En tiempos recientes, la psicología y la medicina se
han fusionado, y los expertos en ambas materias son totalmente
capaces de determinar quiénes ven las cosas como realmente son, y
quienes, producto de un trastorno psicosomático o somatopsíquico,
son fantasiosos, por no decir: “enfermos” o “locos”; si leés
por ejemplo, la obra de…<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Eloy
abruptamente se calló y detuvo su marcha al igual que Lucas, en el
mismo momento en que desde la calle Sarmiento, media cuadra antes de
llegar a Nicolás Videla, vieron frente a “Magda de noche”,
aparecer de la nada, una nube densa que durante unos treinta segundos
se arremolinó sobre una vereda para después, al empezar a
disiparse, descubrir a un hombre joven, elegantemente vestido y
peinado a la gomina que, tras mirar sonriendo al cabaret que en la
vereda frente a él, se encontraba, cruzó la calle y al mismo,
ingresó.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras esta visión
de la que ambos descreyeron, Eloy le preguntó a su amigo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Viste eso?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Lucas,
totalmente maravillado, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sí.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Seguidamente,
ambos jóvenes se sumieron en un silencio total durante el cual, el
cientificista Eloy, empezó a imaginar cómo sería tratado por la
sociedad si manifestaba haber visto lo que vio; se veía siendo
desacreditado, ridiculizado, humillado y hasta manicomializado por
considerárselo, delirante, ya que nadie creería posible a lo que él
entonces interpretó como la materialización desde la nada de una
persona, pero él sí lo creía, y no sólo creía, sino que sabía,
ya que acababa de presenciar tal suceso, pero eso que él sentía
real, sería considerado irreal/fantasioso, por los demás, salvo
claro, por Lucas, que también había sido testigo del hecho
fantástico.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Pasaron varios
minutos en los que, una y otra vez, ambos jóvenes manifestaron
sorpresa absoluta por lo que habían presenciado.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> En determinado
momento, no sin cierto temor, cruzaron a la esquina de Sarmiento y
Videla en donde habían visto a la nube teletransportar a un hombre,
y tras un largo silencio, finalmente Eloy, ya con su criterio
cientificista hecho pedazos, le dijo a su amigo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Tenés razón…
la separación entre la fantasía y la realidad, no existe.</span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(*) El cabaret:
“Magda de noche”, situado en Nicolás Videla 374, esquina Sarmiento, en la ciudad de Quilmes (Magdalena del Buen Ayre, Buenos
Aires, Argentina, América, planeta tierra) fue inaugurado en 1913 y
demolido en 1956 por la Revolución Fusiladora (oficialmente llamada:
Revolución Libertadora), en una acción tendiente a favorecer al
centralismo cultural y económico porteño, que se veía (y se ve aún
hoy) amenazado por todo lugar convocante en materia cultural y de
esparcimiento, situado más allá de los límites de Capital Federal;
este no fue el único caso; lo mismo ocurrió con muchos otros
lugares en la década del 50 y en las siguientes, siendo destacables
los casos del Cine/Teatro Colón, de Quilmes (1909-1969),
imperdonablemente demolido, y el del Teatro Argentino de La Plata,
que, por causas oficialmente desconocidas, en el año 1977 se
incendió; la historia no oficial cuenta que fue el gobierno
dictatorial el que intencionalmente lo prendió fuego; otra cosa no
se puede pensar desde el momento en que cuando los vecinos testigos
del incendio se presentaron en las comisarías para denunciar que
habían visto a quienes lo iniciaron, la policía no quiso tomarles
las denuncias y los amenazó de muerte al tiempo que les ordenaba con
el tema no insistir; volviendo al cabaret “Magda de noche”;… el
mismo vio el desarrollo, esplendor y ocaso, del tango-canción, y
tuvo el honor de recibir en su escenario, a los más destacados
músicos de dicho género musical, así como esos músicos tuvieron
el honor de pasar por el escenario de ese lugar valiosísimo y hoy
casi por todos, completamente olvidado, que debería haber sido
declarado por la municipalidad, patrimonio histórico cultural de
Quilmes, por el gobierno nacional, patrimonio histórico argentino y…
¿por qué no?, por la UNESCO, patrimonio de la humanidad.</span></div>
<p style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
</div>
<p style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
</p>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-88312512887499481192023-11-10T12:00:00.012-08:002023-11-13T12:05:30.304-08:00¡Libertad a Libertad! (cuento) - Martín Rabezzana<div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras: 692-</b></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdHWKl8adUY3lMJZaZJbE5BHfFnk4dfymphQ_5J70DxWvkxSNprltgr3EaBxw6g5LEvuRTOwsPPk3CakcJb13h2mrba6MxkzAybVm-i1hECrVH8eQ9D86KJi3QZ4bVB-I0X7yUqgfmlytT_sK6Ly01X2GN25Z0s9LZ6L_b0tELJiPtSkBckSSEW2f1op7H/s1280/a.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1030" data-original-width="1280" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdHWKl8adUY3lMJZaZJbE5BHfFnk4dfymphQ_5J70DxWvkxSNprltgr3EaBxw6g5LEvuRTOwsPPk3CakcJb13h2mrba6MxkzAybVm-i1hECrVH8eQ9D86KJi3QZ4bVB-I0X7yUqgfmlytT_sK6Ly01X2GN25Z0s9LZ6L_b0tELJiPtSkBckSSEW2f1op7H/w320-h258/a.png" width="320" /></a></div><br /> A fines de los años
1980, en Argentina se puso de moda el patinaje sobre hielo; fue tal
el furor que en esos años existió por dicha actividad, que casi no
había parque de diversiones ni centro comercial que no tuviera al
menos una pista de patinaje sobre agua congelada; la moda duró hasta
mediados de la década siguiente (o sea, hasta mediados de la década
denominada: “Pisa con shampain”), y fue un hecho específico (y
lamentable) el que a dicha moda, en el país, le puso un punto que
parecía ser final; increíblemente, este suceso (que pasaré a
relatar, cuya veracidad me consta absolutamente, dado que fui del
mismo, testigo presencial) fue sospechosamente ignorado por los medios de
comunicación y hasta hoy, nada a este respecto podía encontrarse en
internet; con esta publicación, el silencio sobre el hecho en
cuestión, será roto, y así permanecerá eternamente.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Resulta que una
adolescente se encontraba junto a amigos, patinando alegremente una
tarde de invierno en una pista de hielo situada en cierto centro comercial que, por discreción y
por evitarme problemas legales, no voy a mencionar (centro comercial:
Alto Palermo) (ahora ya lo saben, pero no vayan a contar que fui yo
quien se los dijo); por ella carecer de experiencia en la práctica
del patinaje, se movilizaba torpemente y debido a esa torpeza, se
encontraba continuamente próxima a caer, lo cual suscitaba en ella y
en sus amigos, risas resonantes; tras varios trastabilleos,
finalmente cayó de espalda al hielo, lo cual no le causó ningún
tipo de lesión; esto no habría pasado de ser una anécdota graciosa
menor en el ámbito familiar y amistoso de la joven, si no fuera por
lo siguiente: como todos saben: los patines para hielo no tienen
ruedas, sino cuchillas, y ocurrió que al ella caer, sus miembros
inferiores se fueron para arriba en el mismo momento en el que un
muchacho transitaba patinando en la dirección diametralmente opuesta
a la suya, resultando esto en que la cuchilla de su patín izquierdo,
cortara al muchacho desde lo que es… la chota, hasta la parte superior de la cabeza. Es
decir: lo abrió en dos partes; de más está decir que el pobre
pibe... no la pudo contar.</span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWjEz1RyIQOQW-K-lb14nwCLAgh-KqUXADbGkC_pfZelqGuhSHFBFQOTzGZhAYpFDWOUrDsLJ9D26V1j3jb5EMdmgL8KT_IShMzoOED5rVO1MYCdpSgkmB5EOIOS6hvA3Dvz12_ptPiWhBfVoehZ9cyRSrm2dXzrIj28A6GpD5NERBaj8GTtk6yMRi-MFG/s1280/c.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1280" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWjEz1RyIQOQW-K-lb14nwCLAgh-KqUXADbGkC_pfZelqGuhSHFBFQOTzGZhAYpFDWOUrDsLJ9D26V1j3jb5EMdmgL8KT_IShMzoOED5rVO1MYCdpSgkmB5EOIOS6hvA3Dvz12_ptPiWhBfVoehZ9cyRSrm2dXzrIj28A6GpD5NERBaj8GTtk6yMRi-MFG/w200-h150/c.jpg" width="200" /></a></div> Mientras el joven
se encontraba muerto sobre el hielo, la chica se reía y se reía; no podía parar; obviamente, hasta el momento ignoraba lo que había
hecho, pero fue que instantes después, sus amigos la ayudaron a
levantarse y al ella ver al desafortunado joven, siguió riéndose, y si bien la
risa no se daba en ella a causa del hecho trágico que su caída
había producido, la misma (o sea, su risa), tras ser referida por
varios testigos a las autoridades, fue usada por el
Ministerio Público Fiscal, como base de un alegato acusatorio a la
adolescente en el que se la imputó por la comisión de un “homicidio
por placer”; la chica, cuyo nombre era (y es): Libertad Amestoy,
fue condenada a cadena perpetua; fue por este hecho que el presidente
<i>Caalo </i><i>Méndel </i><span style="font-style: normal;">(conviene
no invocar su nombre verdadero)</span> decretó la prohibición de
las pistas de patinaje sobre hielo en todo el territorio nacional
(fue una de las poqu<span style="font-style: normal;">íiiiii</span>simas
cosas buenas que hizo el hombre lobo devenido presidente);
inentendiblemente, años después, dichas pistas volvieron a
habilitarse (los legisladores que votaron a favor de la
rehabilitación de dicha actividad, que no es un deporte, sino un
juego perverso y cruel del que sólo pueden disfrutar los asesinos y
suicidas en potencia o manifiestos, no tienen perdón de dios, de
satán ni de NADIE).<br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH-eJjIYR-hPNDJxvT7AdHb6KgOLYNHa7rXQZvwdcZTbht0vyp8kfd0vjrodxSCALrNVPo4dyjP4x7F1qfPV5wFMY6yC3QPDLGG9JrFf7PZl4L7QJRuVPaaFg0OFijRa6-WKVkktmqHia3gfplWg_VXk9df6cCr9l7GWKCiQHJvVL0MepEjWv-DyOqG68g/s1280/Libertad%20a%20Libertad%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1280" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH-eJjIYR-hPNDJxvT7AdHb6KgOLYNHa7rXQZvwdcZTbht0vyp8kfd0vjrodxSCALrNVPo4dyjP4x7F1qfPV5wFMY6yC3QPDLGG9JrFf7PZl4L7QJRuVPaaFg0OFijRa6-WKVkktmqHia3gfplWg_VXk9df6cCr9l7GWKCiQHJvVL0MepEjWv-DyOqG68g/w320-h320/Libertad%20a%20Libertad%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Como ya referí:
Libertad fue en cana, y personas compasivas (yo incluido),
entendiendo que el hecho dramático recién contado, fue el resultado de un accidente,
en gesto de solidaridad con ella, poco después de su detención, nos
hicimos hacer remeras que dicen: “¡Libertad a Libertad!” (a pesar de esto, lo crean o no, nunca la soltaron), y para
las fiestas, le mandamos a la cárcel, pisa y shampain; actualmente
(año 2023) nos seguimos solidarizando con ella, pero, en sintonía
con los tiempos que corren, ahora le mandamos fainá y agua de la
canilla.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-38224507701093009162023-10-11T09:21:00.038-07:002024-03-12T09:57:50.295-07:00Noche de subversión de leyes naturales (cuento) - Martín Rabezzana<div style="text-align: left;"><span style="font-family: Bitter;"><b> -Palabras: 2.140-</b></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgobuLpGsJlSzE94-88lnOZCC6q0WvrNmOyoE7DDor5HS0cceoHb_5_fGBT_MfqQd5YVEExMBVltLeMnFe8eEs17x-hNG7vj3sE6VPoIzZMeH6oJpWg1MkJZUa0zEWl8NjrFI_W3UenT1eYJLzRajqX4Uqp0UNxui3mLWmVekQHKq7uGoEUBTOIGPB6SNo4/s768/0.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="561" data-original-width="768" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgobuLpGsJlSzE94-88lnOZCC6q0WvrNmOyoE7DDor5HS0cceoHb_5_fGBT_MfqQd5YVEExMBVltLeMnFe8eEs17x-hNG7vj3sE6VPoIzZMeH6oJpWg1MkJZUa0zEWl8NjrFI_W3UenT1eYJLzRajqX4Uqp0UNxui3mLWmVekQHKq7uGoEUBTOIGPB6SNo4/s320/0.jpg" width="320" /></a></div> Hasta hacía no mucho tiempo atrás, el fenómeno guerrillero era totalmente ajeno al ámbito patagónico; nosotros sabíamos de las tomas de comisarías, cuarteles, y de los secuestros de empresarios realizados por organizaciones político-militares, gracias a los medios de comunicación, dado que dichas acciones tenían lugar en el norte y centro del país; en el sur, nada de esto ocurría, de ahí que a lo relacionado con la llamada “subversión”, lo viéramos con una incomprensión total, no obstante, cuando los combatientes detenidos de las FAR (1), el ERP (2) y Montoneros, fueron trasladados al penal de Rawson y muchos de sus familiares vinieron a la provincia de Chubut a visitarlos, nos cruzábamos con ellos en plazas, bares y restaurantes, además, como en esos tiempos escaseaban los hoteles, muchos de ellos se alojaban en casas de familia en las ciudades de Rawson, Puerto Madryn y sobretodo en la mía: Trelew.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Nosotros asumíamos prejuiciosamente que los guerrilleros eran iguales a los presos comunes, lo cual equivale a decir que dábamos por hecho que procedían de medios sociales desfavorecidos y que a causa de las necesidades insatisfechas por ellos sufridas, que les habían impedido educarse debidamente como para poder ejercer trabajos bien remunerados, se habían llenado de un resentimiento contra la sociedad, que resultó en que decidieran atacarla, pero ocurrió que al nosotros conocer a sus familiares, esos prejuicios se hicieron pedazos, ya que los mismos, lejos de pertenecer a sectores marginados de la sociedad, pertenecían mayoritariamente a la clase media y alta y ejercían oficios profesionales como el derecho, la medicina y la docencia universitaria, por lo que nos quedó claro que las razones para tomar las armas que los guerrilleros tenían, no eran las que suponíamos, lo cual nos llevó a querer conocerlos en pos de entender cuáles eran, por eso fue que habitantes de diversas ciudades de Chubut, conformaron una comisión de solidaridad con los llamados “presos políticos” a la cual, yo me sumé, así fue que muchos vecinos de Rawson, Trelew y Puerto Madryn, durante aquel año ‘72, habitualmente nos dirigíamos a la cárcel para visitar a los guerrilleros y proveerles ropa, comida, bebidas y cigarrillos; durante esas visitas, nos contaron cuáles eran sus ideales personales y objetivos políticos, fue así que empezamos a conocer las motivaciones de sus acciones y entendimos que los hechos violentos que realizaban, si bien nosotros no los justificábamos, eran en respuesta a la violencia del estado argentino que había sido golpeado por los militares ya cinco veces en aquel siglo 20; entendimos que la dictadura militar en curso aquel año ‘72, así como todas las anteriores, tenía por objetivo salvaguardar los privilegios del gran empresariado nacional, que a su vez responde a un empresariado internacional, lo cual no puede hacerse sin negarle derechos a las masas, de ahí que cuando las mismas se organizan para reclamarlos, sean reprimidas, y cuando las represiones arbitrarias tienen lugar habitualmente, se genera un resentimiento masivo que se transmite transgeneracionalmente, que resulta en que en algún momento aparezca una generación dispuesta a responderlas aun a sabiendas de que esas respuestas pueden llegar a costar la vida; entendimos que esa generación era la de los veinteañeros de quienes los miembros del comité de solidaridad, éramos “apoderados”.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Los combatientes nos explicaron que habían tomado las armas y conformado así, los grupos político-militares, con el objetivo de llegar al poder gubernamental para crear una sociedad en la que el desprecio hacia los necesitados, sea reemplazado por la solidaridad, de lo cual resultará un país sin clases, sin oprimidos ni opresores... sin jerarquías conformadoras de injusticias sociales… entendimos también que esto no puede lograrse si nadie se opone con fuerza a las clases dominantes, ya que, por supuesto, ellas no quieren que esto se logre, y como las mismas defienden sus posiciones privilegiadas con grupos armados (policía y milicia), a ellos hay que enfrentarse con armas. En fin… la cuestión es que, a principios de agosto, después de haber tenido hacia nosotros un trato totalmente amable, afectuoso y agradecido, los guerrilleros empezaron a sugerir que éramos espías del gobierno, lo cual, por supuesto, nosotros enfáticamente negamos; ellos nos decían que aun si no lo éramos, la sospecha que en ellos se había instalado, hacía imposible que en nosotros volvieran a confiar y que por eso lo mejor sería que dejáramos de visitarlos; nos dijeron además, muchas otras cosas que eran prácticamente ofensas personales que todos sentimos como totalmente injustas, fue por eso que yo decidí no visitarlos más, pero fue que llegó el 15 de agosto y se dio en el penal, un intento de fuga de guerrilleros que fue parcialmente exitoso, dado que varios de ellos lograron concretarlo y otros, no, y entendimos entonces que en las semanas previas, los partisanos habían hecho todo lo posible por alejarnos de ellos con el objetivo de que las autoridades no pensaran que estábamos colaborando en el intento de fuga que evidentemente ya estaban planeando (de todas formas, lo pensarían, de ahí que fuéramos detenidos durante la llamada “Operación Vigilante”, que los milicos llevaron adelante algunos meses después como represalia a los ciudadanos que nos habíamos solidarizado con los detenidos, y además, para que el miedo en las personas, llevara a la anulación en ellas de la solidaridad, lo cual, afortunadamente no pasó, dado que esas detenciones arbitrarias resultaron en protestas pacíficas masivas en Trelew, Madryn y Rawson). </span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbNBzswV1Tg3n8Rc4rT2HxLELCJ9ghSyZaPyKs9X3e7SWxuL8VMCAfm-O7KTwrykmXvuqKRZq7VmapbzDDn59gioyk815EEJUCK_KPpYSg88GyLAPuuyKOWsSQBrOt0lQxGDnDDjjUzL1Ts8qE18nO_KseK3iXuWNbKAC6Fd3HwGza9wsY7eL-4U8b0m6/s900/1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="804" data-original-width="900" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbNBzswV1Tg3n8Rc4rT2HxLELCJ9ghSyZaPyKs9X3e7SWxuL8VMCAfm-O7KTwrykmXvuqKRZq7VmapbzDDn59gioyk815EEJUCK_KPpYSg88GyLAPuuyKOWsSQBrOt0lQxGDnDDjjUzL1Ts8qE18nO_KseK3iXuWNbKAC6Fd3HwGza9wsY7eL-4U8b0m6/w200-h179/1.jpg" width="200" /></a></div> Al yo saber del intento de fuga exitoso de algunos guerrilleros, e infructuoso, de otros, me sentí totalmente aliviado y contento, ya que significaba que las ofensas en contra de quienes hacia ellos no tuvimos más que respeto y afecto, no habían sido sentidas, e inmediatamente consideré volver a visitarlos, pero por supuesto… tras lo ocurrido, las visitas fueron prohibidas.</span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">… … ...</span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una semana pasó desde la fuga y ocurrió que ese día (o sea: el 22 de agosto), el gobierno militar declaró ilegal la difusión de toda información relacionada con los guerrilleros; tras escuchar esa noche la noticia en la televisión, intuí que algo había pasado ese mismo día que había dado lugar a esa decisión, pero no sabía qué; hablé de esto con otros apoderados de presos políticos y coincidimos en que el motivo podría ser que recientemente hubiera habido otro intento de fuga en la Base Almirante Zar, que era el lugar al que los combatientes habían sido trasladados, por lo cual, junto a otro apoderado de detenidos de mi misma edad (yo tenía 19 años) llamado Pablo, salimos en la camioneta de mi viejo (sin que él lo supiera, claro), decididos a dar vueltas por la ciudad de Trelew por si llegaba a ocurrir que nuestra suposición fuera correcta y los partisanos prófugos, estuvieran en el área; dimos vueltas y vueltas durante horas intentando encontrarlos para ayudarlos a irse de la provincia, pero no lo conseguimos; de hecho, no vimos a casi nadie en esas horas de “yirar", ya que las calles estaban casi todas, desiertas.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEqUTFl8I7PYeoZ71YYx9dQe9TR079y6rX5dG2ULZbLPypoUnE_O5_A6B6i9ZomJkvGcpNq-6AttbI2ELFLwOsOTRk12k9Bo3xhmFYyV76B3ysQFQ4C6It_MfWkmIi1EfSpXSVzIEtQsflNraccgmtBwNPDwWXAU_DsrSmLI6PCiYfNraq2FoTKuBzAs7v/s536/2.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="536" data-original-width="463" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEqUTFl8I7PYeoZ71YYx9dQe9TR079y6rX5dG2ULZbLPypoUnE_O5_A6B6i9ZomJkvGcpNq-6AttbI2ELFLwOsOTRk12k9Bo3xhmFYyV76B3ysQFQ4C6It_MfWkmIi1EfSpXSVzIEtQsflNraccgmtBwNPDwWXAU_DsrSmLI6PCiYfNraq2FoTKuBzAs7v/w173-h200/2.jpg" width="173" /></a></div></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> En un momento cercano a la medianoche, una intensa niebla empezó a rodearnos; la misma me llevó a tener que bajar la velocidad drásticamente, pero no por mucho tiempo, ya que de un momento a otro, la misma se disipó, y cuando así ocurrió, en la esquina de Belgrano y 25 de Mayo, Pablo y yo, nos vimos frente a un camión militar que nos cerró el pasó, del cual descendieron 9 militares; uno de ellos, mientras blandía un fusil, gritando nos dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Bajen del vehículo ya mismo!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Así lo hicimos e inmediatamente fuimos palpados de armas por uno de los milicos mientras otros revisaban la camioneta; al no encontrar lo que buscaban, el que parecía ser el jefe, nos dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿En dónde tienen las armas?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No tenemos armas -dije yo, muy asustado.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Cómo que no? ¡Si tienen una cara de subversivos que no pueden con ella!… -dijo el uniformado.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No señor; ¡le juro que no somos subversivos ni tenemos armas! -dijo Pablo.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces el milico le dio un culatazo de fusil que lo hizo caer; yo me le acerqué para auxiliarlo y también fui golpeado en la cabeza y hecho caer, entonces, tras patearnos repetidas veces estando nosotros en el suelo, el militar que aparentaba estar al mando, nos dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Ustedes van a terminar como los otros, ¡comunistas hijos de puta!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuDEeQdSgXiP03IIT9XHkjYPGB5SRx1bFVAS2Q_LRyblUY5jqO48LSgBkTKg6Omd2kMETuuSbS0bMaE5BEJgqbeXo6kuCFzR8QvMsF_OWpECRuiRVniT_nYedj5jYE_9hJvYImMVDxEaXhnjhbmAEpBY0VXHr6av94UYPTRSCPRLFh5crIndmBcy-wK0cY/s1984/3.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1984" data-original-width="1324" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuDEeQdSgXiP03IIT9XHkjYPGB5SRx1bFVAS2Q_LRyblUY5jqO48LSgBkTKg6Omd2kMETuuSbS0bMaE5BEJgqbeXo6kuCFzR8QvMsF_OWpECRuiRVniT_nYedj5jYE_9hJvYImMVDxEaXhnjhbmAEpBY0VXHr6av94UYPTRSCPRLFh5crIndmBcy-wK0cY/w214-h320/3.jpg" width="214" /></a></div> En ese momento, intentaron arrastrarnos hacia la parte posterior del camión, con el objetivo de llevarnos a una dependencia militar o policial, en la que, sin duda, nos harían pasar por lo peor, pero fue que cuatro jóvenes portando fusiles, aparecieron, y silenciosamente se posicionaron detrás de los represores que, al percatarse de su presencia, se dieron vuelta, apuntaron sus armas hacia ellos y dispararon, pero aparentemente erraron, ya que el fuego abierto por los jóvenes, fue el único que tuvo el efecto deseado; en menos de 10 segundos, los nueve milicos que habían bajado del camión, cayeron muertos bajo las numerosas balas que en nuestra defensa, fueron disparadas; en el curso de estos disparos, tanto Pablo como yo, permanecimos tirados en el piso, y fue desde el piso que vimos a una joven a la que reconocí de las visitas al penal de Rawson, llamada María Angélica, acercarse temerariamente al camión militar, desde el cual, el conductor, que era el único de los militares que seguía con vida, realizaba disparos; claramente vimos a la mujer, abrir la puerta y ser impactada por balas que parecían no lastimarla; una vez frente al conductor, le disparó con un arma corta en repetidas oportunidades; tras esto ocurrir, bajó del vehículo y entonces Pablo y yo, nos levantamos.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Totalmente conmocionado, mientras les hacía señas para que se acercaran, le dije a los combatientes:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Vengan! ¡Suban a la camioneta!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y los cuatro jóvenes subieron rápidamente a la caja del Rastrojero Diesel.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMBr3rf3pMUEVtqKL31hDzJYJTkCKwDqqqXH6u0jPRGPFh0VVQXwBX9fKspMYsGvYovz0oRyLV751eygbubylPZOpXj3HKqJHH0Z_CpXx8V4RNmumyhi4CtFLRQT15KbYN-PrIa-EDD8wvNaduT1aZyYaPwMV7li-XxL5ToKZ7q3hS58AWaving3jUsXz-/s1280/r.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMBr3rf3pMUEVtqKL31hDzJYJTkCKwDqqqXH6u0jPRGPFh0VVQXwBX9fKspMYsGvYovz0oRyLV751eygbubylPZOpXj3HKqJHH0Z_CpXx8V4RNmumyhi4CtFLRQT15KbYN-PrIa-EDD8wvNaduT1aZyYaPwMV7li-XxL5ToKZ7q3hS58AWaving3jUsXz-/w320-h181/r.jpg" width="320" /></a></div></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Arranqué el vehículo y pisé fuerte el acelerador mientras pensaba: “¿A qué lugar seguro podremos llevarlos?”… Se lo pregunté a Pablo, que estaba en el asiento del acompañante y me dijo que los lleváramos a un determinado lugar, pero inmediatamente cambió de opinión y propuso otro, pero respecto al mismo, también cambió de opinión y volvió a proponer otro lugar, hasta que en una esquina, una camioneta Chevrolet apareció y se detuvo; los guerrilleros empezaron a gritar muy contentos, entonces uno de ellos, me dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Pará acá, que ahí están nuestros compañeros!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces yo frené, todos bajamos del vehículo y los cuatro guerrilleros, cuyos nombres eran: María Angélica, Rubén, Mariano y Clarisa, se despidieron de nosotros con un abrazo de lo más afectuoso; subieron a la camioneta Chevrolet, y a toda velocidad, se fueron.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Pablo y yo volvimos a subir al Rastrojero; lo llevé hasta su casa e inmediatamente después de eso, me fui a la mía.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Esa noche no dormí.</span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">… … …</span></div><div style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhxMnitenHhQpV6__6QUMLH_UuSiC0ReWGvdvL5dMX6I1W8SnGXtBmFtHkrCLwbiRkHSDPxS4bBZiP12_2kcrtePb-uOYiN0WmipxKgUAMM6P_LWh7US4eeNT-0IrH44_8EO8oJYCyF7EVcUBp9N5cunf_e6JrGy2LxDDVRGxu-BCElz-p2hzEj32RdNP5/s524/4.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="524" data-original-width="337" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhxMnitenHhQpV6__6QUMLH_UuSiC0ReWGvdvL5dMX6I1W8SnGXtBmFtHkrCLwbiRkHSDPxS4bBZiP12_2kcrtePb-uOYiN0WmipxKgUAMM6P_LWh7US4eeNT-0IrH44_8EO8oJYCyF7EVcUBp9N5cunf_e6JrGy2LxDDVRGxu-BCElz-p2hzEj32RdNP5/s320/4.jpg" width="206" /></a></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> A causa de la prohibición del gobierno militar de difundir toda información relacionada con grupos guerrilleros, la prensa no publicó lo que la madrugada del 22 de agosto de ese año 1972, había ocurrido en la Base Almirante Zar, por lo cual, recién a las dos semanas supimos por información escrita en hojas mimeografiadas que los abogados de los combatientes, clandestinamente repartieron, que ese día a las 3 y media de la mañana, 19 guerrilleros habían sido sacados de sus celdas y ametrallados; solamente 3 de ellos, sobrevivieron; los 16 restantes, murieron casi todos de inmediato.</span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: medium;"> Tras leer los nombres de los muertos, quedé totalmente desconcertado, ya que entre ellos, estaban los siguientes: María Angélica Sabelli, Rubén Pedro Bonnet, Clarisa Lea Place y Mariano Pujadas, es decir, los mismos cuatro guerrilleros que la noche del 22 de agosto, nos habían salvado de los militares; no había duda de que eran ellos, dado que tanto Pablo como yo, por ser parte de la comisión de solidaridad con los presos políticos, los habíamos visto y tratado, en muchas oportunidades (salvo a María Angélica, a quien yo había visto solamente una vez, pero... un rostro así de hermoso, no se olvida), pero… ¿cómo puede ser que fueran ellos?… ¡Sí habían sido fusilados la madrugada de ese mismo día!</span><span style="font-size: medium;"> </span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: medium;"> Primero pensé que los cuatro combatientes nombrados, habían sido incluidos por error en la lista de los asesinados; tiempo después, Pablo y yo, fuimos a hablar personalmente con sus abogados y con militantes de derechos humanos que trabajaban en el caso que posteriormente sería llamado: "Masacre de Trelew"; les contamos lo que nos había ocurrido y nos dijeron que era imposible que los jóvenes que nos salvaron de los milicos esa noche del 22 de agosto, fueran María Ángélica, Rubén, Clarisa y Mariano, ya que habían sido asesinados durante la madrugada de ese mismo día, sin embargo, ni Pablo ni yo, tenemos ninguna duda al respecto: ¡ERAN ELLOS! </span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: medium;"><br /></span><span style="font-size: medium;"> Los años y las décadas, pasaron, y a lo ocurrido, todavía no le encuentro explicación.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;">(1) Fuerzas Armadas Revolucionarias.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;">(2) Ejército Revolucionario del Pueblo.</span></span></div><div style="text-align: left;"><br /></div>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-38294154500210934322023-10-08T09:48:00.015-07:002024-03-12T10:13:44.652-07:00María Clara: ex combatiente (cuento) - Martín Rabezzana<div style="text-align: left;"><div style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">“María Clara: ex combatiente”, es la tercera parte de una
historia que comienza en mi cuento: “Casa montonera” (publicado
en mi libro: “Material subversivo”), y continúa en mi cuento:
“Mora” (publicado en mi libro: “Llamamiento a la violencia”);
el cuento es a la vez, una segunda parte (o una tercera, ya que en caso de yo escribir otro capítulo de esta historia que se llamaría: “María Clara
Combatiente”, ése sería el segundo y este cuento, el tercero) de otra historia
llamada: “María Clara: futura combatiente”, que, a la vez, puede
ser considerada un capítulo anterior de “Casa montonera” ;... es
raro y confuso, pero es así: el siguiente cuento es la tercera parte
de una historia, la segunda (o tercera), de otro cuento, y la anterior, de
otro.</span></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><div style="font-size: large; line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras: 1.799-</b></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; font-family: inherit; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZShFo30XZiszY4N-rtESZEQ3N2LPw4w5EBAmgJ952Dm3gCH3BTQJaHRI8BM-Pc1aF10VcQ0PtXLpWp5vH30foK0wt4gp6WwSsjSCb53fWXxpNH4YfFMd6lm4TQU8p3Rm6pNs7JGBrumFbjNFOj3VKzcenwsMZw2Oqhl4sGbwAn03sb0HtNnkt5RJzChfl/s644/Mar%C3%ADa%20Clara%20ex%20combatiente%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: right;"><img border="0" data-original-height="523" data-original-width="644" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZShFo30XZiszY4N-rtESZEQ3N2LPw4w5EBAmgJ952Dm3gCH3BTQJaHRI8BM-Pc1aF10VcQ0PtXLpWp5vH30foK0wt4gp6WwSsjSCb53fWXxpNH4YfFMd6lm4TQU8p3Rm6pNs7JGBrumFbjNFOj3VKzcenwsMZw2Oqhl4sGbwAn03sb0HtNnkt5RJzChfl/s320/Mar%C3%ADa%20Clara%20ex%20combatiente%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> En el año 2004,
María Clara Tauber trabajaba como profesora de letras en la Facultad
de Humanidades y Artes de la ciudad de Rosario, que era la misma
facultad en la que había estudiado.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Frente a sus
alumnos de primer año, siendo el primer día de clases, lo siguiente
dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Un lector que no
gusta de lo estructural de una determinada obra literaria, puede
llegar a gustar de sus detalles; cuando esto ocurre, valora un libro
al que, de otro modo, no valoraría, pero como los detalles de una
obra, muchas veces son poco visibles, pasan habitualmente
desapercibidos para la inmensa mayoría de los lectores, y no así,
para los que nos especializamos en letras, dado que nuestra tarea
consiste justamente en atender hasta a los mínimos detalles
constitutivos de una obra literaria, para poder analizarlos,
interpretarlos y transmitirlos a los lectores no especializados para
que así puedan llegar a apreciar obras que, sin nuestros análisis
minuciosos, no serían capaces de apreciar; ésa es la función que
cumple el docente de literatura: la de formar buenos lectores; eso lo
podemos hacer, pero somos totalmente incapaces de formar escritores,
ya que la única parte técnica de la literatura que se puede
enseñar, es la habilidad de leer y escribir, de ahí que a los
potenciales profesionales de la escritura, los forme la maestra de
primer grado de la primaria, y NADIE MÁS; de esto no ser así, los
grandes escritores serían mayoritariamente, personas diplomadas en
letras, y como todos saben: en la mayoría de los casos, los grandes
escritores carecen de formación literaria académica, de ahí que
todo aquel que considere que cursar esta carrera lo va a llevar a
convertirse en escritor profesional, se esté equivocando;... los
escritores profesionales se forman por cuenta propia, a fuerza de
escribir, leer lo escrito, y corregir; esto debe hacerse una y otra
vez de modo habitual y preferentemente, obsesivo, si lo que se desea
es progresar en serio en la escritura, ahora bien: una vez
desarrollada la técnica literaria, el problema mayor con que se
encuentra todo escritor, es la dificultad para publicar, y, de
superarla, se encuentra con la imposibilidad (generalmente
insuperable) de vivir de lo escrito, dado que no sólo es casi
imposible ganar plata con la literatura como para vivir de ella, sino
que además, en la mayoría de los casos, el escritor debe pagar para
publicar sus obras, y la mayoría de ellos lo hace aun sabiendo que
la plata no va a volver, de ahí que lejos de ser la publicación de
los propios libros, una manera de ganar plata, sea una manera casi
segura de perderla… pero ustedes, que quieren ser escritores, ¡no
se desanimen por lo que acabo de decirles!, ya que existe una manera
segura de vivir de las letras.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces la
docente se sumió en un silencio que parecía interminable, por lo
que uno de sus alumnos, le preguntó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Y, ¿cuál es?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Trabajando de docente de literatura!</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">… … …</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras la clase
terminar, la profesora salió del recinto universitario y, sin
prestar mayor atención, en un pasillo pasó de largo a una pareja
joven; tras esto ocurrir, sin que los jóvenes le dijeran siquiera
una palabra, la mujer detuvo su marcha por intuir que los conocía
de alguna parte, entonces se dio vuelta y los miró detenidamente
mientras ellos dulcemente le sonreían; la joven le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Hola María
Clara!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> E inesperadamente
para la profesora, la chica la abrazó mientras el muchacho le
extendía afectuosamente una mano que ella estrechó para después,
ser por él también, abrazada; en ese momento la mujer tuvo
<i>flashbacks</i> en que vio cómo en el año 1974, era rescatada de
las garras de una patota de la Triple A (1), por dos jóvenes armados;
después se vio conviviendo con ellos en una casa en la que, pese al
malestar producto de la violencia política de aquellos años, pasó
momentos felices; se vio también recibiendo instrucción militar,
contraatacando a represores e instruyendo a otros en el combate de
supervivencia; también vio a montoneros refugiados en una casa
situada en Quilmes, entre los que Mora y su novio (que en ese
entonces tenían otros nombres), estaban, ser ahí mismo, muertos,
algunos, y llevados a un centro clandestino de detención, los demás,
de los que ninguno saldría vivo. Después, vio a dos mujeres parir
en 1980 y 1982, respectivamente, a bebés a quienes reconoció como
Ulises y Elena, ya que aunque tuvieran entonces nuevos cuerpos y
nuevos nombres (los nuevos nombres eran: Leandro y Mora), sus almas
eran las mismas.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Cuando el abrazo
con los jóvenes, concluyó, la mujer dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Ustedes son…
pero… ¡no puede ser!… -y tras algunos segundos de descreimiento,
con absoluta convicción y ojos lagrimeantes, dijo: -Ustedes son…
¡Ulises y Elena!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> La chica dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -En esta vida, él
se llama Leandro, y yo, Mora.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces la
profesora, sin haber todavía salido de la sorpresa en que estaba
inmersa, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Tenemos mucho
de qué hablar!; ¿vamos a un bar de acá a la vuelta?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Vamos!
-dijeron ambos jóvenes.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJyMZos9tiknCgxfB8tTCb5h7thhk4SsDrcDTEft4IgYQgFjw4IqealDh7GX4USwN6TKkjUpwTqXaZffVxpeN6QzfMBSFmlSfoVLcA8ju4qvFiPWonHfoprUMUK6bfJ5ifHshfhq9UKMFwFBPinIBnPi4yYE5AxHq5JbcmIJMjnZBBWOemHS-pKBZucKL3/s523/Mar%C3%ADa%20Clara%20ex%20combatiente%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana..jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="391" data-original-width="523" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJyMZos9tiknCgxfB8tTCb5h7thhk4SsDrcDTEft4IgYQgFjw4IqealDh7GX4USwN6TKkjUpwTqXaZffVxpeN6QzfMBSFmlSfoVLcA8ju4qvFiPWonHfoprUMUK6bfJ5ifHshfhq9UKMFwFBPinIBnPi4yYE5AxHq5JbcmIJMjnZBBWOemHS-pKBZucKL3/s320/Mar%C3%ADa%20Clara%20ex%20combatiente%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana..jpg" width="320" /></a></div> Ya en la calle
Entre Ríos, poco antes de doblar en Córdoba, en medio de uno y otro
joven con los que estaba afectuosamente tomada de los brazos, María
Clara les dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Acá fue donde
me salvaron de la patota;… en ese momento empezó mi nueva vida…
mi nuevo yo.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Caminaron por la
peatonal una cuadra hasta llegar a la esquina de Córdoba y
Corrientes, en donde se encuentra la confitería “Avgvstvs”, en
la cual, entraron.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras sentarse a
una mesa y serles llevados los pedidos de café, Leandro le pidió a
María Clara que contara cómo fue el día de la caída de Elena y
Ulises; ella les dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Ya en dictadura, tras más de un
año de vivir en la clandestinidad en diversas provincias, estando
nosotros entonces en Pinamar, la “orga” nos proveyó una casa en
Quilmes; a la misma fueron ustedes y otro compañero en un Renault 4,
por un lado, y por otro, los compañeros cuyos apodos eran Lalo y
Meche, y yo, en un Renault 6; otros compañeros que yo no conocía,
que eran de la provincia de Santa Fe, también se alojarían en la
casa operativa; ustedes llegaron a Quilmes la tarde del fatídico día
en cuestión, nosotros llegamos a la noche a la ciudad, pero no
estábamos en la casa cuando cayó la represión porque la dirección
de la misma, me la habían dado sólo a mí; yo tenía que
memorizarla e inmediatamente después, quemar el papel en el que
estaba escrita, y así lo hice, pero unas horas después, me la había
olvidado; ¡mis compañeros me querían matar!; como recordaba que me
habían dicho que la casa estaba en el centro de Quilmes, estuvimos
dando vueltas por los alrededores del mismo durante un rato largo en
un intento de encontrar por la calle a algún compañero, y en un
momento me acordé de que el número de la casa (casa que me habían
dicho que era de dos plantas y anteúltima de la cuadra) era ciento
algo; “Estoy casi segura de que el numero es 112”, dije, “...y que
la calle tiene que ver con un día patrio”; “¡9 de Julio!”,
exclamó Meche, mientras señalaba esa calle en un mapa, “¡Sí!”,
dije yo, y en esa dirección, fuimos, pero nos encontramos con que
ninguna casa tiene numeración 112 en esa calle; mis compañeros, por
supuesto, me seguían queriendo matar, entonces Lalo, tras ver que en
el mapa había también una calle 9 de Julio en Bernal (ciudad
perteneciente al municipio de Quilmes), me preguntó si estaba segura
de que la casa operativa estaba en Quilmes-ciudad, yo le dije que
segura no estaba, y que podía ser que fuera en la ciudad de Bernal,
y hacia Bernal nos dirigimos, pero una vez ahí, no encontramos a la
casa en esa dirección, entonces se me ocurrió que la fecha patria
correspondiente al nombre de la calle de la casa que buscábamos,
podría no ser 9 de Julio, sino 25 de Mayo; se lo dije a mis
compañeros y entonces volvimos a la ciudad de Quilmes, pero no
llegamos a 25 de Mayo 112 (que era la dirección correcta), porque al
acercarnos al lugar, vimos a muchos Ford Falcon y patrulleros,
transitando la zona, entonces nos fuimos de Quilmes en dirección a
la ciudad de La Plata; una vez ahí, nos alojamos en una pensión y
al día siguiente, en el diario leímos que varios “subversivos”
habían sido muertos la noche anterior en un enfrentamiento con
“fuerzas del orden”, en una casa situada en 25 de Mayo 112,
Quilmes (2)… así nos enteramos de que a ustedes los habían
matado… Paradójicamente, el fallo de mi memoria que no nos
permitió llegar temprano a la casa montonera, que hizo que mis
compañeros (figuradamente hablando) me quisieran matar, nos salvó
la vida.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y tras un largo
silencio, Mora, tras tomarla de una mano, le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Qué bueno que
haya sido así y ustedes se hayan salvado!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> María Clara
sonrió tristemente, primero, por sentir la llamada “culpa del
sobreviviente”, y alegremente, después, al concienciar que tenía
enfrente no sólo a sus amigos desaparecidos con quienes creyó que
nunca más volvería a estar, sino también, a la prueba concluyente
de que la creencia metafísica difundida en todas partes del mundo
según la cual, la muerte no existe porque el alma que constituye la
vida, es inmortal, es acertada, resultando esto en que aquello que
llamamos “muerte”, no sea más que el final de un capítulo de
una novela que tal vez, sea interminable.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -La muerte no
existe... -dijo María Clara en voz baja, pero, en contradicción con
eso, empezó a ver armas, fuego, sangre, y a percibir dolor y… lo
que comúnmente llamamos “muerte”, y en todo eso, que no dudó
que correspondiera a hechos futuros, estaban involucrados Leandro y
Mora.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras varios
segundos de silencio, María Clara, con total convicción profética
procedente de lo percibido a partir del contacto con los jóvenes,
dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Los capítulos
de la novela de mi vida escritos con sangre y fuego, ya se cerraron y
no volverán a abrirse -y tras algunos segundos, agregó: -Así como
el del presente, los capítulos de mi futuro estarán escritos con
otros materiales, pero muchos de los de la novela de ustedes,
conformados por las materias primas que mencioné, aún están por
escribirse.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: georgia;">(1) Alianza Anticomunista Argentina.</span><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) Alguna vez, un intendente de derecha propuso demoler a la casa <i>montonera</i> con el supuesto
objetivo de “modernizar” el barrio; el motivo verdadero era el de
contribuir a la destrucción de la memoria histórica que, en este
caso particular, sólo un artista, mantiene viva, si bien cosa tal, a
partir de esta publicación, cambiará, ya que cuando el recuerdo se
vuelve arte, la memoria está asegurada.</span></div><p></p></div></div>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-41300227346261406482023-09-30T09:06:00.000-07:002023-09-30T09:06:20.649-07:00El fuego y el frío (cuento) - Martín Rabezzana<p><span style="font-family: Bitter;"><b> </b></span></p><p><span style="font-family: Bitter;"><b><span style="font-size: 11pt;">-Palabras:
2.332-</span></b></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8hRosPJjNoxC0SuQByPMhfUGyffPqnZosIVaVObF1sndoVxw1VbNmrQL_-mWOTWCbLxxgTmu-_D9VjQ53MZJhm1b1YGZZwLYUBszYZEf-qJsFhQr7lOwBU9D4KS93puy7padrc-YZGGEDHm90MRn1aDW6FV5ty2pbRXZYblmnzYlwJmTJ3eSApaArb-2T/s1320/ues%20quilmes.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1320" data-original-width="1136" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8hRosPJjNoxC0SuQByPMhfUGyffPqnZosIVaVObF1sndoVxw1VbNmrQL_-mWOTWCbLxxgTmu-_D9VjQ53MZJhm1b1YGZZwLYUBszYZEf-qJsFhQr7lOwBU9D4KS93puy7padrc-YZGGEDHm90MRn1aDW6FV5ty2pbRXZYblmnzYlwJmTJ3eSApaArb-2T/s320/ues%20quilmes.jpg" width="275" /></a></div><div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><i>Quien va de fuego en fuego, muere de frío.</i></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Antonio Porchia</span></div><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Julieta, estudiante de quinto año del colegio Normal de Quilmes, era la “responsable” de Gabriel, alumno recientemente afiliado a la Unión de Estudiantes Secundarios en la cual, Julieta ya tenía relativamente bastante antigüedad, lo cual significaba que debía instruir a los nuevos militantes en tareas que les encomendaría “la orga” que solían ser: pegar afiches de diversa índole, escribir proclamas con aerosol en determinadas paredes... cosas de ese tipo. Esto sería así en la primera etapa. Posteriormente Gabriel podría ser instruido en la organización de protestas conformadoras de reclamos en el ámbito escolar de mejores condiciones edilicias, reclamos de reducción, ampliación o eliminación de diversas materias de estudio, reclamos de expulsión o de reincorporación de profesores, lo cual, en algunos casos (que lejos estaban de ser inusitados), llegaban hasta la toma de los colegios cuando sus autoridades se negaban a acceder a lo reclamado por el alumnado, en fin… todo esto era moneda corriente en la Argentina de aquellos primeros años setenta del siglo veinte, dado que gran parte de la juventud de entonces, consideraba que debía ser ella misma la que decidiera cómo se hacían las cosas en los ámbitos que ocupaba, y así lo pensaba también de todas las personas de todos los demás ámbitos de la sociedad; es decir, los jóvenes de izquierda de aquella época, consideraban que cada decisión que tuviera injerencia en la vida de un grupo humano, debía ser tomada siempre por el conjunto de individuos que fuera a ser por la misma, directamente afectado, lo cual implicaba buscar que no sólo el alumnado dejara de ser sumiso frente a las disposiciones de los adultos conformadores de las autoridades escolares, y pasara al frente, en lo que a propuestas y toma de decisiones en el ámbito educativo, se refiere, sino también, que dejaran de serlo los trabajadores y se volvieran sindicalmente combativos en pos de lograr autonomía y dejaran así, de ser esclavos al servicio del empresariado nacional y foráneo, y estas pretensiones que tenían su forma organizativa concreta en el ámbito escolar secundario, universitario y laboral, se habían rápidamente expandido a los demás sectores sociales; al irse ampliando esta organización de resistencia frente a las autoridades en todo ámbito social, como es sabido, estas últimas empezaron a reprimir cada vez a mayor escala; la gran paradoja que en esto se dio, es que las agrupaciones revolucionarias de izquierda como Montoneros y el PRT-ERP, que con sus elocuentes prédicas y actos temerarios, convencieron a muchísimas personas de que debían liberarse de las cadenas de las autoridades en pos de ser ellas mismas las que decidieran sus propios destinos, pretendieron encadenar a quienes a ellas adhirieron, por lo cual, sus conductores eran nuevos encadenadores a los que, sin duda, había que agradecerles su ayuda en el desencadenamiento masivo en curso al que habían contribuido, pero una vez el mismo iniciado, habría correspondido negarles el rol de “conductores”, lo cual, parte de los miembros del peronismo de izquierda, hizo, al desafiliarse de Montoneros y, por consiguiente, también de sus frentes de masas, y constituir las agrupaciones “Lealtad”, que, lamentablemente, no tuvieron la adhesión que deberían haber tenido; fue también paradójico el que ellos (o sea, los de “Lealtad”), con su negativa a aceptar el encadenamiento realizado por la organización ya mencionada, hayan aceptado el encadenamiento realizado por Perón; encadenamiento que errónea e ingenuamente, consideraron entonces, “liberador”, cuando en realidad constituyó una puesta en manos de un líder que, en pos de escarmentar a los desobedientes de su propio movimiento, le abrió la puerta a una represión feroz que se cerraría recién una década más tarde; represión que no distinguió entre desobedientes y “leales”, ni tampoco entre guerrilleros y militantes políticos, sindicales y sociales, no armados, ni tampoco siquiera entre ellos y sus familiares, amigos y conocidos, y en esa ausencia de distinción, el “enemigo subversivo” era potencialmente cualquiera, así fue que, lejos de lo que los derechistas sostienen, la represión estatal alcanzó a personas de todos los sectores socioeconómicos, estuvieran ellas ideologizadas o no.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Lo que los izquierdistas deberían haber hecho tras ser sacados de su letargo por Montoneros, las FAR, las FAP, el ERP, y demás organizaciones guerrilleras de izquierda, es negarle también a ellas atribuciones en lo referente a la conducción de sus propias vidas; deberían haberles dicho: “Gracias por habernos ayudado a levantarnos, pero ahora déjennos seguir solos.”, y esto habría correspondido decírselo también a Perón; en fin… volviendo a la historia de los jóvenes: ocurrió que un día, la chica le encargó a Gabriel organizar una reunión de estudiantes en que se debatiría el “amor libre”, tema no poco controvertido porque si bien la mayoría de los militantes revolucionarios estaba a favor del mismo, incluyendo al que se da entre personas del mismo sexo, la conducción de Montoneros (conducción que estaba al frente de organizaciones no armadas como la UES) solía reprobarlo no sólo moralmente, sino que hasta imponía sanciones a sus militantes que incurrieran en actos contrarios a los valores del “hombre nuevo” que, según ellos, sobrevendría con la revolución social, los cuales implicaban un respeto por la familia, contrario a la infidelidad, común entre quienes son promiscuos, y un rechazo a la homosexualidad.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras unos cinco minutos de debate no muy encendido, ya que estaban casi todos de acuerdo en que lo relacionado con la sexualidad es totalmente personal, por lo cual, a cada persona le debería ser respetado el derecho a hacer lo que quiera siempre que no lastime a otros, la chica que al joven le había encargado organizar el debate que estaba teniendo lugar en la plaza San Martín (o sea, Julieta), dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -El amor libre es lo que corresponde; si alguien se quiere entregar sexualmente a muchas personas, no tiene por qué ser reprobado, dado que eso no tiene nada de malo, es más: una vida sexual intensa (y eso implica la promiscuidad), es parte importantísima del bienestar emocional que nos lleva a evolucionar espiritualmente, de ahí que lejos de ser reprobada, la promiscuidad, por ser la persona promiscua, alguien que busca sentirse bien y hacer sentir bien a otros, deba ser tenida por un ideal, ya que de expandirse, la sociedad toda mejoraría. ¿O no?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Gabriel, el joven del cual, Julieta era responsable, tras negar en silencio con la cabeza, con voz suave pero firme, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Yo no estoy de acuerdo.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Julieta lo miró con cierto desdén por (mal)interpretar que el joven no estaba de acuerdo con ella por poseer una moral conservadora, no obstante, antes de pasar al plano de la discusión hiriente que ella estaba segura que sobrevendría, le dio la posibilidad de explayarse al respecto, entonces, tras ella preguntarle por qué no estaba de acuerdo con lo que manifestó, él dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Yo creo que, si bien muchas veces la reprobación a la promiscuidad procede de la envidia de los sexualmente insatisfechos, que mucho contribuyen a crear una cultura represora en cuanto a lo sexual, que a su vez da lugar a inhibiciones y culpas innecesarias e irracionales, en cierta medida, esa reprobación es válida, y la considero válida porque la promiscuidad lleva a no valorar en su justa medida al encuentro íntimo entre los seres;... Para mí, una relación sexual, lejos de ser algo puramente corporal, constituye un medio que los seres materiales tenemos, para lograr comunión espiritual con otro, de ahí que el sexo justamente valorado, pueda llevar a las personas a trascender la materia, y como la promiscuidad implica una rutina constituida por cambiar a un compañero sexual por otro, como si de un mero cambio de ropa se tratara, la misma, lejos de constituir una ampliación de la unión álmica entre las personas, nos aleja totalmente de ella, de ahí que quienes son promiscuos no puedan crear lazos sentimentales fuertes con nadie, y tal incapacidad, lejos de llevarlos a evolucionar en lo espiritual, los lleva a involucionar;... ...Los promiscuos, lejos de, con su promiscuidad, estarse llenando de positividad, de la misma se están vaciando aunque en un primer momento no lo adviertan, pero es cuestión de tiempo para que de esto sean conscientes, y cuando logran concienciar algo de esto, suele ser tarde, porque esa capacidad de crear lazos sentimentales con otros, que, con la promiscuidad han perdido, es casi imposible de recuperar; por todo esto es que yo considero que el sexo es un medio no sólo para la reproducción y para el bienestar físico, sino también para la elevación espiritual de los seres materiales, de ahí que yo lo considere divino y que a su vez considere que quienes son promiscuos, están incurriendo, con su irrespetuosidad hacia el sexo, manifiesta en la promiscuidad, en una profanación del lugar sagrado que alrededor de dos cuerpos se construye cuando los mismos se acercan con la intención de entremezclarse.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Julieta, totalmente sorprendida por lo que acababa de escuchar, tras unos segundos en silencio, le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Entonces, al igual que los conservadores, considerás que los promiscuos deben ser de alguna manera, reprobados.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El joven rápidamente respondió:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No; yo considero que la promiscuidad debe ser reprobada, pero no así, quienes incurran en ella, que no es lo mismo.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y tras decir esto último y no encontrar respuesta por parte de Julieta, que se sintió emocional e intelectualmente desarmada, ni de ninguno de los demás compañeros, el joven le sonrió y no volvió a hacer uso de la palabra en los 20 minutos siguientes por los que el debate se extendió.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Si bien a Gabriel, Julieta lo conocía desde hacía un largo tiempo y lo trataba desde hacía semanas, nunca había sentido atracción de ninguna clase por él; tras el debate en cuestión, la cosa cambió totalmente, dado que ella empezó a sentir una atracción hacia él, que implicaba una necesidad imperiosa de tocarlo, besarlo, abrazarlo y chuparlo, y ser por él, tocada, besada, abrazada, chupada y penetrada, no obstante lo cual, durante los días posteriores, nada de esto le manifestó, ya que justamente lo que él había expresado, la inhibía en lo que hace al acercamiento físico a su persona, fue entonces que se sintió totalmente desconcertada; no sabía qué hacer; quería acostarse con Gabriel cuanto antes, pero él había expresado que para él, el sexo era divino, entonces, si ella se le acercaba buscando cojer, él seguramente sentiría por ella, rechazo, además, ella había indirectamente confesado ser promiscua con lo que había dicho, o al menos pensaba que Gabriel así lo habría interpretado, y por consiguiente, había indirectamente confesado haber incurrido en el acto hereje de profanar lo que él había llamado: “Lugar sagrado que alrededor de dos cuerpos se construye cuando los mismos se acercan con la intención de entremezclarse.”<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Julieta tenía una mentalidad constituida por ideas claras y sólidas, como ocurre siempre cuando uno es joven y fanático, y lo por el joven expresado, le había hecho perder claridad y solidez a mucho de lo por ella tenido por absolutamente verdadero.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Día y noche, Julieta pensó en cómo acercarse a Gabriel para expresarle su necesidad de entablar con él una relación que ella asumía que no sería rápidamente sexual, e incluso hasta dudaba de si lo sería alguna vez, pero a esa altura sentía que eso no era lo más importante, ya que a la atracción sexual que por él entonces experimentaba, la intuía como de base sentimental y, por lo tanto, infinitamente más profunda que la que seria de ser la misma, únicamente física, si bien su inexperiencia la llevaba a desconocer que <b>la lujuria SIEMPRE se presenta disfrazada de amor</b>, y sólo tras haber transcurrido el tiempo podemos determinar si lo que por alguien que nos atrae sexualmente, en un primer momento sentimos, es amor verdadero o ilusorio.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> La cuestión es que los días terribles que Julieta vivió por la conmoción en su sentir, que se magnificaba cuando con Gabriel tenía que hablar, la llevaron a determinar tras una semana, que tenía que arriesgarse y expresarle al joven lo que por él sentía, pero cada vez que los otros compañeros se alejaban y se quedaba sola con él, no se animaba siquiera a mirarlo a los ojos, lo cual la llevaba a posponer el momento de declarársele, cosa que jamás le había ocurrido previamente, ya que hasta hacía poco tiempo atrás, ella tenía una conducta bastante acorde con lo que, respecto a la promiscuidad, había expresado, por eso sentía que esta vez, la cosa era distinta; esta vez sentía que el sexo era secundario, ya que en este caso, lo primero era el amor, de ahí que se obligara a sí misma a decirle al joven lo que su persona le provocaba, pero como de frente estaba segura de que nunca lo podría hacer, una tarde-noche decidió escribirle una carta que, tras largas horas de escritura y correcciones, estuvo finalmente lista; a la misma decidió entregársela el día siguiente tras salir de la escuela.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Al siguiente día, tras concluir la jornada escolar, los estudiantes salieron del recinto y Julieta fue en dirección a donde sabía que Gabriel tomaba el colectivo que lo acercaba hasta su casa en Bernal, y fue que tras menos de tres cuadras de caminar, detuvo su marcha al ver al joven desde la distancia, parado en la esquina de Mitre y 9 de Julio, entonces Julieta tomó aire profundamente, sacó la carta de amor de un bolsillo y reanudó la caminata hacia el joven dispuesta a entregarle su declaración escrita y después, alejarse rápidamente de él, pero ocurrió que, tras apenas unos pasos por ella dados, vio a una chica acercarse a Gabriel, que lo besó en los labios. Tras concluir el beso, ambos se abrazaron. Entonces, tras quedarse inmóvil durante algunos segundos ante esa visión que en su interior, la desgarraba, Julieta dio media vuelta y se fue rápidamente en dirección a su casa.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Como a los cien metros encontró un tacho de basura en el cual, tiró la carta que ni Gabriel ni nadie, jamás leería.</span></div></div><div><br /></div>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-85610901548790980612023-09-27T14:44:00.035-07:002024-03-12T09:20:34.638-07:00María Clara: futura combatiente (cuento) - Martín Rabezzana<p style="text-align: left;"></p><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgMQlhy5LzKrPWGC55u8eOlzdJaUcQ0AWw8Z_LRdJ6ylW05PPF6epidTc94vZEeWCStXSWl3kfvSgF-UFgPJjW5NHrFKD_XaYfj8JAxC7UeaqtVmBXJxZc7-N_LvLdrkLrz1NTYupx5CSD8200IguM_5CrisdJF50tBuTScUucEQdr8i7xT8zY0fbL-8LQ/s1600/mar%C3%ADa%20clara%20combatiente%20rabezzana.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgMQlhy5LzKrPWGC55u8eOlzdJaUcQ0AWw8Z_LRdJ6ylW05PPF6epidTc94vZEeWCStXSWl3kfvSgF-UFgPJjW5NHrFKD_XaYfj8JAxC7UeaqtVmBXJxZc7-N_LvLdrkLrz1NTYupx5CSD8200IguM_5CrisdJF50tBuTScUucEQdr8i7xT8zY0fbL-8LQ/s320/mar%C3%ADa%20clara%20combatiente%20rabezzana.jpeg" width="320" /></a></div><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras: 1.777-</b></span><br /><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Algunos días después de declarado el estado de sitio por parte del gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón, María Clara Tauber, perteneciente a la Federación Universitaria Anarquista Rosarina, se encontraba en un patio de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, en donde cursaba el profesorado en letras, una mañana del mes de noviembre del año 1974, frente a compañeros militantes de grupos que respondían a las FAR (1), al PRT-ERP (2), a Vanguardia Comunista, y por supuesto, a Montoneros, entre otros grupos de izquierda revolucionaria; lo siguiente dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -El hecho de que todo gobierno del mundo posea la facultad de declarar el estado de sitio, que implica una suspensión de las garantías constitucionales, incluidos los derechos humanos considerados “inalienables”, da cuenta de que el llamado “estado de derecho”, es una ficción; una falacia; UNA MENTIRA TOTAL Y ABSOLUTA; solamente de declararse tal facultad ostentada por los gobernantes, inconstitucional, podríamos empezar a hablar mínimamente en serio sobre la existencia de un estado de derecho, pero como esto, que yo sepa, no se da en ningún país del mundo, por más “democrático”, “pluralista” y “derecho-humanista” que su gobierno diga ser, podemos con todo fundamento decir que el estado de derecho NO EXISTE NI PUEDE EXISTIR, es por eso que yo no me alarmo ante la situación actual, porque hace ya tiempo que concluí lo que acabo de expresar, de ahí que viva alarmada desde hace rato, pero en el caso de ustedes, parece ser que empiezan recién ahora a escuchar las alarmas que dan cuenta de que la represión a la mayor escala posible, nos acecha.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces un joven llamado Ulises, le dijo: <br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Es verdad lo que decís, por eso debemos luchar en favor de una reforma constitucional que garantice el respeto por nuestros derechos sin admitir casos de excepción, que son los que dan lugar a la fundamentación del estado de sitio; nosotros, los militantes de la Juventud Universitaria Peronista, creemos que estos atropellos realizados por Isabel Martínez de Perón, o tal vez debería decir, por López Rega, ya que es él quien le mueve los hilos, nunca habrían sido aprobados por el general, de ahí que…<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces la anarquista lo interrumpió al decir:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Pero si las Tres A (3) empezaron a funcionar mucho antes de la muerte de Perón! Y no precisamente a pesar de su voluntad… y ése es justamente el problema de tantos militantes de izquierda: tienen una creencia ciega en que el gobierno y el estado, son injustos porque injustos son sus integrantes, y que bastará con poner en ellos a gente bienintencionada, para que la justicia social se vuelva una realidad, y esto no es así, ya que el poder coercitivo, corrompe, y tiene su máxima manifestación en el poder gubernamental y estatal, el cual, deriva necesariamente en uso y abuso de la violencia por parte de sus poseedores, por pacíficos que previo a su posesión, fueran, contra todos aquellos miembros del cuerpo social que tengan la osadía de desacatar o cuestionar su voluntad, por eso es que no hay que apoyar a ningún candidato aspirante a un puesto de poder político, sino oponerse a todos, y ese oponerse a todos debe hacerse pacíficamente, ya que más allá de la cuestión ética que me lleva a considerar que ésa es la única manera válida de hacer las cosas, ocurre que no hay medios materiales ni humanos para vencer por la vía armada, a cientos de miles de represores estatales que conforman las fuerzas militares y de “seguridad”.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una chica llamada Elena, le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Entonces proponés que nos dejemos matar.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> La joven libertaria dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No… yo considero que el tomar armas puede ser válido (aunque yo nunca lo haría), pero sólo para sobrevivir, que no es lo mismo que luchar con el objetivo de llegar al poder político para cambiar las cosas, a diferencia de tantos de ustedes, que consideran que sólo a través de las armas se puede contrarrestar la violencia armada de la oligarquía y transitar un camino conducente al socialismo; yo creo que…<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces una bomba explotó en un aula que resultó en que los muchos jóvenes en el lugar, presentes, se dispersaran rápidamente; otros, entre los que estaba María Clara, pese al temor, se acercaron hasta el lugar de la explosión para auxiliar a los posibles heridos, pero no llegaron a hacer ni cinco pasos porque entonces, otra bomba explotó en otra aula, lo cual resultó en que ella, junto a los otros jóvenes que en un primer momento se habían quedado para prestar ayuda, decidiera salir del lugar cuanto antes.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> María Clara corrió con todas sus fuerzas hacia fuera del recinto universitario, una vez en la vereda de la calle Entre Ríos, siguió corriendo hasta que, al llegar a la calle Córdoba, un Ford Falcon se le cruzó, obligándola a detenerse en el acto; del mismo bajaron dos individuos elegantemente vestidos que, tras apuntarla con armas cortas, la agarraron de los brazos e intentaron subirla al vehículo; en ese momento, dos jóvenes (Elena y Ulises) que, hacía instantes nomás, habían participado de la reunión en el patio de la facultad, que eran militantes de la Juventud Universitaria Peronista y que, pese a sus disentimientos con Montoneros, habían pocas semanas atrás, pasado a engrosar las filas de sus combatientes en un intento de sobrevivir, sacaron pistolas y la joven guerrillera, gritó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡María Clara! ¡Tirate al piso!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Ella, que no había llegado a ser introducida al auto de la patota de la Triple A, que ya había empezado a operar en Rosario, pudo liberarse del agarre de los captores, que, al escuchar lo que Elena gritó, aflojaron el agarre y miraron en todas las direcciones; esa distracción le permitió a María Clara arrojarse al suelo y entonces los montoneros, que se habían hábilmente acomodado en posición de tiro, en línea con el lado derecho frontal del Falcon, el varón, y con el lado izquierdo posterior del mismo, la mujer, dispararon sus armas repetidas veces hiriendo a los dos represores que habían bajado del vehículo; ambos lograron responder torpemente al fuego, ya que al no ver a los combatientes, que, tras disparar se habían escondido detrás de distintos coches que habían sido abandonados por sus conductores al iniciarse el tiroteo, no sabían hacia dónde apuntar sus armas; al advertir la situación, el que manejaba les gritó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Vámonós, vámonós rápido!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Uno de los represores, que había sido herido en un hombro, logró subir al auto, pero el otro, que estaba herido en una pierna, se acercaba al mismo con dificultad y lentitud, al notar esto, el represor herido en el hombro, le dijo gritando al que manejaba:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Arrancá, arrancá!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El conductor así lo hizo y al encontrarse el tercer represor, abandonado por sus cómplices en medio de la calle, gritó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Vuelvan, hijos de puta!… ¡V<i>ueeeelvaaaa</i>nn!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras decir esto, caminó algunos pasos y cayó al piso; a un costado de su persona, quedó su pistola; entonces los dos jóvenes montoneros se le acercaron ominosamente mientras lo apuntaban y, al ver que el represor no estaba en posesión de su arma, dejaron de apuntarlo; al notarlo, el represor estiró un brazo intentando alcanzar su pistola marca Ballester-Molina, y cuando lo logró, ambos montoneros dispararon un total de siete balas contra el miembro de la Triple A, causándole la muerte.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras todo esto, María Clara salió del negocio en el que se había refugiado (lo mismo habían hecho muchos otros transeúntes), y al verla, los montoneros le hicieron señas para que los siguiera; ella así lo hizo y entre los tres, transitaron casi al trote una cuadra de la calle peatonal, Córdoba, y al llegar a Mitre (calles en las que no había ningún policía, ya que en donde la Triple A, actuaba, las fuerzas de "seguridad" tenían la orden de estar ausentes), doblaron a la derecha e ingresaron a la playa de estacionamiento que en ese lugar, entonces había, y fingiendo tranquilidad, la pareja de montoneros saludó a un empleado del lugar que, por haber escuchado las explosiones y los disparos, con gran nerviosismo respondió al saludo y le entregó a Ulises la llave de su vehículo tras éste, haberle pagado; el joven partisano abrió la puerta del conductor de su auto Renault 4, y una vez dentro del mismo, le destrabó la puerta trasera izquierda a María Clara y la del acompañante, a Elena; una vez los tres acomodados en sus respectivos asientos, salieron a velocidad media del lugar para aumentarla bastante, una vez en la calle.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPBUCg_MdBXJW0ADbW9cE1H7qwe02JleF7XCNvL6lWLMzaPBoOqL1J4TEWfAe1hQvm3gv_RKewxYFsggsfCmVMhPHZTeShIwk7cN5U-uL_rGAG5GeDY1mXEQB3lyKFPxv1xewZGc_IhK5g9kGce3YUhSkBQw_aX0clXMTrk6YphKrIlk40LQLkrrHzFesW/s1280/mar%C3%ADa%20clara%20combatiente%20rabezzzana.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPBUCg_MdBXJW0ADbW9cE1H7qwe02JleF7XCNvL6lWLMzaPBoOqL1J4TEWfAe1hQvm3gv_RKewxYFsggsfCmVMhPHZTeShIwk7cN5U-uL_rGAG5GeDY1mXEQB3lyKFPxv1xewZGc_IhK5g9kGce3YUhSkBQw_aX0clXMTrk6YphKrIlk40LQLkrrHzFesW/s320/mar%C3%ADa%20clara%20combatiente%20rabezzzana.jpg" width="320" /></a></div></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Poco hablaron camino a la casa-refugio que “la orga” les había asignado a los combatientes montoneros; una vez en la misma, en total silencio, Elena encendió una hornalla de la cocina y puso sobre ella una pava para despúes, sacar de una alacena un paquete de yerba, abrirlo, y preparar mate; mientras tanto, Ulises, como si nada hubiera pasado, empezó a barrer el piso mientras María Clara, casi en<i> shock</i> por todo lo recientemente vivido, los miraba parada junto a la puerta que daba al patio.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una vez que el agua estuvo lista, Elena cebó un mate y lo tomó; entonces puso la pava sobre la mesa, se acomodó en una silla mientras Ulises hacía lo propio, y le dijo a María Clara:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sentate.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> La joven se sentó; Elena le pasó el mate a su compañero que, en total mutismo, lo tomó, después se lo devolvió a Elena, que volvió a cebarlo y se lo ofreció a María Clara, que también, en total mutismo, lo tomó, ante la mirada apagada de los combatientes; una vez que la joven anarquista terminó el mate, la montonera, tranquilamente le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -María Clara: sé que el uso de la violencia es contrario a tu ética y además, que tu ideología no es peronista, sino anarquista, y lo creas o no, también para nosotros el uso de la violencia es contrario a la ética, pero como a esta altura comprenderás, la situación actual, es muy particular;… Esto de agarrar armas, ya no tiene que ver con lograr objetivos políticos, sino con la voluntad de sobrevivir, es por eso que te digo lo siguiente: a unos kilómetros de acá, hay un descampado en el cual, los combatientes practicamos tiro; ¿querés venir con nosotros para aprender a manejar armas?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces, María Clara, que a juzgar por su mirada dirigida al piso, no parecía que fuera en ese momento a responder, de pronto la dirigió hacia los montoneros y, con resignación en su voz pero a la vez, con firmeza, mientras asentía con la cabeza, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sí. </span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">(1) Fuerzas Armadas Revolucionarias.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">(2) Partido Revolucionario de los Trabajadores/Ejército Revolucionario del Pueblo.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">(3) Alianza Anticomunista Argentina.</span></div>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-65.505913914287987 -98.772922 -11.326280085712021 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-64536096302613366592023-04-16T14:12:00.062-07:002023-09-07T08:19:52.288-07:00Combatientes Americanos (cuento) - Martín Rabezzana<div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYMomkyrco47JCcx3oD2Ms67XNhiqt-De912JwSIWCPMpHTg1d7zJuTWZgETnL-7k13cZ-jv1MB1dVoRTlwFAf30ZNZpCVgSlsopE3re7Fkw94KhoaWIeSKmTEsryCHbNFAYF-ntp25ZhaFUPs_BlT_NBjHoFR4qPDDJyUjS1tnGzEEGqnhS8zT5r4JA/s560/combatientes%20americanos%20-%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="532" data-original-width="560" height="304" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYMomkyrco47JCcx3oD2Ms67XNhiqt-De912JwSIWCPMpHTg1d7zJuTWZgETnL-7k13cZ-jv1MB1dVoRTlwFAf30ZNZpCVgSlsopE3re7Fkw94KhoaWIeSKmTEsryCHbNFAYF-ntp25ZhaFUPs_BlT_NBjHoFR4qPDDJyUjS1tnGzEEGqnhS8zT5r4JA/s320/combatientes%20americanos%20-%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: Bitter;"><b> -Palabras: 2.309-<span style="font-size: medium;"> </span></b></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> <span style="font-family: inherit;"> </span></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">En un bar situado a pocas cuadras de la Plaza de Mayo, un 24 de marzo de 2027, día en que una multitud se reuniría en dicha plaza para conmemorar y repudiar al último golpe de estado, un individuo de unos cuarenta y tantos años, se encontraba en la barra hablando con un empleado del lugar que se limitaba a darle condescendientemente la razón, ya que mucho interés en la conversación, no tenía.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras señalar a varias personas que por la calle pasaban con pancartas que daban cuenta de que se dirigían a la plaza ya mencionada, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Ja! ¡Qué caraduras que son estos zurdos!… Hablan de “memoria, verdad y justicia”, cuando lo que presentan como “memoria” y “verdad”, que según ellos, están constituidas por la represión arbitraria de los militares a gente supuestamente inocente, es una parte ínfima de ellas; la memoria tiene que ser COMPLETA. La memoria en serio, tiene que implicar recordar que en este país, en los ‘70, hubo terrorismo, y es a los terroristas que los militares llegaron para destruir, y ¡menos mal que así lo hicieron!, porque de no haberlo hecho, la Argentina ya no existiría.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces, un joven de unos 20 años se acercó al señor y le dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Disculpe caballero, pero sucede que hablar de “memoria completa”, no puede implicar la consideración de que la historia argentina violenta, se inicia con la aparición de grupos guerrilleros como Montoneros o el ERP, allá por fines de los ‘60; la memoria completa tiene que implicar recordar que previo a la aparición de dichos grupos de partisanos, hubo cinco golpes de estado perpetrados por los militares cuyo fin fue el de defender los privilegios de unos pocos pertenecientes al gran empresariado local, que a su vez, responde a los intereses del gran empresariado internacional; la memoria completa tiene que implicar recordar que la policía viene agrediendo arbitrariamente a la población civil, desde su misma fundación; la memoria completa tiene que implicar recordar que allá por el siglo diecinueve, los grandes terratenientes decidieron expandir sus propiedades robándole la tierra a sus pobladores milenarios y mataron a muchos de ellos en el proceso; estos hechos, que fueron parte de la llamada “Conquista del desierto”, se perpetraron a través de la policía y las Fuerzas Armadas; cuando hubo coletazos de estos genocidios en el siglo veinte (“Masacre de Napalpí”, en los años ‘20, “Masacre de El Zapallar”, en los ‘30, “Masacre de Rincón Bomba”, en los ‘40), ahí estuvieron la policía, los militares, y en el último caso, la Gendarmería, secuestrando, torturando, violando, esclavizando y matando a miles de indígenas desarmados; la memoria completa tiene que implicar recordar que durante huelgas realizadas por obreros en reclamo de aumentos salariales y mejores condiciones laborales, dichas fuerzas del estado también reprimieron impiadosa e injustificadamente (“Semana Trágica”, en Capital Federal, “Masacre de la Forestal”, en Santa Fe, “La Patagonia Rebelde”, en Santa Cruz, "Masacre de Oberá", en Misiones, y muchos otros casos); la memoria completa tiene que implicar recordar que mientras estuvieron vigentes los Edictos Policiales (durante casi todo el siglo veinte), las detenciones arbitrarias, denominadas “razias”, eran permanentes y a gran escala, resultando esto en que todos los fines de semana pararan camiones policiales en la puerta de locales nocturnos de todo el país, y por nada, la policía detuviera a miles de personas; también por la calle ocurría que, por nada, los policías detuvieran a cualquiera, y durante esa innumerable cantidad de detenciones, eran comunes las golpizas, las torturas, las violaciones y hasta hay casos de asesinatos en el curso de estos arrestos que no tenían a nivel legal, ninguna razón de ser; por todo esto digo que las instituciones represivas que usted reivindica, lejos de estar para defender a la población, están para atacarla; así fue ayer, así es hoy, y seguramente así será SIEMPRE, ya que las Fuerzas Armadas y de “seguridad”, fueron creadas por una minoría perteneciente al <i>establishment</i> para defender sus privilegios que, como tales, se sostienen y aumentan, en paralelo con el empeoramiento de las condiciones de vida de las mayorías, de ahí que creer que las fuerzas represivas legales “están para proteger al pueblo”, sea absolutamente ridículo; están para proteger los intereses de los capitalistas locales, residentes en muchísimos casos, en el exterior, que son empleados de las potencias extranjeras entre cuyos dictados está siempre el de liberalizar nuestra economía, lo cual implica tomar medidas de desindustrialización, en pos de favorecer las importaciones, cosa que lleva al cierre masivo de fábricas y, por consiguiente, al aumento del desempleo y de la pobreza, lo que a su vez, deja al país en manos de los bancos “internacionales” (sobretodo uno), que nos prestan plata para que podamos paliar ciertas necesidades, pero a cambio de que acatemos sus directivas entre las que también SIEMPRE está, la de que el estado nacional se deshaga de sus empresas al privatizarlas, y si la venta de las mismas es a extranjeros, mejor, porque quedando los servicios esenciales en manos extranjeras, el país queda en manos extranjeras, y ése es justamente el objetivo de todo préstamo realizado por los bancos “internacionales”: que a cambio de los mismos, les entreguemos soberanía; todo esto lo hizo el último gobierno militar con consecuencias desastrosas para el país, de ahí que dichas fuerzas que se disfrazan de “nacionalistas”, sean en realidad, lo antinacional en su máxima expresión, y de ahí a su vez que tanto la defensa del pueblo como la oposición a la entrega del país, impliquen NECESARIAMENTE enfrentarse a ellas, y los guerrilleros de los '70, a ellas se enfrentaron. -Y tras algunos segundos, dijo: -La “memoria completa” de ustedes, ¡es muy parecida a la amnesia!</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El derechista escuchó al joven sin interrumpirlo, pero no porque respetara a las opiniones opuestas a las suyas, ya que esto no lo hacía, sino por la sorpresa que le había generado una expresión semejante procedente de alguien como ese joven, que tenía el pelo rapado, borceguíes y un uniforme verde, que lo asemejaban a alguien perteneciente a alguna Fuerza Armada legal, fue por eso que empezó a dudar de si lo que el joven le había dicho, lo pensaba realmente o si no se trataba de una puesta a prueba de algún grupo de inteligencia estatal (tal vez, militar), cuyo objetivo era ver cómo reaccionaba la población ante un discurso así; fue por esto que, calmadamente (tan calmadamente como el joven le había hablado), el señor le dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -O sea que usted considera que los grupos terroristas como Montoneros y el ERP, nada malo hicieron, y es por eso que no merecían ser reprimidos.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> A lo que el joven respondió:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Yo no digo eso; por supuesto que hicieron cosas jodidas, muchas de ellas, injustificables, lo que digo es que los grupos guerrilleros no se crearon espontáneamente; fueron creados por la misma represión estatal que usted reivindica; sin la represión arbitraria y cobarde perpetrada por las autoridades contra la población, sostenida durante tanto tiempo, los grupos guerrilleros, cuyo principal objetivo fue el de responder a ella, no se habrían creado nunca.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El hombre no pudo responderle, pero no por haber sido convencido por el joven, lo cual, por supuesto, no había ocurrido, sino porque seguía asombrado de que alguien de su aspecto, dijera esas cosas; pensó en preguntarle a qué fuerza pertenecía, pero por temor, no lo hizo; el asombro del derechista fue mayor, cuando segundos después, ingresaron al negocio unos treinta y cinco jóvenes de similares características a las de aquel con quien había estado hablando; todos ellos estaban visiblemente armados.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una de las chicas pertenecientes al grupo de jóvenes recientemente creado, compuesto por personas de todas las provincias del país, cuyo nombre era el de Combatientes Americanos, como si recitara sobre un escenario, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Incurrir en actos de subversión, es un deber moral de todo aquel que considere que el estado de cosas, es malo.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Otro de ellos, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -"Orden", "disciplina", "normalidad" y "civilización";... las cuatro palabras favoritas de todo FACHO.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Otra joven, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Los obedientes están más muertos que vivos; los desobedientes están completamente vivos; paradójicamente, es esa fuerza vital lo que impulsa a los vivos a encontrarse con aquellos deseosos de matarlos.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Otro dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Los muertos son los que pertenecen a las fuerzas del orden. Los vivos son los que a las mismas, combaten.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Otra chica, dirigiéndose directamente al hombre derechista, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Los muertos matan a los vivos. Los vivos matan a los muertos.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Ante todas esas expresiones que lo hacían sentirse parte de una película surrealista, el hombre no supo qué concluir; ya no sabía si lo que estaba en curso fuera una puesta a prueba de algún grupo de inteligencia, si se trataba de una obra heterodoxa de algún grupo de teatro (alguna vez había oído que algunos actores hacían esas cosas), si todo era simplemente una broma filmada con cámaras ocultas con el fin de posteriormente subirla a internet o publicarla en la televisión, o qué, lo que sí concluyó, es que lo mejor era salir del lugar, por eso, una vez que sintió que no le prestaban atención, así lo hizo; una vez fuera del bar, se acercó a un policía al que le informó de la presencia de jóvenes que parecían ser militares, pero que él creía que no lo eran; con el mismo fue hasta el negocio, y una vez que ambos hubieron ingresado al lugar, fueron apuntados por todos los jóvenes con armas cortas y largas; paralelamente les ordenaron que levantaran las manos, lo cual, hicieron; al policía le fue sacada su arma por una de las chicas, después, a ambos hombres, ella les dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Repitan lo siguiente: ordenar es reprimir, por eso es que el orden es una cosa taaan nefasta.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Ninguno de los dos repitió lo dicho, entonces la joven (que era muy atractiva), tras acercarse a ambos y acariciarlos de modo sensual, muy suavemente les dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Vamos; repitan lo siguiente: ordenar es reprimir, por eso es que el orden es una cosa <i>taaan</i> nefasta.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y tanto el derechista civil como el policía, repitieron:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Ordenar es reprimir, por eso es que el orden es una cosa <i>taaan</i> nefasta.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Muy bien! -Dijo la chica, y aplaudió; después dijo: -Ahora repitan: quien así no lo crea, debería ser reprimido para que pueda experimentar en carne propia a las “bondades” del orden que anhela.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y, tratando de repetir, los hombres dijeron:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Quien así no lo crea, debería ser reprimido para que las bondades... de la…</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Quien así no lo crea, debería... reprimido por...</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No; no era así -dijo el policía.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El civil dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Eraaa…</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> En ese momento se escucharon frenadas de vehículos que eran militares y policiales, de los cuales bajaron decenas de uniformados armados que dispararon contra el bar, fue entonces que todos los jóvenes, a través de las ventanas, empezaron a responder a los disparos con pistolas, ametralladoras y también con explosivos que en varias mochilas, transportaban; la balacera fue tremenda, tanto así que, tras unos cinco minutos de haberse iniciado, siete de los Combatientes Americanos habían caído bajo las balas de la represión estatal. Una cantidad similar había caído en el bando enemigo; a todo esto, tanto el derechista civil como el policía, totalmente espantados, se habían tirado al piso en el cual permanecerían durante un largo rato.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras una media hora en que fue disparada innumerable cantidad de balas y decenas de explosivos habían sido hechos detonar, tanto en el bar como en la calle, todos los miembros de la agrupación armada de jóvenes, habían caído heridos de muerte, así como también, todos los empleados del negocio y (casi) toda su clientela, fue entonces que los disparos, cesaron.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Los únicos sobrevivientes del bar, fueron el derechista civil y el policía, que sólo tras largos minutos de haber escuchado el último disparo, se atrevieron a levantarse y salir del negocio; una vez fuera del mismo, vieron que en la calle había muchísimos policías y militares muertos; ninguno de ellos parecía tampoco haber sobrevivido al enfrentamiento con el grupo de jóvenes partisanos; también notaron que las construcciones a su alrededor, estaban muy malogradas, así como los autos, que en muchos casos estaban siendo consumidos por el fuego, y lo más extraño de todo, era que la ciudad parecía deshabitada, ya que a nadie vivo vieron por las calles, lo que sí vieron, fue a muchos civiles en el piso, evidentemente muertos a balazos.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Mientras caminaban en dirección a la Plaza de Mayo, que estaba macabramente alfombrada con cuerpos sin vida, el hombre y el policía, poco y nada hablaron; se limitaron tan sólo a pronunciar expresiones de asombro y desconcierto, absolutos; al acercarse a la Casa Rosada, les causó estupor el ver que la misma estaba destruida, como si hubiera sido bombardeada, pero más aún se los causó, el ver que la bandera que en lo alto de la misma, flameaba, no era la argentina, sino otra, una imperialista. La bandera argentina estaba presente, pero era más chica y estaba más abajo, y en medio de una y otra, un cartel enorme, lo siguiente decía: “Argentinos: ¡la libertad llegó!”</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> En eso, escucharon acercarse a una camioneta del ejército argentino, entonces los dos hombres levantaron sus brazos para hacerse más visibles para sus ocupantes y el civil, gritando dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Compatriotas! ¡<i>Auxiiiliooo</i>!</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y el policía, con desesperación, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡<i>Ayuudaaa</i>, por <i>favooor</i>!</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y sin detenerse en ningún momento, a toda velocidad, la camioneta pasó de largo a ambos hombres y desde la misma, los soldados dispararon ráfagas de ametralladoras que los hicieron caer heridos de muerte; así como en el caso de la casa presidencial, en lo alto de la camioneta flameaba una gran bandera imperialista y por debajo de ella, otra más chica: la argentina.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Con el último aliento que le quedaba, desde el piso, el civil dijo algo que jamás en su vida creyó que fuera a decir:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -El guerrillero… tenía... razón.</span></div>
<p style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
</p>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-61614916619637471052023-04-04T13:56:00.060-07:002023-08-18T12:54:13.243-07:00Dos mil (y una) veces '70s (cuento) - Martín Rabezzana<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras: 3.675-</b></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9J2O1uwJ_nshKvNFFpOTvGB3fHK2OpIG4SClyHND1kpAame5HWjYvZ9EWi_FpFZvtVsFGU3-f0q2j6RtzAg98qQ7J_AkGpYiPFLsYAQU_EvQ6j6H8lDSDzbc2cdmRuwKIPJpt6yVqo5vWdXNWnq2oyqdXVxtFGommwk9kaNVY8EezQjV0xNukmU0M9Q/s1140/l%20-%20copia%20(2).jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="846" data-original-width="1140" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9J2O1uwJ_nshKvNFFpOTvGB3fHK2OpIG4SClyHND1kpAame5HWjYvZ9EWi_FpFZvtVsFGU3-f0q2j6RtzAg98qQ7J_AkGpYiPFLsYAQU_EvQ6j6H8lDSDzbc2cdmRuwKIPJpt6yVqo5vWdXNWnq2oyqdXVxtFGommwk9kaNVY8EezQjV0xNukmU0M9Q/s320/l%20-%20copia%20(2).jpg" width="320" /></a></div></span><div style="text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> <span style="font-family: inherit;"> </span></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> A principios de los años 2000, para un 24 de marzo (aniversario del último golpe de estado), en el colegio secundario Normal de Quilmes, un sobreviviente de la represión estatal de la última dictadura, cuyo nombre era Juan Manuel, fue convocado para dar una charla sobre ese periodo; su presencia en el colegio ese día, había sido el resultado de protestas generalizadas realizadas por los alumnos ante el pedido negado por las autoridades escolares, de presencia de una sobreviviente de la represión ilegal en cuestión, cuyo nombre era Patricia; cuando a los reclamos de los jóvenes de que se le permitiera a Patricia acudir al colegio para hablar sobre la dictadura, el colegio accedió, los alumnos redoblaron el reclamo y pidieron también la presencia de otros sobrevivientes, así fue que en paralelo con la charla que Patricia daba en determinada aula, en otra, ante otros alumnos, estaba Juan Manuel, que en ese momento era militante de una organización de derechos humanos, transmitiendo su experiencia y vastos conocimientos sobre el terrorismo de estado.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Juan Manuel contó que durante su adolescencia, por su participación en un centro de estudiantes, fue secuestrado por el estado y hecho pasar por lo peor en distintos centros clandestinos de detención; uno de los alumnos, tras el hombre referirse a los desaparecidos mediante la expresión: “los más de 30 mil”, le dijo:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Mi papá dice que no fueron 30 mil los desaparecidos (*), dice que fueron muchos menos y que las organizaciones de derechos humanos exageraron el número para así recibir más fondos y poder hacerle más demandas de indemnizaciones al estado.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Juan Manuel tomó aire profundamente, y después dijo:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Respecto al número de desaparecidos, tengo lo siguiente para decir: como todos ustedes saben, en Argentina, cuando hablamos de “desaparecidos”, nos referimos mayormente a quienes durante el último gobierno de facto, fueron detenidos clandestinamente por las autoridades; cuando alguien era secuestrado por el estado y no figuraba en ningún registro, se lo denominaba: “desaparecido”, y “desaparecido” no significa “muerto”, ni “muerto” significa “desaparecido”, dado que hubo gente asesinada por las autoridades, cuyos cuerpos no fueron hechos desaparecer, cuyas muertes eran presentadas por los represores como ocurridas durante “enfrentamientos” (los cuales, eran casi siempre fraguados), y también hubo gente a la que el estado secuestró, que posteriormente fue “blanqueada” (o sea, fue puesta en condiciones de detención oficial) o liberada; también hubo personas que sí fueron asesinadas, cuyos cuerpos fueron hechos desaparecer, pero posteriormente fueron encontrados; en estos casos se habla de “ex desaparecidos”, no obstante, es correcto que todas estas personas (las sobrevivientes, incluidas) figuren en listas de desaparecidos, porque estuvieron desaparecidas, y cuando el estado detiene ilegalmente a alguien, o sea, cuando lo hace “desaparecer”, es porque piensa darle un trato ilegal, que, como es sabido, incluye golpes, torturas, en muchos casos, violaciones (que durante la última dictadura, no sólo fueron sufridas por mujeres, sino también por hombres) y vejaciones de toda clase, lo cual es gravísimo aunque a la persona no la maten, de ahí que sea absurdo mensurar la gravedad de la represión estatal de la última dictadura, únicamente en base al número de personas por la misma, muertas;… Hacer una estimación del número de víctimas de crímenes de lesa humanidad perpetrados a gran escala, es muy difícil, de ahí que haya consideraciones muy diferentes; por ejemplo, la conquista de América por parte de los sudopas y los nortopas, según algunos, dejó un saldo de cerca de 56 millones de americanos muertos, según otros, de unos 90 millones; en las estimaciones del holocausto perpetrado por los nazis, las más bajas dan cuenta de unos 6 millones de muertos. Otras hablan de muchos más millones, basados en el hecho de que cuando se habla de los crímenes nazis, por algún motivo, erróneamente muchos asumen que los nazis mataban solamente judíos, cuando en realidad, los nazis mataban a CUALQUIERA POR NADA;... entonces, si incluimos entre las víctimas del holocausto, además de a los judíos, a todos los no judíos muertos en campos de concentración (y no sólo a las llamadas “minorías”, o sea, a eslavos, gitanos, homosexuales, minusválidos y algunos otros -que son casi los únicos no judíos a quienes se suele incluir entre los reprimidos por el nazismo-, sino también, a gente de izquierda, a comunistas, a anarquistas, a gente de derecha no nacional-socialista y básicamente, a CUALQUIERA que pensara distinto a los nazis o que simplemente a los nazis se les cantara matar -y esto incluye a los propios nazis, ya que entre ellos mismos, por cualquier diferencia o sospecha de traición, se mataban-), el número estimado de víctimas del holocausto nazi, se triplica alcanzando el de 18 millones; en las estimaciones de víctimas fatales del comercio de personas secuestradas de las Áfricas realizado por países de las Europas con el fin de explotarlas en países americanos, entre los siglos quince y diecinueve, algunos hablan de 2 millones, otros estiman que fueron unas 60 millones; las atrocidades del gobierno belga en el Congo en el siglo diecinueve y veinte, dejaron, para algunos, un saldo de un millón y medio de muertos, para otros, el número podría llegar a ser de quince millones;… lo que con todo esto quiero exponer, es que cuando se realizan matanzas a gran escala, conocer el número exacto de víctimas, se hace absolutamente imposible, por lo que debemos conformarnos con las estimaciones que son siempre muy variadas, y siempre pasa en estos casos que aquellos que justifican a una determinada acción constitutiva de crimen de lesa humanidad realizada a gran escala, creen en las estimaciones de víctimas más bajas, y aquellos que la condenan, en las más altas; en el caso de los crímenes de lesa humanidad en el país perpetrados por los militares y las “Fuerzas de Seguridad” durante el último gobierno de facto, no se da la excepción, ya que entre las estimaciones más bajas hay un número aproximado de 9 mil víctimas, siendo generalmente el más alto, el de 30 mil; dado que en Argentina se han descubierto más de 750 centros clandestinos de detención correspondientes al periodo que va de 1974 a 1983 (si bien la dictadura empezó en el ‘76, el llamado “terrorismo de estado” perpetrado por los militares y las “Fuerzas de Seguridad”, empezó unos años antes), con que hubiera pasado un número mínimo de 40 detenidos por cada uno de ellos, el número total de desaparecidos llegaría a 30 mil, y si bien por muchos de ellos podrán haber pasado menos de 40 personas, por otros, pasaron cientos, y por otros, miles; por ejemplo, por el centro clandestino de detención: “La Perla”, de la provincia de Córdoba, pasaron unos 2 mil quinientos detenidos. Por el de la ESMA, situado en Capital Federal, unos 5 mil. Por Campo de Mayo, también unos 5 mil. Por “El Vesubio”, unos 1.500. Por “El Atlético”, también unos 1.500, por lo cual, contando únicamente a los detenidos de estos cinco centros clandestinos, el número de desaparecidos llega a ser: 15 mil quinientos; esta cifra supera a la presentada por la CONADEP, que fue de cerca de nueve mil, y como ya dije, en los ‘70, en el país hubo ¡más de 750 centros clandestinos de detención! Además, hubo mucha gente detenida clandestinamente (es decir: desaparecida) que lo estuvo en centros legales de detención, o sea, en comisarías, lo cual, muchas veces no es tenido en cuenta, por todo esto es que para mí, los desaparecidos durante el último periodo de terrorismo de estado, no fueron 30 mil; para mí fueron MUCHOS MÁS; el número de cerca de 9 mil desaparecidos presentado por la CONADEP, se basó en los casos de desapariciones denunciadas, ya sea ante ella misma u organismos de derechos humanos, y en los habeas corpus presentados en los juzgados de todo el país, y en este caso ocurre lo mismo que ante la comisión de otros delitos: por cada uno que se denuncia, hay varios que no se denuncian, y la mayoría de los casos de desapariciones no se denunció, por un miedo totalmente fundado, tanto por parte de familiares y amigos de las víctimas, como de ellas mismas (en los casos en que sobrevivieron) a las posibles represalias de las autoridades, ya que en la mayoría de los casos, cuando alguien sufría una desaparición forzosa, sus familiares, amigos y vecinos, sabían que la misma había sido perpetrada por las “fuerzas del orden”, entonces, sabiendo esto, ¿qué utilidad podrían creer que tendría, recurrir a ellas? No obstante saber esto, muchos familiares de desaparecidos, hicieron denuncias, pero es lógico que muchos otros, por lo ya mencionado, no las hayan hecho, y no sólo durante el periodo de facto, sino además, durante el posterior periodo democrático-representativo, ya que la mayoría de los represores, estaba suelta.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y tras una pausa de algunos segundos, el hombre continuó hablando.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Como ya dije: quienes justifican un genocidio, tienden a creer en las estimaciones de víctimas más bajas, y quienes lo condenan, en las más altas; será que yo lo condeno categóricamente que creo que el número estimado más alto de desaparecidos durante la última dictadura militar, se queda corto.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Nada le fue al hombre cuestionado de su sólida exposición de conceptos sobre el número de desaparecidos.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una alumna le preguntó:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Qué hacían en la UES?</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Juan Manuel, de inmediato respondió:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Además de que el centro de estudiantes tenía por fin, mejorar las condiciones generales del ámbito escolar, y acciones relacionadas con eso, realizábamos, muchos de los militantes hacíamos trabajo solidario fuera de la escuela; por ejemplo, entre varios alumnos, íbamos a las zonas más carenciadas y brindábamos apoyo escolar a chicos de primaria; esto era considerado fundamental para nosotros, ya que no se trataba de hacer “asistencialismo”, que es como dar limosna; una cosa es darle una limosna a alguien, y otra, darle un trabajo; una persona que vive en la indigencia, con una limosna puede llegar a sobrevivir un rato o incluso, un día, pero para que resuelva su situación de fondo, deberá conseguir un trabajo bien remunerado; los que conformábamos la izquierda revolucionaria, considerábamos que había que contribuir a realizar un cambio de fondo en las vidas de aquellos que pasan necesidades, y para eso es fundamental la educación, de ahí que el ayudar a los chicos con la tarea de la escuela en pos de que progresaran en serio en lo educativo y pudieran en el futuro conseguir trabajos bien remunerados, era importantísimo; en los años en que los militantes revolucionarios hicimos ese trabajo, fueron muchos los chicos que mejoraron en la escuela, y esto nos lo decían sus propias maestras que veían un cambio importante en sus alumnos; entre esa gente a la que ayudábamos en lo educativo, había incluso adultos no alfabetizados a quienes les enseñábamos a leer y escribir, y no sólo eso, sino que además, se les daba una merienda que en algunos casos, era lo único que algunos comían en todo el día; para conformarla, los alumnos del centro de estudiantes, recaudábamos donaciones en almacenes y fábricas de alimentos, y en esto participaban no sólo militantes de la UES, sino también de otros centros de estudiantes como el de la Juventud Guevarista e incluso, alumnos de escuelas privadas en las que no había ningún centro de estudiantes “revolucionario”, como por ejemplo, del High School, de la Ausonia, del Eduardo Holmberg y, lo crean o no, hasta algunos alumnos pupilos del ST. George’s College, durante los días en que tenían permitido salir, se sumaban al trabajo social del que nosotros participábamos en el sur del Gran Buenos Aires y de Capital Federal, ya que solía haber rotación de militantes sociales que resultaba en que los fines de semana, militantes de la UES de Capital, vinieran a ciudades del sur como Quilmes, Avellaneda, y otras, y los que eran de por acá, fueran para allá.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Muy sorprendida, una alumna le preguntó:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Se juntaban con alumnos de colegios privados e iban a las villas con ellos a dar apoyo escolar y llevar comida?</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sí; aunque parezca increíble, así fue; en aquel tiempo había una ola de solidaridad tan fuerte, que arrastraba incluso a muchos que se supone, por su situación acomodada, serían indiferentes a estas cuestiones; con chicos de esos colegios nos encontrábamos en la plaza San Martín, allá por los años ‘73, ‘74 y ‘75, y juntos salíamos a recorrer negocios en busca de donaciones que después llevábamos a las unidades básicas en las que se daba el apoyo escolar y la merienda, de ahí lo indignante de que desde la reivindicación a la represión de la militancia social, se nos tenga a quienes fuimos militantes revolucionarios de izquierda, por “terroristas”, ya que en la mayoría de los casos, nada está más lejos de la realidad; nuestra tarea nunca implicó agarrar armas, y en muchísimos de los casos en que militantes sociales se hicieron guerrilleros, no lo hicieron por querer imponer sus ideas por la fuerza (sin negar que algunos, sí pretendían eso), sino por sobrevivir, ya que a quienes éramos militantes desarmados, el estado nos persiguió igual que a aquellos que eran parte de organizaciones guerrilleras, y si bien lo que hicieron grupos como Montoneros y el ERP, en muchos casos fue indefendible, hay que contextualizar, ya que en esa contextualización está la explicación a por qué tantos jóvenes de izquierda de los años ‘70, agarraron armas; muchos de ellos no lo habrían hecho de no haber habido una represión estatal, terrible, y no me refiero solamente a la que se dio a gran escala a partir de 1974, sino también a la que tuvo lugar en las décadas del ‘50 y del ‘60; sin esa represión permanente a las personas por motivos arbitrarios realizada por las Fuerzas Armadas y de “seguridad”, que les hizo sentir con todo fundamento, que las mismas eran enemigas, los grupos guerrilleros no se habrían creado nunca.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras varios segundos de silencio, un alumno le preguntó:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -De su grupo, ¿hubo militantes desaparecidos que, a diferencia de usted, no volvieron a aparecer?</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Juan Manuel, con resignación y tristeza, dijo:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sí; de entre aquellos con quienes yo tuve trato, hubo una decena, aproximadamente, de militantes estudiantiles de distintos municipios, que desaparecieron y no volvieron a aparecer -y tras mirar al piso con expresión apesadumbrada, dijo: -...Entre ellos estuvo la que era mi novia; se llamaba Alma.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces una chica, con cierto temor por el daño que podría ocasionarle su pregunta, le dijo:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Cómo era Alma?… Si no quiere hablar de eso, lo entiendo.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces el hombre, rápidamente dijo:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No no. Está bien -y tras tomarse algunos segundos, dijo: -...Alma era una chica esbelta, de pelo enrulado, oscuro y muy abundante; era hermosa; en cuanto a personalidad, era muy alegre, siempre estaba haciendo chistes; así era cuando la conocí; me había dicho que antes de empezar a realizar trabajo social, era muy triste, insegura e introvertida; la militancia la cambió totalmente para bien; el estar en contacto con los más necesitados, la llevó a valorar más lo que tenía y a sentirse afortunada, y el sentirse útil para otros, le dio una confianza en sí misma de la cual, de otro modo no habría tenido nunca; todo esto me lo dijo ella;… era del barrio de Boedo; la conocí en la plaza San Martín, acá en Quilmes, a mediados de 1974, cuando se empezó a hacer la rotación de militantes de la UES de Capital y Gran Buenos Aires para la realización de trabajo social; a ella la mandaron para acá varias veces; en esa plaza nos encontrábamos los militantes estudiantiles con militantes de la Juventud Peronista, que eran nuestros “responsables”, lo cual significaba que ellos nos indicaban qué tareas debíamos realizar y con ellos íbamos a las zonas más carenciadas… al poco tiempo de habernos conocido, nos enamoramos;… a fines del ‘75, irrumpió en su casa una patota de la Triple A, que la secuestró, y nunca más supimos de ella.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Juan Manuel se quedó en silencio y con la mirada en dirección al piso durante un buen rato; cuando levantó la vista dispuesto a continuar hablando, notó que todos los alumnos se habían quedado completamente inmóviles, lo cual, lo llenó de sorpresa; se acercó a ellos y les habló, pero ninguno reaccionó; también lo sorprendió el hecho de que todo lo viera en blanco y negro, salvo a su propia persona, a la que sí veía en colores; tras algunos segundos, salió al pasillo, en donde también vio a gente que parecía ser parte de una escena en pausa de una película, y de ahí fue hasta la calle; ya fuera del colegio, en la calle Mitre, miró a su alrededor durante algunos segundos y caminó en dirección al centro de la ciudad; en las calles la gente también estaba como en pausa y también lo estaban, los vehículos; al pasar cerca de un auto estacionado, en una de sus ventanillas vio su reflejo, que era el del adolescente que en los años ‘70, había sido, y entonces su desconcierto fue total; tras caminar casi cuatro cuadras, se detuvo justo enfrente de la plaza San Martín, en la calle Alsina; no tenía pensado cruzar a la misma, hasta que en ella vio a una figura en movimiento y en colores que parecía ser femenina, sentada en un banco; hacia ella fue, y a medida que hacia ella avanzaba, decía repetidamente para sí mismo: “No puede ser”; eso que no podía ser y que estaba siendo, era la visión de una adolescente de pelo enrulado que, sin advertir la llegada del (otra vez) joven Juan Manuel, de una mochila sacaba un termo y un paquete de yerba con el que se disponía a preparar mate; cuando el joven estuvo frente a ella, dudando de la veracidad de lo que estaba viendo, le dijo:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Alma?</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces la chica se levantó, muy dulcemente le dijo: "¡Hola!", y le dio un fuerte abrazo que a Juan Manuel lo hizo sentirse más conmovido que nunca; tras varios segundos de abrazarlo, la joven lo besó en la mejilla y entonces notó los ojos vidriosos de su novio; muy preocupada, le preguntó:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Qué pasa, Juanma?</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces el joven, ahora sonriendo, le dijo:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Pasa que… ¡estoy recontra feliz de verte!</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Yo también! -dijo ella.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y volvieron a abrazarse fuertemente.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Seguidamente se sentaron en el banco y, mientras tomaban mate, hablaban, se acariciaban y se reían... y cada vez que Juan Manuel se disponía a advertirle a Alma lo trágico que estaba por pasarle, algo en su interior, se lo impedía; las palabras no le salían; tras un rato comprendió que no estaba en ese lugar para eso, y dejó de intentarlo.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tanto la situación como el lugar en que el joven estaba, parecían irreales, sin embargo, esa "irrealidad" se había creado en base a personas, lugares, anhelos y vivencias, reales, de ahí que, lejos de ser una mera copia de lo fáctico, lo vivido por él en ese momento, fuera parte de una realidad superior que, como tal, pueda sensatamente ser considerada más real que aquello que comúnmente denominamos: "realidad".</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> No hubo en la vida de Juan Manuel, momentos mejores que aquellos vividos con Alma en ese espacio que bien podría denominarse: "astral"; la felicidad que entonces experimentó, fue absoluta.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El encuentro en que los adolescentes hablaron casi sin parar, ya se había extendido por espacio de una hora y media; en ese momento ambos permanecieron en silencio tomados de las manos durante algunos minutos; la ausencia de palabras concluyó cuando Juan Manuel, mirando a Alma profundamente a los ojos, le dijo:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Te amo.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Yo también te amo -le fue respondido.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y ambos se unieron en un largo beso que culminó cuando el joven vio a Alma deshacerse ante él, en el aire; entonces Juan Manuel se vio de nuevo solo en medio de un paisaje cuya forma ya no era la de una plaza, sino la de un lugar desértico, y se sintió invadido por un dolor emocional, extremo; en cuanto a lo físico, se sintió más débil que nunca y con un frío tremendo que lo llevó a temblar convulsivamente; por ese lugar desolado vagó durante algunos minutos hasta que del mismo de pronto salió, tras escuchar a un alumno preguntarle:</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Se siente bien?</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Juan Manuel advirtió que estaba de nuevo en el aula del colegio Normal, frente a los alumnos que, muy preocupados por el semblante de angustia que el hombre tenía, lo miraban con mucha atención y piedad.</span></div><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Pensando que podría contenerse, les dijo que estaba bien, que no se preocuparan, pero bastó con que una estudiante, percibiendo el estado de malestar en que Juan Manuel se encontraba, se le acercara y en un intento de reconfortarlo, lo palmeara en un brazo, para que el hombre rompiera en llanto; al esto ocurrir, varios alumnos más se le acercaron y tras rodearlo, lo abrazaron.</span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><br /></div><div><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(*) A mediados de la década del 2000, salieron a la luz, documentos en que el agente de inteligencia chileno, Enrique Arancibia Clavel, informaba en el año 1978 al servicio de inteligencia de Chile, que en Argentina, entre 1975 (y al terrorismo de estado se lo suele dar por iniciado en 1974) y ése año (o sea, 1978), había unas 22.000 personas entre muertas y desaparecidas; tal información, procedente del batallón de inteligencia 601 del ejército, demuestra que los casi nueve mil casos de desapariciones perpetradas por el estado entre 1974 y 1983, presentados por la CONADEP, como expone el protagonista de la historia, dan cuenta únicamente de los hechos que fueron denunciados, ya sea ante organismos de derechos humanos o la ya mencionada comisión, y aquellos por los que fueron presentados habeas corpus; claramente, por cada desaparición denunciada, hubo varias que no lo fueron; y cabe señalar que la dictadura genocida, no concluyó en 1978, ya que se extendería hasta 1983, de ahí que la estimación de desapariciones de personas ocurridas en el periodo histórico en cuestión, aceptada generalmente por las organizaciones de derechos humanos, que es la de 30 mil, lejos esté de ser exagerada.</span></div><div><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></div></div>
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Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-84003738915347788682023-03-24T14:40:00.028-07:002023-08-15T14:52:00.091-07:00Resistencia (anarco)peronista (cuento) - Martín Rabezzana<p style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><h2 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Bitter; font-size: small;">-Palabras: 2.578-</span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-weight: normal;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpR47T-tRxSt_3m2DLuMldAEqlGk163KTjfmKLCdjct3J8CUKUVh2Sc-BT5Z5Awnj7Pl64K870isY81YZvdFw92vp1_whWxKci-yDIdeEt4Wj5UnsN1i6tqZzGjaHI300ig5odFUiqmDW05rrhZDHQocuUyj3ubpK6OGVT-2i0FSuy0pS6I2J3XFI2_Q/s862/.%20(2).jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="484" data-original-width="862" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpR47T-tRxSt_3m2DLuMldAEqlGk163KTjfmKLCdjct3J8CUKUVh2Sc-BT5Z5Awnj7Pl64K870isY81YZvdFw92vp1_whWxKci-yDIdeEt4Wj5UnsN1i6tqZzGjaHI300ig5odFUiqmDW05rrhZDHQocuUyj3ubpK6OGVT-2i0FSuy0pS6I2J3XFI2_Q/s320/.%20(2).jpg" width="320" /></a></div></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium; font-weight: normal;"> </span><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;">En el año 1993, en un aula de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, al profesor de historia, Eduardo Casares, uno de sus alumnos, que sabía que él, durante su primera juventud, allá por los años ‘70, se había identificado con el anarquismo y también con el peronismo, le pidió que explicara esa posición política tan extraña y casi por completo, olvidada, al punto de estar en la historiografía política argentina, casi siempre, ausente; el profesor accedió a explicar en qué consistió su ideario ante sus alumnos, que lo escucharían con la mayor de las atenciones; así lo harían incluso los estudiantes menos aplicados que habitualmente prestaban poca atención a lo dicho por los docentes.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> El profesor dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Antes de pasar a explicar cómo llegamos algunos anarquistas de mi generación a definirnos: “peronistas”, deberé explicar qué era el peronismo para nosotros;… ...Como tantos otros, yo, por fanatismo, cuando me identificaba totalmente con el anarquismo y poco sabía de peronismo (y poco quería informarme), califiqué a Perón de “facho” por cosas no menores, como que le haya dado asilo a nazis, que haya usado a grupos de choque parapoliciales/militares, como la Alianza Libertadora Nacionalista para reprimir a la oposición, que estuviera en buenos términos con derechistas como Franco, y más cosas así, de ahí que me fuera imposible entender por qué la mayoría de los argentinos de izquierda se identificaba con el peronismo, pero cuando en serio empecé a informarme sobre dicho movimiento, supe que las medidas de izquierda que, en la política de Perón fueron, según los que lo consideran “facho”, nulas, fueron en realidad, muchas, y no sólo en lo económico y laboral, ya que en esos ámbitos, es casi indiscutible que hubo durante los primeros dos gobiernos justicialistas, una mejoría notable en la calidad de vida de la clase trabajadora que vio aumentar considerablemente su sueldo, así como sus derechos laborales (alcance de la jubilación a todos los trabajadores, lo cual, antes del accionar de Perón desde la Secretaría de Previsión y Trabajo, tenía una extensión menor; vacaciones pagas para los miembros de todos los sectores laborales, que previo a su gestión, eran exclusivas de los trabajadores comerciales; cobertura médica, y más cosas); durante dicho período se habilitó el voto femenino, lo cual, si bien se iba a dar en algún momento, se dio durante el primer gobierno de Perón, también, por voluntad de Perón, se dio la legalización de la prostitución y la abolición de la enseñanza religiosa en las escuelas;… ya en los ‘70, a través de su delegado Cámpora, anuló el bloqueo comercial a Cuba y liberó a presos guerrilleros de izquierda, entre muchas otras medidas que un derechista no habría tomado nunca, ya que eran claramente de izquierda, de ahí que, dependiendo de en qué serie de medidas políticas de Perón, uno se enfoque, pueda considerarlo tanto derechista como izquierdista, dado que su política era AMBIDIESTRA, no obstante, tal término para definir a la política de Perón, ha sido muy poco utilizado, ya que sus detractores izquierdistas y anarquistas, lo consideran de derecha y se refieren comúnmente a él, como: “facho”, y sus defensores izquierdistas, no lo consideran de derecha, pero tampoco llegan a considerarlo de izquierda, sin embargo, lo tienen por líder… en fin… es complejísimo el tema, pero resumiendo: muchísimos jóvenes de izquierda se identificaron con Perón en los años ‘60 y ‘70; ellos conformarían la llamada “Tendencia Revolucionaria del Peronismo” o sencillamente: “la tendencia” o la “izquierda peronista”, y se formaron con Perón políticamente proscrito y en el exilio, es decir, se crearon (y se criaron) sin padre (Pocho) y sin madre (Evita), y cuando finalmente, gracias a la desestabilización lograda por múltiples insurrecciones populares y principalmente: por las acciones violentas de organizaciones guerrilleras de izquierda en contra de miembros de las fuerzas represivas y empresarios financiadores de la represión, le fue permitido a Perón volver al país, al reencontrarse con su padre, los “chicos” ya eran grandes, y aunque haya hijos criados lejos de sus padres que logran reanudar su relación con ellos siendo adultos, no se puede esperar que, siendo ya grandes, vivan bajo sus órdenes, eso explica por qué cuando los jóvenes peronistas se reencontraron con su padre, el mismo fue incapaz de hacerlos seguir sus directivas, ya que el tiempo en que eso podría haber ocurrido, habría sido aquel en que eran chicos;… ...La mirada política de esa juventud peronista y socialista, influyó mucho en nosotros, los anarquistas.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Y tras un silencio de algunos segundos, el profesor dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Para un anarquista, el peor gobierno es siempre aquel que mayor apoyo popular, tiene, porque ese apoyo demuestra que las masas han caído en la trampa de creer que un gobierno puede ser su aliado, cuando, desde el punto de vista ácrata, todo gobierno es el principal enemigo de ellas, de ahí que casi todo anarquista prefiera a un gobierno que haga cosas que desagraden a las mayorías, porque así, ellas lo reconocerán como enemigo; como Perón tenía el apoyo de la mayor parte de la población argentina, está claro por qué tantos anarquistas apoyaron el golpe en su contra del ‘55, que resultó en un retroceso innegable para el país, en todo sentido, ya que se retrocedió en lo económico, en lo cultural, en lo que hace a derechos laborales y sociales, y también en lo referente a los derechos humanos, ya que si bien los detractores calificaban a Perón de “dictador” (aunque haya accedido a la presidencia ganando las elecciones), en realidad, la represión ejercida por él (que sin dudas, existió), durante sus primeras presidencias fue menor respecto a la que hubo durante TODOS los gobiernos argentinos previos y posteriores a los suyos, incluyendo, claro está, al de los autoproclamados “libertadores”, que con la excusa de derrocar a una “dictadura”, pusieron en práctica un plan para llegar al poder, que consistió en bombardear y ametrallar a la población, lo cual dejó cientos de muertos y muchos más heridos; fue al concienciar todo esto, que muchos anarquistas que habían apoyado el golpe contra Perón, se arrepintieron de haberlo hecho y pasaron a conformar la llamada: “resistencia peronista”, sin por esto, necesariamente dejar del todo atrás a sus ideas libertarias, sino simplemente, a su revolucionarismo, cosa que los convirtió en reformistas que, como tales, consideraban que al sistema político ideal, se llega pasando por diversas etapas que no sólo no conviene saltear, sino que además, NO PUEDEN SALTEARSE;… ...La ascensión que constituye el pasaje de un sistema político que está en un nivel bajo, hacia el que está por encima de todos, no puede hacerse abruptamente ya que la cosa es similar a lo que se da en el montañismo, o sea: por más que así se lo quiera, no se puede llegar a la cumbre de una montaña, de un salto; para llegar a la misma, hay que subir poco a poco; paso a paso, pero sí es posible caer al vacío con un solo paso mal dado, en cuyo caso, hay que empezar de cero la ascensión (si es que se está en condiciones de hacerlo), y así como en el marxismo se considera que el socialismo o comunismo de estado (palabras que, aunque muchos les den sentidos distintos, son en realidad, sinónimos) es la fase previa al socialismo libertario, es decir, a la anarquía, desde la perspectiva de los heterodoxos socialistas autoritarios argentinos de los ‘60 y ‘70 (que es como los anarquistas llaman a los socialistas de estado), tanto como desde la de los heterodoxos socialistas libertarios argentinos (los anarquistas), el peronismo es una fase previa al socialismo estatal (aunque para los anarcoperonistas no sea la inmediatamente anterior), y el socialismo estatal, es la fase previa al socialismo ácrata; entonces, según el concepto de los anarcoperonistas, se da lo siguiente: -y dibujó en el pizarrón un esquema en el que, en lo más bajo aparecía el gobierno de facto muy autoritario, es decir, la dictadura, por encima del mismo estaba el gobierno de facto menos autoritario, es decir, la dictablanda, por encima del mismo estaba el gobierno democrático-representativo no socialista, por encima del mismo estaba el gobierno democrático-representativo participativo, que instauraría una democracia semidirecta y sería ése el gobierno “socialista”, y por encima de todo estaba la democracia directa sin gobierno ni estado, es decir: la anarquía; después de esto, dijo: -Para nosotros, Onganía y Levingston, eran los ejecutores de una dictadura que, al llegar Lanusse a la presidencia de facto, se volvió “dictablanda”; el siguiente gobierno fue el de Cámpora, que sería, así como se suponía que lo sería también el de Perón (ya que Cámpora era un delegado de Juan Domingo), un gobierno democrático-representativo no socialista, pero que había que apoyar porque conduciría a la siguiente fase, que sería la del gobierno democrático-representativo participativo o democrático semidirecto, que sería constitutivo a su vez, del “socialismo de estado”, el cual, sería sucedido por la democracia directa, que, por darse sólo ante la ausencia del estado, es denominada: anarquía, pero ocurrió algo impensado: Perón, que había tenido por delegado a Cámpora, que fue un presidente que estaba cumpliendo con lo que según nuestro esquema, estaba previsto, lo hizo renunciar y se postuló para la presidencia, a la cual, por supuesto, tras ganar las elecciones, accedió; una vez en la misma, lejos de seguir con la línea política que a Cámpora le había trazado (es decir, una línea democrático-representativa izquierdista), viró hacia la derecha constituyendo su derechismo, una marcha atrás que hizo pedazos a nuestro esquema y derivó en el siguiente gobierno, terriblemente represor (el de Isabel Martínez de Perón) que, a su vez, le allanó el camino al del ‘76, que fue el más cruento de la historia argentina…</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Y tras hacer una pausa de algunos segundos, el profesor dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -La cuestión es que las esperanzas que muchos tenían de crear una "patria socialista” y, en nuestro caso, de alcanzar el socialismo anarquista que al “socialismo de estado”, sucedería, se terminaron con la derechización del peronismo al Perón asumir su tercera presidencia, pero ese hecho que nos hizo como sociedad, caer al vacío, no se inició realmente con el viraje hacia la derecha mencionado, sino mucho antes, en una fecha específica: el 16 de junio de 1955, ya que durante ese día, las más de cien bombas que los militares antiperonistas tiraron contra la población, constituyeron…</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> En ese momento, un estruendo interrumpió el discurso del profesor Casares, que resultó en que varios alumnos quisieran salir del aula para averiguar qué era lo que estaba pasando, pero el docente les dijo que se quedaran en su lugar, y que él saldría a ver qué pasaba; una vez fuera del aula, vio todo en blanco y negro; de pronto, como si se hubiera teletransportado, apareció en los alrededores de la Plaza de Mayo mientras las bombas caían desde los aviones y dejaban un tendal de muertos y heridos; rápidamente, con gran desesperación, corrió por las calles en un intento de escapar a la muerte a la que sentía pisar sus talones; Casares corrió y corrió, hasta que se agotó y buscó refugio en la parte posterior de un auto estacionado mientras veía espantado la destrucción en curso que lo rodeaba; en eso se abrió una puerta de una casa situada a un lado de donde él estaba, y de la misma un hombre que él no creía conocer, lo llamó.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -¡Casares! ¡Vení!</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Entonces, Eduardo Casares corrió hacia la casa ya mencionada y el hombre, que se encontraba junto a varios compañeros, le dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Tomá -y le dio un fusil y además, un revólver; después le dijo -Los sabés usar, ¿no?</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> En voz baja pero audible, Casares dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Sí.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Entonces el hombre, haciéndole una seña a sus compañeros, dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Bueno muchachos. ¡Vamos!</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Los trece hombres armados salieron a la calle y se dividieron en dos grupos que se enfrentaron a tiros a los grupos paramilitares golpistas autodenominados: “comandos civiles”, compuestos por militares y civiles antiperonistas que, con armas provistas por Gran Bretaña, mientras pasaban en camionetas militares, abrían fuego contra los transeúntes; en cierto momento, desde una de esas camionetas en la que había aproximadamente doce golpistas, se efectuaron disparos con ametralladoras y fusiles contra el grupo de cinco civiles de la resistencia entre los que se encontraba Casares, que resultó en que tres de ellos cayeran heridos de muerte; Claudio Antonelli, que era el hombre que a Casares lo había llamado al verlo refugiado tras un auto, al quedarse sin balas, corrió hacia una plaza y se escondió tras un árbol, pero fue divisado por uno de los golpistas que, tras la camioneta en la que viajaba, detenerse, sabiendo que el hombre ya no tenía municiones, bajó y corrió blandiendo un arma larga en dirección a él, con la intención de ultimarlo, pero cuando lo tuvo enfrente y se dispuso a abrir fuego, desde detrás de otro árbol cercano a aquel, tras el cual, Antonelli se había escondido, Casares salió, apuntó su fusil al golpista y disparó, causándole la muerte, lo cual resultó en que desde la camioneta mencionada, se efectuaran varios disparos en su contra que lo hicieron caer; tras estos disparos, la camioneta se fue.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;">… … …</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Eduardo Casares se despertó una tarde en una cama, sintiéndose muy débil; el desconcierto que lo invadió, fue total; una de las primeras cosas distintas que notó respecto a lo que venía de experimentar, es que había vuelto a ver en colores; la joven mujer que a su lado estaba, a la cual, él no reconoció, al verlo despertarse, se puso muy contenta; él le preguntó:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -¿En dónde estoy?</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> La mujer, sonriendo con gran emoción, tras tomarlo de una mano, respondió:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -En casa.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Entonces, con voz débil, el convaleciente dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Tuve un sueño muy raro... soñé que estaba en los alrededores de la Plaza de Mayo en el '55, el día de los bombardeos… y que me enfrentaba a los comandos civiles.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Su mujer, cambiando su expresión alegre por otra de tristeza, dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Lamentablemente no lo soñaste; los antiperonistas bombardearon la ciudad; vos te enfrentaste a ellos y te hirieron; tu compañero de la fábrica, Claudio Antonelli, casi llorando, me contó que cuando estaban por fusilarlo, vos le salvaste la vida; fue él el que te llevó al hospital en donde te operaron exitosamente; hoy te dieron el alta y te mandaron a casa a continuar con tu recuperación.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Eduardo Casares, que pese a la explicación, poco entendía lo que estaba ocurriendo, dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Pero no… todo eso no pasó, lo que pasó fue que...</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Entonces su mujer lo interrumpió.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Es lógico que estés confundido por los calmantes que te dieron, pero ya te estás recuperando y en unos días vas a estar perfectamente bien.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras varios segundos, el hombre dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -También soñé que…</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Y repentinamente se sumió en el silencio; su mujer le preguntó:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -¿Qué?</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Entonces, cambiando de opinión, Casares decidió no contarle a su esposa lo que había soñado; le dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Nada. No importa.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Su mujer le sonrió muy dulcemente y le preguntó:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -¿Querés comer algo?</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Su esposo asintió con la cabeza y ella le dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -¿Te preparo un café con leche y tostadas?</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Sí -le respondió.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Enseguida te los traigo -dijo ella; después, con mucho amor lo besó repetidamente en las manos y se fue rumbo a la cocina.</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras su mujer irse de la habitación, Eduardo Casares, en voz muy baja, para sí mismo, dijo:</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Soñé que… era profesor de historia en la universidad.</span></span></div><div style="text-align: left;"><br /></div></h2></div><p></p>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-47.0114253 -67.2327313-49.90650823868333 -71.62726255 -44.116342361316669 -62.83820005tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-78333166105732227492023-03-20T13:26:00.021-07:002023-09-13T14:15:31.941-07:00Festejos eran los de antes... (los setentistas, por supuesto) (cuento) - Martín Rabezzana<h2 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><b style="font-family: Bitter;"><span style="font-size: small;">-Palabras: 1.325-</span></b></h2>
<h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixF9gX0gvjk9-uqrlghks--jwsERUHDMo73HW52J2vwHsmsjVK0l7QH6iENXKeoeFcAk6iUL7c3teMXVqhg_PZkYolXOBUQBixJwvDSQa25OyFp5yhLzSrwm3t5jodiDtBOShVMTQNqiS6mUqbMfGwlnPKf6Y2BuyBfu0n0OFf1HKr5keei4iITpviHw/s772/Festejos%20eran%20los%20de%20antes...%20(los%20setentistas,%20por%20supuesto)%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="693" data-original-width="772" height="287" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixF9gX0gvjk9-uqrlghks--jwsERUHDMo73HW52J2vwHsmsjVK0l7QH6iENXKeoeFcAk6iUL7c3teMXVqhg_PZkYolXOBUQBixJwvDSQa25OyFp5yhLzSrwm3t5jodiDtBOShVMTQNqiS6mUqbMfGwlnPKf6Y2BuyBfu0n0OFf1HKr5keei4iITpviHw/s320/Festejos%20eran%20los%20de%20antes...%20(los%20setentistas,%20por%20supuesto)%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div></span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large; font-weight: 400;"> </span><span style="font-weight: 400;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Allá por septiembre del año 1974, alumnos de la Escuela Secundaria N°20 de Quilmes, Almirante Guillermo Brown (llamada simplemente: “colegio normal” o: “el normal”), pertenecientes a la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), se reunían en la Plaza San Martín con otros alumnos en cuyo colegio, la UES estaba ausente; el colegio en cuestión, era el “Quilmes High School”.</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Los estudiantes del Normal, militantes de la UES, queriendo subsanar la carencia constituida por la falta de militancia peronista revolucionaria en el ya mencionado colegio privado, lejos de discriminar a quienes al mismo asistían justamente por ser privado (¡y encima, de orientación cultural británica!), los invitaron a juntarse con ellos en la ya nombrada plaza, todos los viernes tras salir de sus respectivos recintos educativos (es decir, a eso de las 17:30 horas), para informarles de qué se trataba su centro de estudiantes y tratar de convencerlos de que en su colegio, la UES también debía existir; los alumnos del “High School” estuvieron de acuerdo con mucho de lo expuesto por los militantes de la UES, y así fue que, para el 21 de septiembre, o sea, para el día del estudiante, consideraron que participar del acto de festejo que los militantes de la UES, estaban planeando, que tendría lugar frente a uno de los recintos de su colegio (me refiero al <i>High School</i>), constituía un deber moral. Así fue que los aproximadamente 30 estudiantes del <i>High School</i> ahí presentes, firmaron un formulario provisto por los chicos de la UES, en que se le solicitaba a Montoneros el envío de un pelotón para que realizara una acción ya muy difundida el año anterior, y que pretendían volver tradicional en todas las escuelas del país.</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Ese mediodía del 21 de septiembre del año ‘74, un pelotón montonero llegó a la plaza San Martín, saludó cordialmente tanto a los alumnos del Normal, como a los del <i>High School</i>, y uno de sus combatientes, frente a los casi 60 estudiantes de ambos colegios (había también, muchos otros interesados en el discurso que no pertenecían a ninguno de los dos colegios, ya que la plaza estaba repleta de estudiantes que festejaban su día), entre otras cosas, dijo lo siguiente:</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -¡Compañeros! Le agradezco a todos por su presencia y por su interés en la causa popular que resultará en que nuestro objetivo de liberación nacional, que se extenderá a todos los pueblos americanos que actualmente se encuentran bajo el yugo del imperialismo, sea tarde o temprano, alcanzado, y para eso hay que tener valores correctos, que muy lejos están de ser aquellos que, a través de nuestros educadores, nos quieren inculcar;... ...En este día del estudiante, quiero hacerles saber, en caso de que lo ignoren, qué clase de persona era Domingo Faustino Sarmiento, personaje a quien suele denominarse: “padre del aula”, y para esto, voy a leerles algunas frases escritas por él mismo -y sacó de un bolsillo de su pantalón, un papel del cual, leyó lo siguiente: <i>Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer.</i></span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Entonces, de manera enfervorizada, todos los estudiantes secundarios empezaron a abuchear y putear a Sarmiento mientras el combatiente mantenía una expresión de indignación por lo repudiable de los conceptos que acababa de exponer; tras algunos segundos, el montonero volvió a tomar la palabra.</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -En otra oportunidad, el porquería de Sarmiento expresó lo siguiente:<i> Los indios no piensan porque no están preparados para ello. ...¿Lograremos exterminar (a) los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar.” “...Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado.</i></span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras lo cual, los estudiantes volvieron a deshacerse en insultos contra Domingo Faustino durante un buen rato; una vez que volvió a haber un silencio relativo, el montonero dijo:</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -En otro escrito, este ultraderechista que fue Sarmiento, dice: <i>El pueblo judío. Esparcido por toda la tierra ejerciendo la usura y acumulando millones, rechazando la patria en que nace y muere por un ideal que baña escasamente el Jordán, y a la que no piensa volver jamás. ...Y ahora mismo en la bárbara Rusia como en la ilustrada Prusia se levanta el grito de repulsión contra este pueblo que se cree escogido y carece de sentimiento humano, el amor al prójimo, el apego a la tierra, el culto del heroísmo, de la virtud, de los grandes hechos donde quiera que se producen.</i></span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras escuchar lo que el combatiente leyó, los estudiantes, en alusión a Sarmiento, corearon lo siguiente: <i>¡Na-zi de mierda! ¡Na-zi de mierda! ¡Na-zi de mierda! ¡Na-zi de mierda!</i></span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Segundos después, el montonero dijo:</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Respecto a nuestros queridos trabajadores rurales, sin cuyo valiosísimo trabajo no tendríamos siquiera con qué alimentarnos, Sarmiento, entre muchas otras cosas, expresó: ...<i>No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos.</i></span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Entonces, todos los estudiantes gritaron cosas de tipo: “¡Racista pelotudo!” “¡Malparido de mierda!” “¡Viejo <i>choootooo</i>!”</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras lo cual, el montonero dijo:</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Y ahora paso a leerles la última frase del nefasto “padre” de nuestra educación escolar, al que tenemos que negar como tal, en pos de que una educación verdaderamente igualitaria, pueda emerger; la misma es sobre la soberanía de Malvinas, la cual, por derecho nos corresponde a todos los argentinos; el pro imperialismo y antiargentino de Sarmiento, expresó: <i>La Inglaterra se estaciona en las Malvinas para ventilar después el derecho que para ello tenga… Seamos francos; su invasión es útil a la civilización y al progreso.</i></span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras escuchar esto último, los estudiantes, en alusión a Sarmiento, gritaron: “¡Cipayo!” “¡Vendepatria de mierda!” “¡Traidor hijo de re contra mil <i>puutaaa</i>!”, y muchas más cosas. Y tras la seña que el montonero les hizo indicándoles que lo siguieran, los alumnos del colegio Normal, junto con los del High School, salieron de la plaza por la calle Rivadavia y transitaron la cuadra que los separaba de la calle General Paz, que es en donde se encuentra uno de los recintos del “Quilmes High School”, mientras enardecidamente, coreaban lo siguiente: <i>¡Sarmieentooo, hijo de puutaaa, la puta madre que te paarióoooo! ¡Sarmieentooo, hijo de puutaaa, la puta madre que te paarióooo!</i></span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Una vez frente al recinto del Quilmes <i>High School</i>, en cuyo frente había en ese entonces, una estatua de Domingo Faustino Sarmiento a cuyo lado, el combatiente montonero, junto a dos de los cinco compañeros del pelotón con los que hasta ese lugar, había llegado (los otros tres no estaban presentes, ya que tenían la tarea de alejarse unas quince cuadras y hacer detonar varias bombas de estruendo en distintos lugares, minutos antes del acto contra Sarmiento, cosa que la policía se distrajera con eso y estuviera muy lejos del lugar del hecho inminente por acontecer), colocaron explosivos alrededor de la infame estatua que, a los pocos segundos, tras pedirle a todos los alumnos que se mantuvieran a una distancia prudencial, hicieron volar.</span></span></h2><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras la explosión, que suscitó entre los estudiantes, aplausos ensordecedores, los montoneros se fueron y los alumnos de los dos colegios mencionados, se dirigieron a otra plaza para continuar con el festejo de su día, al tiempo que una vitalidad nunca antes por ellos experimentada, de sus personas, desbordaba.</span></span></h2><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></div><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Podrán no estar de acuerdo con lo que hacían los jóvenes revolucionarios setentistas el día del estudiante, pero no me podrán negar que los festejos de aquel entonces, ¡estaban buenos!</span></span></h2><div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></div>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com1Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-10116767632153482072023-03-16T13:41:00.032-07:002023-09-29T10:35:52.350-07:00Noche de sanación de heridos y (noche) de heridores (auto)heridos - Martín Rabezzana<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras: 2.662-</b></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDuE7cxdmcXswU6C9L0LUEiJUy7Hxq-m9EowXZvbipS7RrvoV-iX608YC62egfnWoUEcju3yu4CT15BAc0I9cDeNwdXjUnD3bu_aJ-eir6QaHCrHSKtciYSID9_9eFQjR3zCj-405jH8k-qbEzRMQdAgfUiSqSVJ_29TvZ5cxeK_Du_qBdR4M8u3pqiQ/s588/Noche%20de%20sanaci%C3%B3n%20de%20heridos%20y%20(noche)%20de%20heridores%20(auto)heridos%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="554" data-original-width="588" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDuE7cxdmcXswU6C9L0LUEiJUy7Hxq-m9EowXZvbipS7RrvoV-iX608YC62egfnWoUEcju3yu4CT15BAc0I9cDeNwdXjUnD3bu_aJ-eir6QaHCrHSKtciYSID9_9eFQjR3zCj-405jH8k-qbEzRMQdAgfUiSqSVJ_29TvZ5cxeK_Du_qBdR4M8u3pqiQ/s320/Noche%20de%20sanaci%C3%B3n%20de%20heridos%20y%20(noche)%20de%20heridores%20(auto)heridos%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;"> Allá por el año 2031, en el programa de radio: “Noches dentro de noches”, en el que años atrás, Celina (su conductora) con todo fundamento le había advertido a un oyente lo que para él sobrevendría si iniciaba un tratamiento psicológico, lo cual había causado repudio hacia ella en muchos oyentes (también había generado expresiones positivas), el tema de la antipsiquiatría volvió a estar presente con asiduidad tras las condenas a los psiquiatras Ricardo Togliavita y Soledad Aguzzina.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Para esa noche, Celina programó una entrevista telefónica con un militante perteneciente a una organización en contra de la coerción psiquiátrica, llamado Sebastián Giusti; tras él expresar con fundamentos sólidos que la psiquiatría consiste ni más ni menos que en la aplicación de tormentos, Celina le preguntó:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Por qué las organizaciones de derechos humanos no denominan al tratamiento psiquiátrico involuntario: TORTURA?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> El militante le respondió:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Por motivos de conveniencia lo dejaron de llamar de ese modo;… Esto es un poco largo de explicar, pero si me das unos minutos, te lo explico.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Sí sí. Tenemos tiempo; adelante.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -En los años 1970, los organismos de derechos humanos internacionales, tenían en la búsqueda de la abolición de la psiquiatría coercitiva, a una de sus principales causas por considerarla arbitraria y contraria a los derechos humanos básicos, al punto que muchos de sus militantes, la denominaban justamente: tortura, pero ocurrió que a principios de la década del ‘80, tras haber dichas organizaciones actuado judicialmente en pos de lograr procesamientos de represores estatales (que no tenían nada que ver con lo psiquiátrico) y no haber tenido éxito, ya sea porque la protección estatal impidió que así ocurriera, por los delitos haber prescrito o por otros motivos, muchos de sus integrantes empezaron a buscar un instrumento alternativo de persecución y castigo, y no hubo necesidad de inventarlo dado que el mismo existía ya dentro de la legalidad y era, claro está, la psiquiatría; dichas organizaciones de derechos humanos estatales y no estatales, cuyos miembros son mayormente de izquierda, al igual que lo han hecho históricamente los derechistas (y lo siguen haciendo), empezaron a valerse de la psiquiatría para que sus practicantes realizaran diagnósticos “médicos” en personas por ellos consideradas merecedoras de castigo, que validaran su condición “patológica” por haber incurrido en hechos considerados, aberrantes, y tuvieron éxito, ya que varios de ellos evadieron la prisión, pero no así, el manicomio, y por supuesto... previo a hacer esto, hubo que “limpiar” hasta el menor vestigio de antipsiquiatría que hubiera en las organizaciones de derechos humanos, porque, obviamente, no habría habido ninguna coherencia en el hecho de servirse de la psiquiatría para imponer puniciones, y paralelamente denunciar que la psiquiatría es justamente un instrumento punitivo que se disfraza de sistema médico, y así fue que, de modo mancomunado, en todo el mundo las organizaciones de derechos humanos marginaron y expulsaron en masa a sus miembros críticos o detractores de la psiquiatría, o del poder coercitivo del que está investida.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Celina preguntó:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Qué pasa actualmente si un militante perteneciente a un organismo de derechos humanos, aboga por la abolición de la coerción psiquiátrica o propone cuestionar a la validez de la psiquiatría misma?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Pasa que es degradado; con esto se busca que se dé cuenta de que si quiere ascender, deberá dejar a dicha causa de lado, y si pese a esto, con la misma insiste, es expulsado.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Se convierte en un paria.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Exactamente. Por eso quienes somos defensores de los derechos humanos y estamos en contra de la coerción psiquiátrica, debimos formar nuestras propias agrupaciones que, por lo ya expresado, están en conflicto permanente con las organizaciones derecho-humanistas tradicionales; esas organizaciones, lejos de ser aliadas de nuestra causa, constituyen un obstáculo.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Y tras ingresar a un portal web de noticias con el objetivo de leer cierto pasaje de una entrevista, Celina dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -La ministra de salud de la nación, dice estar en gran medida de acuerdo con los postulados que ustedes presentan, de ahí que haya expresado que, y leo textualmente: “...la situación de los enfermos psiquiátricos ha mejorado mucho últimamente gracias al trabajo de organizaciones de derechos humanos con perspectiva crítica de la psiquiatría; esa mirada crítica que ellos tienen, es la misma que tengo yo”. ¿Qué pensás de esto que la ministra expresó?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> El militante derecho-humanista se río levemente, y después dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -De ningún modo considero que sea “crítico” ni mucho menos, contrario a la psiquiatría ni a sus facultades coercitivas, alguien que se refiere a quienes son psiquiatrizados, como “enfermos”, ya que esa denominación implica una convalidación, no sólo del diagnóstico psiquiátrico, sino incluso, de la psiquiatría misma, de ahí que a quienes son psiquiatrizados, quienes estamos en contra de la psiquiatría coercitiva, los llamemos: “víctimas”, cuando lo son contra su voluntad, “usuarios”, cuando lo son voluntariamente, y “sobrevivientes”, cuando han logrado escapar del yugo psiquiátrico;… ...Yo considero que la ministra es parte del problema que queremos resolver, y a mi modo de ver, su supuesta simpatía hacia nuestra causa, se debe a que ve un cambio de fondo avecinarse del cual, somos impulsores, y por eso es que intenta congraciarse con nosotros. Lo hace por propia conveniencia, pero si llega a ocurrir que nuestra causa, en vez de avanzar, se empieza a estancar o empieza a retroceder, va a empezar a expresar hacia nosotros, antipatía o se volverá indiferente, por eso es que no creemos que la ministra de salud pueda ser aliada de nuestra causa como así tampoco, nadie que pertenezca al sistema de salud oficial, ya que el cambio que buscamos, sólo puede lograrse presionando a quienes son parte del mismo, y la presión sólo puede ser efectiva si se realiza desde el exterior.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Celina, a pesar de los inconvenientes que en el pasado le había causado hablar del tema en cuestión en su programa, lejos de querer evadirlo, al haber vuelto a plantearse por los oyentes tras los conocidos fallos judiciales en contra de la psiquiatría, decidió afrontarlo decididamente, y fue con gran decisión que al militante le formuló la siguiente pregunta:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Empecemos por definir algo fundamental: ¿qué significa ser un “enfermo psiquiátrico”?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> El militante respondió:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Un “enfermo psiquiátrico” es absolutamente CUALQUIER PERSONA a la cual, un psiquiatra decida llamar así.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Sin embargo, en el concepto general, hay que estar loco para ser recluido en un manicomio.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Ese concepto es totalmente equivocado, ya que TODO es patológico bajo la mirada de los psiquiatras, salvo, por supuesto, lo que ellos mismos hacen, y a quien no lo crea así, le pido que consulte el infame librito llamado habitualmente “DSM”, o sea, el “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales”, y constatará que en el mismo se incluyen unas 300 formas de ser, de pensar y de sentir, que hacen literalmente imposible que exista siquiera una persona en el mundo que esté, según el criterio psiquiátrico, mentalmente sana; y no exagero en absoluto, ya que para la psiquiatría, la tartamudez constituye un “trastorno del lenguaje expresivo” clasificado como psiquiátrico. La disgrafía (que no es otra cosa que la mala letra) constituye un “trastorno de la expresión escrita” clasificado como psiquiátrico. La desobediencia en los chicos, constituye un “trastorno negativista desafiante” clasificado como psiquiátrico. La tristeza, que en la actualidad es llamada “depresión”, constituye un trastorno psiquiátrico; son también considerados trastornos psiquiátricos, los tics nerviosos, el insomnio, las pesadillas, el enojo, la alegría excesiva, la timidez, las adicciones, la insatisfacción con el entorno familiar, escolar, laboral, social… en fin; como ya expresé: TODO ES PATOLÓGICO BAJO LA MIRADA PSIQUIÁTRICA y, por consiguiente, TODO EL MUNDO ES “MEDICABLE”; sabido es que incluso la homosexualidad, que actualmente está reconocida como una forma de sentir no patológica, ha sido históricamente considerada enfermiza por la psiquiatría y tratada con internación involuntaria, drogas, shocks insulínicos y electroshocks, y esto tan terrible, no habría podido hacérsele a las personas si en primer lugar, no se las hubiera considerado “enfermas”, de ahí que los militantes de organizaciones argentinas como el Frente de Liberación Homosexual, negando (con todo fundamento) estar enfermos por su modo de sentir, acusaran a la psiquiatría de ser un instrumento represivo hecho pasar por tratamiento médico, y tenían razón, por eso es tan triste el que tantos militantes de lo que ahora se denomina “diversidad sexual”, hayan dejado de estar en contra de la coerción psiquiátrica cuando a finales de la década del ‘80, la homosexualidad fue eliminada del DSM, ya que muchos homosexuales, al dejar de ser considerados por la psiquiatría, “enfermos”, de manera repudiable e inentendible, empezaron a reivindicarla por erróneamente asumir que ya no podrían ser víctimas de ella, cuando en realidad, como la lista de “enfermedades psiquiátricas” es larguísima y se sigue expandiendo (por lo cual, es literalmente INTERMINABLE), si a alguien no lo psiquiatrizan involuntariamente por ser homosexual, lo pueden psiquiatrizar por cualquier otra cosa… en fin; volviendo a lo que dijiste: en el (erróneo) concepto general, hay que estar loco para ser psiquiatrizado involuntariamente, cuando en realidad, la llamada “esquizofrenia” (que también es altamente subjetiva en sus características constitutivas y por ende, discutible hasta en su existencia misma) no la tiene casi ninguna persona considerada por los psiquiatras como “enferma”, de ahí el error de creer que sólo ciertas personas pueden ser víctimas de psiquiatrización forzada, ya que somos absolutamente TODOS potenciales víctimas de dicha aberración médica y ética, no sólo los “locos”, sin embargo, cuando una persona recibe un tratamiento psicofarmacológico, por causa de la toxicidad de los fármacos, tarde o temprano sufre de un trastorno físico y psíquico generalizado, que puede incluir: depresión, ansiedad, ataques de pánico, fobias, paranoia, disartria, conductas agresivas, conductas autolesivas, conductas suicidas, y hasta lo que suele denominarse: esquizofrenia; ante ese estado de cosas, los psiquiatras ven un avance de la “enfermedad” que valida aún más al tratamiento que han suministrado, que los lleva a aumentar las dosis de venenos que prescriben, ya que el mal estado “psiquiátrico” de la persona, demuestra que necesita de más “ayuda médica”, cuando en realidad, dicho empeoramiento procede del mismo tratamiento psiquiátrico, de ahí que para mejorarse, la persona deba suspenderlo, pero esto es imposible que los psiquiatras lo acepten, ya que parten de la base según la cual, lo que suministran “hace bien”, y no aceptan absolutamente ninguna evidencia que demuestre que cuando el estado de sus víctimas, empeora, empeora justamente a causa de las drogas que ellos les prescriben… ...No obstante estar más que claro que la psiquiatría es un instrumento de control social y represión al servicio del estado y de aquellos que hacen negocio del diagnóstico de cada vez más enfermedades (léase: la industria farmacéutica y los médicos), ya que a mayor número de “enfermedades”, mayor venta de medicamentos y mayor consulta a los médicos, hay una aceptación masiva de la psiquiatría por parte de las personas (hasta de aquellas que se dicen en contra del sistema), que lleva a que este estado de cosas, se sostenga</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Y por qué se da esto?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Por el cientificismo que actualmente impera incluso entre los “antisistemas”, que les impide cuestionar siquiera mínimamente a la validez de todo aquello que lleve el título de “científico”. Mirá si no será así la cosa, que incluso los mismos derecho-humanistas que en materia de políticas de seguridad pública están en contra de la mano dura, suelen estar a favor de ella, cuando les es presentada en un marco de sofismos científicos, de ahí que convaliden al tratamiento psiquiátrico involuntario, aun sabiendo que para el acusado de estar enfermo, el mismo implique una quita de derechos constituida por privación de la libertad, imposición de drogadicción y hasta un posible sometimiento a la electrocución; es decir, hasta la gente más opositora a la violencia, convalida a las mayores atrocidades cuando tienen una apariencia científica, de ahí que el combate al poder psiquiátrico sólo pueda tener lugar en un ámbito en el que el cuestionamiento a las ciencias, exista, y no sea una excepción, sino una regla.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Celina dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Y vos creés que lo que ahora es una excepción, se va a volver una regla?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Estoy seguro de que sí, y no lo digo en base a nada, sino en base a las condenas a la psiquiatría que se han dado en este país recientemente, que constituyeron fuertes golpes asestados a la misma; eso ha sido muy prometedor, no obstante, sabemos que la victoria no es inminente porque todavía faltan muchas vueltas por pelear y ganar, y esto es lógico, dado que a un sistema represivo muy bien constituido y afianzado, no se puede esperar derribarlo con uno o dos golpes. Hay que pegarle con todo durante un rato largo para lograrlo, y yo sigo y seguiré haciéndolo… Como más o menos dijo el sociólogo de Sousa Santos: “La tragedia de nuestro tiempo es que la dominación está unida y la resistencia está fragmentada”, y esto último es algo que a partir de la condena al doctor Togliavita, empezó a cambiar, ya que la misma llevó a que muchos sobrevivientes de la psiquiatría e incluso, legalistas y derecho-humanistas contrarios a la coerción psiquiátrica, se unieran para luchar mancomunadamente, lo cual, no venía pasando desde hacía mucho tiempo, de ahí que el problema grave de lo fragmentado de la resistencia, se haya empezado a resolver.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Tras algunas expresiones más, Celina le agradeció al militante de la antipsiquiatría su participación en el programa y lo saludó.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Inmediatamente después de la entrevista en cuestión, la conductora puso al aire mensajes de voz de los oyentes; el primero de ellos, dijo lo siguiente: “¡Bien, Celina! Dale para adelante con la difusión de la verdad; ¡sos una genia!”. Después, otro oyente dijo: “Ese que habló y vos, son unos reaccionarios de mierda; lo tuyo es medieval, Celina; tendría que estar prohibido tu nefasto programa”; después, una oyente dijo: “¡Buenísimo lo tuyo, che! No te dejes amedrentar por los que te reprueban agresivamente por exponer en tu programa a las cosas como son. ¡Mucha suerte!”; después, otra oyente dijo: “Soy estudiante de psicología y con todo el respeto que ya no te tengo, te digo que sos una burra, igual que el analfabeto militante de esa organización pseudo derecho-humanista que entrevistaste; ojalá que lo que expresás y dejás que se exprese en contra de la psiquiatría en tu programa, sea penalizado legalmente y termines presa, ¡conchuda de mierda!”; después, otra oyente dijo: “¡Aguante, Celina, AAAGUAAANNNTEEEE! ¡Y aguante la antipsiquiatría!”; después, otro oyente dijo: “Yo no puedo creer que en pleno siglo 21, haya todavía idiotas como vos y el que entrevistaste, negando a las verdades científicas que tanto bien le han hecho a la humanidad; deseo profundamente que la especie de cavernícolas a la que pertenecés, se extinga pronto”; después, otro oyente dijo: “¡Vaaaaamoooo’ Celina, caraaajooo!; ¡sos una mina inteligente y de coraje por oponerte al poder instituido!; no todo el mundo se anima a hacerlo, y si no cuestionamos a ese poder ni nos organizamos para resistirlo, estamos perdidos, por eso te re agradezco tu contribución a la organización de la resistencia. ¡Seguí así!”</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Expresiones muy similares a las ya expuestas, continuaron durante toda la noche siendo realizadas por los oyentes que salieron al aire en el programa: “Noches dentro de noches”, que es lo mismo que había ocurrido años atrás, cuando por vez primera, el tema de la antipsiquiatría fue tratado por la conductora, pero esta vez hubo algo muy diferente en su modo de tomarse las expresiones agresivas que se le dirigieron, ya que, lejos de angustiarse, en esta oportunidad, ante las mismas se limitó a escuchar sonriendo y después le agradeció honestamente la participación a quienes las realizaron, evidenciando con eso, una invulnerabilidad total a los ataques; Celina ya no temía ser dañada por los detractores porque se sabía emocionalmente fortalecida al punto de sentir que los golpes verbales a ella dirigidos, volvían a sus emisores, de ahí que los heridores ya no pudieran herirla.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Los heridos, esa noche y las noches por venir, fueron y seguirían siendo, los heridores.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"> </span></div></span></div>
</div>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-1533197571065172032023-02-15T13:53:00.071-08:002023-09-13T13:58:20.587-07:00Vanguardia antipsiquiátrica (cuento) - Martín Rabezzana<h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: Bitter;"><b> <span style="font-size: small;">-Palabras: 3.402-</span></b></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQISRWxxpDzrCjfBVeFgr3UNvQbrS_KmA65h74TanPGrAqYXbst_hTrTELJElXVVjaCsj_r9ztQRfC9IHc_T8baGSZyQ8SdZ5Vo9O7Z9SP8j1yiagM4h_D5xE9ntqORb6uR9sG3bk36MZ83R4kdShY0TQTw5TjK5CgFj60HcI4EEiTEfbNR964usqHhw/s1280/Vanguardia%20antipsiqui%C3%A1trica%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="clear: left; float: left; font-family: inherit; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: small;"><img border="0" data-original-height="808" data-original-width="1280" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQISRWxxpDzrCjfBVeFgr3UNvQbrS_KmA65h74TanPGrAqYXbst_hTrTELJElXVVjaCsj_r9ztQRfC9IHc_T8baGSZyQ8SdZ5Vo9O7Z9SP8j1yiagM4h_D5xE9ntqORb6uR9sG3bk36MZ83R4kdShY0TQTw5TjK5CgFj60HcI4EEiTEfbNR964usqHhw/s320/Vanguardia%20antipsiqui%C3%A1trica%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></span></span></span></a><span style="font-family: inherit;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: small;"> </span></span></span></h3><div><span style="font-family: inherit;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></span></div><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Los integrantes de la ONG: “Alianza Contra la Coerción Psiquiátrica y Psicológica”, tras la victoria judicial notable de los querellantes y la fiscalía lograda en contra del psiquiatra Ricardo Togliavita (que había actuado según el protocolo psiquiátrico), que derivó en una condena en su contra sin precedentes en el mundo, se sintieron enormemente esperanzados ante la posibilidad de que nuevas imputaciones a psiquiatras llevaran a más procesamientos y condenas y que esto resultara, en algún momento, en una abolición total de la coerción psiquiátrica, sin embargo, los meses pasaron y nuevas imputaciones contra psiquiatras fueron realizadas por sobrevivientes de la psiquiatría, cuyos abogados fueron provistos por la alianza ya mencionada, sin que se pudiera pasar de la instancia de la declaración indagatoria, ya que en todos esos casos, los jueces habían dictado el sobreseimiento o la falta de mérito, que impidieron que los psiquiatras fueran llevados a juicio, de ahí que hubiera que buscar urgentemente casos cuyas derivaciones fueran tan importantes, que pusieran una presión moral (y hasta política) en los jueces, que les impidiera mantenerse indiferentes ante la cuestión, ya fuera por motivos de empatía personal, o por considerar que de atender los reclamos de los querellantes, sus carreras serían impulsadas, por los mismos estar relacionados con una causa sensible para la opinión pública argentina.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> El plan tuvo éxito, y así fue que varios psiquiatras fueron imputados por daños a la salud integral de sus “pacientes”, privación ilegítima de la libertad, instigación al suicidio y más cosas, hechos que, por su gravedad y realización con la participación del estado (y muchas veces por orden del estado mismo), llevaron a los acusadores a que la imputación realizada contra ellos por sus acciones lesivas contra las personas, fuera por DELITOS DE LESA HUMANIDAD.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Si bien la mayoría de los juzgados dictó el sobreseimiento de los muchos psiquiatras imputados por dichos imprescriptibles delitos, y los que sí fueron juzgados, lo fueron por delitos menores, uno de ellos, en la provincia de Mendoza, dictó el procesamiento de una psiquiatra por los mencionados delitos, constituyendo un nuevo hito en la historia antipsiquiátrica mundial.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> La decisión tomada por un juzgado (juzgado que, como todos los demás, SIEMPRE “trabaja” en colaboración con profesionales de la psiquiatría) de juzgar a una psiquiatra, no habiendo ella incurrido en lo que oficialmente se considera: “mala praxis”, constituyó un caso de: “estado que se juzga a sí mismo”, ya que el estado es el que le concede poder parajudicial a los psiquiatras; tal juzgamiento, pocos años atrás, parecía imposible, como así también lo parecía el que los perpetradores del genocidio realizado por el estado argentino en el periodo de la última dictadura (1976-1983), cuya finalidad era la eliminación de toda posible oposición a los intereses económicos, culturales e ideológicos de las clases dominantes, fueran juzgados, sin embargo, así se hizo, y no ocurrieron los juzgamientos sólo en el ámbito de las cortes internacionales, ¡sino también en el ámbito judicial local!, y es por eso que la serie de juicios contra los psiquiatras que a finales de los años 2020, en el país se iniciaron, fue ni más ni menos que una continuación de esos juicios por crímenes de lesa humanidad que, aunque con marchas atrás e interrupciones, se materializaron.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Una vez iniciado el juicio contra la psiquiatra cuyo nombre era Soledad Aguzzina, la abogada Victoria Sáez Carrera, representante de víctimas de la psiquiatría y de sus familiares, cuyos denominadores comunes eran no sólo el haber sido dañadas por la psiquiatría, sino también, el de ser ex combatientes de Malvinas e hijos de ex combatientes, expuso en su alegato, muchas cosas; explicó que entre los ya mencionados ex combatientes, hay un número de personas muertas por suicidio, altísimo (también incluso, entre sus hijos), y que en todos los casos que investigó, los mismos se produjeron durante el primer semestre de ellos haber iniciado un tratamiento psiquiátrico; se refirió en particular al primer caso por el que imputó a la psiquiatra Aguzzina, que fue directora de un neuropsiquiátrico en el cual, durante su periodo, varias personas privadas de su libertad, se suicidaron; el caso en cuestión (que para la causa sería emblemático), era el del ex combatiente Rafael Palau, de 34 años, que, en el año 1998, en circunstancias en que se encontraba recluido en el manicomio dirigido por la ya mencionada psiquiatra, se suicidó; también hubo en ese neuropsiquiátrico (como en todos los demás), casos de muertes por disfunciones multiorgánicas que falazmente los psiquiatras atribuyeron en sus causas a problemas en los reclusos, preexistentes; la doctora Sáez Carrera intentaría demostrar que los mismos (y por consiguiente, las muertes) fueron resultantes del tratamiento psiquiátrico.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Si bien se imputó a otros psiquiatras que "trabajaban" en el neuropsiquiátrico dirigido por la doctora Aguzzina, también a psicólogos, a asistentes sociales y hasta a jueces, a todos ellos los protegió una especie de "ley de obediencia debida" que resultó en que a ninguno se le dictara el procesamiento, pero sí a la psiquiatra Aguzzina, por considerársela máxima responsable de los hechos ya referidos.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> En el contexto de su alegato, tras un largo preámbulo en el que explicó por qué la psiquiatría no es científica según el criterio oficial de qué es ciencia y qué no lo es, y que aun si lo fuera, por las consecuencias terribles de la misma en las personas a las que se les aplica, que no son sólo el empeoramiento de su salud física y psíquica, sino también, la quita de derechos humanos por parte del estado tras un diagnóstico psiquiátrico (derechos que el estado, hipócritamente denomina: “inalienables”), debería ser considerada una amenaza para la salud pública, además de una amenaza para dichos inalienables derechos, la doctora Sáez Carrera, dijo:</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Uno de los querellantes, familiar de una víctima fatal de la psiquiatría que me tiene a mí por representante legal, me dijo: “Hablar con gente que está a favor de la psiquiatría, es como hablar con milicos de la última dictadura; ante la recriminación que se les realice por haber secuestrado, torturado, violado y/o matado, aludiendo a sus víctimas, invariablemente dicen cosas de tipo: “Pero eran terroristas. Ponían bombas.” Y la respuesta obvia por darle a quien a dicho accionar reivindica, es: “No importa lo que una persona haya hecho. NUNCA debe ser torturada, violada ni asesinada”, y en esto que me dijo, tuvo toda la razón; además me expresó que: “...hubo muchísima gente por los milicos tratada de los modos ya referidos, que no tenía absolutamente nada que ver con actividades terroristas, sin embargo, según el criterio ultraderechista, SIEMPRE era terrorista la gente por ellos, reprimida, y en el caso de la psiquiatría se da exactamente lo mismo, ya que quienes la defienden, justifican al tratamiento involuntario (es decir, JUSTIFICAN A LA TORTURA), diciendo que aquellos a quienes se les aplica, están "enfermos", pero aun si la “enfermedad mental” fuera una realidad, y no la ficción que es, la condición en alguien de "enfermo", no debería justificar que se lo prive de todo derecho, y esto es lo que a través de la psiquiatría, se hace.”;… Yo coincido con todo esto, ya que es totalmente cierto; cuando alguien es considerado “mentalmente enfermo”, el estado le da atribuciones a los psiquiatras para forzarlo a la drogadicción y hasta para infligirle descargas eléctricas a la cabeza, o sea, el estado, por su supuesto “bien”, habilita que aun contra su voluntad, a una persona se la picanee farmacológica y hasta eléctricamente, lo cual, es terrible aunque a la misma esto no le cause la muerte, pero ocurre que estas prácticas aberrantes, habitualmente terminan con la vida de aquellos a quienes se les inflige, y al igual que ocurre en lo recién expuesto en el paralelismo entre la represión de los militares durante la última dictadura y el accionar psiquiátrico, en el caso de la psiquiatría también está la cuestión de que, de entre todos aquellos etiquetados por los psiquiatras como “enfermos”, la mayoría tiene formas de ser, comunes entre casi todas las personas consideradas “normales” y totalmente adaptadas al sistema, que hacen absurdo al hecho de que se las clasifique como “enfermas”; está más que claro para nosotros, que la hiperpatologización realizada por los psiquiatras de las formas cotidianas y generales de ser, de pensar y de sentir, responde en gran medida a intereses económicos de una de las industrias más poderosas del mundo: la farmacéutica, ya que al etiquetar a tendencias propias de todas las personas como “enfermizas”, su negocio se ve beneficiado, dado que a mayor número de enfermedades, mayor venta de medicamentos; por supuesto que todo esto, para un oficialista de la psiquiatría, es parte de un conspiracionismo que nos hace a quienes lo difundimos, merecedores de llevar etiquetas psiquiátricas, ya que para alguien así, el cuestionamiento mismo a la psiquiatría hace del cuestionador, un caso psiquiátrico; parece ser que el que está bien de la cabeza y es educado e inteligente, nunca cuestiona a los diplomados en ciencias. Nunca los critica, nunca compara versiones... básicamente: NUNCA PIENSA, ya que NO CUESTIONAR EQUIVALE A NO PENSAR, y esa delegación del no diplomado en ciencias, de la acción de pensar en quienes sí están diplomados, parece ser constitutivo de salubridad mental, de posesión de cultura e inteligencia… En fin;... a ese grado de descomposición moral e intelectual, hemos llegado, ya que esto tan absurdo, es aceptado por la generalidad de las personas, y sólo nos será posible recomponernos, mediante la oposición a disciplinas como la psiquiatría, cuyo poder coercitivo NO DEBE TOLERARSE MÁS.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Y tras algunos segundos en que la doctora Sáez Carrera hizo una pausa para tomar agua, prosiguió con su alegato.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Lo más importante del fallo judicial que de modo inédito condenó al psiquiatra Togliavita, reside en que la condena no fue por él haber incurrido en mala praxis, o sea, no fue condenado por haber actuado contrariamente a lo establecido por el protocolo psiquiátrico vigente, sino que se lo condenó por haber actuado de acuerdo al mismo, es decir, el tribunal que lo juzgó y condenó a prisión, resolvió que (y cito): “...un tratamiento psiquiátrico correctamente realizado, es altamente perjudicial para la salud tanto física como psíquica de la persona a la que se le aplica”; esto resulta en que además de al mencionado psiquiatra, el tribunal haya indirectamente condenado al mismísimo sistema psiquiátrico, y espero que acá se haga lo mismo, dado que hacer justicia, en este caso sólo puede implicar condenar a la psiquiatría, representada en esta oportunidad, por la doctora imputada, Soledad Aguzzina, por ella haber incurrido en delitos que, de actos legales, tuvieron solamente una apariencia de superficie, ya que en el fondo, su accionar abyecto ha estado desde el inicio constituido por delitos de los más aberrantes que, por ser tales, son CONTRA LA HUMANIDAD TODA, y ahora mismo paso a fundamentar esta posición:… ...Como es de público conocimiento: entre los ex combatientes argentinos de la guerra de Malvinas, hay un número de muertos por suicidio, mayor al número de muertos entre ellos por el enemigo, en el curso de dicha guerra, y no sólo eso, sino que además, hay un número muy alto de suicidios entre sus hijos… En una lectura superficial, sin perspectiva antipsiquiátrica y con una perspectiva contraria, que es la psiquiátrica y la psicológica (y tal lectura es la oficial), tales suicidios ocurrieron por causa del estrés postraumático que, por heredarse transgeneracionalmente, alcanza también a las familias de los afectados, pero tras yo analizar una multiplicidad de estos casos al azar, les puedo asegurar que, por todos estos suicidios haberse dado en el semestre posterior al inicio de tratamientos psiquiátricos, la causa de los mismos está en dichos tratamientos. Es decir, los suicidios se dieron por el empeoramiento del estado físico y psíquico provocado por los psicofármacos que estas personas consumieron por prescripción médica y en muchos casos, hasta de manera forzada, ya que, como ya expresé, el estado, por su supuesto bien, le impone a las personas, tratamientos psiquiátricos que producen un malestar tan insoportable, que las lleva a querer quitarse la vida con el objetivo de no sufrir más; otras personas psiquiatrizadas se suicidan porque abruptamente dejan de tomar psicodrogas al advertir que lo único que les hacen, es daño, y como desarrollaron adicción a las mismas, se encuentran con un síndrome de abstinencia que les provoca un sufrimiento tremendo, que las hace desear morirse, y otras personas psiquiatrizadas que también advierten que por culpa de los fármacos se sienten cada vez peor, y por ese motivo, pretenden dejar de tomarlos, se encuentran con la oposición total a eso por parte de su entorno familiar que ciegamente cree en la validez absoluta de la palabra del supuesto profesional de la salud que dispuso el tratamiento (el psiquiatra), e incluso, con la imposibilidad legal de dejarlos por haber una orden judicial que los condenó a la drogadicción; cuando esto último se da, para escapar a la tortura psiquiátrica, hay solamente dos cosas posibles por hacer: una es la de irse para siempre del lugar en que se resida y romper todo lazo con amigos, familiares y conocidos (ya que de no hacerse esto, los mismos pueden llegar a entregarlo a uno a los torturadores), y otra es la de suicidarse.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Y tras hacer una nueva pausa de algunos segundos, la abogada continuó con su alegato.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Por estar la psiquiatría investida de facultades parajudiciales otorgadas por el estado y, por ser entonces, el estado, CULPABLE del accionar arbitrario e ilegal que la misma desarrolla que, por estar conformado por privaciones de la libertad SIN DEBIDOS PROCESOS PREVIOS a personas que en la gran mayoría de los casos no han cometido delitos ni han sido siquiera acusadas de haberlos cometido, y por TORTURAS, ya que la drogadicción y las descargas eléctricas a la cabeza, cuando les son aplicadas a alguien contra su voluntad, constituyen TORTURAS, sumado al hecho de que estas prácticas represivas se han diseñado para ser aplicadas de modo SISTEMÁTICO y GENERALIZADO contra un colectivo civil que, en consideración de las autoridades de turno, esté “enfermo”, aunque, como ya expresé, sus integrantes no hayan cometido delitos ni se hayan presentado pruebas médicas de sus supuestas enfermedades, es que puede con todo fundamento decirse, que la psiquiatría es un instrumento que el estado utiliza para hacer pasar por tratamiento médico a lo que no es otra cosa que una acción punitiva y arbitraria contra las personas, y cuando el estado se organiza para atacar a un colectivo humano civil de modo programado, sistematizado y generalizado, está incurriendo ni más ni menos que en DELITOS DE LESA HUMANIDAD. Por todo esto es que, sin exagerar, los tratamientos psiquiátricos constituyen delitos contra la humanidad en su conjunto, y como tales deben ser clasificados, así como también, juzgados y condenados, sus perpetradores.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> A todo esto, la represora matriculada, Soledad Aguzzina, evidenciaba una gran hipocresía con su mirada de inocencia y desconcierto ante aquello que escuchaba, y un gran nerviosismo y ansiedad, con el temblor de sus manos y labios, lo cual a su vez daba cuenta del consumo de benzodiacepinas y antipsicóticos en que había incurrido, ya que más que por la situación en curso, su nerviosismo y ansiedad, así como los síntomas parkinsonianos que estaba sufriendo, se debían justamente a los venenos por ella consumidos que, no obstante ella misma estar padeciendo sus efectos, seguiría defendiendo y justificando en su suministro a las personas (incluso de modo coercitivo), hasta el final, así como la mayoría de los militares perpetradores de genocidios, defiende y justifica hasta el final, a su accionar indefendible e injustificable.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras una nueva pausa de varios segundos, la doctora Victoria Sáez Carrera, se dispuso a iniciar la parte final de su alegato, alegato que, por motivos de espacio, en este texto no se presenta en su totalidad.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -La aceptación de la validez de la psiquiatría, nos genera un problema moral, tremendo, ya que la misma es parte de un aparato disciplinario y represor, basado en la idea absurda, aceptada por los derechistas (y no sólo por ellos), según la cual, quien se porta “mal”, puede ser llevado a portarse "bien", por medio de la “mano dura”, y en realidad, todo demuestra que uno aprende a tratar a los demás, en gran medida a partir de cómo es tratado, por lo cual, quien es tratado mal, tiene muchas más posibilidades de tratar mal a otros, que si es tratado bien, por consiguiente, la “mano dura”, lejos de mejorar la conducta de alguien, la empeora. No obstante la enorme cantidad de evidencia que prueba esto, basta con que aparezca un caso policial famoso, para que la "mano dura" de los psiquiatras, sea legitimada y hasta reclamada por la población, ya que tras el mismo, los psiquiatras son siempre entrevistados en todos los medios y dan su versión de por qué tal hecho violento, se dio, y por qué podría haberse evitado de haber habido una intervención psiquiátrica a tiempo (en esta versión justificadora de su tratamiento constitutivo de “mano dura”, la mayoría de la gente, inentendiblemente creerá), ya que según la visión psiquiátrica, absolutamente todo mal individual y social, procede de la falta de psiquiatrización, ya que la misma (supuestamente) anula toda tendencia humana negativa;... El nerviosismo es, según los psiquiatras, tratable de modo efectivo con medicación psiquiátrica, como así también, la tristeza, el enojo, la ira, la angustia, la frustración, la agresividad, la timidez, la falta de autoestima, etc., etc., etc., por lo cual, según el criterio de los psiquiatras, si el 100 por ciento de la población mundial estuviera bajo tratamiento psiquiátrico, el mundo sería perfecto, ya que la gente viviría sin nunca ponerse nerviosa, sin nunca deprimirse, sin nunca enojarse, sin nunca ponerse irascible, sin nunca angustiarse, sin nunca frustrarse, sin nunca violentarse, sin nunca inhibirse, sin nunca sentirse mal consigo misma y sin tampoco ponerse nunca demasiado contenta, porque eso constituiría una euforia que también es, según la psiquiatría, algo patológico, y la salud, según la psiquiatría, es el equilibrio absoluto, cuando en realidad, la inestabilidad emocional, conductual e ideológica, es parte de la condición humana que, como tal, necesariamente se da EN TODO SER HUMANO VIVO Y SANO, y no estoy exagerando en absoluto en el cuadro que presento del criterio psiquiátrico, dado que literalmente, ante el malestar en las personas de la especie que sea, el psiquiatra SIEMPRE cree que su intervención es necesaria, imprescindible y benéfica, y la realidad es que NUNCA lo es; la intervención psiquiátrica es SIEMPRE innecesaria, SIEMPRE prescindible y SIEMPRE CRIMINAL, y muy rara vez, este accionar psiquiátrico, cuya intención es la de automatizar, robotizar y, en una palabra: DESHUMANIZAR a las personas, es castigado, y esta falta de castigo constituye una ENORME INJUSTICIA… En conclusión, señores jueces: les pido que la doctora Soledad Aguzzina, sea condenada a la pena máxima por haber incurrido en la comisión de DELITOS DE LESA HUMANIDAD.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;">… … ...</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> En el curso del juicio, declararon casi 50 testigos; entre ellos estuvieron familiares y amigos de la víctima fatal de la psiquiatría ya mencionada (el ex combatiente Rafael Palau), como así también, otros ex combatientes víctimas sobrevivientes de dicha disciplina y de la acusada, médicos clínicos críticos de la psiquiatría, psicólogos también críticos de ella y hasta psiquiatras, que aun siendo defensores de la visión oficial de su profesión, hablaron en contra del accionar de la doctora Aguzzina, atribuyéndole todo tipo de faltas en su desempeño profesional, constitutivas de mala praxis, con la clara intención de salvaguardar la integridad de la psiquiatría, lo cual derivó en una enemistad con otros colegas de la psiquiatra que declararon a favor de ella, ya que con eso, defendían a su propio accionar; no obstante la defensa realizada por varios de sus colegas, por su abogado y por ella misma (al autodefenderse se limitó a decir de múltiples maneras que: "no había hecho nada malo" y que, por el contrario, había siempre trabajado en favor de la salud de los "pacientes"), la psiquiatra acusada fue condenada a cadena perpetua por haber incurrido en una actividad constitutiva de delitos de lesa humanidad.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Esta condena, única en el mundo hasta ese momento (*), se dio (o se dará, mejor dicho) allá por mediados del año 2031; la misma fue un paso más en el camino conducente a la abolición total de la psiquiatría coercitiva.</span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></h3><h3 style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;">(*) El psiquiatra Togliavita ya había sido condenado pero por delitos comunes, no de lesa humanidad.</span></span></h3>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com2Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-42876847070636175272023-02-07T07:38:00.024-08:002023-08-15T13:08:59.409-07:00En un futuro cercano (cuento) - Martín Rabezzana<div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: Bitter;"><b> -Palabras: 2.791-</b></span><span style="font-size: medium;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjTta_YL7KW1AvUgzJVmyoP7oYGpSIBBdWHt5Z0KUUt0AZh6raUaud708nrFNkqwp0qQiMsfAb-RU5Xpsp8e905YZgxMoPIEGcS-MA0f4sPX0rPA1o6x15mZ-g13uVTktAgQQG7dBinyZpTD71TP4UKS_DrpUDlOusAgzxDeV6fMb6AnWYZUMhwA9jcA/s960/En%20un%20futuro%20cercano%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjTta_YL7KW1AvUgzJVmyoP7oYGpSIBBdWHt5Z0KUUt0AZh6raUaud708nrFNkqwp0qQiMsfAb-RU5Xpsp8e905YZgxMoPIEGcS-MA0f4sPX0rPA1o6x15mZ-g13uVTktAgQQG7dBinyZpTD71TP4UKS_DrpUDlOusAgzxDeV6fMb6AnWYZUMhwA9jcA/s320/En%20un%20futuro%20cercano%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> </span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Un psiquiatra llamado Ricardo Togliavita, fue citado a indagatoria en un juzgado de la provincia de Buenos Aires hacia fines de la década del 2020, tras ser imputado por privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos e instigación al suicidio en perjuicio de uno de sus “pacientes” cuyo nombre era Luciano Lamacchia; tras serle informado por el juez cuáles eran los hechos por los cuales había sido imputado, cuáles eran las evidencias en su contra presentadas por el fiscal, e informarle que tenía derecho a declarar y, que de no hacer uso del mismo, cosa tal no podía constituir una prueba en su contra, el imputado, asumiendo que la impunidad para él y sus cómplices de control social y represión, sería eterna (de ahí que estuviera seguro de que para él, sobrevendría el sobreseimiento), hizo uso de su derecho a declarar; durante la declaración, como se esperaba, dijo que todo lo que había hecho, lo había hecho conforme a lo reglamentado médicamente y que por eso, todo su accionar profesional era legal y científico, por lo cual, estaba totalmente tranquilo, resultando esto en que aceptara contestar preguntas.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El fiscal Juan Martín Candioti buscaba demostrar que el accionar de TODOS los psiquiatras constituye “mala praxis”, pero no porque actúen con negligencia en el sentido de no hacerlo de acuerdo con las normas vigentes en psiquiatría, sino porque, según su criterio, el ejercicio de la psiquiatría misma constituye una negligencia médica por ella carecer de las evidencias probatorias en cuanto a la condición patológica de las personas a las que trata, que deben necesariamente presentar los médicos de otras disciplinas, antes de declarar a un paciente: “enfermo” y prescribirle medicamentos, de ahí que pretendiera demostrar que una buena praxis psiquiátrica, es una mala praxis médica. Buscaba además demostrar que el tratamiento psiquiátrico es un medio para violar derechos humanos básicos, dado que a través de la psiquiatría se autorizan privaciones forzadas de la libertad contra las personas, imposición de drogadicción y hasta en algunos casos, de electroshocks, constituyendo estas últimas cosas mencionadas, torturas que, por supuesto, no están permitidas en su infligimiento a NADIE bajo NINGUNA circunstancia, sin embargo, todo esto se le hace a las personas a través de la psiquiatría sin necesidad de que hayan cometido delitos y sin un debido proceso previo, de ahí el interés del fiscal en que el estatus legal del accionar psiquiátrico sea revisado ya que, según su criterio, el mismo infringe varias leyes, resultando esto en que los psiquiatras que actúen o hayan actuado de modo coercitivo con cualquier persona a la que en el ejercicio de su oficio, hayan tratado, ameriten ser llevados a juicio sin que para que se logre cosa tal, haga falta cambiar la legislación, dado que basta con aplicar la que ya está vigente para que, por su accionar, penas privativas de la libertad, le sean a los psiquiatras, aplicadas.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El fiscal Candioti le preguntó al psiquiatra Togliavita lo siguiente:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -¿Por qué motivo dispuso que a Luciano Lamacchia se le impusiera psicodrogadicción y reclusión en un manicomio?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> A lo que el psiquiatra respondió:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -El paciente tenía tendencias agresivas y autolesivas, en estos casos, el tratamiento psiquiátrico se hace indispensable para disminuir la posibilidad de incidencia del enfermo tanto en la agresión a otros, como en la agresión a sí mismo.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El abogado rápidamente dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Por lo que me informaron familiares y amigos de la víctima, a mí no me consta que así haya sido previo al tratamiento psiquiátrico que le fue impuesto, pero sí con posterioridad al mismo, pero supongamos que usted tiene razón y que su intervención se dio en el marco de una conducta agresiva hacia otros y hacia sí mismo, de Luciano: ¿usted considera sensato que a alguien que tiene tendencias agresivas o autolesivas, se le suministren substancias que aumentan la agresividad y las tendencias autolesivas?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -No fue eso lo que hice.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -En realidad, fue exactamente eso lo que hizo, dado que el tratamiento psiquiátrico se basa en el suministro de drogas que, según sus mismos prospectos, aumentan la agresividad y las tendencias autolesivas, y hasta en prácticas aún más aberrantes como el infligimiento de descargas eléctricas a la cabeza.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -La terapia electroconvulsiva no fue aplicada en su caso, y de hecho, lo es cada vez menos por la mayor eficacia y menores efectos adversos que los psicofármacos, tienen, producto del avance de la ciencia.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Sin embargo, a pesar de esos supuestos avances que llevan a que los fármacos que ustedes prescriben sean, según su criterio, cada vez más efectivos y seguros, como ya dije, los mismos prospectos de TODOS los psicofármacos en los que se basa su supuesta terapia médica, admiten que su toma aumenta la agresividad y las tendencias autolesivas que muchas veces resultan en actos agresivos y suicidas en quienes los consumen, pero cuando un acto agresivo o suicida realizado por alguien tratado psiquiátricamente, tiene lugar, los psiquiatras que se los han suministrado, se desentienden de toda culpa y responsabilidad, y aducen que dichas substancias tóxicas, fueron por ellos suministradas con el fin de ayudar a sus “pacientes”… ¿Podría aclarar por qué, sabiendo que la posible comisión de un acto violento contra otros o contra sí misma, en una persona es más factible de ella estar drogada con psicofármacos que de no estarlo, usted considera válido al tratamiento psicofarmacológico?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces la abogada del psiquiatra consideró intervenir, pero éste último, con una seña le pidió que no lo hiciera y pasó a responder.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Cuando los psicofármacos son suministrados por un profesional de la psiquiatría, ocurre todo lo contrario a lo que usted expuso, es decir, en tales casos la gente mejora su conducta y su estado anímico general, pero por supuesto que considero que son en extremo peligrosos cuando las personas, sin supervisión médica, los consumen.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Pero su “paciente”, como usted lo ha llamado, se suicidó en el curso de un tratamiento infligido por usted, y nada lleva a concluir que se haya automedicado, sino que consumió psicofármacos bajo su supervisión.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Mi paciente se suicidó producto del trastorno depresivo mayor que padecía, trastorno que el tratamiento, a pesar de lo efectivo que es, no pudo contrarrestar.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Y si es tan “efectivo”, ¿por qué no pudo contrarrestarlo?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> A esto último, el torturador no pudo responder, por lo cual, tras algunos segundos, el doctor Candioti dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Debido a la ausencia de respuesta del imputado, creo conveniente reformular la pregunta: el trastorno depresivo mayor, que su víctima padecía, ¿puede ser que haya sido causado por las drogas psiquiátricas que usted le prescribió?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -No. Los psicofármacos ayudan a las personas a mejorar su salud mental, pero hay casos cuya gravedad hacen poco útil a toda ayuda médica, no significando esto que la misma no sea válida.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Sin embargo, como ya expresé, los daños en la salud física y anímica causados por el consumo prescrito de psicofármacos, aun en las dosis más bajas (admitidos por los laboratorios productores en los prospectos de sus “medicamentos”), son innumerables, de ahí que lo único lógico por concluir, es que quien es sometido a un tratamiento basado en su consumo, sólo puede malograr a su salud general de la misma ser buena, y empeorarla, de la misma ser mala, A pesar de esto, usted considera que “ayudó” a la persona a cuyo suicidio, ha contribuido.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces Analía Ferrara, abogada del represor, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Señor juez, me opongo a que las preguntas del doctor Candioti sigan por este camino, ya que la malicia con que las formula, puede ser admisible, pero sólo en el contexto de un alegato, y estamos en la etapa de la declaración indagatoria.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces el juez le pidió al fiscal, lo siguiente:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Doctor: trate de formular las preguntas de la manera más neutra posible.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Muy bien; trataré de hacerlo así -y dirigiéndose nuevamente al psiquiatra, dijo: -¿Usted considera válido el derecho a no sufrir torturas, reconocido por la legislación internacional?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Por supuesto que sí.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Entonces ¿por qué ha elegido una carrera que implica una violación sistemática del mismo? Ya que es innegable que someter a las personas a la drogadicción y a descargas eléctricas, es TORTURAR.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> La defensora del psiquiatra volvió a intervenir.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Señor juez, me vuelvo a oponer, ya que más que una pregunta tendiente a esclarecer algo, lo preguntado por el doctor Candioti constituye una descalificación personal.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El juez dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Voy a hacer lugar a lo manifestado por la defensa, así que le pido, doctor Candioti, que reformule la pregunta.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El fiscal asintió con la cabeza.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Está bien; reformulo la pregunta: ¿por qué considera usted que forzar a alguien a la drogadicción, no constituye tortura?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces la abogada defensora intervino nuevamente al decir:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Señor juez, me vuelvo a oponer a la pregunta por el motivo ya expuesto.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El juez dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Doctor Candioti: le insisto con que reformule su pregunta para que sea lo más neutra posible.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Muy bien; le pregunto al imputado... ¿usted piensa que la destrucción sistematizada de la integridad física y psíquica de una persona, constituye tratamiento médico?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> La defensora Ferrara volvió a protestar.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Señor juez, ¡me vuelvo a oponer a la pregunta por ser totalmente agraviante!</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El juez negó con la cabeza y dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -No voy a hacer lugar esta vez a lo manifestado por la defensa, por lo que le pido al imputado que responda a la pregunta si así lo desea, dado que, como ya le expliqué, usted tiene en esta instancia, derecho a no declarar.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces el psiquiatra, tras expresar que quería seguir respondiendo, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Yo no considero que la inducción forzada al tratamiento médico constituya una destrucción de la integridad física ni psíquica de nadie, así lo pueden ver solamente aquellos que, por falta de conciencia de su estado patológico, creen que se los está atacando cuando en realidad, se los está ayudando.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -O sea que, según usted, yo, y no sólo yo, sino CUALQUIERA que considere que a través de la psiquiatría se destruye la salud de las personas, basándose en el conocimiento de los gravísimos efectos de los psicofármacos admitidos por sus propios laboratorios productores, y además, que considere que a través de ella se valida indebidamente la suspensión de derechos básicos que sólo pueden serle suspendidos legítimamente a las personas tras haber cometido delitos y haber sido los mismos, probados en el curso de un debido proceso, ¡es alguien falto de conciencia de su “estado patológico”!... Es decir, cualquiera que desacredite o cuestione a la psiquiatría es, según usted, un “enfermo mental”, ¿o no es así?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -No digo que sea necesariamente así, ya que también puede deberse tal consideración, a la falta de conocimiento en la materia.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Sin embargo, yo y otros colegas que trabajamos en la defensa de personas cuyos derechos básicos fueron vulnerados por el estado por intermedio de la psiquiatría, estudiamos el tema desde hace años, lo cual, no hace lógico que se nos considere desconocedores del mismo, no obstante, usted nos considera ignorantes.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Lo que ocurre es que, por bien que usted se haya informado, es doctor en leyes, no en medicina con especialización en psiquiatría, de ahí que carezca del conocimiento que se requiere para entender del todo a la práctica que desacredita.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -¿Y cómo explica entonces que la antipsiquiatría provenga de psiquiatras?… ¿Puede usted acusarlos a ellos, de ser también, ignorantes en la materia?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Bueno… en tales casos, yo pienso que intereses oscuros los han llevado a oponerse a un sistema que en realidad, ellos mismos consideraban válido.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Es decir, para usted, SIEMPRE que alguien manifiesta descreimiento en la psiquiatría, lo hace porque es un ignorante, un loco, o porque le han pagado para hacer eso.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Y mientras sonreía con suficiencia, el psiquiatra respondió:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Básicamente, sí.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Entonces no hay lugar alguno para críticas en su disciplina.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Por supuesto que sí lo hay, pero las mismas deben proceder de personas capaces de entender el proceso médico que a través de la psiquiatría, se desarrolla.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Pero ya le acabo de decir, y usted no lo desmintió, ¡que la misma antipsiquiatría viene de psiquiatras! Sin embargo, lo que ellos han expresado, en ninguna medida usted lo considera válido porque sólo una opinión coincidente con la oficial, que es la suya, puede serlo.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces la defensora volvió a protestar.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Señor juez, me vuelvo a oponer a que el doctor Candioti siga expresándose del modo en que lo hace.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces el juez dudó durante varios segundos respecto a qué hacer, debido a su inexperiencia en el tema presentado por el fiscal, y finalmente dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Doctor Candioti: le informo que las preguntas realizadas por un fiscal a un imputado, pueden ser anuladas de ser agraviantes, así que le advierto lo siguiente: si formula una pregunta más que sea de ese tenor, daré inmediatamente por finalizada su participación en esta indagatoria.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El fiscal asintió con la cabeza y después, con tono displicente, dirigiéndose al psiquiatra, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Usted expresó que todo su accionar ha sido científico, con lo cual no estoy de acuerdo dado que la psiquiatría no cumple con lo requerido por las demás ciencias médicas para ser considerada una forma válida de medicina ni de ciencia, pero supongamos que lo es; a este respecto digo que las ciencias le han permitido al ser humano ser destructivo a una escala sin precedentes en la historia; tengamos en cuenta cosas como las investigaciones en energía nuclear que han posibilitado crear armas terriblemente mortíferas; si aceptamos que cosas así, son malas, es en extremo absurdo asumir que lo científico es necesariamente bueno y que por eso, lo que se oponga a una ciencia, es necesariamente malo, ya que el carácter positivo o negativo de una disciplina, es totalmente independiente de su condición científica, y si tras analizar a una disciplina científica determinada, concluimos que tiene consecuencias positivas, hay que apoyarla, pero si concluimos que las mismas son negativas, hay que oponerse a ella, y esto NO LO PUEDE HACER alguien que tiene a lo científico por sagrado, ya que para alguien así, “ciencia” es sinónimo de “bondad”, y por eso cualquiera que presente una crítica a cualquier cosa denominada “científica”, sea para él, necesariamente herético y malo, ahora bien, ocurre que las consecuencias de la psiquiatría son...</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces el juez interrumpió al fiscal diciendo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Doctor Candioti, como ya lo hizo notar la defensa, no estamos en la etapa de alegatos, así que le pido que le formule la pregunta al imputado del modo más directo posible.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Está bien -y tras tomar aire profundamente, el fiscal dijo: -Doctor Togliavita: ¿tiene usted algún tipo de remordimiento por haber inducido a Luciano Lamacchia al suicidio?</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Entonces la defensora Ferrara, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -¡Señor juez, no se puede permitir que…!</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Y el juez la interrumpió a ella al decir:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Está bien doctora Ferrara, no hace falta que fundamente la protesta, ya que le advertí al fiscal que ante otra pregunta maliciosa de su parte, daría por finalizada su participación en esta indagatoria, así que doctor, no le permito realizar más preguntas al imputado -y tras algunos segundos, el juez dijo: -Salvo que el imputado o la defensa quieran expresar algo más, daré por terminada la declaración indagatoria.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> El imputado dijo que nada más tenía para decir y así también lo manifestó su defensora, entonces el fiscal Candioti, dirigiéndose al juez, dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Señor juez, solamente me queda por decirle a usted, que la ausencia total de remordimiento en el doctor Togliavita, aun sabiéndose culpable de la muerte de un ser humano, lo hace digno de la calificación de: psicópata, y de ahí que haya motivos de sobra para considerarlo capaz de instigar al suicidio a una persona y de ser privador ilegítimo de la libertad e impositor de torturas, y es por esta razón que espero que usted se digne dictar su procesamiento; nada más; buenos días a todos.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Así concluyó la indagatoria al represor matriculado: Ricardo Togliavita.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">… … ...</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Una vez fuera de la sala en que se desarrolló la declaración indagatoria al psiquiatra, en un pasillo del recinto judicial, se encontraba el fiscal Candioti tomando tranquilamente un vaso de agua, entonces apareció Ricardo Togliavita, caminando rápido y claramente alterado, en dirección a la salida; al pasar al lado de Candioti, lo miró de reojo y, en voz muy baja pero audible, le dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Hijo de puta.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Ante lo cual, Candioti sonrió con gran satisfacción, y mientras lo miraba alejarse, también en voz baja, le dijo:</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> -Te juro que te voy a meter en cana, ¡torturador de mierda!</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">… … … </span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Unos diez días después, el juez dictó el procesamiento del psiquiatra Ricardo Togliavita, sentando así, un precedente judicial que le abriría la puerta a nuevas imputaciones y a más dictados de procesamientos contra psiquiatras, que resultarían habitualmente en condenas, como así también, contra sus acérrimos sirvientes y partícipes necesarios: los psicólogos, los asistentes sociales y algunos otros.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"> Así se inició el cambio.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-90 155.758328 19.830579122863355 77.008328tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-77457407080179577542023-01-25T12:06:00.051-08:002023-09-07T08:08:19.810-07:00Dos mil veces '70s (cuento) - Martín Rabezzana <div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia;">(Nota del 5 de febrero de 2023: le cambié el título </span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia;">a este cuento </span><span style="font-family: georgia;">porque </span><span style="font-family: georgia;">se me ocurrió otro mejor).</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: Bitter;"><b>-Palabras: 2.815-</b></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIVR7gtR0ZPBTYyozphUsq9K0H_057wHScNwB7xzT_nKc1OtE2Fc6lwoARJ33s7GNowUVcAHtsBlm3XcJcMLIvz7pPr_nOMSkF54ohSBIBBtyTYasvrEOiUhk3zlKMwQQTE78K2Ro3KuoylcerRpQEgWHC4RNUUnFfCBv2MDvOmHO7DX3_sQuTBhJvqA/s960/z.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="clear: left; float: left; font-family: inherit; font-size: medium; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit;"><img border="0" data-original-height="643" data-original-width="960" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIVR7gtR0ZPBTYyozphUsq9K0H_057wHScNwB7xzT_nKc1OtE2Fc6lwoARJ33s7GNowUVcAHtsBlm3XcJcMLIvz7pPr_nOMSkF54ohSBIBBtyTYasvrEOiUhk3zlKMwQQTE78K2Ro3KuoylcerRpQEgWHC4RNUUnFfCBv2MDvOmHO7DX3_sQuTBhJvqA/s320/z.jpg" width="320" /></span></span></a><div style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><br /></div><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Dedicado a todos los
invocadores de represión.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> A principios de los años 2000, en el colegio Normal de Quilmes, los alumnos de quinto año le solicitaron a las autoridades escolares que en ocasión de cumplirse un nuevo aniversario del golpe de estado ocurrido el 24 de marzo de 1976, se invitara a cierta mujer cuyo nombre era Patricia, que habitualmente exponía sus conocimientos sobre el periodo de los setenta en diversos ámbitos, para que diera ante ellos, una charla; los padres de Patricia habían sido secuestrados por el estado el mismo año del golpe, cuando ella tenía apenas dos años; durante la irrupción de los militares en su casa, situada muy cerca del colegio, en la calle Pringles casi esquina Alsina, ella estuvo presente y se salvó de ser robada gracias a la valiente intervención de un vecino que en medio del operativo ilegal, se acercó a la casa, dijo ser familiar de ella y dijo también que con él podía quedarse; así ocurrió hasta que el vecino logró contactar a sus abuelos y fue con ellos que Patricia se crió, ya que sus padres nunca aparecieron.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> La charla sobre el periodo de los setenta, se daría en el horario de la clase de historia que estaba a cargo del profesor Gentile; dicho docente, haciéndole honor a su apellido facho, se había manifestado en contra de que la charla tuviera lugar, aduciendo que no formaba parte del programa de enseñanza, cuando la realidad era que él no veía con buenos ojos a nadie que expusiera lo injusto de la represión del gobierno de facto porque, lejos de condenarla, la reivindicaba; las autoridades del colegio, en un primer momento le dieron la razón y le comunicaron a los alumnos que su pedido no sería complacido, pero tras una sentada realizada en los alrededores del establecimiento, de la que participaron estudiantes de todos los años, en la cual se reclamaba la presencia de Patricia en calidad de invitada, las autoridades cedieron, y fue así que dicha sobreviviente del genocidio, pudo finalmente una mañana, exponer sus conocimientos y experiencia personal, frente al alumnado. </div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Después de explicar que para entender cómo se había llegado a la represión del gobierno militar del ‘76, es imprescindible tener conocimientos sobre la situación política y social del país en los años previos, dirigiéndose a los estudiantes, tras decir que los jóvenes de fines de los ‘60 y principios de los ‘70, tenían el objetivo de crear una sociedad más justa, Patricia dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Actualmente casi todos consideran inaceptable que se valide a la lucha armada como medio para alcanzar objetivos políticos, ya que aun siendo las personas reprimidas por los guerrilleros de los ‘60 y ‘70, mayoritariamente miembros de las fuerzas represoras del estado, eran poseedoras de derechos humanos inalienables cuya vulneración, no debe tolerarse en ningún caso, sin embargo, la aprobación de la lucha armada en los años de la dictadura autodenominada: “Revolución Argentina” (1966-1973), fue muy grande y procedió mayormente de personas que no estaban radicalizadas en lo que hace a la concepción de la política; ¿cómo fue esto posible?… La cuestión es muy compleja, pero voy a tratar de explicarla: a la hora de entender el por qué del respaldo popular que a principios de los años 1970, los grupos guerrilleros tenían entre los argentinos, hay que destacar que los mismos, en los primeros años no perpetraron muchos hechos de sangre; si bien Montoneros ganó vertiginosamente fama y prestigio por el supuesto asesinato del ex dictador Aramburu (y digo “supuesto” porque yo creo en una versión no oficial que dice que se murió producto del miedo, tras ser secuestrado por ellos y que después, al cuerpo lo balearon y fingieron así, haberlo matado), los hechos en que generalmente incurrían las más de 50 organizaciones guerrilleras de izquierda entonces existentes, consistían mayormente en tomas de comisarías y cuarteles militares, robo en los mismos, de armamento, y secuestros extorsivos de empresarios de grandes corporaciones económicas que, como (casi) siempre ocurre en estos casos, eran responsables de la explotación sistematizada de sus trabajadores y de la represión física de ellos, por intermedio de las “fuerzas del orden”, que a su (casi) total servicio, están, sobretodo cuando los mismos pedían mejores condiciones laborales; en estos hechos que en ese entonces eran habituales, los partisanos rara vez malherían o mataban a alguien; esas grandes humillaciones infligidas a las fuerzas represivas legales y al empresariado, que a dichas fuerzas le mueve los hilos, cuando no implicaban la muerte de nadie, eran bien vistas por la población general, ya que tanto de los militares, como de los miembros de las “fuerzas de seguridad" y del gran empresariado, la mayoría se sentía víctima, y a diferencia de lo que los derechistas sostienen, como ya expuse, dichos hechos violentos pero no sangrientos, constituyeron el grueso de las acciones armadas de las organizaciones guerrilleras, allá por fines de los años ‘60 y principios de los ‘70; dichos hechos desestabilizaron de tal forma al gobierno de facto, que en pos de que los guerrilleros se calmaran, los militares aceptaron dejar el poder y habilitar las elecciones, que era justamente (junto con que dejaran a Perón, cuyo regreso estaba prohibido, volver al país) lo que principalmente reclamaban las organizaciones de la izquierda peronista que constituían mayoría entre todas las organizaciones armadas irregulares existentes;… El regreso de la democracia representativa ocurrió en el año 1973; si los guerrilleros hubieran dejado las armas en ese momento, habrían quedado como “héroes” poco cuestionados, que le devolvieron a la población, la democracia representativa, pero fue que, lejos de hacer eso, hubo una mayoría que continuó con la lucha armada; lógicamente, el principal grupo guerrillero marxista, que era el ERP, no le debía obediencia a Perón, de ahí que se esperara que siguiera con lo que sus miembros llamaban: “guerra revolucionaria”, pero de los grupos autodenominados peronistas, sí se esperaba obediencia a Perón, lo cual implicaba deponer las armas tras la llegada al poder de un candidato peronista, pero no lo hicieron; la dirigencia de Montoneros, durante el periodo del presidente Cámpora (delegado de Perón), se limitó a suspender sus acciones armadas pero aclarando que lo haría sólo temporalmente porque, según su líder, Mario Firmenich: “El poder político brota de la boca de un fusil”, fue entonces que Perón, que les había encomendado abrir los “frentes de masas” para que incursionaran en el ámbito de la ayuda social y salieran así, de la lucha armada, al ver que no se dejaban por él, manejar, decidió reprimirlos; esa represión no fue única ni mayormente de guerrilleros, sino también de militantes de los mencionados frentes, que hasta el momento, en su mayoría no tenían participación en la lucha armada ni tampoco necesariamente, la aprobaban (de todas formas, la mayoría seguiría sin tenerla), pero fue que cuando empezaron a ser reprimidos a gran escala por la Triple A (organización de sicarios que, pese a la negación -incomprensible a esta altura- de muchos peronistas de izquierda, fue obra de Perón), se vieron en la necesidad de sobrevivir, y cuando hay grupos armados que a uno lo persiguen para matarlo, la posible supervivencia implica irse del país, o meterse en otro grupo armado que pueda llegar a enfrentarlos; quienes se quedaron, en muchos casos hicieron esto último, fue así que el número de Montoneros combatientes (que en 1973 era apenas de alrededor de 13), se incrementó drásticamente en los años posteriores hasta alcanzar un número aproximado de 1.500 (sin contar a los que eran parte de su aparato de inteligencia, de prensa ni de militancia social; incluyendo a estos últimos, el número aproximado de Montoneros en el año 1975, era de 4.500), sin que esto signifique que hubiera adhesión a su proyecto político por parte de todos sus nuevos miembros, sino que, como ya expresé, lo que había detrás de la toma de las armas en la mayoría de ellos, eran ganas de sobrevivir ante el acecho de las patotas de sicarios organizadas por López Rega y validada por Juan Domingo Perón;… A partir del asesinato del líder de la “burocracia sindical”, José Ignacio Rucci (que, a pesar de que se le haya atribuido a Montoneros, el que ellos mismos no lo hayan reconocido en su momento, sino mucho tiempo después, para mí prueba que no fue obra de ellos), los hechos de sangre de dicha organización (con la cual se fusionaron casi todas las demás organizaciones armadas de la izquierda peronista), así como también los del ERP (organización con la cual se fusionaron casi todas las demás organizaciones armadas marxistas), se incrementaron exponencialmente y dejaron de discriminar demasiado entre represores y civiles no represores, a la hora de combatir al estado; fue entonces que las organizaciones guerrilleras entraron en una etapa cruenta y siniestra que puede sensatamente denominarse: “terrorista”, a diferencia de la anterior, que para mí, más que como “terrorista”, es clasificable como: “guerrillera”; en este nuevo periodo que tan trágico fue para los guerrilleros, por obra de la represión estatal y de sus propias acciones, los mismos NO TUVIERON MÁS RESPALDO POPULAR, sin embargo, siguieron creciendo en número porque, como ya dije, la represión estatal era tan tremenda y tan amplia, que no hacía falta ser guerrillero para ser por el estado, reprimido, ya que bastaba con haber participado de la organización, en el ámbito laboral, de reclamos de mejores condiciones de trabajo, o en el escolar, a través de centros de estudiantes, del reclamo de mejores condiciones edilicias, o haberse acercado alguna vez a una unidad básica para ofrecerse a realizar tareas, que finalmente eran para muchos, las de juntar ropa y alimentos para donarle a los pobres, pintar consignas en las paredes, repartir panfletos o simplemente, con ser amigo o conocido de alguien que fuera militante de izquierda, para que las autoridades consideraran a una persona: “subversiva/guerrillera/terrorista”; la aplicación de esos títulos a una persona por parte de las autoridades, equivalía a una sentencia de muerte, y así fue que el mismo estado empujó a muchísimos jóvenes que previamente no habían siquiera considerado armarse, a tomar las armas en un intento de sobrevivir, dado que sabían que en cualquier momento, las patotas de sicarios estatales, podrían ir a buscarlos.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Entonces el profesor Gentile, que se había mantenido callado hasta el momento, sentado en un pupitre como un alumno más, rompió el silencio y con expresión de desprecio, le preguntó:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Así lo hicieron sus padres?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Patricia contestó:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Sí; mis padres eran parte de la Juventud Peronista desde 1973, y no habían tenido participación en la lucha armada; mi mamá en un principio la apoyó, pero después, ya no; y mi papá nunca estuvo a favor de ella, pero tras saber que muchos de sus compañeros que, al igual que ellos, realizaban desinteresadamente todo tipo de ayuda social en barrios pobres, habían desaparecido, decidieron armarse con el objetivo de poder defenderse y sobrevivir, pero de nada les sirvió porque cuando los secuestraron, era medianoche, estaban durmiendo y del operativo de secuestro participaron unos 40 represores, y ésa era la regla en estos casos: decenas de militares y policías armados se organizaban para secuestrar a una o, como en este caso, a dos personas;… ¡y a innumerable cantidad de operativos de secuestro realizados con inmensa superioridad numérica y de armamento, y con bajas casi nulas para ellos, de manera absurda y falaz, los militares le llamaron: “guerra”!</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Entonces el profesor, con una sonrisa irónica, dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Usted empezó diciendo que los jóvenes subversivos (a los que, por supuesto, no llamó así) “querían una sociedad más justa”; entre ellos, asumo que usted considera que estaban sus propios padres, pero acaba de admitir que tomaron las armas para combatir a las autoridades; ¿eso le parece justo?... Para mí, lo justo es que por hacer eso, para las personas hayan consecuencias.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Entonces un alumno, totalmente indignado, le dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Pero no escuchó lo que contó, profesor? ¡Sus padres agarraron armas cuando el genocidio perpetrado por el estado, ya estaba en marcha, por eso es que, más que para combatir a las autoridades, se armaron para defenderse de ellas!;… ¿Qué haría usted si grupos armados del estado lo vinieran a buscar? ¿No haría lo mismo?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> El profesor, tras reírse sarcásticamente, respondió:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Eso a mí no me podría pasar, porque yo respeto las leyes, y los militares tomaron el poder para hacerlas respetar en tiempos en que muchos, no lo hacían, por eso es que todos los argentinos tenemos que estarles agradecidos.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Una de las estudiantes le dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Y usted cree que los militares respetaron las leyes?… si así lo hubieran hecho, no habrían llegado al poder dando un golpe de estado. Tampoco habrían torturado, violado, matado, ni hecho desaparecer a nadie como sí lo hicieron ¡más de 30 mil veces!</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¡No fueron 30 mil los desparecidos! Eso es propaganda de los organismos de derechos humanos que eran parte en ese entonces (y lo siguen siendo) del marxismo internacional que en los ‘70 quiso disolver a nuestra patria y convertirla en una provincia soviética.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Entonces los estudiantes empezaron a abuchear al profesor mientras Patricia, con semblante triste, les pedía que hicieran silencio y que trataran de respetar a las opiniones distintas, por más equivocadas que fueran.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Y mientras el profesor se disponía a decir una nueva pelotudez, todos notaron que de pronto se había hecho una oscuridad casi total, que hizo necesario encender la luz, entonces algunos estudiantes se acercaron a las ventanas y vieron con sorpresa, que había anochecido; también notaron que en la calle había una espesa niebla que de la nada parecía haber llegado; segundos después, vieron y escucharon a varios autos Ford Falcon frenar frente a la escuela y también vieron llegar a varios camiones del ejército; estos últimos rodeaban toda la manzana del colegio, es decir, había militares en las calles Mitre, Colón, Conesa y Sarmiento; el profesor se levantó del pupitre y dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¿Qué pasa?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Una de las estudiantes le respondió:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -La calle está llena de milicos, y parece que están por entrar a la escuela.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Entonces el profesor, tras acercarse a una de las ventanas y constatar que, efectivamente, así era, dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -No puede ser...</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Pero era.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> A los pocos segundos, Patricia y los estudiantes vieron a los militares ingresar al establecimiento escolar, y ante el sentir de irrupción inminente de los represores en el aula, la mujer dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¡Rápido! ¡Hay que hacer una barricada con los pupitres!</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Entonces todos los alumnos pusieron los pupitres delante de la puerta, bloqueando así, el ingreso al aula, lo cual funcionó durante breves instantes; durante los mismos, una voz autoritaria había gritado:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¡Entreguenló y nada le va a pasar a los demás!</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Entonces el profesor, en voz muy alta, dijo:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Que entreguemos, ¿a quién?</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -¡Al profesor Gentile!</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Entonces el profesor, completamente aterrado, empezó lentamente a retroceder hasta que se quedó inmóvil apoyado contra una pared en total silencio; tras varios segundos durante los cuales, los militares intentaban romper la puerta bloqueada por los pupitres que los alumnos y Patricia sostenían con todas sus fuerzas, los represores pudieron finalmente irrumpir en el aula y divisar al docente, que en un rincón permanecía quieto; cuando el jefe del operativo lo vio, inmediatamente supo que era él el profesor, sin necesidad de que nadie se lo comunicara, dado que era el único adulto varón en el aula, entonces, señalándolo, le dijo a sus subordinados:</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> -Es ése.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Y por varios milicos vestidos de civil, el profesor fue sujetado y golpeado mientras Patricia y varios alumnos trataban infructuosamente de defenderlo en medio de gritos, motivo por el cual, fueron por los represores, también golpeados y apuntados con armas.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Gentile repetidamente gritaba: “¡Es un error! ¡Yo no hice nada! ¡<i>Ayudenmeeeeé</i>!", mientras le ponían una capucha en la cabeza, lo insultaban y lo arrastraban en dirección al interior de uno de los Ford Falcon que rápidamente arrancó al igual que todos los vehículos militares que rodeaban la escuela.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Tras el secuestro del profesor Gentile, los alumnos de todas las divisiones, a través de las ventanas, detrás de las cuales se habían agolpado (y algunos desde la puerta del colegio, a la que se habían acercado), vieron a los vehículos desvanecerse rápidamente tras haber arrancado, hasta desaparecer completamente en el aire, en paralelo con el aclararse de la noche, que tras pocos segundos, volvió a ser día.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Tras todo este episodio dramático que absolutamente ninguno de los ahí presentes, entendió en sus causas ni en su naturaleza, Patricia, junto a varios alumnos, se dirigió a una comisaría en la cual, hicieron la denuncia por el secuestro del profesor Gentile. Después, ella se puso en contacto con organismos locales e internacionales de derechos humanos, les pidió que investigaran el caso, y así lo hicieron, sin embargo, nada lograron averiguar sobre el paradero del docente ni sobre la identidad de sus secuestradores.</div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"> Hasta el día de la fecha (25 de enero de 2023), Abel Gentile permanece en calidad de desaparecido.</div><span style="font-family: inherit;"> </span></span><br /></div><p style="text-align: left;"></p>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-81439276087204209692023-01-19T11:02:00.015-08:002023-08-15T12:50:34.979-07:00Noches dentro de noches (cuento) - Martín Rabezzana<h4 style="height: 0px; text-align: left;"></h4><h2 style="text-align: left;"><span style="font-family: Bitter; font-size: small;">-Palabras: 2.130-</span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizny7euqBzkf0VVSg5aLnI01KHfjVh2-AyG23SuM549N8KjiI-FJnq8yOkvk-97LQYCGhVMaba0mEwKczKvF1UhYophOqSVVPXFhlcsV--8tPaAIperrirRFY9BOecRLU9I1RgcBIUdsHsxRNpTHSupNvScyPMrQpLutYcysU5FQwDhLwvuWzerwoAbA/s754/Noches%20dentro%20de%20noches.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="clear: left; float: left; font-family: inherit; font-size: medium; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="754" height="244" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizny7euqBzkf0VVSg5aLnI01KHfjVh2-AyG23SuM549N8KjiI-FJnq8yOkvk-97LQYCGhVMaba0mEwKczKvF1UhYophOqSVVPXFhlcsV--8tPaAIperrirRFY9BOecRLU9I1RgcBIUdsHsxRNpTHSupNvScyPMrQpLutYcysU5FQwDhLwvuWzerwoAbA/s320/Noches%20dentro%20de%20noches.jpg" width="320" /></span></span></span></a><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></span></h2><h2 style="text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> </span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> El programa de radio nocturno que Celina conducía en la radio “Alvalhaziv”, se llamaba: “Noches dentro de noches”, y se basaba en participaciones continuas de los oyentes por vía telefónica; los temas eran libres y los debates que en el mismo se suscitaban, eran intensos e interesantes, de ahí que casi desde su inicio liderara la franja horaria que va de 22:00 a 00:30 horas, los tres días de la semana que se emitía. </span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Una fría noche de julio, en el programa radial, los oyentes expresaron (entre muchas otras) las siguientes cosas:</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -...Mirá por ejemplo el caso de los cataríes: eran un pueblo sumido en la miseria extrema cuyos integrantes eran mayormente trabajadores pobres explotados por quienes tenían una posición económica buena, y cuando en su territorio se encontró petroleo, su condición económica mejoró vertiginosamente al punto que casi sin transiciones, pasaron de ser proletarios explotados a propietarios explotadores, esclavistas y hasta asesinos despiadados. Por eso es que yo no reivindico a los de arriba ni a los de abajo; los de arriba se cagan en los de abajo, y los de abajo, cuando llegan arriba, actúan igual que los que ahora están arriba, además, cuando se habla de la cuestión de las jerarquías y se demoniza o se santifica a quienes están arriba o abajo, no se tiene en cuenta lo siguiente: TODOS somos el arriba y el abajo de alguien.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Una mujer que habitualmente salía al aire, tras haber sido llamada “soberbia” por otro oyente, dijo:</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -...Cuando acusás a alguien de ser “soberbio”, te sentís humilde, y por esa “humildad”, a la cual considerás una virtud, te sentís superior a aquel a quien acusás de ser soberbio, de ahí que con dicha acusación, llegues al mismo lugar que aquel a quien acusás de ser soberbio, pero por un camino distinto, y de ahí a su vez que no haya nadie más soberbio que aquel que vive acusando a otros de ser justamente eso, ya que es como dice esa frase que aparece en el libro: “Relatos de un peregrino ruso”: “La imagen que uno tiene de su prójimo depende de lo que uno es.”</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Otro oyente (un tal Martín Rabezzana), en respuesta a alguien que había generalizado al hablar de cómo (supuestamente) somos los argentinos, dijo:</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -...En todos los países existen personas de creencias distintas, modos de ser, distintos, modos distintos de actuar, etcétera, de ahí que eso de que los argentinos somos de determinada manera, es un absurdo total y absoluto porque la homogeneidad que evidentemente vos creés que existe entre las personas por haber nacido dentro de la misma división político-administrativa, NO EXISTE (ni puede existir) en Argentina ni en ningún país del mundo, y soy perfectamente consciente de que esto es incómodo para mucha gente, porque aceptar que en todo país hay personas de todas las tendencias, además de implicar la negación de la existencia de homogeneidad entre ellas, implica concluir que lo que llamamos “pueblo”, NO EXISTE.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> En otro momento salió al aire un oyente de una provincia lejana a la capital nacional, que habló mal de los “porteños”; tras ese llamado, varios oyentes salieron al aire respondiéndole diversas cosas; algunos le dieron la razón y resolvieron lo que comúnmente se resuelve cuando se trata esta cuestión: que el desprecio de muchos provincianos por los capitalinos nacionales, se debe al pseudofederalismo que en Argentina existe, que resulta en que haya un unitarismo favorecedor a la capital y desfavorecedor del resto del país; otro oyente salió al aire desacreditando esto; el mismo dijo:</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -...Explicar al desprecio de los provincianos por los porteños responsabilizando al centralismo político de CABA, es ridículo porque eso implica negar que el complejo de inferioridad provinciano, así como la rivalidad capitalinos-provincianos, existe en TODAS LAS ÉPOCAS y en TODOS LOS PAÍSES DEL MUNDO;... A diferencia de lo que muchos quieren creer, los fenómenos locales no existen; lo que pasa acá, pasa en todas partes, y como ya dije, esto del desprecio de los provincianos por los capitalinos (y viceversa), ya sean los de su propia provincia o los nacionales, SE DA EN TODO EL MUNDO, incluso en países verdaderamente federales, de ahí que la cuestión del desprecio entre las personas por ser de distintos países, provincias, ciudades, barrios e incluso, por ser de distintos sectores dentro del mismo barrio, constituya un problema irresoluble y sea por esto, uno de esos problemas que en la vida no están para ser resueltos, sino sobrellevados.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Una oyente cabaense, refiriéndose a los prejuicios que personas de otras provincias tenían de ella, que habían sido expresados al aire por el oyente ya aludido, le dijo:</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -…Cuando se habla de prejuicios, se asume que uno desprecia a otro por lo que cree que el otro es, sin siquiera conocerlo, pero este no es el caso, ya que vos no me despreciás a mí, mayormente por lo que pensás que soy, basándote en mi procedencia, sino por lo que pensás que yo pienso que vos sos; es decir, tenés prejuicios sobre los prejuicios que yo, según tu criterio, tengo de vos, y nunca considerás la posibilidad de que yo pueda pensar prejuiciosamente bien de tu persona (sería un caso de prejuicios positivos; estos casos existen y se dan tanto como los negativos), o incluso (y este es mi caso y el general) que yo pueda, respecto de tu persona, carecer totalmente de preconceptos; siempre asumís que los prejuicios negativos sobre vos, existen en todos nosotros y con eso demostrás que vivís proyectando, porque ponés esa tendencia prejuiciosa y discriminatoria que está en vos, en los demás, en este caso, en los porteños, y al hacerlo, te hacés creer que la misma, en vos no está, cuando en realidad, esa tendencia discriminatoria, como ya dije, en vos existe y está muuuy desarrollada, y jamás la vas a poder controlar mientras no aceptes que en vos existe, y mientras no la controles, ella te va a seguir controlando a vos y va a sostener ese estado de angustia emocional extremo que quedó claramente evidenciado en tus expresiones.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Estos debates, a diferencia de lo que suele ocurrir en estos casos, en el programa se daban generalmente en un marco de respeto, lo cual era mérito de la conductora, ya que solía oficiar de moderadora entre las partes y se mantenía casi siempre neutral ante las diversas opiniones que escuchaba, pero fue que en algún momento, un oyente contó un hecho negativo por él sufrido, que le produjo un malestar importante que resultó en que su entorno le aconsejara consultar a un psicólogo. Él dijo no creer en la psicoterapia pero expuso un sentir ambivalente a este respecto al decir después, que tal vez la misma, de algo podría servirle; el oyente manifestó estar dudando sobre si ir o no, a ver a un psicólogo, fue entonces que la conductora del programa, saliendo de su lugar de neutralidad acostumbrado, le dijo:</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Te voy a decir lo que te va a pasar si seguís el consejo de tus allegados: el psicólogo, después de algunas sesiones, te va a decir que debés también consultar a un psiquiatra; el psiquiatra te va a hacer transitar un camino de drogadicción que te va a arruinar en lo físico y anímico; ante el malestar terrible que necesariamente te van a causar las pastillas que te va a recetar, se lo vas a comunicar, entonces él te va a decir que “No pasa nada”, que “esos efectos negativos son pasajeros” y que “es cuestión de pocos días para que tu cuerpo se acostumbre a los psicofármacos y empieces a experimentar un gran bienestar”; entonces vos desoirás al pedido urgente de tu organismo de que dejes de picanearlo con fármacos, y seguirás consumiéndolos, pero pasadas algunas semanas, concluirás que lo que te dijo el psiquiatra, no era cierto, ya que lejos de estar mejor, te vas a estar sintiendo cada vez peor, entonces, contra el consejo de tu “médico”, vas a dejar de consumir los psicofármacos que te prescribió, pero para ese entonces ya serás adicto a los mismos, por lo cual, al vos dejarlos, vas a tener un síndrome de abstinencia potencialmente grave que te va a generar un desarreglo general, es decir: físico, anímico y psíquico, ante el cual, alguien de tu entorno (o tal vez hasta vos mismo), va a llamar a una ambulancia; tras la misma llegar, los enfermeros te van a inyectar algo para que te calmes (lo más probable es que te duerman), te van a subir a la ambulancia y te van a conducir a un hospital; una vez en el mismo, el médico de guardia, tras escuchar el relato de los enfermeros que hayan atendido tu caso, dirá: “A este paciente hay que derivarlo a un neuropsiquiátrico”; así se hará y así será que te despertarás en un manicomio en el cual, te van a dar picana farmacológica TODOS LOS DÍAS por tiempo indeterminado; si manifestás aceptar las “bondades” del tratamiento, y por eso al mismo no te resistís, a las drogas te las van a dar por vía oral. Si expresás que te hacen mal y manifestás tu voluntad contraria a consumirlas, te van a agarrar entre varios “enfermeros”, te van a atar, y una vez vos maniatado, a las drogas te las van a inyectar; tras el periodo de cautiverio que los “profesionales de la salud mental” consideren que te corresponde, te dejarán salir del manicomio pero tu libertad será figurada, ya que quedarás bajo vigilancia, lo cual significa que habitualmente te “visitará” un psicólogo cuyo objetivo será el de informarle a su superior investido de facultades parajudiciales (o sea, un psiquiatra), si sos anuente a seguir con el “tratamiento médico”, como ellos hipócritamente lo llaman, o renuente; del psicólogo decirle al psiquiatra que sos renuente, ordenará el secuestro de tu persona y una nueva estadía en un manicomio, y todo este trato injusto, arbitrario, destructivo y antimédico, te llevará a concienciar que el mayor error de tu vida, habrá sido el de haber consultado a un psicólogo, ya que de no haberlo hecho, nada de lo recién expresado te habría pasado.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Y tras algunos segundos de silencio, Celina le dijo al oyente:</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Yo no soy quien para ordenarte nada, pero mi consejo para vos, es el siguiente: NO VAYAS AL PSICÓLOGO.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Tras escuchar lo que la conductora expresó, el oyente le dijo que tal vez tuviera razón, pero que igual no sabía qué es lo que haría.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> A posteriori de lo dicho por la conductora sobre las consecuencias de la psicoterapia y la psiquiatría, el respeto que hasta ese entonces había primado en las expresiones de los oyentes participantes del programa, se quebró, y muchos (incluyendo a estudiantes de disciplinas de la “salud mental” y a personas ya diplomadas en ellas) empezaron a desacreditarla al aire con declaraciones de tipo: “Sos una ignorante”, “No sos psicóloga ni psiquiatra, así que no opinés sobre esas cosas porque ponés en peligro a la gente”; “Parecías una mina educada e inteligente, pero está claro que sos una pelotuda total”, “Sos una conspiracionista de mierda”, y más cosas así; también hubo muchas expresiones contrarias a lo que ella había dicho, que sí fueron respetuosas, y otras, coincidentes con su opinión, pero tampoco a ellas, la conductora respondió, ya que para ese entonces había vuelto a ocupar su acostumbrado lugar neutral que resultó en que se se limitara a escuchar lo que los oyentes tenían para decir, sin entrar en discusión con ellos.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Al día siguiente, antes de que se iniciara una nueva emisión de “Noches dentro de noches”, a Celina le fue advertido por la dirección de la radio que si continuaba con el descrédito a la psicología y la psiquiatría, sería echada, entonces ella prometió no volver a referirse al tema.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> Si bien al día siguiente los temas, como siempre ocurría en el programa, fueron variados, muchos oyentes seguían llamando para desacreditar lo que la conductora había expresado sobre las consecuencias del accionar de los psicólogos y los psiquiatras, y sólo algunos pocos manifestaban tibiamente adhesión a lo expresado por ella.</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> El tiempo pasó y la cuestión quedó por la audiencia, más o menos olvidada, hasta que casi un año después, otro llamado realizado por el oyente que, sin haberlo planeado, había sacado a la conductora del programa de su lugar de neutralidad, fue puesto al aire; el oyente, tras presentarse y rememorar brevemente la conversación que meses atrás había tenido al aire con la mujer, con angustia, tristeza y resignación en la voz, le dijo:</span></span></h2><h2><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"> -Celina, debo decirte que no seguí tu consejo, y ojalá lo hubiera hecho;... no te hice caso y lo lamentaré toda la vida porque… en TODO lo que dijiste que me iba a pasar si consultaba a un psicólogo, tuviste razón…</span></span></h2><div><span style="font-size: medium;"><span style="font-weight: 400;"><br /></span></span></div>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-25960067596538278062022-10-26T08:40:00.015-07:002023-04-14T08:52:40.354-07:00Operativo y contraoperativo: “espagueti” (cuento) - Martín Rabezzana<div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium;"> </span><span style="font-size: medium;">-Palabras: 1.823-</span></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJg2NdfLEcgssHB4Hrji4Vfcq7kekftbXLadswI9GfqtG-oBHiLq8OKF4aBIRMkiizg8dxt7kJ61_3Yx6YCL9g6nc0BcsSz4NP0tMW3b3EC3V8TG8o4oeGsyfk-5yrbe7XYHGcO0F2aCNpkaS5vnTze6eSqEmKIMw0sOuNm5AcrqrYRCtXFaMptBu0Pw/s566/Estrella%20federal%20de%20las%20FAP.-%20Operativo%20y%20contraoperativo%20%E2%80%9Cespagueti%E2%80%9D%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="566" height="289" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJg2NdfLEcgssHB4Hrji4Vfcq7kekftbXLadswI9GfqtG-oBHiLq8OKF4aBIRMkiizg8dxt7kJ61_3Yx6YCL9g6nc0BcsSz4NP0tMW3b3EC3V8TG8o4oeGsyfk-5yrbe7XYHGcO0F2aCNpkaS5vnTze6eSqEmKIMw0sOuNm5AcrqrYRCtXFaMptBu0Pw/s320/Estrella%20federal%20de%20las%20FAP.-%20Operativo%20y%20contraoperativo%20%E2%80%9Cespagueti%E2%80%9D%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> En la provincia
de Córdoba, a principios de los años 1970, un grupo de 6
combatientes de las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), estaba reunido
con el objetivo de ultimar los detalles de un plan de acción que se
pensaba llevar a cabo en breve; uno de los guerrilleros dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Bueno muchachos;
no creo que haga falta explicar mucho, pero como tenemos a dos
compañeros recién llegados, uno de la provincia de Río Negro y el
otro, de Misiones, les paso a exponer brevemente de qué se va a
tratar el operativo “espagueti”: resulta que hace casi dos meses,
en esta planta automotriz -y la señaló en un mapa que estaba
dispuesto sobre una mesa alrededor de la cual, todos los guerrilleros
estaban- han habido reclamos de mejores condiciones laborales por
parte de los obreros que resultaron en detenciones ilegales de ellos,
realizadas por policías de civil, que, tras llevarlos a una
comisaría, los golpearon y a algunos de ellos hasta llegaron a
picanearlos; este grupo de policías que cumple funciones paralelas a
las oficiales, viene operando en diversas ciudades cordobesas de
manera similar, y por las investigaciones que hicimos, concluimos que
su financiación principal, viene siempre del mismo lugar -y volvió
a señalar el mapa en el que la fábrica automotriz estaba destacada
con un círculo hecho con una fibra roja-; el gerente de esta empresa
ya ha sido estudiado en sus movimientos y horarios, por eso sabemos
que el sábado a las 10 de la noche, va a asistir a una cena de
camaradería de las Fuerzas Armadas; sabemos que va a ir solo porque
su mujer está de viaje; la cosa la vamos a hacer así: dos de
nosotros, que van a ser los ajusticiadores, van a llegar caminando
hasta la casa del gerente; como la vivienda está en una zona con
muchos arbustos, detrás de ellos van a poder esconderse y desde ahí
van a poder verlo salir, mientras tanto, dos autos van a quedarse
circulando por los alrededores; al tipo se lo va a ajusticiar en
cuanto se lo vea salir de su casa; los conductores de
los autos, por estar en las cercanías del hecho, podrán
perfectamente escuchar los disparos. Es entonces que deberán pasar a buscar a los ajusticiadores que
subirán, cada uno de ellos, a distintos vehículos, para que no
ocurra que agarren a ambos si llega a pasar que la policía detenga a
alguno de los autos.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Alguien preguntó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Y los otros
dos restantes?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Los otros dos se
quedarán en camionetas estacionadas en diversas esquinas y si ven
llegar a la policía, de inmediato deberán proceder a abrir fuego contra ella.
Si esto ocurre antes de la ejecución del plan, el mismo será
inmediatamente abortado.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El guerrillero
rionegrino, indicando falta de convicción con sus gestos, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No me gusta la
cosa.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces, el
partisano que había expuesto el plan, preguntó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Qué es lo que
no te gusta?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No me gusta el
hecho de que vayamos a matar a alguien indefenso.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces, otro le
dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Pero es un
represor!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sí, pero aun
así… una cosa es matar a un policía o a un militar, ya que están
armados y entrenados para hechos de fuego, y otra muy distinta es
matar a alguien que, por más que sea un financiador de represión,
no tiene ninguna preparación policial ni militar, y probablemente ni
siquiera esté armado; no es igual matar a alguien armado, entrenado
para batirse y en combate, que desarmado, sin ninguna preparación en
hechos de fuego y tras presentársele imprevistamente.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El expositor del
plan, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No sabemos si
está armado o no, pero podría ser que sí.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El disidente
dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Justamente; ni
siquiera sabemos si tiene un arma ni tampoco si sabe manejarla, por
eso no debemos matarlo, además, hay algo que no dijiste: si bien el
que pone la plata para financiar al grupo de represores policiales,
es el gerente de la fábrica automotriz, el pago en estos casos se le
hace a los comisarios de los distritos en los que las represiones se realizan, ya
que sus policías no se cortan solos; hacen lo que hacen bajo sus
órdenes, y esto vos lo sabés, por eso te preguntó lo siguiente:
¿por qué en vez de matar al gerente, no matamos a los comisarios?… En
tal caso, yo no presentaría objeciones.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces, el
guerrillero que primero había hablado, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Porque hablé
con algunos cuadros del PRT y me dijeron que de los comisarios se va a
encargar el ERP.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El disidente
dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Entonces
busquemos a otro para ajusticiar, pero siempre que sea policía,
militar o gendarme, porque yo a alguien desarmado y sin preparación
para el combate, no le puedo disparar ni puedo justificar que nadie
lo haga.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El guerrillero
que había expuesto el plan, le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Bueno… ya que
no estás de acuerdo con el plan, solamente te puedo decir una cosa:
andate.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Pasaron algunos
segundos de gran tensión, y el disidente rionegrino, sin decir
siquiera una palabra más, se fue.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una vez en la
calle, el disidente se dirigió a un bar; se sentó a una mesa que
estaba sobre la vereda y pidió una cerveza que tomó muy lentamente;
como a la media hora, cuando se disponía a irse, uno de los
guerrilleros asistentes a la reunión que él había abandonado, se
le acercó y con gran alegría, le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Qué suerte
que te encuentro!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El partisano
rionegrino, sorprendido preguntó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Por qué? ¿Qué
pasa?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y tras algunos
instantes de silencio, su compañero se sentó frente a él, y en voz
baja dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Yo estoy de
acuerdo con vos; no lo dije en la reunión porque iba a tener
problemas con mis compañeros, pero yo tampoco creo que sea válido
matar a alguien desarmado.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y así se inició
una conversación en la cual hablaron de sus disentimientos que con
la organización a la que pertenecían, tenían, pero por algún
motivo, no surgió de inmediato el plan que, tras más de una hora de
conversación con su compañero, el primer disidente expuso; el mismo
se trataba de evitar el asesinato del gerente de la empresa
automotriz al presentarse en el lugar programado para la consumación
del hecho, y decirle a sus compañeros que no intentaran llevarlo a
cabo porque de hacerlo, ellos les opondrían resistencia armada, y si
bien este plan le generaba miedo a ambos combatientes, ya que sabían
que podrían ser por sus mismos compañeros, muertos, y que, de la
cosa no darse así, posiblemente tendrían que tomar la decisión de
matarlos a ellos y ser considerados no sólo por las FAP, sino
también por todas las demás organizaciones armadas peronistas,
traidores que debían ser condenados a muerte, no actuar de ese modo
habría implicado para ellos, traicionarse a sí mismos, por lo que
en ninguna medida vacilaron en sus intenciones de materializarlo.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> La noche del
sábado en que los guerrilleros de las FAP intentarían llevar a cabo
su plan de asesinato del gerente de la empresa automotriz
multinacional, llegó.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Los guerrilleros
disidentes llegaron en un auto hasta los alrededores de la casa en la
que el gerente vivía, lo estacionaron a media cuadra de ella, justo
detrás de un camión estacionado que les sirvió para ocultar su
presencia, y esperaron a que el hombre saliera para interponerse a la
acción de sus ex compañeros; pocos minutos debieron esperar para
que el gerente abriera la puerta de su casa y se dirigiera hacia su
auto; entonces, los guerrilleros cuyo objetivo era matarlo, salieron
de detrás de unos arbustos y se acercaron casi al mismo tiempo que
sus ex compañeros, al hombre por ultimar, y, estando estos dos
miembros de las FAP, a la izquierda del gerente, y los fapistas
disidentes, a la derecha, estos últimos, armas en mano, casi al
unísono dijeron:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Alto!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces los
partisanos leales al plan de asesinato, se sorprendieron y uno de
ellos dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Qué carajo
están haciendo?… ¡Vayansé!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y uno de los
disidentes dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No vamos a
permitir que lo maten.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Mientras tanto el
gerente, que se encontraba parado en una línea de fuego cruzado, y
poco entendía qué era lo que estaba ocurriendo, pero sí sabía que
la cosa era grave, se limitó a permanecer inmóvil, guardando
silencio.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> A los pocos
segundos, los dos miembros de las FAP que estaban en el lugar para
asesinar al gerente, desestimando las advertencias de los
guerrilleros que a la concreción del asesinato se oponían,
levantaron sus revólveres en dirección al nefasto hombre de
negocios, y los disidentes les dispararon, tras lo cual, los heridos,
cuyas armas habían caído al suelo tras los impactos que recibieron,
se fueron rápidamente hacia el cordón de la vereda a la espera de
que llegaran los autos que pasarían a buscarlos, lo cual ocurrió
casi de inmediato; a los mismos subieron y se fueron.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Uno de los
partisanos fue herido en un hombro, el otro, en el abdomen; el
primero sobreviviría, el segundo moriría horas después.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> A todo esto, los
dos guerrilleros disidentes de las FAP, recibieron muchas palabras de
agradecimiento y de bendiciones por parte del gerente represor, de
tipo: “¡Grazie ragazzi!”, “¡Dio vi benedica!”, y más cosas
así, que los dos guerrilleros escucharon sin expresar en sus rostros
ninguna emoción.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras los
agradecimientos mencionados, el gerente les dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Meno male que
llegó la policía.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -No somos
policías -respondió rápidamente uno de los jóvenes.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Militares,
entonces -dijo el gerente.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Tampoco -dijo el
otro joven.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y con temor a
preguntar, el gerente preguntó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Quiénes son?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Somos
combatientes revolucionarios -respondió uno de los guerrilleros mientras
guardaba su arma bajo su camisa, lo cual procedió a hacer también
su compañero mientras ambos apartaron la vista del sudopa explotador
y represor, y <span style="font-style: normal;">se pusieron de perfil
</span><span style="font-style: normal;">a su persona </span><span style="font-style: normal;">por</span>
estar disponiéndose en ese momento a dirigirse al vehículo en el
que habían llegado; fue en el momento en que ambos guerrilleros se
perfilaron para irse, que, a pesar del terror que volvió a
embargarlo, el gerente, por seguramente pensar que en realidad estos
jóvenes no se habían enfrentado al otro grupo con la intención de
salvarlo, sino por estarse disputando a alguien por secuestrar, que
era justamente él, sacó una pistola de entre sus ropas con la
intención de dispararla contra los dos hombres, lo cual fue
advertido por uno de ellos que, gritando dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Tiene un arma!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras lo cual,
ambos partisanos volvieron a sacar sus revólveres y abrieron fuego
contra el gerente antes de que éste llegara a sacarle el seguro a su
pistola, lo cual resultó en que inmediatamente cayera al piso herido
de muerte impactado por varias balas procedentes de las armas de
ambos jóvenes.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Ante el hecho
consumado, ambos guerrilleros se miraron, y el que procedía de Río
Negro (de Bariloche, más precisamente), dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Ahora sí que
nadie podrá decir que esto fue un asesinato, sino un
ajusticiamiento.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Su compañero
asintió.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras lo cual,
fueron hasta el vehículo en el que habían llegado y abandonaron el
lugar.</span></div>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-81.049208236749138 -133.929172 4.2170142367491366 6.695828000000013tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-55813800242726855612022-10-23T10:59:00.032-07:002022-11-04T08:36:04.704-07:00El extraño caso de un anarcoperonista (cuento) - Martín Rabezzana<p style="text-align: left;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; text-align: left;"> </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: large; text-align: left;"> </span><span style="text-align: left;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;"> </span><span style="font-size: medium;">-Palabras: 2.283-</span></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCGtYYpQQrZKxFqTZra4aFfQEVDpuQP_8csjt27k_ynaFh77xljMXy6ZbiAASMcnkmUWwOQjS7FXvboBCmoxg4L5saI8IrYD0hvZfA7FH_kOReZGo-gkkWujBWwhsXHwjlKqABw2flhgbeApz3y2viLujnrnrF0IyvnwDmFhmmdqgAYXbaHM9xMlCVyA/s2136/l.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2108" data-original-width="2136" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCGtYYpQQrZKxFqTZra4aFfQEVDpuQP_8csjt27k_ynaFh77xljMXy6ZbiAASMcnkmUWwOQjS7FXvboBCmoxg4L5saI8IrYD0hvZfA7FH_kOReZGo-gkkWujBWwhsXHwjlKqABw2flhgbeApz3y2viLujnrnrF0IyvnwDmFhmmdqgAYXbaHM9xMlCVyA/s320/l.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: georgia; font-size: large; text-align: left;"><br /></span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una noche de
principios de los años setenta del siglo veinte, a lo largo de una
hora, ingresaron varias personas a una comisaría de la ciudad de El
Palomar, con el supuesto objetivo de realizar allí, denuncias;
primero entró una, después, dos más, después, dos más, después,
otra, después, otra, después, otra, después, otra, y finalmente,
dos más; a todas se las había hecho esperar y se las invitó a
sentarse; sólo a una de estas personas, que era una mujer, se le
estaba tomando la denuncia por un uniformado que tecleaba en una
máquina de escribir; la denuncia era supuestamente por ruidos
molestos realizados por un vecino; al llegar la hora por las once
personas, acordada para revelar sus verdaderas intenciones, uno de
los supuestos denunciantes dejó caer al piso un paquete de
galletitas que constituía la señal por todos convenida para sacar
las armas y revelarse como miembros de la agrupación armada: Comando
Descamisados.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras el: “¡Viva
Perón, carajo!", de rigor, que los once descamisados pronunciaron
casi gritando (uno de ellos había además, pronunciado otra cosa,
que el resto de los descamisados no llegó a entender qué fue), los
policías, que estaban totalmente espantados, fueron desarmados,
obligados a ponerse contra la pared y a sacarse los uniformes, tras lo cual, fueron maniatados; una de
las cuatro mujeres partisanas que conformaba el comando, mientras
apuntaba a un policía, le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Decime en dónde
guardan las armas.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El policía le indicó con la cabeza un armario (no podía señalarlo con un dedo por sus manos estar atadas) e inmediatamente el mismo fue tomado a patadas
por dos guerrilleros que en segundos, destrozaron su puerta y
procedieron a meter las armas que en su interior se encontraban, en
grandes bolsos, así como en otros, metieron los uniformes sustraídos
a los policías mientras uno de los partisanos, con un aerosol
pintaba en las paredes: “¡Perón o muerte!”; después de todo
esto y de volver a gritar a modo de despedida: “¡Viva Perón,
carajo!” (el descamisado que durante la exclamación anterior,
había pronunciado algo más, volvió a hacerlo), los guerrilleros
subieron a cuatro autos cuyos respectivos conductores, estaban
esperándolos para emprender una rápida huida del lugar.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Todo lo recién
contado, si bien en la actualidad parece inverosímil, allá por los
años setenta, en Argentina era parte de la cotidianeidad, ya que estas tomas de
comisarías para sustraer armamento y humillar a los eternos
humilladores y represores de las masas que ahí tienen sede, se
habían puesto de moda, de ahí que lo contado en este texto no fuera
en dicho periodo histórico, en absoluto raro.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una vez en los
autos, ya lejos del lugar del hecho recién expuesto, una de las
guerrilleras le preguntó a su compañero que con ella viajaba en el
asiento trasero de un Torino, qué fue lo que había pronunciado
durante la exclamación ya referida, entonces su compañero, muy
tranquila y orgullosamente, le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Vivan Perón y
Kropotkin, carajo!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Ante lo cual, la
partisana se sorprendió y le preguntó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Sos
anarquista?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Por supuesto.
Pero estoy a favor del regreso de Perón al país y a la presidencia,
por eso considero que hay que desestabilizar a las fuerzas represivas
de este gobierno para que las autoridades accedan a nuestra exigencia
de que se anule la proscripción del peronismo. Y si te interesa
saber cómo llegué a considerar que Pocho es fundamental para
alcanzar el objetivo de liberación humana total, te lo cuento, pero…
por ahí no te interesa.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces la
joven, mientras asentía con la cabeza, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Sí sí, me re
interesa! Contame.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El anarquista
entonces dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Así como
ustedes consideran que cuando servicios fundamentales como el
transporte y las comunicaciones están en manos extranjeras, el país
está en manos extranjeras y más que un país, es una colonia, lo
considero también yo; Perón estatizó la telefonía, la radio, el
transporte público, el servicio de provisión de gas (entre otras
estatizaciones de empresas que pertenecían a británicos, franceses, alemanes y otra gente, que prefiero no mencionar), y en la reforma constitucional del ‘49, hecha durante el
primer gobierno peronista, se declaraba al estado: “dueño natural
de los servicios públicos”; todas estas estatizaciones de
empresas, que resultan en que sólo personas de nacionalidad
argentina puedan manejarlas, es alarmante para los cipayos,
entreguistas y antipatria, que son los que en gran medida conforman
la clase alta y que no rara vez, se autodefinen: “nacionalistas”,
ya que las mismas constituyen una independización de las potencias
que nos deja en manos de nosotros mismos, y sabido es que el cipayo
ODIA a sus compatriotas, lo cual se hace patente en su continuo
hablar pestes de ellos, por lo cual, no los cree capaces de hacer
progresar al país, de ahí que el único progreso, según el
criterio cipayo, se dé entregándole los mayores bienes nacionales a
potencias extranjeras, ya que ellas (supuestamente) sabrán
administrarlas y hacerlas producir, mejor, lo cual, según su
retorcida visión de las cosas, es benéfico para el país
desposeído, y lo que en realidad, ante tal entrega de soberanía, se
da, es la anulación de libertades políticas para el grueso de la
población del país que ha entregado sus bienes y empresas, además
de un beneficio económico importante, pero sólo para el país dueño
de dichos recursos (y para la burguesía local que para las potencias
explotadoras, trabaja), y se da en paralelo, un empeoramiento de la
economía del país desempoderado; no obstante lo obvio, desde el
análisis de la teoría misma, de que el capitalismo liberal es
solamente conveniente para los intereses de la menor parte de la
población mundial, hay quienes lo niegan y consideran que las
políticas de ampliaciones de derechos, que despectivamente llaman
“populistas”, son fantasiosas y, por consiguiente, no pueden
pasar del plano teórico en su positividad para las masas y la
economía de un país; esto no es así y los gobiernos de
Perón, cuya dirección política fue populista, así lo demuestran…
Más allá de cosas negativas que se puedan decir de Perón y sus
gobiernos, varias de las cuales son innegables, hay también hechos
innegablemente positivos para el país, sucedidos durante los mismos,
que sus detractores prefieren ignorar, como por ejemplo, el
siguiente: cuando Perón asumió la presidencia de Argentina en 1946,
había 12.500 millones de pesos de deuda externa, y sobre el final de
su primer gobierno, o sea, en 1952, había cero pesos de deuda y no
sólo eso, sino que además de haber dejado de ser deudora, Argentina
era entonces acreedora en 5.000 millones de pesos de países como el
Reino Sudopa de Castilla, las Italias y Gran Bretaña, lo cual da
cuenta de que en la Argentina POPULISTA de Perón, había una
política económica efectiva que llevó a que tanto en lo productivo
como en lo distributivo, el país progresara; en cuanto a lo
distributivo… Si bien el peronismo de Perón, a diferencia del
marxismo, desde donde se promueve la “lucha de clases”, promovía
una “conciliación” de las mismas, cuando Pocho no llegaba a un
acuerdo con la oligarquía, lo que solía hacer era desposeerla, es
decir, le confiscaba bienes y le expropiaba tierras, y esto, que era
tenido por arbitrario e “injusto” por la clase alta, era tenido
por la mayoría de las demás clases, como justo, ya que,
lógicamente… lo que es bueno y malo, es subjetivo y la
subjetividad, no pocas veces está determinada por la
conveniencia/inconveniencia de cada quien, de ahí que de uno
pertenecer a la clase capitalista, sea lógico que considere negativo el que un gobernante diezme sus bienes y que, de uno ser de la clase
proletaria, vea a ese mismo hecho como positivo, y en esa oposición
férrea de las clases altas a Perón, queda claro que la estrofa de
la marcha peronista que dice: …<i> "</i>ese gran argentino que se supo
conquistar, a la gran masa del pueblo, combatiendo al capital",
está lejos de ser parte de una propaganda falaz, ya que la
oligarquía se sentía en serio amenazada en sus intereses y hasta
combatida, por las medidas de Perón, y esto a la vez expone
diferencias abismales entre el peronismo y la derecha, que tuvo su
versión más extrema en el fascismo (con el cual, los detractores de
Perón suelen alinearlo), ya que tanto Hitler, como Mussolini y
Franco, fueron protectores de la oligarquía dado que el fascismo
constituyó justamente, un blindaje del capitalismo ante la
popularidad que habían ganado las diversas corrientes del socialismo
(libertario, autoritario, marxista y no marxista) cuyo objetivo
principal siempre fue el de destruir la concentración de poder
económico en pos de repartir las riquezas equitativamente entre
quienes las producen e incluso, entre quienes por motivos de
incapacidad, no pueden trabajar; el fascismo, si bien en lo teórico
era “socialista” y, por ende, anticapitalista, en la práctica,
lejos de combatir al capitalismo, lo defendió a ultranza y lo
reforzó al máximo, sirviéndose para esto de las clases explotadas
que de manera infantil se creían el discurso populista falaz, según
el cual, serían por el fascismo, defendidas en lugar de reprimidas,
esclavizadas y en muchos casos, hasta torturadas y asesinadas, como
sí lo fueron, de ahí que las clases altas, lejos de oponerse al
fascismo, lo hayan apoyado; Perón, si bien no fue destructor del
capitalismo, fue del mismo una especie de azotador, de ahí que
tantos marxistas y socialistas no marxistas, hayan simpatizado con el
peronismo y hasta se hayan hecho “justicialistas”, ya que veían
en el peronismo, no sólo a algo preferible respecto a la derecha, al
centro y a la izquierda tradicional, sino además, una transición
hacia el socialismo, dado que si consideramos válido lo que Perón
expresó respecto de las comunidades humanas, y esto es que las
sociedades evolucionan hacia niveles cada vez mayores de inclusión,
cosa tal significaría que la “conciliación de clases”
peronista, por haber constituido los gobiernos de Perón, periodos de
mayor inclusión social respecto a los anteriores, bien puede ser
considerada una transición hacia el socialismo de estado, que a su
vez, según el marxismo (y también según mi consideración personal), es la fase previa al socialismo libertario;
yo soy anarquista, no peronista, y si bien en un primer momento, como
tantos otros anarquistas, por fanatismo consideré al peronismo una
forma de fascismo, tras informarme en serio sobre lo que significó
en la historia del país el movimiento justicialista, cambié
totalmente de opinión, es por eso que a pesar de ser anarquista,
apoyo a Perón porque, como ya expuse, considero que el populismo de
estado, cuya mayor manifestación a nivel argentino, americano y mundial, ha sido justamente
el peronismo, es una transición hacia el socialismo de estado,
primero, y libertario, después, es decir, hacia la anarquía, que es
el ámbito en el cual el socialismo alcanza su desarrollo total, y si
bien, como ya dije, durante los gobiernos peronistas hubo cosas
negativas que llevaron a hechos gubernamentales de autoritarismo,
producto de la falta de tolerancia de Perón ante el disentimiento,
aun así, considero que dichos gobiernos fueron partes necesarias de
un proceso histórico conducente de modo inevitable al socialismo
ácrata; como dicho proceso se vio interrumpido por el golpe de
estado del ‘55 (apoyado por TODAS las potencias occidentales que de
Argentina han sido, son y serán siempre, ENEMIGAS), el hacer todo
por desestabilizar a este gobierno con el fin de que acceda a
nuestras exigencias de que le permita a Perón volver al país y
postularse para la presidencia, para que el proceso interrumpido en
los años ‘50, que gradualmente nos llevará a la anarquía,
continúe, me parece imprescindible.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras este largo
discurso, su compañera pensó unos segundos en silencio en lo que
había escuchado, y finalmente dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Aaahh…
entonces sos anarquista, pero no revolucionario.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Exacto.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y tras dudarlo
unos instantes, la joven dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Me parece que
Perón no estaría muy de acuerdo con tu interpretación del
justicialismo.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> A lo que
rápidamente respondió:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Seguramente no,
pero tampoco creo que esté de acuerdo con la tuya ni con la de nadie
perteneciente a la “Tendencia Revolucionaria del Peronismo”.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y ambos tuvieron
razón, ya que poco faltaba para que el mismo Perón (cuya linea
política, lejos de poder ser clasificada sensatamente como de
derecha, ya que era multidireccional, lo cual implicaba que sus
acciones políticas fueran, según considerara necesario, de arriba a
abajo, de abajo a arriba, de izquierda a derecha y de derecha a
izquierda) hablara de “infiltración marxista”, lo cual aludía
claramente a los miembros de “La Tendencia”, cuya pretensión era
que Argentina fuera una “patria socialista”; lo que Perón (así
como casi cualquier otra persona) no advirtió ni tampoco
seguramente, imaginó, fue siquiera la posibilidad de que en su
movimiento hubiera “infiltración anarquista”; los que hayan
leído este texto y previamente desconocieran que la hubo, ahora lo
saben.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2kWOiUf81Wu9KS5SKX7a3ekD8ESng6mUXme38uqcZ1cYGK6f8JZbP_iNjNGz3P4D-lBUupVOonkRQDmNo6iXM0OO2DDoTrSXbdbTIwGBHB7QNEUyMxDwU2T2IEysCIOzeDEs1_RWOunaoNMyxOR-vH7kQDviRxjfDvfaDz5mDbjQkZ6d3c6DKJhUqbw/s507/comando%20descamisados.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="439" data-original-width="507" height="173" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2kWOiUf81Wu9KS5SKX7a3ekD8ESng6mUXme38uqcZ1cYGK6f8JZbP_iNjNGz3P4D-lBUupVOonkRQDmNo6iXM0OO2DDoTrSXbdbTIwGBHB7QNEUyMxDwU2T2IEysCIOzeDEs1_RWOunaoNMyxOR-vH7kQDviRxjfDvfaDz5mDbjQkZ6d3c6DKJhUqbw/w200-h173/comando%20descamisados.jpg" width="200" /></a></div></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Poco después de
concluir la conversación recién presentada, los descamisados
llegaron a una casa utilizada como refugio por las OAP
(Organizaciones Armadas Peronistas) en la localidad de Morón; eran
tipo nueve de la noche.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una vez en la
vivienda, una de las partisanas prendió la televisión y junto a
varios compañeros, miró tranquilamente un programa mientras
esperaban a otros miembros del grupo que habían ido a comprar pizza,
empanadas y bebidas; tras ellos llegar de la pizzería, comieron
alegremente, después tomaron café y fumaron, y más o menos una
hora y media después, uno de los descamisados dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Bueno… me
parece que ya podríamos ir yendo.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Todos sus
compañeros asintieron.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> En ese momento
agarraron las armas, las escondieron bajo sus ropas y se dirigieron
de nuevo a los autos cuyos rumbos serían el de la ciudad de Caseros, en donde una
“travesura” similar a la que apenas un rato antes habían
realizado en El Palomar, realizarían.</span></div>
<br /><p></p>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-86396642438378131552022-10-19T15:01:00.003-07:002022-10-19T15:09:21.971-07:00Impunidad sagrada (cuento) - Martín Rabezzana<p style="text-align: left;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbOTcfrnclfmgEwewdfgQImrL1d50x3AIAtG9_1z1s0WxN1ewu_I0BtdMfvF9faEKLQrCeZUQrpoUX5bYWIeLa3nuBFmTICu0BJeixTr9e2sBCfMypJJFiQy37yIdM-zzGC5PX3xAIE7FIl7onCCN156YCk7xB-Nv6dfjNpGylBAqso55hVD2pWYF2CA/s704/Cine%20Moderno.%20Calle%20Irigoyen,%20Quilmes..JPG" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="704" height="262" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbOTcfrnclfmgEwewdfgQImrL1d50x3AIAtG9_1z1s0WxN1ewu_I0BtdMfvF9faEKLQrCeZUQrpoUX5bYWIeLa3nuBFmTICu0BJeixTr9e2sBCfMypJJFiQy37yIdM-zzGC5PX3xAIE7FIl7onCCN156YCk7xB-Nv6dfjNpGylBAqso55hVD2pWYF2CA/s320/Cine%20Moderno.%20Calle%20Irigoyen,%20Quilmes..JPG" width="320" /></a></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia;">-Palabras: 983-</span></div><div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br /></div>
<div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Cuando era chico,
allá por principios de los ‘90, en circunstancias en que con unos
amigos estaba jugando al fútbol en la calle, un vecino salió de su
vivienda y nos recriminó haberle golpeado la pared con la pelota. El
tipo estaba muy enojado, por eso, sin siquiera responderle, nos
alejamos caminando del lugar, pero como nos empezó a seguir,
empezamos a correr; de un momento a otro se escuchó una detonación
y seguidamente caí en la vereda de lo que era el cine “Moderno”
de Quilmes; una bala disparada por el vecino molesto, de quien
posteriormente otros vecinos dijeron que era militar, me había
rozado la cabeza; desde el cine un empleado llamó a una ambulancia
que me llevó al hospital en el cual permanecí apenas unas horas, ya
que fui dado de alta ese mismo día porque la herida,
afortunadamente, fue superficial.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Por voluntad
mayoritaria de los padres de todos los chicos que integrábamos el
grupo perseguido y agredido por el vecino (uno de ellos era abogado),
decidimos no identificar al autor del disparo ante los miembros de
las autoridades que intervinieron en el caso porque, si bien el hecho
fue grave, a nivel legal, por las heridas haber sido leves (y así
son consideradas judicialmente cuando tardan menos de un mes en
sanar), no sería considerado así, por lo cual, de nosotros
acusarlo, el tipo a lo sumo sufriría una suspensión o despido de la
fuerza a la que pertenecía y una demora de algunas horas en alguna
comisaría, después de eso volvería a su casa y seguramente estaría
más enojado de lo que había estado por el hecho menor constituido
por algunos ruidos molestos producto de pelotazos contra una pared de
su casa, y ese enojo sumado a su posesión de armas de fuego, sumado
a su vez a su falta de escrúpulos para utilizarlas, nos hacía a
todos presumir que habría represalias de su parte si nosotros lo
denunciábamos; como yo no estaba muy convencido de dejar las cosas
así, algunos días después del hecho le pregunté a mis padres si
estaría bien que yo fuera contra lo decidido por los otros padres y
revelara ante las autoridades la identidad de mi agresor, me
respondieron que eso debía decidirlo yo mismo y me dijeron que ellos
respaldarían cualquier decisión que yo tomara; como yo tenía
apenas 10 años, no me era difícil desacatar la decisión de la
mayoría, sino totalmente imposible, pero los años pasaron y me fui
volviendo cada vez más desacatado, rebelde e inmanejable, tras un
periodo de miedo y falta de confianza en mí mismo, producto
justamente del hecho en cuestión sufrido, que revertí por completo
cuando empecé a ponerme en forma con un entrenamiento boxístico que
me apasionó al punto que empecé a considerar seriamente dedicarme
profesionalmente al deporte de los puños (lo cual, por ciertos
motivos, terminé no haciendo). La cuestión es que con una vida, por
ese entonces, falta de rumbo, de perspectivas y esperanzas, que
resultaba en que a diario, a toda hora y a cada segundo, deseara
abandonar para siempre este mundo (lo cual a su vez resultaba en que
ante una situación de peligro, fuera totalmente incapaz de sentir
algo siquiera parecido al miedo), teniendo yo dieciocho años, una de
esas noches de proyectos de salida echados a perder por la
cancelación sorpresiva de varios integrantes del grupo con el que la
salida estaba prevista, me encontré vagando por las calles con una
botella de alcohol por toda compañía. Fue entonces que decidí
desacatar a la voluntad mayoritaria de “dejar las cosas así”,
que entre los chicos y nuestros padres, se había hecho efectiva,
pero mi desacato nada tendría que ver con informarle algo del hecho
en cuestión a las autoridades.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Era un viernes
tipo 11 de la noche; nada había en la atmósfera que hiciera
presumir la ocurrencia inminente de un hecho fuera de lo ordinario;
ni siquiera en mi sentir había algo extraño, por más que me
supiera cerca de concretar algo que había fantaseado durante años
con hacer.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Con pasos no muy
rápidos, me dirigí a la casa del vecino que, cuando tenía 10 años,
me había disparado; todavía vivía ahí; golpeé a su puerta y tras
algunos segundos, desde detrás de una ventana, él me preguntó
quién era; le respondí que era el pibe al que casi mata varios años
atrás; me pidió que me fuera. Yo le dije que pasaba para dejarle mi
perdón (le mentí); el tipo dudó unos instantes, tras los cuales,
abrió la puerta; seguramente estaba armado y no habría dudado en
accionar su arma ante el menor levantamiento de la voz de mi parte,
pero no tuvo tiempo de hacerlo porque en cuanto la puerta se hubo
abierto, lo derribé con un golpe de puño que fue el primero de una
cantidad incontable de golpes que impiadosamente le asesté.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Una vez que hube
consumado mi venganza, me fui a mi casa.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Al día
siguiente, al transitar los alrededores de la vivienda del militar,
vi que varios patrulleros, a la misma se acercaban; muchos vecinos
estaban en la calle y comentaban que al milico lo habían matado a
golpes. También escuché que decían que vivía solo desde que su
mujer se había ido por las palizas que él le infligía y que ellos
escuchaban sin atreverse a denunciar, de ahí que nadie del barrio
lamentara en absoluto lo que le habían hecho.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Al enterarme de
que había matado a ese hombre, no me sorprendí ni me asusté,
simplemente me preparé para que en cualquier momento me fueran a
detener, pero eso no pasó ese día ni el siguiente; de hecho, ya transcurrieron más de veinte años y todavía no pasó, de ahí que cuando
se habla de la “impunidad” como algo necesariamente negativo, de
ustedes querer encontrarme, les sugiero que me busquen entre aquellos
que con tal consideración, disienten.</span></div>
<br /><p></p>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-29046077361406371262022-10-09T14:54:00.027-07:002022-10-14T07:43:19.579-07:00Tiempos pre y post hecatombe (cuento) - Martín Rabezzana<h1 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">-Palabras: 2.558-</span></span><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzZ5ClvIZ30pHHjAYRIHFhp3cSDqT-gk4PauAR80Ftjju7jHf-8deWKZ-MJhucNR7hlHFVR3dOPIQcg-Jt_bzIemywSbpdx5nRfqFf5aSfuPtjBvx_hjlVBBKqX8XFbOWKpVZzjUkz5CMwuiBCW_A5FSR5d_kt6H97cmF4QV41hi-1QRHfdLi9ipiUlg/s1440/Tiempos%20pre%20y%20post%20hecatombe%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1356" data-original-width="1440" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzZ5ClvIZ30pHHjAYRIHFhp3cSDqT-gk4PauAR80Ftjju7jHf-8deWKZ-MJhucNR7hlHFVR3dOPIQcg-Jt_bzIemywSbpdx5nRfqFf5aSfuPtjBvx_hjlVBBKqX8XFbOWKpVZzjUkz5CMwuiBCW_A5FSR5d_kt6H97cmF4QV41hi-1QRHfdLi9ipiUlg/s320/Tiempos%20pre%20y%20post%20hecatombe%20(cuento)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div> Una tarde de
cierto año, en circunstancias en que escapaba de la policía tras
ésta ultima reprimir una manifestación pacífica, un joven corría
con todas sus fuerzas intentando lograr una evasión que parecía
imposible, ya que tras doblar una esquina, se vio acorralado por
uniformados que hacia él se dirigían con las peores intenciones; en
ese momento divisó a tan sólo unos metros de donde estaba, un
edificio cuya entrada estaba abierta y al mismo ingresó; una vez
dentro, se escondió en un cuarto cuya puerta también estaba
abierta, en el que se guardaban elementos de limpieza; en ese lugar
estaba decidido a quedarse hasta que el ruido de las sirenas, balas y
gritos, cesara o hasta que la policía llegara, lo cual parecía algo
inevitable por ocurrir de un momento a otro, ya que los policías lo
habían visto entrar al edificio, sin embargo, los minutos pasaron y
nadie lo fue a detener.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El ruido
procedente de la calle, que, como ya expresé, estaba constituido por
sirenas policiales, disparos de armas y gritos, había cesado ni bien
había el joven ingresado al edificio, no obstante, en el mismo
permaneció durante casi dos horas antes de animarse finalmente a
salir; cuando lo hizo, notó que el panorama era muy distinto al que
había visto previamente; lo primero que le pareció raro, fue la
calma absoluta que reinaba; no había ningún sonido irritante, ya
que sólo se oía el cantar de los pájaros y el soplar de un suave
viento; ya no había en las calles, manifestantes ni policías, de
hecho, muy poca gente transitaba por lo que él conocía por “zona
céntrica”, y esa poca gente lo miraba y lo saludaba muy
amablemente al pasar a su lado; el joven, embargado por un enorme
desconcierto, respondía de igual modo; tras caminar unos 10 minutos,
dos hombres se le aproximaron y muy cortésmente le pidieron que los
acompañara, entonces, el muchacho resignadamente pensó: “Perdí…”.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> En un auto algo extraño para él, desde el cual veía un paisaje urbano que también le resultaba extraño, el joven fue
llevado hasta un lugar que él suponía, sería de detención, pero
una vez ahí, tras ser dejado solo, empezó a dudar de que lo fuera, ya que el mismo, lejos
de parecerse a una celda, era una hermosa vivienda provista de todas
las comodidades, con vista al mar (que vaya uno a saber de dónde
había salido, dado que el Área Metropolitana de Buenos Aires, que
es el lugar del cual el protagonista de esta historia, procedía,
dista cientos de kilómetros del mar más cercano), cuyas puertas estaban sin
llave y no había guardias en el exterior que lo vigilaran; las viviendas
que en esa área estaban, parecían ser similares y los vecinos saludaban alegremente desde el frente de sus casas al detenido (¿?) cuando lo veían asomado a una ventana de su lugar de
detención (¿?); todo esto sorprendió al joven que empezó
a considerar que tal vez sus sentidos le estuvieran jugando una mala
pasada, o tal vez, una buena, dado que todo lo que estaba viviendo,
era positivo, pero fue que tras un rato, los hombres que lo habían
conducido hasta ese lugar, volvieron y le empezaron a hacer
preguntas, entonces él pensó que en ese momento se vería devuelto
a la “realidad” que, en tal circunstancia, habría implicado ser
sometido a un tratamiento cruel por parte de sus interrogadores, pero
nada de eso se dio, lo que se dio fue una serie de preguntas
amablemente formuladas que, por ser para el joven, extremadamente
extrañas, no pudo responder; ante esa ausencia de capacidad de
respuesta, los interrogadores le pidieron al interrogado que contara
qué era lo que le había pasado previo a que ellos llegaran,
entonces les habló de lo acontecido ese día y les manifestó que lo
vivido por su familia en los ‘70, lo había marcado a fuego, de ahí
que ésa fuera una década clave para su vida ya que a causa de todo
eso, inició una militancia política que resultó en que ése día
concurriera a la manifestación; los interrogadores se miraron
extrañados evidenciando no entender lo que se les estaba diciendo,
no obstante, uno de ellos, creyendo que si dejaba al joven
explayarse, podría llegar a comprender algo de lo por él expresado,
le pidió que se extendiera en su explicación sobre su motivación
para incursionar en la militancia política; le dijo que él
desconocía lo que había ocurrido en esos años ‘70, entonces el
interrogado pensó que de él se estaba burlando y se negó a
responder. El interrogador se dio cuenta de eso, entonces le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Hacé de cuenta
que le hablás a alguien que no vivió esa época; ¿cómo me
explicarías lo de los ‘70? … Te pido por favor que me informes
al respecto.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces el
joven, tras tomar aire profundamente, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -En los años
1970, se dio una masificación en cuanto a la aceptación de
políticas tendientes a la mejor distribución de las riquezas, y a
tal tendencia se la suele denominar: “socialismo” (aunque no lo
sea, ya que en dicha corriente suele ser incluida cualquier política
favorable a los derechos de la clase trabajadora como por ejemplo, el
peronismo, cuyo líder, o sea, Perón, era antisocialista), y como el
“socialismo” busca ampliarle derechos a las clases bajas y
medias, lo cual implica necesariamente quitarle privilegios a las
clases altas (o sea, a las dominantes), que son las que han creado a
las Fuerzas Armadas y de “seguridad” para autoprotegerse, éstas
últimas clases financiaron el golpe del ‘76 por haber resuelto que
la represión por dentro de la legalidad, no alcanzaba para defender
y ampliar sus privilegios, así como también financiaron toda una
serie de medidas represivas por fuera de la legalidad, previas a tal
año, que tuvieron su mayor expresión en lo que fue la Triple A;
esto ocurrió, por supuesto, no sólo en Argentina, sino también en
la mayor parte de América, de ahí que el proyecto de
“aniquilamiento de la subversión”, diseñado para aplicarse en
toda una serie de países americanos, que tuvo por título oficial:
“Plan Cóndor”, no haya sido diseñado en ninguno de los países
que lo sufrieron, sino en cierto país, en el cual, el (nefasto)
capitalismo tiene sede mundial;…La toma del poder estatal por parte
de los militares tuvo su justificación en una defensa de la sociedad
ante el avance de grupos guerrilleros que, si bien cometían hechos
graves, lo que hacían no alcanzaba para lograr la aceptación de la
población a la misma, fue entonces que las clases dominantes
decidieron empeorar el estado de cosas al financiar a escuadrones de
la muerte que crearan un terror en la población que, según la
derecha, provenía únicamente de la guerrilla “subversiva”, pero
como esto tampoco alcanzaba para lograr por parte de la ciudadanía,
aceptación a un nuevo golpe de estado, se creó, también en el país
en que el capitalismo genocida tiene sede, un plan económico de
consecuencias desastrosas para la población, que fue el denominado:
“Rodrigazo”; tal plan, ejecutado en 1975, generó, entre otras
cosas, devaluación de la moneda, hiperinflación y un aumento del
costo de los servicios; dicho plan de ajuste, le puso fin a 11 años
ininterrumpidos de crecimiento económico y llevó a un descontento
generalizado que dio lugar a protestas masivas en que, como suele
ocurrir en estos casos, se pretendía no sólo la renuncia del
ministro de economía, sino también de la presidenta y se dio, como
cosa generalizada, la (equivocada) presunción de que cualquier otro
gobierno sería mejor, incluso uno no constitucional; con esto
último, el <i>establishment</i> logró su cometido de generar un
malestar en la población tal, que resultara en una casi nula
oposición al golpe que sobrevino el siguiente año.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras decir todo
esto, el joven preguntó:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Sigo?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Ambos
interrogadores asintieron con la cabeza y uno de ellos le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sí sí; seguí
por favor.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces el joven
continuó.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Dentro de cada
país, existen tres clases sociales: la alta, la media y la baja; la
alta (que es la derecha por antonomasia) no quiere que las dos que
tiene por debajo ganen derechos porque con eso, ella se va al
descenso, y lo mismo ocurre entre los diferentes países que
conforman el mundo; los de arriba no quieren que los del medio y los
de abajo ganen derechos, porque eso equivaldría a un ascenso, y si
el mismo se da, ellos descienden, y como las Fuerzas Armadas, como ya
dije, fueron creadas por las clases dominantes para autoprotegerse,
fue por causa de esa defensa que ante el aumento en la población de
la adhesión al socialismo, llevaron a cabo un plan de aniquilamiento
de quienes promovieran políticas tendientes a la ampliación de
derechos de los de abajo, y eso, por supuesto, no fue abiertamente
dicho, ya que oficialmente los milicos defendían al país de la
guerrilla terrorista y subversiva, y tal aniquilamiento de la
“subversión”, implicó el secuestro, la tortura, la violación,
el asesinato y la desaparición, de miles de personas consideradas
“zurdas”, de las cuales, sólo la menor parte era realmente
guerrillera; el grueso de los reprimidos por el estado estaba
constituido por militantes políticos o sociales, cuyas actividades
no eran armadas, sindicalistas, defensores de derechos humanos,
abogados defensores de víctimas de la represión, integrantes de
grupos religiosos no pertenecientes a la derecha católica,
estudiantes secundarios y universitarios, familiares de los
sindicados como “subversivos”, ya que al no encontrar a quienes
buscaban, los grupos de tarea solían llevarse a sus familiares o
amigos, así como solían también matar a toda la familia de alguien
perseguido tras hacerle firmar primero al jefe familiar, papeles con
los que le transfería sus propiedades a los represores, lo cual
también le ocurrió a grandes empresarios que, por no querer
alinearse con el gobierno de facto, fueron secuestrados y bajo
tortura fueron obligados a entregar sus empresas y propiedades, dando
cuenta todo esto de que había una intención de disciplinar a toda
la sociedad, independientemente de la ideología que sus miembros
tuvieran, y todo esto, que fue presentado por Videla como una
“defensa de la civilización occidental y cristiana”, fue en
realidad, una defensa del capitalismo transnacional, de ahí que la
represión del gobierno de facto haya sido favorable al gran
empresariado local y extranjero que se vio beneficiado por las
medidas económicas del ministro Martínez de Hoz, y totalmente
desfavorable para los intereses de la clase media y baja que sufrió,
además de por la represión, por las medidas económicas liberales
que dicho ministro implementó, que implicaron un aumento en el costo
de los servicios, un congelamiento de los salarios, un
aumento de la inflación que fue récord en la historia argentina,
una apertura a las importaciones, que resultó en un cierre masivo de
fábricas locales, y un pase de las deudas de las empresas privadas,
al ámbito estatal, resultando esto en una necesidad de pedir préstamos para pagarlas, fue por eso que en paralelo con el
decrecimiento de las deudas de las empresas del sector privado,
aumentó la deuda externa, deuda que deja al país endeudado en
manos del capitalismo genocida cuya oficina central se llama: Fondo
Monetario Internacional; por todo esto es que queda clarísimo que dichas
empresas financiaron a los militares para que hicieran lo que
hicieron que no fue otra cosa que favorecer a los capitalistas
locales, hijos no reconocidos de los capitalistas extranjeros, y a
sus extranjeros “padres”;… ...Quienes en cada país conforman
la burguesía, constituyen un sector minoritario de la población,
sin embargo, ellos creen que son el país, el “pueblo”, y son en
realidad, el antipaís, el antipueblo… ellos (el alto conchetaje)
son los verdaderos apátridas, y en sus elogios continuos a países
“primermundistas” y expresiones despectivas alusivas al país en
que nacieron, exponen su voluntad (siempre infructuosa) de a países
explotadores, pertenecer, es por eso que la siempre exitista clase alta, que, como ya
dije, es la derecha por antonomasia, es entreguista por naturaleza,
no significando esto que no pueda no serlo la izquierda, ya que la
izquierda puede ser cipaya, pero la derecha NO PUEDE no serlo, dado
que por encima de las Fuerzas Armadas y de “seguridad”, está el
estado. Por encima del estado, está la oligarquía, y por encima de
la oligarquía local, está la oligarquía internacional; la derecha
gubernamental es la que abiertamente defiende este sistema espantoso
que a su vez se sostiene con aportes no menores de la izquierda
también gubernamental, de ahí que yo considere que tanto la
izquierda como la derecha gubernamentales, desde diferentes posiciones, sostienen al
mismo sistema, y de ahí a su vez que yo sea de IZQUIERDA NO
GUBERNAMENTAL<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces el joven
volvió a hacer una pausa y uno de los interrogadores volvió a
animarlo para que continuara al decirle:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Seguí, por
favor.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El joven dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -La aplicación
durante el gobierno militar de medidas económicas liberales, fue un
éxito, ya que los grandes grupos empresariales, locales y
extranjeros que financiaron el golpe, se vieron favorecidos; para
fines de los ‘70, ni la clase baja ni la media, amenazaban ya con
quitarle privilegios a la alta en este país, y en el ámbito
internacional, lo mismo ocurría; la serie de países americanos
cuyas poblaciones se habían organizado políticamente para mejorar
sus situaciones, amenazando con ese “levantar cabeza” a los
intereses de los países más explotadores del mundo occidental
(denominados comúnmente: “desarrollados”), había sufrido una
herida que ya en ese entonces, se sabía que tardaría décadas en
sanar, lo cual resultó en que las cosas volvieran a ese estado de
enfermedad que las clases explotadoras denominan: "normalidad", es
decir: las clases dominantes locales, mantuvieron y hasta aumentaron
sus riquezas, y así es que muchos de los pertenecientes a las clases
medias, se convirtieron en pobres y los que ya eran pobres, se
volvieron aún más pobres, y es por sentir que esto debe cambiar,
que decidí militar en política.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces los
interrogadores volvieron a mirarse extrañados y se alejaron del
joven que permaneció sentado en una silla mientras los veía entre
ellos, deliberar; tras algunos minutos volvieron a acercársele y uno
de ellos le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sé que te va a
parecer extraña la pregunta, pero por favor, respondela: ¿de qué
año venís?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces el
joven, tratando de contener una risa nerviosa, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Cómo, de qué
año vengo?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Si; ¿de qué
año venís?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces
respondió:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -De 1989.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Los dos
interrogadores, cuyos tiempos escaseaban en registros históricos
previos al año 2049 debido a que en su mayoría se habían perdido
durante la hecatombe mundial que ese año había tenido lugar, por
haberse recientemente publicado en todos los medios de difusión del
mundo, sabían que los científicos habían logrado teletransportar
seres humanos en el tiempo y que ya estaban en condiciones de llevar
hasta sus días, a personas de tiempos pasados para que ilustraran a
la población en materia histórica, de ahí que le hubieran dicho a
la gente que estuviera atenta porque los viajeros del tiempo, en
cualquier momento llegarían.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El joven, con
cierto temor a ser tomado por loco, tímidamente preguntó:<br />
</span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿En qué año
estamos?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Y con gran
emoción, uno de los interrogadores le respondió:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -En el 4022.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras lo cual,
ambos interrogadores, casi al unísono, sonriendo le dijeron al
viajero del tiempo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Bienvenido!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces todo lo
que para el joven era un enorme sinsentido, empezó a tener sentido.</span></span></div><span style="font-family: inherit; font-weight: normal;"></span></h1>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-65.505913914287987 -98.772922 -11.326280085712021 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-66999867977726223472022-09-29T14:25:00.003-07:002022-09-30T03:36:04.623-07:00 Cuatro enemigos de la humanidad (por no decir otra cosa) (cuento) - Martín Rabezzana<p style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;">
-Palabras: 514-</span></p>
<p style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikxsNLopwIQy5sKKrZGfFBe0HM3N9qVxQH7JHKlDqrOgEQlIoDi9XqjIm51en2co-6j26uaMQtp0ldAjHjFLBxOYOWVtOB0i11Ahz3vM1WC3Q1LJXzaIV1kQP3554T3EMayRE-6Re14UK4h1BkgZRs5b02Nd3CKTnLxmhldj-M3FeeSMKW1w2iGAil3w/s1920/Cuatro%20enemigos%20sociales%20(cuentos)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1920" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikxsNLopwIQy5sKKrZGfFBe0HM3N9qVxQH7JHKlDqrOgEQlIoDi9XqjIm51en2co-6j26uaMQtp0ldAjHjFLBxOYOWVtOB0i11Ahz3vM1WC3Q1LJXzaIV1kQP3554T3EMayRE-6Re14UK4h1BkgZRs5b02Nd3CKTnLxmhldj-M3FeeSMKW1w2iGAil3w/s320/Cuatro%20enemigos%20sociales%20(cuentos)%20%E2%80%93%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="320" /></a></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> </span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: inherit;"> Una joven,
mientras esperaba en el banco de una plaza a tres amigos que en auto
la pasarían a buscar para ir juntos a la universidad, se puso a leer
un panfleto que por la calle le habían dado; el mismo decía lo
siguiente:</span><i><span style="font-family: georgia;"> </span><span style="font-family: inherit;">Los psicólogos son las versiones laicas de los curas
confesores, y su función principal es la de
entregar víctimas a la <b>santa inquisición
psiquiátrica</b>, de ahí que el consultorio de un psicólogo
constituya una trampa por ser el mismo, un pasaje directo hacia una
sala de prescripción de torturas en la cual, un
picaneador
farmacológico,
por su supuesto bien, induce
y fuerza a las personas a cambiar sus modos de pensar,
de sentir y de ser; de lograrse el sometimiento total y absoluto de
los cuerpos y almas impiadosamente flagelados, a la voluntad del
“santo inquisidor moderno”, se habla de una “remisión de la
enfermedad”, “enfermedad” que, según los “expertos en salud
mental”, reaparece cuando quien con psiquiatría es torturado, se
atreve a desacreditar en su pretendida positividad, a los tormentos
por él sufridos, a negar la existencia de su supuesta
patología, a pedir pruebas clínicas de ella
(pruebas que nunca existen), y/o a negar el derecho del
torturador diplomado, a imponer su tortura a la que él, hipócrita e
invariablemente denomina: “tratamiento médico”.<br /></span></i></span><span style="font-family: inherit;"><i><span style="font-size: medium;"> Nada de esto
se hace sin la aprobación de las mayorías, aprobación que, de
transmutar en rechazo, resultará en el cese de estas prácticas
represivas y aberrantes a las que se disfraza de “ayuda médica”
y/o “psicológica”.<br /></span></i><i><span style="font-size: medium;"> Los
psicofármacos, con o sin receta, son venenos; <b>la psiquiatría es
tortura; es picana farmacológica</b>. Los psiquiatras son
torturadores, carceleros y verdugos, y los psicólogos y trabajadores
sociales, son quienes a ellos les entregan víctimas.<br /></span></i></span><i><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: inherit;"> Evitá ser
víctima y evitá ser victimario; rechazá por igual tanto a la
psiquiatría como a las psicoterapias.</span><br /></span></i><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Justo después de
que la chica terminara de leer el texto, llegó el auto de sus amigos
y a la parte trasera del mismo, subió; a su lado estaba uno de los
dos varones que en el vehículo, viajaban, y en la parte delantera
estaban, en calidad de conductora, una chica, y de acompañante, un
muchacho; tras el saludo de convención, la recién llegada le
comentó a sus tres amigos el contenido del panfleto, leyó en voz
alta algunos pasajes del mismo y entre los cuatro se rieron y burlaron del redactor por considerar que lo por él expresado, constituía un
delirio.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> La chica, así
como sus tres amigos, se dirigía a la Universidad Nacional de La
Plata; ella estudiaba en la facultad de psicología, la otra chica
estudiaba en la facultad de periodismo y comunicación social; uno de
los muchachos estudiaba en la facultad de ciencias médicas y el
otro, en la facultad de trabajo social; dicho esto, no es de extrañar
que los cuatro se hayan burlado de lo expresado en el texto ya
presentado, dado que, por las carreras que cursaban, los estudiantes
eran cuatro futuros guardianes del <i>establishment</i>, es decir:
cuatro mierdas.</span></div><p style="text-align: left;"></p>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-66.726330836178846 -98.772922 -10.105863163821155 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-83163610773653892662022-09-25T14:35:00.011-07:002023-08-29T08:16:30.646-07:00Lili Combatiente (tercer -y último- capítulo) (cuento) - Martín Rabezzana<h1 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: georgia; font-size: small;">-Palabras: 1.532-</span><div class="separator" style="clear: both; font-family: inherit; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvpobCYWTvV3VroZrx2yfcrrxGp9Y4foyJtHN8ad-eXZDLMTJqgCcTfdESTxvHnMLL7rVQY2BkHd9-iklXg1tNVZE1nJ-3t40FYpqZnSB0AmlHpTT-B_l6YmWFTO69vNqUIK--xEzo9UKlovuBDK0QAJ8UF6ERbXAR3mSU1DCeLZ-mycnoGW0Om9z6NQ/s1920/Lili%20Combatiente%20.%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="639" data-original-width="1920" height="134" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvpobCYWTvV3VroZrx2yfcrrxGp9Y4foyJtHN8ad-eXZDLMTJqgCcTfdESTxvHnMLL7rVQY2BkHd9-iklXg1tNVZE1nJ-3t40FYpqZnSB0AmlHpTT-B_l6YmWFTO69vNqUIK--xEzo9UKlovuBDK0QAJ8UF6ERbXAR3mSU1DCeLZ-mycnoGW0Om9z6NQ/w400-h134/Lili%20Combatiente%20.%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="400" /></a></div></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Dedicado a María
Antonia Berger.</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: medium; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Árboles humanos</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: medium;"><br /></span><span style="font-size: medium; font-weight: normal;"> Tras los hechos
de sangre que resultaron en que Lili, militante social, convirtiérase
vertiginosa e inesperadamente en una combatiente destacada, ella,
junto a otros partisanos, decidieron abandonar la provincia de San
Luis por el control mayor que necesariamente en dicha provincia,
sobrevendría justamente por lo recientemente hecho por ella y sus
compañeros.<br /></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> En dos autos
partieron los seis guerrilleros rumbo a La Pampa, lugar en el que
planeaban reunirse con otros montoneros para coordinar acciones
ofensivas dirigidas a las fuerzas represivas, pero fue que al llegar
a la ya mencionada provincia, sólo pudieron contactar a un montonero
procedente de Santa Fe que les dijo:<br /></span></span><span style="font-size: medium; font-weight: normal;"> -Cayeron todos
los combatientes de mi pelotón; están cayendo como moscas todos los
compañeros de todas las provincias, incluso los de “Lealtad”
(*), y acá no termina lo dramático de la situación: cuando la
conducción nacional se enteró del caso de mi grupo, me dijo que me
“guardara” por un tiempo, y que no me preocupe, ya que en
cualquier momento me pondría en contacto con otros combatientes para
conformar otro pelotón que será uno de muchos otros que en todo el
país enfrentará a los milicos, y que de ese enfrentamiento
saldremos triunfantes y el pueblo nos reconocerá como héroes
libertadores de la patria;… ¿Pueden creer lo delirante de estos
tipos?… ¡No hay medios materiales ni humanos para seguir!… Sí,
claro que podemos contraatacar un poco más, pero es cuestión de
poco tiempo para que nos maten a todos, salvo que antes nos
exiliemos, y esto, que muchos de los integrantes de la conducción ya
han hecho, no pretenden que lo hagamos nosotros, y si en algún
momento lo llegan a pretender, va a ser por un tiempito, después
querrán que volvamos para inmolarnos por una causa que sabemos
perdida… ...¿Qué quieren que les diga?… A esta altura ya no sé
si odio más a los milicos o a la cúpula montonera.</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras escuchar lo
dicho por su compañero, uno de los montoneros, que al igual que
tantos otros había llegado a conclusiones similares, dijo: </span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Para liberarnos
de la opresión, tenemos que apuntar y disparar nuestras armas hacia
arriba, y por encima de nosotros, además de tener a los milicos y a
la oligarquía, tenemos a la cúpula de nuestra propia organización.</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces el
combatiente santafecino, dijo:</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sí, el problema
es que sin la logística, las armas y la plata que vienen de la
cúpula, se acaba la resistencia armada contra los militares, por eso
tenemos que dejar el ataque contra nuestra conducción, para después
de terminada la dictadura.</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Lili dijo:</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Lo terrible es
que por lo que vos mismo expresaste, evidentemente sabés que antes
de que la dictadura termine, ella va a terminar con nosotros.</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> El combatiente
asintió tristemente con la cabeza y un silencio prolongado fue lo
que siguió; todos dieron así por concluida la cuestión, ya que se
sabían ante un problema irresoluble, de ahí que debieran seguir
resignadamente afiliados a una organización que ya no los
representaba en pos de tener los medios como para poder morir
dignamente, es decir: peleando; de darse esto, los combatientes,
lejos de caer, cual los árboles, morirían de pie.</span></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">LOMJE</span></div><p></p><h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0TDNkHqzUk03o3h6u9n580SErs42AoxfA2J9oU_RECoJH4oRIZMei9Q14yM1ELllSlcFund4yM-ZzGiWTPMOALFg0GywmWZkN9ikop0V5a7yzMzyhe66dA3F5zh_hkfU5z3mu1T_WgYVdK1fMYeDpMbP9z_Xm0t75o31EnmF6ahHNweqd4K-iv8LUMw/s1920/Lili%20Combatiente%20-%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1298" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0TDNkHqzUk03o3h6u9n580SErs42AoxfA2J9oU_RECoJH4oRIZMei9Q14yM1ELllSlcFund4yM-ZzGiWTPMOALFg0GywmWZkN9ikop0V5a7yzMzyhe66dA3F5zh_hkfU5z3mu1T_WgYVdK1fMYeDpMbP9z_Xm0t75o31EnmF6ahHNweqd4K-iv8LUMw/s320/Lili%20Combatiente%20-%20Mart%C3%ADn%20Rabezzana.jpg" width="216" /></span></a><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: medium; font-weight: normal;"> Mientras los
combatientes se encontraban en la vivienda que “la orga” les
había asignado en La Pampa, la cual estaba provista de armas
diversas, incluidos muchos explosivos, a Lili </span><span style="font-size: medium; font-weight: normal;">empezaron a
aparecérsele imágenes en que vio llegar a las fuerzas represivas,
las vio irrumpir en la casa y matar a todos sus ocupantes tras una
resistencia de fuego infructuosa; esta visión fue para ella, por
supuesto, aterradora; al siguiente minuto se le presentaron otras
imágenes en que ella junto a sus compañeros, eran capturados vivos
tras un escape en auto frustrado, y eran llevados a centros
clandestinos de detención en donde a las peores cosas, eran
sometidos; esta visión fue aún más pavorosa que la anterior;
después se le presentaron otras imágenes acompañadas por tan solo
un segundo de sonido en que claramente escuchó un estruendo, previo
a percibir un silencio total y absoluto, y en ese silencio reinaba
una paz también total y absoluta que en ninguna medida era
disminuida por el fuego que veía sobre su persona porque el mismo no
la abrasaba; rápidamente diose cuenta de que al fuego era inmune por
ser entonces su cuerpo, de carácter espiritual; después vio a cada
una de las partes del todo, dispersas en su entorno inmediato,
después, a las dispersas por todo el país, después, a las
dispersas por todo el mundo, después, a las dispersas por todo el
universo, después, a las dispersas por todo el multiverso y
finalmente, a las dispersas por todos los multiversos, unirse
armoniosamente cual si todos los conflictos previos, generadores en
el pasado en todas ellas, de un malestar enorme conformante de
enemistades, hubieran sido parte de un guion de una obra de teatro;
lo que entonces vio fue el equivalente al abrazo entre actores tras
concluida una obra; así se vio ella, y así vio a todos sus
compañeros, a todas las personas que alguna vez pasaron por su vida,
a todas aquellas a las que nunca conoció, y a todos los seres de las
distintas especies existentes en este planeta y en todos los demás
de los distintos multiversos pasados, presentes y futuros, fue por
esto que, a diferencia de lo que le había ocurrido en ocasiones
previas en que las visiones de hechos graves le habían posibilitado entrever una “línea de fuga” que le había permitido elegir entre seguir o desviarse del
camino emprendido y salvar así la vida material suya o ajena (y siempre que el camino era conducente a su propia muerte había elegido desviarse), en este caso sentía
que el mejor camino era el que conducía hacia delante, fue por esto
que le dijo a sus compañeros:<br /></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> -Muchachos, no
quiero que se asusten; tómense esto con calma: tuve más visiones
que me mostraron lo que va a ocurrir.<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> -¿Qué viste,
Lili? -Le dijo una partisana.<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> -Que ya vienen.<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> -¡Vámonos ya!
-Dijo un montonero, pero Lili, con toda calma, negando con la cabeza,
dijo:<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> -No; de entre
todos los posibles finales que vi, considero que el mejor es el que
se va a dar si nos quedamos y resistimos sin el objetivo de
sobrevivir.<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> Los cinco
montoneros, que estaban totalmente persuadidos de que Lili tenía una
visión de las cosas mucho más amplia que ellos, no dudaron siquiera
un segundo de que lo que ella decía, debía ser tomado en serio, fue
por eso que uno de ellos, dijo:<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> -Morir peleando
es vivir para siempre.<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> Todos sus
compañeros asintieron y sonrieron en silencio. Después, a modo de
despedida, se abrazaron.<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> A los pocos
segundos se escuchó a una gran cantidad de autos frenar en cercanías
de la casa en que los partisanos estaban, entonces los combatientes
agarraron sus armas y mientras cuatro de ellos las disparaban desde
las ventanas, Lili le hizo a uno de sus compañeros una seña para
que la siguiera hasta el cuarto en que, en varias cajas, estaban las
granadas que agarraron y entre todos los guerrilleros, repartieron.
Una vez que todos tuvieron a los explosivos encima, los montoneros
que disparaban, depusieron el fuego y dejaron caer sus fusiles al
suelo, entonces Lili, citando a la frase cuyas siglas fueron escritas
por María Antonia Berger con su propia sangre cuando creía estar
agonizando en una celda patagónica, allá por el año 1972, empezó
a decir repetida y progresivamente más fuerte:<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> -Libres o
muertos, jamás esclavos. Libres o muertos, JAMÁS ESCLAVOS. ¡LIBRES
O MUERTOS, JAMÁS ESCLAVOS!<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> Entonces sus
compañeros repitieron con ella la frase de dignidad que les infundió
un coraje y una plenitud emocional, mayores a los por ellos sentidos
previamente durante todo el curso de sus vidas.<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> Cuando los
militares tiraron abajo las dos puertas que en la casa había, los
combatientes le sacaron el seguro a las granadas que entre sus ropas
tenían y se abrazaron mientras repetían: “¡LIBRES O MUERTOS,
JAMÁS ESCLAVOS!”<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> Rápidamente
fueron sujetados por los militares que entre insultos proferidos a
los jóvenes, celebraron una victoria que equivocadamente creyeron
suya, ya que en realidad, era de los combatientes.<br /></span></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: medium;"> Las explosiones
que segundos después tuvieron lugar, terminaron con la vida material
de los seis combatientes y dieciocho militares.</span></span></span></div></h2><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium; font-weight: normal;"><br /></span></div><div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: left;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium; font-weight: normal;"><br /></span><span style="font-family: georgia; font-size: medium; font-weight: normal;">(*) “Lealtad”
fue el término agregado a los grupos de militantes montoneros y de
superficie que, a diferencia de la conducción de Montoneros, en 1973
consideraron que por haber ya terminado la dictadura militar
autodenominada “Revolución Argentina” (1966-1973), que dio lugar
a la vuelta de la democracia representativa, y haberse ya levantado
la proscripción del peronismo (ambas cosas eran pretendidas por los
partisanos peronistas y fueron logradas por la desestabilización
causada por las organizaciones guerrilleras, que a principios de los
años ‘70 llegaron a ser más de 50, siendo en su mayoría,
peronistas), no era admisible seguir con la lucha armada, así fue
que dejaron de responder a Montoneros y conformaron la JP Lealtad, la
UES Lealtad, la JUP Lealtad, etcétera; a pesar de esto, ni la Triple
A ni la junta militar que dio el golpe de estado en el ‘76, les
tuvieron piedad.</span></div><p style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</p></div></h1>
Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-65.505913914287987 -98.772922 -11.326280085712021 -28.460421999999987tag:blogger.com,1999:blog-7064827649628993044.post-49340738765729061992022-09-14T10:08:00.014-07:002023-07-24T10:54:45.507-07:00Lili Combatiente (segundo capítulo) (cuento) - Martín Rabezzana<p style="text-align: left;"></p><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">-Palabras:
2.124-</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA8cs9veILN6J74phAMVD5_IoT08EhfQmNWXJW4wG3Ujkq8kS8iVYt_MRQk3ThYiCknlweVx4SHiDW7AIXk25UNIhmkaNoUaF7XIOxQA4QCYup7wCQM96G-r3Vr5MSzn0RPWoY5aTlHkJb6TqaqM-_vKFgCYORQINhPmduEXZj_5lXPe6ArbF_oEdz-g/s737/Lili%20Combatiente,%20cap%C3%ADtulo%202.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="737" data-original-width="626" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA8cs9veILN6J74phAMVD5_IoT08EhfQmNWXJW4wG3Ujkq8kS8iVYt_MRQk3ThYiCknlweVx4SHiDW7AIXk25UNIhmkaNoUaF7XIOxQA4QCYup7wCQM96G-r3Vr5MSzn0RPWoY5aTlHkJb6TqaqM-_vKFgCYORQINhPmduEXZj_5lXPe6ArbF_oEdz-g/s320/Lili%20Combatiente,%20cap%C3%ADtulo%202.jpg" width="272" /></a></div><b><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Lili
después del fuego</span></b></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></b></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Era
la trasnoche del día en que Lili había decidido incursionar en una
lucha armada a la que siempre había considerado totalmente
inapropiada para su persona, y así lo fue hasta que la persecución
de las autoridades no le dejó más que dos opciones: matar o morir.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Tras
el “bautismo de fuego” que constituyó su participación
protagónica en el hecho que le causó la muerte a tres represores, a
Lili le ocurrió algo por ella totalmente inesperado: seguía
sintiéndose la misma persona; no tuvo la sensación de haber vivido
un “antes y un después” en lo previo y posterior a haber
incurrido en el hecho irreversible ya referido, ya que seguía
autopercibiéndose de igual modo respecto a cuando no había matado a
ningún ser humano, sin que esto signifique que hubiera en ella algo
así como una “frialdad psicopática”, dado que lejos de eso,
Lili había matado en circunstancias en que la sangre en su cuerpo
estaba muy caliente, no obstante, durante los hechos mantuvo la mente
fría, lo cual, ya antes de su accionar referido, le posibilitó
concienciar que habría de actuar éticamente por ser su uso de la
violencia, en defensa propia y ajena, y si bien el incurrir en un
hecho grave de modo justificado no siempre resulta en tranquilidad de
conciencia en aquel que lo comete, en su caso particular, así había
sido.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><b><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Lili
y sus compañeros, otra vez en la previa de un fuego</span></b></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><b><br /></b></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Al
Montoneros entrar en la clandestinidad y saber sus integrantes que ya
desde antes de la muerte de Perón, pero sobretodo tras la misma, se
había desplegado un accionar estatal represivo de dimensiones
inéditas en el país, sus dirigentes empezaron a proveerle a sus
miembros los medios que les posibilitaran sobrevivir en dicho
contexto de violencia extrema; los mismos estaban constituidos por
plata, armamento, documentación falsa, viviendas, autos y eventuales
costeos de viajes a diversos puntos del país y del extranjero; todo
esto lo podía hacer sin problemas una organización que en 1976,
tenía fondos estimados en 200 millones de dólares, producto no sólo
de hechos ilícitos como ser: robos a bancos y secuestros de
empresarios y gerentes explotadores del trabajo ajeno y entregadores
de obreros considerados “agitadores”, a la represión (por cuyas
liberaciones solían pedir la reincorporación de trabajadores
despedidos y aumentos de sueldos, lo cual, a veces lograban, y parte
de la plata del rescate la usaban para comprar y donar víveres y
ropa que repartían en los barrios más necesitados), sino también
de sus medios de prensa que vendían cientos de miles de ejemplares
por semana, constituyendo tal fuente legal de ingresos, una suma muy
importante, sin embargo, de esto quedaban al margen los militantes de
superficie que constituían las agrupaciones políticas, sociales,
sindicales y estudiantiles, conformantes todas ellas de la llamada
“Tendencia Revolucionaria del Peronismo” y fundadas (o
refundadas) por Montoneros, de ahí que el grueso de los militantes
quedara desprotegido cuando llegó la represión más cruenta y
fueran así los militantes peronistas revolucionarios, básicamente,
“carne de cañón”, y de ahí a su vez, el repudio por parte de
tantos militantes de <i>la tendencia</i>, sobrevivientes de la
represión estatal, a la conducción de Montoneros, ya que dicha
ayuda le era solamente concedida a los Montoneros de más alto rango
o a aquellos que, sin serlo, decidieran obedecer las órdenes de
ejecución de los hechos más peligrosos (quienes eran parte de los
“frentes de masas” y recibían alguna ayuda de la organización,
constituían casos minoritarios y dicha ayuda no iba más allá de la
provisión de documentos de identidad falsos para poder trabajar o
abandonar el país, algún arma y pastillas de cianuro), lo cual los
obligaba a realizarlos en pos de acceder a la mencionada protección,
aun cuando con los mismos no estuvieran de acuerdo; algo de esto le
dijo un montonero a Lili mientras estaban ocultos en una vivienda en
un área suburbana de San Luis, junto a otros compañeros, la misma
noche en que exitosamente había su grupo, del que ella era una nueva
e ilustre integrante, rescatado a tres secuestrados por una patota
del estado; también le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Por
tu acto heroico, vas a convertirte rápido en un cuadro importante de
“la orga”.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Lili
dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Pero yo no soy montonera. Yo no creo en Montoneros, me metí en esto
para sobrevivir.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Su
compañero le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Y
vos te creés que todos los que estamos en esto lo hacemos por
convicción?… Como más o menos te dije en tu casa: la lucha armada
no tiene ya el objetivo de construir una patria socialista, sino el
de sobrevivir; si estás fuera de Montoneros, quedás a la deriva en
un mar de represión estatal, pero estando en la misma, una banca
importante podés llegar a tener que te va a dar más posibilidades
de supervivencia;… Yo tampoco creo más en la orga; creí en ella
en algún momento pero el momento ya pasó;... todo ese populismo que
la conducción exalta, alguna vez fue auténtico, para ya no lo es.
No lo puede ser, porque la misma está totalmente alejada de las
bases no sólo del pueblo, sino incluso de su misma organización; yo
también estoy acá para sobrevivir, y te digo más: aun estando en
Montoneros, no creo que sobreviva mucho tiempo más. Estoy seguro de
que en cualquier momento voy a caer, como casi todos los compañeros,
pero quiero morir peleando, y no ejecutado estando de rodillas.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces Lili, con un tono de voz suave, cargado de resignación,
dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Sos
una especie de kamikaze.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Su
compañero, en silencio asintió con la cabeza; en ese momento una
partisana le preguntó a Lili sobre su ideología; ella dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Yo
nunca creí en ningún ideario; cuando militaba en la JOTAPÉ,
mi hermana (que no milita en nada) me dijo: “La organización de la
que participás, no cometerá delitos, pero se financia con plata
sucia que viene de los delitos cometidos por los montoneros, ¿o lo
negás?”; yo le dije: “Sí, es verdad, pero TODOS los partidos
políticos, ya sean de izquierda, de centro o de derecha (y no me
vengas con eso de “en este país”, porque es igual en todo el
mundo) son financiados por inversores cuyos fondos proceden del
tráfico de drogas, del lavado de dinero, de la trata de personas, de
invasiones militares, de la destrucción del medio ambiente, de la
explotación animal y de muchas más cosas ilícitas e inmorales;...
los gobernantes más “honestos” no habrán robado, secuestrado ni
matado a nadie, como si lo han hecho los montoneros, pero se hacen
financiar por quienes hacen todo eso, que es lo mismo. Partiendo de
esta base, no te niego que en nada difiere ser militante de
superficie de ser guerrillero, ya que con la militancia desarmada del
grupo armado que la organizó, estás participando de la misma
empresa que los guerrilleros, desde un lugar diferente, pero tampoco
en nada difiere ser militante de un partido sin facción armada o
votante de cualquier candidato en elecciones en un sistema
democrático representativo, de ser sustentador de las peores
acciones que son la base de la financiación de toda organización
política de estado;… Con el solo hecho de votar, estás dándole
aprobación y sustento, a un sistema que vos misma considerás
financiado con fondos procedentes de acciones injustificables por ser
ilegales e inmorales. Siguiendo esta línea de pensamiento que lleva
a concluir que toda política partidaria es sucia, de uno tener un
mínimo de conducta ética, solamente puede hacerse anarquista y
pretender que las personas voten medidas de organización social, en
vez de votar a sus supuestos representantes de ella, y entonces, ante
tal ideario político por uno asumido, favorable a la democracia
directa, que terminaría con lo “sucio” de la política y
llevaría a la disolución de todos los partidos políticos, se
encuentra con viejos y jóvenes avejentados que lo tildan de
“utopista”, “infantil” y más cosas así, y uno mismo termina
creyendo que lo es, entonces vuelve resignadamente a defender su
posición anterior (o sea, se vuelve conformista) o elige hacer lo
más difícil de todo: rechazar a toda ideología y etiqueta política
e intentar mejorarse a sí mismo, y por supuesto que al uno hacer eso
lo acusan de ser egoísta por practicar el individualismo, pero tal
crítica es infundada porque toda sociedad se compone de
individualidades reunidas, por lo que si cada una de ellas fuera más
individualista al buscar únicamente la propia mejoría, la sociedad
toda mejoraría, y esta decisión de cambio individual es<i> taaan</i>
difícil de tomar, que casi nadie lo quiere hacer, y de ahí la
voluntad de meterse en temas sociales, políticos, dado que esa es
una manera inconsciente de evadir todo intento de automejoría;… Yo he decidido militar socialmente, pero no por Montoneros
ni por Perón, sino por mí misma; al ver que en las unidades básicas
proveen ayuda a quienes se encuentran en la necesidad, decidí
sumarme sin importarme en absoluto la bandería política de quienes
tales lugares fundaron, y no lo hice por compasión hacia los
sufrientes, sino por mejorar yo como individuo; hice todo por
intentar ser yo misma, la persona que siempre pretendí que fueran
los demás.” (Nada me respondió mi hermana a todo esto) Pero ahora
ocurre que la fuerza mayor me lleva a tener que elegir entre matar o morir… y
yo querría no tener que elegir entre ninguna de las dos cosas…<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Ninguno de sus dos interlocutores le respondió nada; casi que
tuvieron miedo de seguir hablando con Lili de estos temas porque
intuían (correctamente) que ella podría hacerlos cambiar de opinión
respecto a LO QUE FUERA.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Pocos minutos después de esta conversación, Lili se quedó dormida en un sillón
y uno de los montoneros la cubrió con una manta para inmediatamente
después, alejarse sigilosamente de ella y decirle al resto de los
combatientes que hablaran en voz baja para no despertarla.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Poco
después, Lili vio en sueños acercarse a la casa en que ella junto a
varios compañeros estaba, a varios autos Ford Falcon y vehículos
militares; vio a sus ocupantes bajar de los mismos e irrumpir en la
vivienda, y vio a sus compañeros intentar una defensa infructuosa
que resultaba en que los seis combatientes (ella misma incluida)
fueran arrastrados hacia el interior de los vehículos de los
represores; se despertó totalmente sobresaltada y empezó a gritar:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Tenemos que irnos de acá ya mismo!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Qué pasa? -dijo una de las partisanas.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Cantaron la casa.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Qué? -dijo otro.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Que cantaron la casa!, están llegando los milicos. ¡Vámonos ya!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Cómo sabés que la cantaron?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Por lo que vi recién; yo veo cosas.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Qué tipo de cosas?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Cosas que van a
pasar.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces los
combatientes se miraron y dudaron, pero no mucho; uno de ellos le
dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Estás
totalmente segura de lo que decís?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¡Sí sí,
totalmente segura!<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces los
montoneros fueron rápidamente hacia un placard en el que guardaban
explosivos que empezaron a disponer en diversos puntos de la casa,
tras lo cual, se subieron a los dos autos en que habían llegado y se
fueron del lugar.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Los explosivos
que habían dejado, estaban programados para detonar en diez minutos;
exactamente nueve minutos y veinte segundos después, cayeron los
represores que, tras irrumpir con la mayor agresividad posible,
maldijeron a su suerte por haber llegado tarde y habérseles los
montos escapado por muy poco, dado que el que hubiera comida en la
mesa, objetos personales e incluso una pava calentándose en la
cocina, daba cuenta de que sus ocupantes acababan de irse, fue
entonces que uno de los represores, que evidentemente era el que
comandaba las acciones, dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Deben estar
cerca -y señalando a sus correpresores, empezó a indicar en qué
dirección debían buscar unos, y en qué dirección, otros; mientras
tales instrucciones daba, una explosión, que fue seguida por varias
otras, resultó en que 12 de los aproximadamente veinte represores
del operativo compuesto por fuerzas conjuntas del ejército y la
policía, murieran y quedaran los restantes, bastante heridos.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Los combatientes
se encontraban ya a una larga distancia de la casa; distancia que les
impedía escuchar las ruidosas explosiones que tuvieron lugar, pero
no debieron esperar mucho para enterarse de lo que había ocurrido,
ya que esa misma mañana, el hecho estaba en todos los diarios.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Estando los
montoneros ya refugiados en otra casa que ese mismo día abandonarían
para irse a otra provincia, uno de ellos, diario en mano,
evidenciando un enorme asombro, le preguntó a Lili:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -¿Cómo sabías
lo que iba a pasar?<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Entonces ella,
muy tranquilamente le dijo:<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> -Ya te lo dije;
veo cosas que van a pasar.<br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Todos los
montoneros la miraron maravillados en medio de un silencio que, por
un buen rato, nadie se atrevió a romper.</span></div><div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"> Lili era distinta
a todos ellos.</span></div>
<br /><p></p>Martín Rabezzanahttp://www.blogger.com/profile/00657500246730069011noreply@blogger.com0Argentina-38.416097 -63.616671999999987-89.114681667377582 -133.92917199999997 12.28248766737758 6.6958279999999988