viernes, 20 de junio de 2025

Sobre si el neoliberalismo es fascismo (ensayo) - Martín Rabezzana


-Palabras: 2.880-

1. Introducción

Mucho se debate sobre si las figuras neoliberales de la actualidad, son fascistas; mi conclusión es que… no, exactamente; sin embargo, son muy cercanas a lo que se ha denominado fascismo, porque… el fascismo se inició en las Italias presentándose como una opción al socialismo y al liberalismo, pero...

2. Socialismos y liberalismos económicos

El socialismo marxista pretende que las empresas privadas sean estatizadas y que el gobierno traslade su control, a sus sindicatos; el liberalismo pretende que las empresas privadas tengan libertad total para desarrollarse sin que el estado ni los sindicatos, intervengan para ponerles límites; como cuando esto ocurre, los empresarios pagan sueldos miserables y son negligentes con todos los derechos de los trabajadores, muchos obreros pretenden la intervención estatal, para que cosa tal, se evite; los socialistas no estatistas (los anarquistas) consideran que el estado nunca va a hacer cosa tal, ya que el mismo, por más que suela tener disidencias con los capitalistas, fue por ellos, creado, para defender sus privilegios, por lo que para que se dé el socialismo, el estado debe ser abolido.

3. Liberalismo y fascismo: qué son en la teoría y qué, en la práctica

 "Personalmente prefiero una dictadura 
liberal a un gobierno democrático 
carente de liberalismo".

Friedrich Hayek; referente del liberalismo 
económico y premio Nobel de 
economía, al referirse a la 
dictadura económicamente liberal de Pinochet. 

(Tomado de la página de Wikipedia sobre dicho autor; en dicha página también puede constatarse que Hayek, además de justificar a la dictadura militar chilena, hizo lo propio con la Argentina y defendió también al Apartheid en la llamada República de Sudáfrica, dando esto cuenta de que para los “liberales”, la única libertad defendible, es la de las corporaciones económicas.

   Otro gran referente del liberalismo económico, es el yanqui Milton Friedman -también premiado con el muy discutible, en lo referente al honor que confiere, Nobel-, quien al visitar la Argentina durante la última dictadura militar, que perpetró masivamente delitos de lesa humanidad, manifestó su apoyo a la misma como así también, a la de Chile; en la página dedicada a él en Wikipedia, entre otras cosas, se informa lo siguiente: …”Friedman influyó en los asistentes económicos de la dictadura militar del general Augusto Pinochet incluso desde antes del golpe de Estado.” ...”El programa económico puesto en práctica en Chile durante el régimen dictatorial de Pinochet por un grupo de economistas chilenos, tenía una fuerte impronta de Friedman, la mayoría de ellos entrenados en la Universidad de Chicago por Milton Friedman y Arnoldo Harberger.” ...”El Comité Especial del Senado Estadounidense sobre Inteligencia revelaría más tarde que las medidas económicas que implementó la Junta Militar de Gobierno en Chile inmediatamente después del golpe de Estado fueron diseñadas con ayuda de «colaboradores de la CIA».” ).

El liberalismo, en teoría defiende a la libertad casi total de los individuos, tanto en el ámbito económico como en el personal, pero una vez en aplicación en una sociedad, las libertades personales son suprimidas porque en un mundo regido por el dinero, tener más dinero equivale a tener más derechos, de ahí que cuando se permite que unos pocos acaparen desmedidamente riqueza económica, esos pocos terminan haciendo las reglas y, por ende, decidiendo qué pueden hacer y qué no, los demás, y de ahí a su vez, que la libertad económica termine NECESARIAMENTE suprimiendo a las libertades personales, por eso es que estar a favor del liberalismo económico, equivale a estar en contra de las libertades personales, por lo que para estar a favor de las libertades personales, hay que estar en contra de la libertad económica; por todo lo recién expuesto concluyo que el liberalismo político no existe fuera de un marco teórico; en la práctica, sólo existe el económico; por su parte, el fascismo, desde la teoría se opone a las libertades personales y pretende que todo sea impuesto desde el estado, que es, según Mussolini, la encarnación de las minorías rectoras, esto implica pretender que el mismo disponga todo lo que pueden hacer y no hacer, los individuos, y esto incluye a quienes son dueños de grandes empresas, las cuales, desde la teoría fascista, deben subordinarse al gobierno, pero en la práctica, el fascismo, como todo otro sistema político, para su desarrollo necesitó de capital, y si los grandes capitalistas no apoyaban las políticas de Mussolini, él, poco y nada podía hacer, fue entonces que para poder gobernar, debió satisfacer las pretensiones de los grandes empresarios, resultando esto en que lejos del fascismo, haber sido subordinador de los capitalistas, haya sido de los capitalistas, un subordinado que todo hizo en función de defenderlos y favorecer la expansión de sus capitales.

Por todo lo dicho, el liberalismo y el fascismo, desde la teoría, se oponen, pero en la práctica, se unen, ya que ambos defienden al capitalismo y tienden a suprimir a las libertades personales, al punto que a los “liberales” se los podría denominar: “fascistas moderados” y a los fascistas: “liberales exacerbados”.

4. El fascismo: corporativista en teoría, anticorporativista y económicamente liberal, en la práctica

Durante el fascismo de Mussolini, en los primeros años, lejos de aplicarse el “corporativismo” por él, predicado, que habría implicado que la clase obrera y la empresaria, decidieran en conjunto lo mejor, no solamente para ambas partes, sino además, para la sociedad toda, de ahí la supresión del voto a la generalidad de los ciudadanos y su posterior circunscripción, a los empresarios y obreros, lo que se aplicó fue el libre mercado, que le permitió a las corporaciones expandirse ilimitadamente mientras a la clase obrera que a eso se opusiera, se la reprimía ferozmente; posteriormente sí hubo un intervencionismo estatal en las grandes empresas, pero fue casi siempre favorable a ellas, de ahí que el gran empresariado no se haya opuesto al fascismo en las Italias, ni en la Alemania nazi, ni en el Reino Sudopa de Castilla de Franco, ni en el Portugal de Salazar; es por esto que el fascismo, lejos de buscar conciliar a las clases (que era lo que supuestamente pretendía, diferenciándose así, de la lucha de clases pretendida por el socialismo marxista y libertario), buscara suprimir a la clase obrera en su carácter disidente, lo cual, hizo, así como fue hecho también, en los países mal llamados “comunistas/socialistas”, ya que nunca se trasladó a ella, el control de las empresas, haciendo esto al “comunismo” de esos países, un capitalismo de estado absolutamente anticomunista; cuando el comunismo, a diferencia de lo ocurrido en China, Cuba, Corea del Norte, la Unión Soviética y otros países supuestamente “comunistas”, sí empezó a aplicarse en un país (el Chile de Allende), el capitalismo transnacional (con Yanquilandia a la cabeza), financió la desestabilización del gobierno, constituida por sabotajes al suministro eléctrico, al de combustible, desabastecimiento de artículos de primera necesidad y aislamiento económico, con el objetivo de que el socialismo en curso, cayera, y se impusiera una dictadura de corte fascista que aplicara un programa de violación a los derechos humanos contra los tenidos por disidentes, en pos de asegurar la existencia y fortalecimiento del capitalismo, lo cual, se concretó, siendo el líder del nuevo gobierno, Pinochet, cuya dictadura sangrienta, torturó, mató e hizo desaparecer, a miles de personas con el aval del gobierno yanqui y de tantos países occidentales que a Yanquilandia, secundan en prácticamente todo (sobretodo los sudopas y los nortopas); lo mismo se hizo en otros países de América y del mundo, con el mismo fin.

5. Los “liberales” que apoyaron al fascismo, del mismo se despegan

En la práctica, el fascismo, lejos de haber sido lo que en la teoría, era, o sea, una doctrina contraria al liberalismo económico que, como Mussolini decía, era la justificación del capitalismo, fue un blindaje del capitalismo que apareció cuando el gran empresariado vio seriamente amenazados sus privilegios; una vez que fue suprimida la insurrección obrera, y sus ideas anticapitalistas perdieron fuerza, el fascismo dejó de ser necesario para defender al capitalismo, y empezó a ser repudiado por los mismos “liberales” que lo habían apoyado.

No sólo en pos de ganar la adhesión de las masas obreras que, producto de su conciencia de clase, veían en el capitalismo a la causa de su sometimiento, fue que Mussolini decía estar en contra del mismo, sino además, porque había sido marxista, y, como suele ocurrir, cuando alguien se identifica con un título ideológico, una vez que empieza a disentir con el mismo, le cuesta mucho abandonarlo, así es que, cuando su nuevo ideario, nada tiene que ver con el anterior, sigue usando su título para autodefinirse, fue por eso que defendió al capitalismo mientras se decía socialista, así como también lo hizo Hitler y otros líderes fascistas y filofascistas, aun cuando nunca se hubieran identificado con el marxismo.

6. Capítulo aparte: el Justicialismo

Un capítulo aparte merece el Justicialismo, ya que su líder (Perón), a diferencia de los líderes fascistas, sí buscó conciliar a la clase obrera con la empresarial, y cuando el acuerdo era imposible, se inclinaba por los intereses de la obrera, mientras, en paralelo, despreciaba a la clase política para dirigir al país (lo contrario a lo hecho por los presidentes anteriores, que consideraban que todo lo realizado por el gobierno debía ser decidido por la clase política, mientras que a la obrera, no le concedían voz ni voto), haciendo esto de él, un líder obrerista que en algunos casos, llegó a expropiar empresas y a trasladar su control a sus sindicatos, cosa pretendida por anarquistas y marxistas y JAMÁS hecha por gobiernos fascistas, de ahí que la filiación de Perón con el fascismo, que muchos hacen (por fanatismo anarquista, yo mismo en algún momento, la hice), no sea correcta, no significando esto que no sea verdad, que haya sido intolerante y represor, pero la intolerancia política y la represión, existen desde que los gobiernos existen, por lo que no pueden serles atribuidas exclusivamente al fascismo, de ahí que no alcance el hecho de que un gobernante, reprima, para afiliarlo con dicha doctrina.

Lo recién expuesto, explica por qué tantos marxistas y anarquistas, se hicieron peronistas y explica también, por qué tantos fascistas también se hicieron peronistas, ya que veían en el accionar de Perón, algo similar al corporativismo fascista existente en la teoría, ya que, como ya dije, en la práctica no existió siquiera un intento de conciliar a la clase obrera con la empresaria, por ende, el corporativismo no existió en el curso de gobiernos fascistas; también explica por qué el empresariado, que tiene por defensores a los militares, se puso en contra de Perón y lo derrocó, acusándolo de ser un “dictador” y un tirano, que no permitía la libertad política; esto último es cierto, ya que perseguía a la oposición, injusta e innecesariamente; de no haberlo hecho, la adhesión a su gobierno, habría sido mayor que la que fue, pero no es verdad que ése haya sido el motivo por el que lo derrocaron, sino porque él, lejos de favorecer al poder económico concentrado (el cual, en un mundo regido por el dinero, es la base de las jerarquías más relevantes, de ahí que cuando las clases bajas, ascienden, el sistema jerárquico se vea amenazado y los de arriba se sientan invadidos por los de abajo y crean tener derecho a librarse de ellos, lo cual, implica combatir personas), favorecía su desconcentración, y esos supuestos “libertadores del pueblo”, llegaron al poder en 1955, bombardeando y ametrallando a la población… cosa que resultó en que muchos antiperonistas se volvieran revisionistas y terminaran haciéndose peronistas, y además, en que se volvieran aun más peronistas, quienes ya lo eran.

7. El fascismo, defensor por antonomasia del liberalismo económico, decayó, pero no así, su defendido

Una vez que el capitalismo dejó de estar seriamente amenazado, el fascismo, que, como ya dije, fue el blindaje del capitalismo (haciendo esto del fascismo, un hermanito menor del liberalismo económico, que, cuando el capitalismo está en peligro, deja de lado a las diferencias con su hermano mayor, y a él se une para defender al capital), dejó de ser necesario, y pasó a retiro, pero no así, el liberalismo económico que en los últimos años, aumentó sus pretensiones, derivando esto, en la aparición de representantes de dicho ideario, más agresivos que los tradicionales.

8. “Liberales” del siglo 21; qué son

Tras décadas de consolidación del sistema capitalista, en los últimos años, surgió una clase de “liberales” “envalentonados” (*) que, por su agresividad, mucho se parecen a los fascistas de antaño, pero que, por estar el sistema democrático-representativo, muy arraigado, deben moderar sus aspiraciones represoras de los derechos de las clases populares, en defensa del poder económico concentrado, es entonces que se presentan (falazmente) como defensores de libertades individuales, cuando en realidad, cuando las permiten, es solamente porque no tienen el poder para eliminarlas, dado que en un marco constitucional, como es el actual, dicha eliminación, no puede hacerse (al menos, a la escala que a ellos les gustaría), y no pueden tampoco, en la actualidad, lograr adhesión popular, proponiendo golpes de estado, que es lo que les permitiría hacer todas las porquerías que pretenden.

(*) De manera imbécil, a los neoliberales, en este país se los llama: “libertarios”, y quienes se dicen de ellos, detractores, lejos de negarles el derecho a la autodefinición, se lo conceden, y así los llaman, en vez de llamarlos mileistas, que es lo que correspondería, porque libertarios, no son.

Como el “socialismo” ya pasó de moda, ninguna necesidad tienen los partidarios del liberalismo (que son liberales sólo en lo económico, dado que en lo ético y político, de liberales no tienen nada; en general son extremadamente conservadores, de ahí que en ellos, las expresiones racistas, machistas y sobretodo: clasistas, sean habituales -el desprecio que sienten hacia los pobres, muy rara vez, lo esconden-), de fingirse anticapitalistas, por eso defienden abiertamente al capitalismo (y aun así, mucha gente no perteneciente a la clase alta, increíblemente los vota), a diferencia de lo que los fascistas, hacían; es por todo esto que el llamado neoliberalismo es, como versión mucho más agresiva respecto al liberalismo clásico, una corriente política que se acerca al fascismo sin llegar a serlo, pero sí que bien podrían ser sus figuras más destacadas, por haber llegado a la presidencia de varios países (Milei, Bolsonaro, Trump, Meloni) clasificables como fascistas moderados o parafascistas.

Los neoliberales se caracterizan, además de por lo ya expuesto, por un amor profundo por Yanquilandia (que se da en paralelo con el odio por el resto de América y del mundo), y no sólo en lo político, sino también en lo cultural, de ahí su desprecio hacia la diversidad en cuanto a cultura, que, durante los gobiernos neoliberales fuera de Yanquilandia, se materializa en la desfinanciación a la cultura local, en función de que exista una cultura principal, que es la yanqui, y que las demás, se mantengan en condiciones permanentes de subalternidad (esto tan dramático, con el actual gobierno de Milei, se está sufriendo sobremanera en este país); con esto, los neoliberales de todos los países, que bien pueden ser considerados partidarios del nacionalismo yanqui, pretenden que no exista una visión del mundo que no sea la yanqui, de ahí que sean cipayos pro neocolonialismo y de ahí a su vez, que la desneocolonización, deba tener en cuenta no sólo factores económicos sino también, culturales; es por todo esto que la desfinanciación a la cultura local, es proneocolonialista y que todo apoyo al desarrollo de la cultura local, sea tendiente a descolonizar y, por ende, sea favorable a la soberanía.

Yanquilandia es la sede actual del neoliberalismo al que, si bien considero un fascismo moderado (y lo es, independientemente de quien esté de turno en la presidencia), por su gobierno vivir metiéndose en la política de tantos países del mundo, hacen que la moderación referida, sea muuuy relativa.

9. El fascismo derivó del capitalismo

El fascismo, en su versión nazi, tampoco fue contrario al capitalismo, pero sí que fue un defensor de los capitalistas que a ellos, se les desbocó, de ahí que las potencias capitalistas privadas y de estado (la Unión Soviética), se opusieran al mismo en un intento de frenarlo, pero el que lo hayan hecho no significa que los países llamados capitalistas, estén en contra del fascismo; esto lo prueba el que cuando los gobernantes fascistas, no se desbocan, y acatan las directivas procedentes de la sede mundial del capitalismo (Yanquilandia, que es la extrema derecha del mundo actual), a ellos no se oponen (ejemplos: Franco, tras la segunda guerra mundial; Pinochet, Stroessner, Videla, por no citar más que a algunos fascistas subordinados a Yanquilandia).

10. Qué bien podría resultar del actual neoliberalismo/fascismo moderado

Como todas las cosas se retroalimentan, el fascismo moderado podría llegar a exaltar los ánimos de sus opositores (y vaya que está ocurriendo en la Argentina del 2025), y podría ya estarse creando una nueva generación de jóvenes radicalizados anticapitalistas; esto es lo único bueno que considero que puede derivar del nefasto neoliberalismo que, como versión “envalentonada” del liberalismo clásico, cuya sede mundial, como ya expresé, está en Yanquilandia, es, como ya también expresé, un parafascismo o un fascismo moderado, al que reconozco como menos nefasto que el fascismo tradicional, pero sí que lo considero mucho más nefasto que al liberalismo clásico.


miércoles, 4 de junio de 2025

Providencia-engendra-violencia (cuento) - Martín Rabezzana

-Palabras: 4.170-


Contexto histórico del Chile de principios de los años 1970

   Si bien el Movimiento de Izquierda Revolucionaria chileno, estaba originalmente conformado mayormente por personas de izquierda y anarquistas, siendo la corriente marxista-leninista, tan sólo una dentro de un todo, ya para principios de los 70, dicha corriente, era la más aceptada por sus integrantes, de ahí que cuando Salvador Allende (cuyo ideario era muy acorde con el marxismo) se postuló para la presidencia, los integrantes del MIR, lo apoyaran, pero ese apoyo era muy tibio, porque en principio, la lógica marxista-leninista, lleva a concluir que la democracia representativa no puede ser conducente al socialismo, dado que si un candidato de ideas socialistas revolucionarias, llega a la presidencia, una vez en la misma, debe respetar un ordenamiento constitucional que no fue creado por socialistas, sino por burgueses, resultando esto en que ningún cambio de fondo, pueda hacer, por eso se da (según la teoría marxista) la necesidad de deponer al orden constitucional e imponer una “dictadura del proletariado”, ya que sólo así, se puede ir a fondo contra el capital, y como Allende pretendía llegar al poder por la vía constitucional (y pretendía, una vez en la presidencia, reformar la constitución), los miristas lo miraban con desconfianza, pero a la vez, como los fines postulados por él, eran acordes con los de ellos, no podían oponérsele, por esa razón, durante la campaña para la presidencia, el MIR no se opuso a Allende pero tampoco lo apoyó plenamente.
   Una vez presidente, Allende respetó el programa socialista que predicaba, que implicaba, entre otras cosas, expropiar empresas consideradas “esenciales”, con la intención de transferir su control, a sus trabajadores, y las empresas que expropió, no fueron dos o tres, ¡fueron más de 90! (considerando únicamente a las "esenciales"; en total, fueron muchísimas más), y, lógicamente… nadie que se sienta identificado con ideas socialistas, puede oponerse a esto, el problema fue que la reacción del capital, llevó a un boicot económico impuesto por los yanquis (¡cuándo no!) y secundado por muchos de esos malditos países comúnmente denominados “desarrollados” y “occidentales” (que carecen por completo de voluntad propia, lo cual, queda claro en el hecho de que a la política internacional dispuesta desde Yanquilandia, rarísima vez, se oponen), que llevó a un desabastecimiento de todo tipo de artículos, siendo el más relevante, el de la comida, dado que cuando el gran empresariado vio a sus intereses perjudicados por las medidas de Allende, dejó de proveer productos, como medio de presión al gobierno, que es algo similar a lo que hacen los trabajadores cuando reclaman derechos que sus jefes les niegan; en tal caso, los trabajadores hacen huelga; los empresarios, dejan de abastecer a la sociedad de los artículos que sus miembros necesitan para vivir; ¿qué ocurrió entonces? Ocurrió que, al disponer el gran empresariado, el cese de producción, los trabajadores, tras un periodo no muy largo de deliberaciones, tomaron las fábricas y empezaron a producir por su cuenta, y todo esto es absolutamente acorde con lo pretendido por el socialismo tanto autoritario (marxismo) como así también, el libertario, el “problemita” es que, dándose todo esto en un contexto de gobierno constitucional, los empresarios podían acudir al Poder Judicial (no esperen que yo lo llame: “la justicia”), y así lo hicieron, y… ¿qué era lo que pasaba entonces? Pasaba que los jueces fallaban en favor del empresariado, ya que, a nivel legal, no está previsto que los trabajadores puedan independizarse de sus patrones, produciendo por su cuenta, y dejándolos fuera de las ganancias.
   La independización de los obreros de sus patrones, que fue rápidamente revertida por fallos judiciales, reforzó la creencia de que por medio de la democracia representativa, no se puede concretar plenamente un programa político socialista, y de ahí que el núcleo más duro del MIR, sin ninguna duda, en algún momento, habría roto con Allende, pero no lo hizo por tres motivos principales; el primero era que había que darle tiempo, y no “soltarle la mano” a las primeras de cambio, dado que tal vez, la estrategia defensiva contra el capital que desarrollaría, sería exitosa; el segundo era que el núcleo más intransigente del MIR, que, por supuesto, tenía materialización en su facción armada y cuyos integrantes, en gran medida, habían sido sumados al aparato de seguridad de los funcionarios del gobierno de Allende, estaba ocupado en contraatacar los embates de la agrupación de extrema derecha autodenominada: “Frente Nacionalista Patria y Libertad”, compuesta por militares y civiles y financiada por la, en todos los países del mundo, NEFASTA embajada yanqui y la CIA, que SIEMPRE dispuestas están, a meterse en asuntos políticos extranjeros, cuando consideran que el gobierno de un país, no sigue las directivas trazadas para él, por el gobierno de Yanquilandia, que, por ser el país que más se mete en la política de otros países cuando sus gobiernos no siguen sus lineamientos, puede sin ninguna duda, ser considerado el más autoritario y antidemocrático de todos los países del mundo, y esa intromisión, muchas veces implica (y así fue en este caso), además de presiones económicas injustificadas, como fueron las de acciones tendientes a aislar internacionalmente a Chile, el apoyo económico a grupos que realizan secuestros, torturas, violaciones y asesinatos, cuando sus objetivos políticos, son los que el gobierno yanqui, pretende que sean, como fue el caso del ya mencionado grupo: “Patria y Libertad”; además, el MIR estaba también ocupado en enfrentarse a las llamadas “Guardias blancas”, que eran agrupaciones creadas por los
capitalistas, similares a las agrupaciones protofascistas de las cuales, Mussolini había sido parte en las Italias, allá por finales de la década de 1910, llamadas: “Fasci italiani di combattimento”, que, por medio de la violencia armada, tenían por objetivo, resistir a las expropiaciones y a todo aquello que tuviera que ver con la izquierda y con el anarquismo.

Más contextualización histórica

   La convulsión social que se dio en Chile durante el gobierno de Allende, fue totalmente lógica, dado que el cambio de fondo que el gobierno intentaba realizar, era contrario al expansionismo ilimitado pretendido por el gran empresariado, lo cual, equivale a decir que era favorable a las masas trabajadoras, y este desarme del capital, no puede darse sin una reacción por parte del mismo, ¡y vaya que reaccionaron esos propietarios hijos de recontra mil puta!… y la reacción del empresariado transnacional, como ha ocurrido tantas veces en otros países de América y del resto del mundo, fue la de financiar a las Fuerzas Armadas para que tomaran por asalto al estado y pusieran “orden”, es decir, que, argumentando la existencia de un desgobierno, una anarquía o cosas semejantes, se vieron obligadas a tomar el poder, en defensa del “pueblo”… En el caso particular chileno, entre otras cosas, el entreguista al servicio de los yanquis de Pinochet, visto que, a diferencia de los planes socialistas impuestos en el resto del mundo a través de dictaduras, en Chile, se estaban aplicando dentro del sistema constitucional, se vio en la necesidad de inventar la historia de que existía una conspiración interna en el gobierno allendista para sacar al presidente del medio e imponer la “dictadura del proletariado”, y como la misma sería necesariamente sangrienta, había que derrocar al gobierno para evitar la violencia más extrema… en fin… lo que ocurrió fue que la dictadura de Pinochet, fue extremadamente sangrienta y fue, por supuesto, totalmente favorable al poder económico concentrado, resultando esto en que fuera absolutamente regresiva y contraria al ascenso socioeconómico de las masas trabajadoras.
   Por supuesto que los yanquis iban a querer voltear al gobierno de Allende, ya que el sistema que intentaba implantar, era contrario al capitalismo jerarquizador, excluidor de las mayorías del mundo, racista y asesino, que en Yanquilandia, tiene sede mundial, no obstante, el gobierno yanqui JAMÁS diría que es en defensa de las jerarquías, que a ellos los tienen por beneficiarios mayores, que al socialismo/comunismo, se oponen, sino porque en los países así comúnmente llamados, las libertades personales, sociales, políticas, y básicamente, todo derecho humano, son anulados, ya que los gobiernos “socialistas/comunistas”, son invariablemente dictaduras totalitarias, y ellos “aman” a la “democracia” y la “libertad”; es por esos supuestos motivos que al “socialismo/comunismo”, las autoridades yanquis lo consideran repudiable, ahora bien… es cierto que los gobiernos autoproclamados “socialistas/comunistas”, eran dictaduras totalitarias hasta que, por vez primera, un candidato de ideas socialistas, llegó a la presidencia de un país, ganando las elecciones y proponiendo una vía pacífica hacia el socialismo… ese candidato era Salvador Allende, y el que esto estuviera ocurriendo, era lo peor que al gobierno yanqui, le podía pasar, porque demostraba que los proyectos socialistas, podían ser aplicados por vía no dictatorial, y si el gobierno lograba muchos de sus objetivos y Chile veía mejorada su situación general,  el “socialismo” se vería totalmente legitimado y Chile sería un ejemplo para el resto de América y del mundo, ya que el “socialismo/comunismo”, dejaría de estar asociado únicamente a figuras dictatoriales como los asesinos de masas: Lenin, Mao, Stalin, y el pelotudo impresentable de Fidel Castro… ¿Qué fundamentos podrían tener los yanquis entonces, para oponerse al “socialismo/comunismo”, si el gobierno a través del cual, se aplica, es democrático-representativo? NINGUNO, al menos, ninguno confesable, de ahí que a todo grupo opositor a Allende, el gobierno yanqui, a
través de su embajada en Chile y de la CIA, tanto económica, logística como militarmente, apoyara en sus intentos de voltear al gobierno de iure (e incluso, contra Allende conspiró, desde mucho antes de que llegara a la presidencia).
   Lamentablemente, los golpistas (que sin el apoyo yanqui, no habrían logrado su objetivo) tuvieron éxito y, tras disparar cualquier cantidad de balas y tirar bombas contra el Palacio de la Moneda, que era donde residía Allende, lograron que su vida terminara, pero no como a ellos les habría gustado que terminara, o sea, por causa de los ataques por ellos, realizados, sino por obra de él mismo, que, en un acto de admirable valentía, al verse superado por las fuerzas golpistas, se suicidó, en pos de no darle el gusto a sus enemigos de matarlo.
   Con el golpe contra Salvador Allende, el sistema capitalista, que se sostiene con la exclusión y represión permanente de las mayorías, ganó la partida.

   De Allende no haber sido derrocado, seguramente el mundo actual, sería un lugar mucho menos injusto.

Fines de septiembre de 1973

   El gobierno de Allende había ya caído, y los integrantes de la facción armada del MIR, no sabían qué hacer, pero cada vez que visitaban una de las casas en que concentraban alguno de sus arsenales, las ideas aparecían; una de ellas fue la de reventar a dos yanquis integrantes de la CIA y a dos de sus esbirros chilenos civiles, que habían pertenecido al “Frente Nacionalista (que era en realidad, cipayo) Patria y Libertad”; estos últimos, oficiaban para los de la CIA, de guardaespaldas; estos cuatro personajes, andaban siempre juntos y tiempo atrás, la sección de inteligencia del MIR, tras el intento de golpe de estado fallido del pasado 29 de junio (conocido como: “El Tanquetazo”), los había investigado y había constatado que del intento de golpe, habían participado; el MIR pretendía ajusticiarlos (y no sólo a ellos, sino también a muchos otros golpistas y financiadores de golpistas), pero los ajusticiamientos no habían llegado a concretarse, por los combatientes haber recibido órdenes expresas de Allende de no represaliar a quienes habían intentado derrocarlo, sobretodo, si eran agentes de la CIA, lo cual, había llevado a muchos miristas a maldecir al presidente y hasta a considerar desafiliarse por completo de su gobierno, pero no lo hicieron por tener en cuenta la posibilidad de que tal vez tuviera razón Allende, en su suposición de que, de las represalias armadas, existir, un nuevo golpe podría disponerse de inmediato; la cuestión es que, no hubo represalias, y así fue que los mismos milicos volvieron a golpear al estado, esta vez, exitosamente, aquel fatídico 11 de septiembre del 73 (cosa que tal vez, se habría evitado, si las represalias pretendidas por el MIR, se hubieran concretado), fue entonces que retomaron su proyecto de matar a los individuos ya referidos.

Octubre de 1973

   Tras unos días de realizar inteligencia, un comando mirista se enteró de que los agentes de la CIA, a quienes sus integrantes planeaban ajusticiar, se dirigirían la noche del viernes 5 de octubre, a una casa situada en la calle José Tomás Rider al 961, en Providencia; Región Metropolitana de Santiago; a la misma habían sido invitados por un alto funcionario del gobierno de facto, para festejar con él, el éxito del golpe de estado; entre los invitados habría también, militares, diplomáticos yanquis, miembros de lo que había sido el grupo terrorista paramilitar: “Frente Nacionalista Patria y Libertad”, y también, varias de sus esposas, a quienes los combatientes intentarían no matar ni herir.

Inicio de la operación guerrillera 

   Desde el golpe de estado, se había declarado un toque de queda que, entre el 3 de octubre de 1973 y el 1 de enero de 1975, duraba desde las 21:00 horas, hasta las 6:00 horas, pero... como ocurre durante todos los gobiernos, ya sean de facto o de iure, quienes son parte de los mismos o con los mismos, están relacionados, tienen privilegios; esto último se aplicaba a los agentes de la CIA, a los diplomáticos, a los militares y a los miembros de lo que había sido la agrupación “Patria y Libertad”, de ahí que pudieran transitar sin problemas, como lo hicieron esa noche, para asistir a la reunión en cuestión.
   Los guerrilleros sabían que habría varios miembros de las fuerzas represivas del estado, en las inmediaciones de la vivienda en cuestión (casi en la esquina de la calle Rider y Carlos Justiniano, había un Ford Falcon Futura, con dos carabineros vestidos de civil y en la esquina opuesta, es decir, en Rider y Alférez Real, había otro vehículo con dos represores más), por lo que ni siquiera intentaron ingresar a la misma, por el frente, sino por el pequeño edificio que había en aquel momento, en la Avenida Miguel Claro al 988 (actualmente -año 2025- en ese lugar funciona una clínica médica), pero primero había que reducir al vigilante que sabían que en esa cuadra, necesariamente estaría (y que no necesariamente estaría identificado como tal, mediante un uniforme de alguna fuerza represiva), ya que la manzana del lugar en el que se daría la reunión de fachos, previsible era que estuviera totalmente rodeada; así fue que se dispuso que la atractiva joven mirista, apodada Luciana, vistiendo elegantemente, pasara por la calle Claro, con el objetivo de identificar al vigilante vestido de civil, que en la misma, había, y no le fue difícil hacerlo, ya que cuando estuvo en la calle mencionada, a la altura aproximada de 990, al verla pasar a su lado, el tipo empezó a seguirla y a decirle toda clase de obscenidades; al dirigir la vista a la altura de la cintura del vigilante, Luciana advirtió que llevaba un walkie-talkie, y ninguna duda tuvo entonces de que ésa era la persona a la que había ido a buscar, por lo que lejos de escapar, tras caminar un poco más, decidió detener su marcha, y, con un tono muy sensual, al vigilante le dijo:
   -Caballero; ¿qué es lo que pretende?
   Entonces el tipo, muy nervioso se puso, y cambiando totalmente su modo de expresarse, a la joven le dijo:
   -Bueno… yo simplemente considero que usted es muy atractiva, y pensé que tal vez podríamos ir a tomar algo, en algún momento.
  -¿Y por qué tendría yo, que salir con usted? Deme un buen motivo.
   -Bueno… en principio, hay toque de queda; yo tendría que informar que usted está circulando por la calle a una hora prohibida.
   La joven dijo:
   -Pero no es una hora prohibida -y tras mirar su reloj, agregó: -Son las nueve menos cinco; yo vivo acá a la vuelta, así que estaré en mi domicilio antes de que el toque de queda, comience.
   Entonces el vigilante miró su propio reloj, y de inmediato lo adelantó 5 minutos, seguidamente se lo mostró a la mujer, y le dijo:
   -No, señorita; se equivoca; ya son las 9, por lo que yo debería avisarle a las autoridades que usted está infringiendo el toque de queda.
   -¿Y usted no?
   -Yo no; yo pertenezco al estado, así que estoy autorizado para estar en la calle a cualquier hora, pero… no se preocupe, que yo no voy a decir nada, siempre que usted me prometa encontrarse conmigo en alguna oportunidad.
   Mientras tanto, Luciana al tipo le sonreía, llevándolo a creer que con él, tenía onda, lo cual, le impidió advertir que detrás de su persona se acercaba un Chevrolet Opala, que frenó en seco, tras la combatiente hacerle a sus ocupantes, una seña, indicándoles así, que la persona a la que buscaban, había sido por ella, encontrada; el vigilante, al advertir dicha seña, se extrañó, y al escuchar la frenada del auto tras de sí, intentó darse vuelta pero no llegó a hacerlo porque dos miristas, que del asiento trasero del vehículo, muy velozmente habían bajado, de inmediato lo redujeron; uno de ellos lo tomó por el cuello desde detrás, y el otro, tras golpearlo en el estómago, agarró sus piernas, y fue así que el tipo fue introducido al asiento trasero del Chevrolet, en el cual, fue maniatado y le fue puesta cinta de embalar sobre los labios; una vez hecho esto, Luciana, pistola en mano, se sentó junto a él, para custodiarlo; segundos después, el conductor arrancó el auto y a la combatiente le fue pasado por quien manejaba, un walkie-talkie desde el cual, le avisó a otros miristas que la vía estaba libre; fue entonces que un Dodge Coronet y un Peugeot 404, llegaron a la calle Claro y de cada uno de los vehículos, bajaron tres guerrilleros; seguidamente, tanto el Dodge como el Peugeot, se fueron; esos 6 guerrilleros (3 hombres y tres mujeres), se sumaron a los dos que habían reducido al vigilante, y que no habían vuelto a subir al Chevrolet, ya que tras la reducción mencionada, habían cruzado la calle rumbo al edificio ya referido; uno de ellos, de un bolsillo sacó una llave maestra que abría todas las puertas de ese tipo de edificios; una vez su puerta abierta, los 8 guerrilleros ingresaron al inmueble; ya en la recepción (en la cual, no había nadie -en ese tiempo, en casi ningún edificio había guardias de seguridad-), sobre uno de los sillones, tres miristas pusieron los bolsos que llevaban; en ese lugar esperaron durante unos quince minutos, hasta que a través de un walkie-talkie, a los guerrilleros les fue comunicado que los objetivos habían llegado al lugar; fue entonces que todos se acercaron al sillón en donde los bolsos estaban dispuestos, y, tras abrirlos, cada uno extrajo un arma larga; seguidamente se dirigieron al patio del edificio y desde ahí, cuatro combatientes treparon hacia el techo de una casa contigua, y los cuatro restantes, hacia otra; por los techos, los ocho guerrilleros, divididos en dos grupos, transitaron, hasta llegar a la casa del alto funcionario del gobierno de facto; una vez en su patio, dos combatientes (Laura y Alfredo) sigilosamente se acercaron a la cocina, en donde se encontraban dos empleadas, cocinando, y, tras Alfredo (que empuñaba una ametralladora MP5), en voz bajísima pedirles que se arrojaran al piso, ambas empleadas, al piso se arrojaron; de inmediato, Laura (que empuñaba una Ithaka 37 recortada), dejó su arma en el piso, se arrodilló junto a las empleadas y con cinta adhesiva, les tapó la boca; seguidamente les ató las manos tras la espalda baja; cuando hubo terminado de hacer esto, uno de los antiguos integrantes de la agrupación terrorista: “Patria y Libertad”, que si bien tenía pinta de bonachón, era experto en la fabricación y disposición de explosivos que en los últimos meses se habían cobrado la vida de muchas personas, despreocupadamente ingresó al lugar, con la intención de preguntar cuánto faltaba para que estuviera lista la comida y de paso, agarrar un pan o algo, como para empezar cuanto antes, a comer, y fue que tras ingresar a la cocina mientras decía: “¿Y? ¿Falta mucho?”, y no escuchar respuesta ni ver a nadie (Alfredo se había escondido detrás de unas cajas y Laura seguía arrodillada tras la mesada), se acercó a la mesada y agarró un pan, que con sus manos, despedazó, para seguidamente llevar un poco del mismo, a su boca; mientras lo masticaba, escuchó los sollozos ahogados que las cocineras, cuyas bocas estaban tapadas, acostadas boca abajo, realizaban, desde detrás de la mesada, y como desde donde estaba, no podía ver quién o qué, hacía tales ruidos, se dirigió al otro lado del ya referido mueble, y se encontró no sólo con las dos empleadas reducidas, sino también, con Laura arrodillada junto a ellas y de frente a él, que, con su arma larga, lo apuntaba; de inmediato, la joven retrajo la corredera de la Ithaka y la disparó contra el pecho del terrorista de estado, dos veces, causándole la muerte, haciendo esto innecesario que Alfredo, que al cipayo autopercibido “patriota”, a quien tenía en la mira, le disparara; mientras tanto, éste último combatiente se posicionó junto a la puerta que daba al living, preparado para accionar su arma en cuanto sus compañeros restantes, actuaran, lo cual, hicieron pocos segundos después, desde el exterior, justo en el momento en que tanto los dos agentes de la CIA presentes, como así también, el otro invitado ex miembro de “Patria y Libertad”, más ocho militares, cuatro diplomáticos yanquis y el alto funcionario del gobierno que a su casa los había invitado, intentaban accionar las armas cortas que habían empuñado tras escuchar los ithacazos, sin embargo, nunca tuvieron oportunidad de sobrevivir, ya que desde las dos ventanas laterales que daban al patio, como así también, desde la cocina, un nutridísimo fuego, efectuado por siete guerrilleros (los seis que estaban en el exterior más Alfredo, que disparó desde la cocina), mató de inmediato a los dieciséis hombres, e hirió a dos de las ocho mujeres, que en el lugar, estaban (las demás, por orden de sus maridos, se habían arrojado a tiempo al piso y evitaron así, ser impactadas).
   Tras el hecho de sangre, todos los guerrilleros salieron corriendo hacia el edificio por el cual, habían ganado los techos de las viviendas que los habían llevado hasta la residencia en que el ajusticiamiento, tuvo lugar.
   Mientras escapaban de la escena, dos de los miristas le comunicaron a través de walkies-talkies a los conductores de los autos en que habían llegado, que la operación había concluido; una vez de vuelta en la calle Claro, los ocho guerrilleros abordaron los vehículos.
   Tres miristas subieron al Dodge Coronet en que habían llegado, otros tres, al Peugeot 404, y los dos restantes, abordarían el Chevrolet Opala; en este último, estaba retenido el vigilante de la Avenida Miguel Claro, a cuyo lado estaba Luciana; uno de los combatientes subió al asiento del acompañante del conductor y el otro, abrió la puerta derecha de la parte trasera; fue entonces que la joven disparó su pistola en el abdomen del vigilante, que quedó herido de muerte, y seguidamente, su compañero guerrillero, que estaba en el exterior del auto, lo arrastró hacia fuera del mismo, en donde quedó tirado; tras el mirista ingresar al rodado, el mismo arrancó a toda velocidad, pero no llegó a hacer ni cien metros, porque al llegar a la esquina con la calle Carlos Justiniano, chocó con un Falcon Futura, ocupado por dos carabineros de civil, que de inmediato, bajaron del vehículo y dispararon contra los guerrilleros, ráfagas que hirieron de muerte al conductor, al combatiente que estaba en el asiento del acompañante y a aquel que estaba en el asiento trasero junto a Luciana; ésta última, de milagro no fue impactada por ninguna de las muchísimas balas disparadas por los represores del estado.
   Uno de los dos restantes autos en que los guerrilleros, habían llegado (que era un Dodge), ya había exitosamente huido, pero el otro, que era el Peugeot 404, estaba detrás del Chevrolet Opala, contra cuyos ocupantes, los carabineros habían disparado; al advertir la situación, el conductor del Peugeot, desde la mano izquierda de la calle, pasó junto al Falcon, y tanto a través de la ventanilla del asiento delantero del acompañante, como a través de aquella situada en el lado derecho de la parte trasera, dos miristas (uno de ellos, provisto de una pistola ametralladora Uzi y el otro, de un fusil AK-47), desataron una tremenda ráfaga que de inmediato, dio muerte a ambos represores estatales; seguidamente, con enorme pena, Luciana constató que sus tres compañeros estaban muertos, fue por eso que rápidamente descendió del Chevrolet y fue en dirección al Peugeot 404; una vez en el mismo, los guerrilleros emprendieron la retirada.
   
   Esa noche, la temperatura era un poco fría, pero muy agradable; el cielo, que hasta hacía un rato, estaba muy cubierto, ya empezaba a descubrirse;... la noche se estaba poniendo cada vez más linda.