Myriam
Ella lo invitó a
ir a un lugar especial (sin decirle
cuál era) una mañana temprano; lo pasó a buscar en remís por su casa y fueron
hasta un club que si bien estaba en su propio barrio, él no conocía ni desde el
exterior; entraron y él se sorprendió ante la belleza del ambiente y se sintió
en un microclima privilegiado.
Ella lo llevó
hasta una pista de carreras de caballos y le contó que quería dedicarse
profesionalmente al deporte en calidad de jockey,
tras lo cual, él le preguntó:
-¿Hay mujeres jockeys?
-Algunas.
Él pensó que los
deportistas de esa actividad eran los caballos, pero no se lo dijo; hizo bien.
Ella le
preguntó:
-¿Te gusta este
lugar?
-¡Me encanta!
Tras un rato de
contemplar a los caballos, fueron al bar del lugar y Myriam le dijo:
-Pedí lo que
quieras que está pago.
-¿Cómo que está
pago?
-Sí; este club
es de mi familia.
Entonces él
pensó que ella parecía una pobre nena rica carente de amigos a quienes sus
padres le prestan poca atención, que vive en una mansión llena de juguetes y
está ansiosa por tener a alguien con quien compartirlos; ese mismo día, estando
en casa de ella, mientras miraba los discos que tenía en su pieza (antes de la
era internet, cuando los discos eran un bien muy cotizado), ella le dijo:
-Elegí los que
te gusten y llevatelós que te los regalo.
Entonces él
pensó que no lo parecía, lo era.
Le agradeció
la oferta y se llevó varios.
Lo que él pensó del romanticismo
femenino
Al rato salieron
a caminar y al acercarse al predio enorme de un famoso colegio pupilo de la
zona sur del Gran Buenos Aires, ella le dijo:
-Yo fui hasta
principios de año a ese colegio… fui hasta que me echaron.
-¿Cómo es?
-Es una jaula de
oro… al menos para los que son pupilos de lunes a lunes, pero actualmente es
opcional; muchos viven ahí 3 o 4 días por semana y después se van a sus casas…
Cuando entre muchos alumnos acuerdan quedarse los mismos días, la pasan bien,
pero si tenés que estar ahí siempre aun no queriendoló, puede ser horrible,
sobretodo si no te hacés de amigos.
-¿Y ese fue tu
caso?
-Sí.
Él, buscándole
el lado positivo a la cosa, le dijo:
-¡Pero tendrás
algún recuerdo bueno del lugar!
Ella sonrió y
respondió:
-Sí… Muchas
veces planeábamos escaparnos entre varias alumnas para ir a comprar alcohol (y
otras cosas) y volvíamos dadas vuelta… …Hoy en día es flexible la institución y
dan permiso para salir si los padres lo autorizan, pero la gracia estaba justamente
en salir sin permiso… eso estaba bueno, y algunas se ponían como desafío
escaparse para agarrar a un tipo cualquiera que encontraran por la calle y
practicarle… (vos me entendés) en la vía pública.
Él, temiendo la
respuesta, no quiso preguntarle si ella alguna vez había participado de eso,
pero incurrió en el error de preguntarle si alguna vez las habían descubierto las
autoridades del colegio, ella respondió:
-Sí.
-¿Y qué pasó?
-Las echaron.
Entonces,
equivocado o no, él pensó lo siguiente: "El romanticismo femenino es un mito",
pero no se lo dijo y así volvió a guardar un muy acertado silencio.
Él se esforzó
por no caer en el juicio moral que casi inevitablemente producen la envidia y
los celos, y como sabiendo instintivamente que esa negatividad (como cualquier
otra) solo disminuiría con un aumento de la positividad, la tomó de la mano y
tras varios segundos de silencio, ella lo besó, y ese afecto correspondido
neutralizó totalmente la negatividad que momentos antes había en él.
Lo similar cura a
lo similar
Myriam, por así
decirlo, buscaba en él a un agente
desintoxicante, y si bien algo tóxico no puede ser contrarrestado por otro
elemento tóxico, cuando estaban juntos los invadía un sacro sentir de pureza en
el que la toxicidad de ambos se diluía hasta llegar a dimensiones
insignificantes.
Ausencia de
críticas
Al escucharla él
se fue acostumbrando a ponerse en modo
neutro en lo que a ética se refiere (virtud que tiempo después perdería y
buscaría recuperar), y eso evidentemente a ella la atraía ya que con él no se
sentía juzgada a diferencia de lo que le pasaba estando con otras personas, y
esa neutralidad ética que había adoptado en pos de acercarse a ella era también
positiva para él mismo porque le permitía sentirse bien, lo cual es imposible
siendo crítico ya que cosa tal acarrea necesariamente mucha infelicidad; como
dice la siguiente frase que leí: "La ausencia de críticas es síntoma de
bienestar emocional"; es así, por eso quien es feliz o está ocupado
intentando serlo, no critica, y cuando ellos estaban juntos la crítica era algo
que de tan lejano, les parecía inexistente.
Haciendo las cosas
bien/Yendo despacio/Myriam lo hace cambiar de opinión sobre el romanticismo femenino
Se despidieron
siendo ya de noche en la puerta de la casa de Myriam; ella le dijo:
-A la
medianoche, antes de dormir, voy a imaginarme que entrás a mi pieza, te acostás
sobre mí y te dormís. Después voy a imaginar que cambiamos de posición y yo me
acuesto y me duermo sobre vos… Imaginá lo mismo a la misma hora y así vamos a
estar juntos aunque estemos lejos.
Él sonrió y
asintió, después le besó una mano y se fue.
La historia positiva entre ellos continúa hasta que un
día…
...El pasado regresa
Tras cierto
tiempo, alguien del pasado vuelve, se enfrenta con alguien del presente, hay
una pelea y el presente la gana pero pierde su lugar en el tiempo actual; ahora
él es pasado.
El amor sigue
intacto y en aumento pero la relación termina.
Final infeliz.