jueves, 12 de octubre de 2017

Informe sobre los pasajeros de las naves (cuento) - Martín Rabezzana


    Del Vaticano se filtró el siguiente texto (del cual acá se presenta sólo un extracto) cuya autenticidad ha sido por diversos expertos acreditada.

   Acercándose la hora de mi muerte me veo en la necesidad de dar testimonio para la posteridad de un hecho cuyas causas verdaderas aun no recoge ningún libro.

   Primero se procedió a hacer subir al barco a los pobladores de las prisiones, es decir, a los delincuentes comunes; estos compusieron menos del 10 por ciento de los pasajeros de la nave; después se detuvo a aquellos cuyas ideas políticas eran molestas para las autoridades. Después se pasó a detener a aquellos cuyas ideas (religiosas o no) no eran políticas pero también molestaban a las autoridades. Después se detuvo a los ebrios. Después se detuvo a aquellos que pedían una rebaja de los impuestos. Después se detuvo a aquellos que protestaban por alguna injusticia. Después se detuvo a aquellos cuya inclinación sexual no era la aceptada socialmente. Después se detuvo a aquellos que vestían de forma extraña según los usos de la ciudad. Después se detuvo a quienes tenían problemas congénitos o adquiridos de movilidad. Después se detuvo a aquellos que con su (mala) presencia afeaban a la ciudad, es decir: gordos, mendigos, viejos y hasta jóvenes de pasar económico medio poco agraciados en su estética. Después se detuvo a quienes se dedicaban a las artes cuya temática no implicaba mayormente alabar al estado y a sus representantes, y finalmente los galenos aprovecharon el poder que el estado les confirió para hacer detener a aquellos por quienes sentían antipatía por motivos netamente personales; todas estas personas fueron subidas a una embarcación a fuerza de palos y una vez en la misma, fueron conducidas a alta mar, lugar en el cual el capitán junto al personal armado que lo acompañaba, procedió a destruir todo elemento que permitiera dirigir a la nave (timón, velas, etcétera); tras hacer esto, subieron a un bote que los acercó hasta otro barco que el estado había asignado para seguir a la embarcación en cuestión y en el mismo regresaron a tierra firme dejando a la deriva a la nave con la intención de que sus pasajeros murieran de hambre.
   Cabe destacar que si bien el motivo oficial del procedimiento de separación de la sociedad de personas para su posterior eliminación era su insanía psíquica, jamás se nos pidió que tuviéramos en cuenta el estado de su psiquis antes de ordenar sus detenciones, por lo que no hay constancia alguna de que siquiera una de las personas dejadas a la deriva en la popularmente llamada "nave de los locos", estuviera loca; así lo puedo asegurar yo, que fui uno de los galenos designados para la tarea mencionada que fue la primera pero no la última, ya que el procedimiento recién expuesto fue parte de toda una serie de otros procedimientos aún en marcha no sólo en este país, sino también en todo otro del que yo tenga conocimiento ya que el modelo se ha reproducido a escala internacional.

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