El artista
estaba siendo entrevistado en un programa de radio; tras varias preguntas que
se le formularon y que él respondió, uno de los conductores destacó lo raro del
hecho de que tantos grandes artistas suelan tener por favoritas a obras de arte
mediocres; le preguntó al invitado cuál podría ser el motivo de esto y él
respondió lo siguiente:
-Es lógico que
los grandes artistas admiren a obras mediocres y malas más que a las de gran
calidad porque son las únicas que para ellos tienen utilidad; me explico con el
siguiente paralelismo culinario: si se le da a un cocinero ingredientes sueltos
sin cocinar como ser: harina, azúcar, etcétera, puede mezclarlos y preparar
diversos platos, pero si se le da a ese mismo cocinero una torta ya cocinada,
lo que puede hacer es comerla ya que no va a preparar un plato a partir de otro
ya terminado (sin ignorar que hay quienes reciclan platos terminados y forman
otros, pero esto no se hace habitualmente, sino sólo raras veces). Con el arte
pasa lo mismo; una gran obra de arte es el equivalente a un plato cocinado y lo
único lógico por hacer con la misma es consumirla en vez de usarla como materia
prima para crear otra; una gran obra artística se crea combinando ingredientes
sueltos presentes en obras menores; una vez reunidos dichos ingredientes por
alguien con gran potencial artístico, es que surge una gran obra. De ahí que
los grandes artistas suelan apreciar más a las obras de baja calidad ya que en
las mismas están los elementos de construcción de su propio arte… y si se me
permite otro paralelismo: hay lutieres que construyen instrumentos musicales de
alta calidad con materiales que buscan en basurales; dichos lutieres son
grandes artistas ya que es propio de un gran artista el ver elementos de
construcción útiles y valiosos en donde el resto de la gente ve solamente
basura. De ahí que la existencia de obras de arte de mala calidad sea necesaria
para que existan las de gran calidad, ya que en las primeras están los
elementos de construcción de las últimas… Esta es una prueba concluyente de que
no hay NADA (ni NADIE) que no sirva para algo. Sólo es cuestión de encontrar el
contexto adecuado para que una cosa cualquiera (o una persona) considerada "inservible", empiece a servir y a ser reconocida como útil y en extremo
valiosa.
Los conductores del programa (un hombre y una mujer) asintieron por considerar que lo expresado
por el artista tenía mucho sentido, tras lo cual la conductora le preguntó
cuáles eran sus obras artísticas favoritas, entonces él mencionó a toda una
serie de obras de gran calidad y dijo que las mismas tuvieron mucha influencia
en la creación de su propio arte, por lo que la mujer le dijo:
-Pero… ¡todo lo
que mencionaste es de gran calidad! Y recién dijiste que los grandes artistas
construyen su arte a partir de obras menores; ¿no creés haber incurrido en una
contradicción?
El artista pensó
al respecto en silencio unos segundos y después, fingiendo alegría, dijo:
-Y… es que… ¡yo
no soy un gran artista!... Yo, con mi arte menor, aporto materiales de
construcción para que quienes sí tienen un gran potencial artístico, compongan
grandes obras –y se rió.
Los conductores
también se rieron y lo contradijeron ya que le aseguraron que él era un gran
artista, lo cual, por cortesía, él agradeció.
La entrevista
terminó y el artista salió de la radio.
Mientras
caminaba por la calle se dio cuenta de que su propio razonamiento lo exponía,
no sólo ante los demás, sino también ante sí mismo, como un artista menor, y la
aceptación de cosa tal para él implicaba despertar de un sueño en el cual era
un artista de enorme valor cuya consagración era inminente; con la vigilia su
condición de artista intrascendente se hacía patente, y la condición de gran
artista no era para él algo sin importancia, ya que sentía que lo único que
justificaba su presencia en este mundo era la creación de grandes obras de
arte, por lo que al sentir que sus creaciones a las que hasta hacía un rato él
mismo consideraba grandes, eran en realidad, mediocres, sintió a su vez que su
vida misma no tenía sentido ni justificación… …Según su propio razonamiento, el
cúmulo de sus obras equivalía a un gran basural en el cual quienes poseen gran
potencial artístico podrán encontrar materia prima para crear arte de gran
calidad, por lo que debería resignarse a ser simplemente un inspirador de
grandes obras de arte en vez de creador de ellas, y ser inspirador no le
alcanzaba ya que lo que él necesitaba era ser creador.
Por pensar en todo
esto se empezó a sentir terriblemente mal y contrariamente a lo que le había
ocurrido en el pasado, esta vez no fueron las palabras procedentes del exterior
las que lo hirieron profundamente, sino las que procedieron de su propio
interior.
Tras caminar sin
rumbo por la calle en estado de total desesperanza, entró a un bar y tomó
diversos alcoholes. Después se dirigió a un puente y, sin dudarlo mucho, saltó
al vacío y murió. Entonces se despertó y se sintió aliviado de que todo lo
experimentado hubiera sido sólo un sueño.
Se levantó, se
duchó y se preparó para ir a la radio a la que lo habían invitado para
entrevistarlo; una vez en el programa, la entrevista se desarrolló con
normalidad hasta que uno de los conductores destacó lo raro del hecho de que
tantos grandes artistas suelan tener por favoritas a obras mediocres y le
preguntó cuál podría ser el motivo de esto, ante lo cual el artista se
sorprendió, se estremeció y se asustó, pero todo esto lo disimuló y, con
pretendida calma, dijo:
-Y… no sé…