jueves, 9 de mayo de 2013

La positiva positividad (cuento) - Martín Rabezzana

  

    Ella se había alejado de él poco antes de subir al barco y se había perdido, él al darse cuenta trató de mantener la calma y empezó a preguntarle a las personas si la habían visto. Las respuestas fueron negativas; tras algunos minutos bajó del barco que iba a zarpar en un rato y se dirigió a las personas con desesperación.
    -¡Por favor! ¡Escuchen! Estoy buscando a una chica de talla media, tiene un vaquero celeste y una remera azul y… … ¿La vieron?
    Las respuestas fueron negativas; volvió a subir al barco, se aproximó desesperadamente a una persona y le dijo lo mismo que a las anteriores; la respuesta fue la misma; tras preguntarle a varias personas más, corrió hacia fuera y siguió preguntando si la habían visto; todos dijeron que no; corrió de nuevo hacia el barco, subió, miró en derredor y no supo qué decir, pero sus ojos vidriosos lo decían todo; una mujer joven que había entendido cuál era la situación del joven se le acercó y le dijo:
    -Informamos por altoparlantes que la estás buscando, ¡y listo!
    Él se sintió agradecido y lo expresó con una sonrisa llena de esperanza; la llamaron por ese medio pero ella no volvió; pasaron varias llamadas sin que ella volviera, él se volvió a poner nervioso y solo con mucha dificultad logró no llorar; la mujer que se le había acercado le dijo:
    -Quedate tranquilo, si se separaron hace unos minutos, no debe estar lejos, al escuchar la llamada por los altoparlantes, va a volver; falta un rato todavía para zarpar. Hay tiempo.
    -Es que si ella se pierde le puede pasar cualquier cosa y yo no lo podría soportar.
    -Pero, ¿no tenés celular? Ella seguramente te va a llamar.
    -Ella no tiene.
    -Bueno, pero si piensa un poco se le va a ocurrir pedirle a alguien que le preste un teléfono para llamarte -dijo la mujer con una leve risa.
    -Por ahí no. Ella se podría asustar y no saber qué hacer, ¡porque ella no es grande, ella!…
    La mujer asumió que se trataba de una nena y preguntó:
    -¿Cuántos años tiene?
    En ese momento la chica apareció, él corrió a su encuentro y se abrazaron; ella estaba un poco nerviosa pero ya aliviada; él no pudo contener las lágrimas y tras besarla en la mejilla, le dijo:
    -¡Pensé que no te iba a ver más!
    Ella, al percibir que él lloraba, se angustió y lo acarició tratando de calmarlo.
    -¡Estoy bien, no te preocupes!
    La mujer que había hablado con el joven no entendía, ya que la chica tenía veinticinco años.
    El barco zarpó y tras un rato, él se sentó y contempló con una sonrisa de alivio a la chica del vaquero y la remera azul que se había sentado frente a una mesa y que vista desde lejos, parecía estar escribiendo; la mujer se acercó al joven.
    -Me alegro de que tu novia esté bien.
    -No es mi novia.
    Pasaron unos segundos en silencio y la chica se levantó y se les acercó sonriente con un papel.
    -¡Mirá! -le dijo a su hermano y le mostró un dibujo.
    -¡Muy lindo!
    Él le sonrió con la mayor dulzura que alguien pueda ser capaz de sentir y la mujer, al ver el dibujo entendió todo.
    La chica se volvió a sentar frente a la mesa y siguió dibujando; él entonces le dijo a la mujer:
    -¿Viste cuando se hace alusión a la falta de cultura o de inteligencia para ofender? ¡Como si no fuera mucho más importante lo que se es como persona que eso!... … ¿Por qué es así?
    Ella, un poco conmovida, le dijo:
    -No sé.
    Tras unos segundos de silencio, él dijo:
    -Está claro que el desarrollo intelectual que se sucede con la formación cultural, le permitió a la humanidad ser la más cruel de las especies conocidas, sin embargo, se le sigue atribuyendo al intelectualismo un valor que no tiene… …Yo idealizaba al intelectualismo y al desarrollar mi intelecto y estar de este lado, me di cuenta de lo poco que el mismo vale y de lo mucho que vale todo lo demás… -y expresando odio con su mirar, prosiguió -Cuando algún hijo de puta dice "ignorante" despectivamente, ¡te juro que me dan ganas de matarlo! Y me dan ganas de lastimarme a mí mismo también.
    -¿Por qué?
    -Porque yo era de esa tendencia antes… …antes de conocerla.
    Ella sonrió y dijo:
    -Se dice que los demás son espejos de nosotros, de ahí que lo que uno critica en otras personas, de una u otra forma, esté en uno mismo.
    Él apartó la vista de ella, pensó en silencio en lo que había dicho y con una sonrisa, asintió.
    -Es cierto… por eso odio tanto a esas personas, porque reflejan algo que es parte de mí, o al menos, que lo fue, y en realidad podemos decir que lo es, ya que lo que uno fue, es lo que lo llevó a ser lo que actualmente es… …Odio esa parte discriminadora que fue mía y no quiero que vuelva a serlo, y si no puedo deshacerme de esa tendencia negativa, quiero al menos reducirla lo más posible en su intensidad.
    Ella lo miró sonriente y le dijo:
    -Creo que ya lo hiciste.
    Le dio un beso y le dijo:
    -Chau.
    -Chau.

    Pasaron varios días; el joven estaba con su hermana en la casa en que convivían; ella había llegado a salvarlo de la negatividad que todo lo rodeaba; se reían, jugaban… se amaban; ella le daba la capacidad de alcanzar de nuevo el bienestar procedente de las cosas más simples, capacidad que con el paso del tiempo se pierde, entonces dicho bienestar se alcanza sólo a través de otros que la tengan.
    Él sentía que la ética absurda e injusta de la mayoría solo vería con desprecio lo que en ellos no estaba mal ni bien tampoco, ya que es obvio que el bien y el mal son conceptos que varían de una cultura a otra y de una persona a otra dentro de la misma cultura y en una misma persona de un período de su vida a otro y en la misma persona dentro del mismo período de un momento a otro, por lo que el bien y el mal propiamente dichos, no existen ya que son conceptos relativos a cada individuo; el bien y el mal están en la percepción, la cual, es muy variable, por lo que ni siquiera para uno mismo está claro siempre qué es bueno y qué es malo, ya que lo mismo que lo hace sentirse bien, puede terminar lastimándolo y volviéndose por eso, negativo, y este es el caso del amor, del amor por ella o por cualquiera, sea correspondido o no; tal sentimiento siempre causa algún daño que a veces es irreparable, ya que no somos como los animales que, como alguien más o menos dijo, se olvidan de un gran maltrato con tan solo la positividad de una caricia; los adultos, a diferencia de los animales y los chicos, no olvidamos, acumulamos resentimiento mucho más que positividad; lo positivo es efímero y se tiene que reforzar periódicamente para que no muera, en cambio, lo negativo es acumulativo; siempre está ahí por positividad que uno experimente; sólo una palabra o un recuerdo hirientes, y la negatividad que parecía superada, resurge y paradójicamente, tal negatividad puede hasta ser positiva, ya que el ser humano adulto aprecia poco a la positividad a diferencia de los chicos; cuando uno se acostumbra a recibir buena onda de los demás, la misma deja de hacerle efecto; por ejemplo: ¿cuántas mujeres hermosas se conmueven ante quienes tienen la "osadía" de importunarlas con su amor? Muy pocas, ya que están acostumbradas a enamorar, a crear sentimientos positivos excesivamente y la costumbre causa aburrimiento, pero a la agresión, que es negativa, no te acostumbrás nunca, por lo que nunca te deja de hacer efecto; a diferencia de lo positivo, lo negativo, a las personas adultas nos hace siempre efecto y si apreciamos lo positivo, lo apreciamos mucho más cuando está mezclado con algo negativo porque la negatividad es el viento que aviva la llama de la positividad, por eso nos acercamos a ella; nos acercamos al sufrimiento de forma inconsciente, ya que sabemos por instinto que aunque al tratar de avivar el fuego nos arriesguemos a quemarnos, de no intentarlo, el mismo tarde o temprano se apaga, pero con esa chica no había riesgo de eso ya que aunque fuera una mujer mayor de edad, no era adulta, por lo que siempre le hacía efecto lo positivo y sabía que siempre lo querría si la trataba bien y acaso también si la trataba mal, pero no siendo adulta de intelecto, lo querría más si la trataba bien, y la negatividad en ella no existía, ella era todo positividad; la negatividad era creada por los demás al verlos juntos, pero eso, lejos de alejarlos, los unía aún más ya que dicha negatividad era para ellos, el viento que avivaba la llama de la positividad de su relación.
    Ella se le acercó y le dijo:
    -¿Estás contento de que viva con vos?
    -¡Sí, obvio!
    Ella sonrió y se sintió feliz, y esa felicidad era propiedad común de ambos, por lo que él también se sintió feliz.
    Aquella enfermedad que la chica sufrió a los siete años la había condenado a la dependencia propia de esa edad, pero también le permitió volverse lo más valioso de la vida para su hermano y crearle una dependencia de ella que lejos de ser para él, una carga, era la felicidad casi absoluta de la que era consciente, ya que no olvidaba que solo había logrado superar a una casi constante adversidad, con su llegada a su vida.

jueves, 28 de marzo de 2013

La nostalgia (cuento) - Martín Rabezzana


     Una noche de verano de fines de los noventa, un joven se encontraba caminando por las calles; vio a una chica sentada en la entrada de una casa y quiso acercarse a ella pero dudó en hacerlo por la posibilidad de asustarla, sin embargo, ella, en vez de asustarse y alejarse, le sonrió y le pidió con una seña que se le acercara, él se le acercó y ella le dijo:
   -¡Hola! ¿Te quedás a hablar conmigo un rato?
   Él, sonriendo dijo que sí; se sentó a su lado y le preguntó:
   -¿Cómo te llamás?
   -Prefiero no decírtelo.
   -¿Por qué?
   -Porque quiero que nos conozcamos y sigamos siendo extraños.
   Él, con sorpresa le dijo:
   -¿No querés saber mi nombre?
   -No -respondió prontamente.
   Ella le propuso caminar hasta una plaza cercana que por bien cuidada e iluminada que estuviera, casi siempre estaba desolada por las noches; hacia allá se dirigieron y al llegar se sentaron en un banco; ella, sonriendo dijo:
   -¡Es hermoso este lugar! ¿Sabés cómo era en los ochenta?
   -No.
   -Era un espacio verde y venían circos a poner sus carpas, y como a los vecinos les molestaba, plantaron árboles para que no vinieran más; yo de chica llegué a ver algunas funciones. Vine con mi abuela… ...Ahora que tengo conciencia de lo cruel que es para los animales, no lo recuerdo con alegría, ni siquiera por haber venido con mi abuela siento alegría al acordarme de ese tiempo.
   -¿Por qué?
   -Por todo lo bueno que no vuelve.
   Ella mostraba una melancolía propia de una persona grande como no era, ya que apenas contaba con dieciocho años; él le dijo:
   -Por tu nostalgia, es obvio que estás triste, ya que la nostalgia es tristeza, pero también es felicidad.
   -¿Cómo que es felicidad?
   -Sí; por ejemplo, si se te fuera a conceder un deseo, ¿qué pedirías?
   Ella lo pensó un poco y sonriendo dijo:
   -¡Viajar por el mundo! ¡Parar en los mejores hoteles! Nunca salí del país pero me imagino que viajar debe ser lo mejor de la vida.
   Él la miró con seriedad y le dijo:
   -Me dijiste que viniste con tu abuela, ¿está viva?
   Ella dijo que no con la cabeza.
   -¿La querías?
   Ella asintió; él, tras varios segundos de silencio, continuó.
   -Te lo pregunto otra vez; si se te fuera a conceder un deseo, ¿qué pedirías?
   Ella lo pensó un poco y dijo:
   -Volver el tiempo atrás y estar con ella, ¡y con mi abuelo también!
   Estuvieron en silencio un rato y después él dijo:
   -Es muy común que al pensar en qué es lo que a uno más le gustaría tener en la vida, piense en cosas "grandes" que nunca tuvo, sin embargo, si lo piensa mejor, se da cuenta de que lo que más querría tener es probablemente algo que ya tuvo, y no es algo "grande", sino algo simple como una reunión familiar a la que no sintió en el momento como algo valiosísimo y con el tiempo terminó dándose cuenta de que sí lo fue… Esas "pequeñas cosas" son en realidad las más grandes.
  Ella, con tristeza dijo:
   -Sí, es como el dicho: "no se aprecia algo hasta que se lo pierde".
   -A veces sí se lo aprecia, no es que uno nunca le dé valor a algo al tenerlo, es que aunque se lo dé, lo valora aún más cuando ya no lo tiene, y no necesariamente porque el recuerdo idealice y uno crea muchas veces que fue muy bueno un tiempo que en realidad no lo fue tanto, sino porque un momento feliz, al irse se vuelve recuerdo y a su vez, perfección… Un momento de felicidad es la casi perfección, la perfección absoluta está sólo en el recuerdo del mismo; la nostalgia es el recuerdo de la felicidad, y como el momento feliz, pasó, a uno lo entristece recordarlo, pero por ser feliz, también lo hace sonreír, por eso digo que la nostalgia es tristeza pero también felicidad.
   Ella, con ansia de saber, le preguntó:
   -Entonces, ¿la felicidad absoluta es inalcanzable?
   -Sí, la felicidad absoluta es la perfección y la perfección es inalcanzable, pero la casi perfección de los buenos momentos, ¡está buenísima!; aunque no sea felicidad absoluta, es felicidad.
   Ella lo miraba con una expresión por momentos triste, por momentos alegre; él continuó.
   -Si bien no es positivo "vivir en el pasado", tampoco es del todo positivo vivir sólo en el presente; es bueno ponerse nostálgico de vez en cuando porque solamente la nostalgia te permite reconocer a lo mejor de la vida; si no te ponés nostálgica de vez en cuando, podés no reconocer a un momento precioso al vivirlo y tarde o temprano sí lo vas a reconocer como tal y vas a lamentar el no haberlo apreciado por no haberlo reconocido siendo presente.
   Ella lo miró con admiración y sintió que lo que él había expresado era una verdad absoluta; no supo qué más decir y él tampoco; se quedaron en silencio un rato y después se pusieron a hablar de cualquier cosa; pasaron varias horas en que caminaron por la plaza, se rieron y al volver a estar en silencio sentían que estaban en un momento casi perfecto que se volvería en el futuro absolutamente perfecto al ser llevado a sus memorias por la nostalgia.
   Se hicieron más de las dos de la mañana y él dijo:
  -Bueno, ya es tarde; te acompaño a tu casa.
  Caminaron hacia la casa de la chica y por alguna razón, no hablaron de si se iban a volver a ver; al llegar, él le dijo:
   -Chau.
   -Chau.
   Él se fue y ella lo miró alejarse presintiendo que no se volverían a ver.
   Cuando él estuvo lejos y ya no podía escucharla, ella, en voz baja le preguntó:
   -¿Cómo te llamás?

sábado, 23 de febrero de 2013

Antipsiquiatría y alternativas naturales a la psiquiatría (versión breve) - Martín Rabezzana

1. LA PSIQUIATRÍA ES PSEUDOCIENTÍFICA

Según la psiquiatría los desórdenes mentales son causados ​​por un desequilibrio químico en el cerebro que se corrige con fármacos; los psiquiatras lo comparan con la diabetes porque es un desequilibrio de la glucosa; la diabetes se caracteriza por un aumento de glucosa (azúcar) en la sangre, causado principalmente por una insuficiente producción del organismo de insulina. Cuando el diabético recibe insulina, su nivel de azúcar en la sangre se normaliza; para poderse saber cuál es el nivel de glucosa en la sangre, hace falta una muestra de sangre, para poderse saber cuáles son los niveles químicos del cerebro, hace falta una muestra de cerebro imposible de obtener de un ser vivo; hablar de un desequilibrio en este caso es ridículo porque no hay ninguna prueba de laboratorio que indique cuáles son los niveles químicos del cerebro, por eso los psiquiatras tratan a las personas en base a sus síntomas y no las mandan a hacerse análisis alguno que determine si tienen una enfermedad y, de tenerla, qué "enfermedad" tienen antes de prescribirles fármacos a diferencia de lo que hacen los médicos.

No hay pruebas de laboratorio que indiquen cuáles son los niveles químicos del cerebro por lo que no se puede hablar con fundamento de un desequilibrio químico como causante de desórdenes mentales; la teoría psiquiátrica del "desequilibrio químico" es totalmente pseudocientífica pero al mantenerse la creencia en la misma, se venden drogas para supuestamente corregirlo que son muy redituables para la industria farmacéutica y que no son NUNCA necesarias.

2. EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS PSICOFÁRMACOS Y CÓMO DEJAR DE TOMARLOS

Inquietud, ansiedad, irritabilidad, agresividad, somnolencia, depresión, disfunción sexual, discinesia (movimientos musculares involuntarios), deseos y conductas suicidas, trastornos del sueño, accidente cerebrovascular, diabetes, hipertensión, taquicardia, pérdida de equilibrio, alucinaciones, dificultad para respirar, náuseas, daño cognitivo, pérdida de pelo, movimientos incontrolables de los ojos, problemas generales en la vista (incluyendo algunos que pueden causar ceguera), fiebre, convulsiones, insomnio, mareos, vómitos, incontinencia urinaria, dificultad para tragar, ataques de pánico, delirios, acatisia -incapacidad de mantenerse quieto-, paro cardíaco y muchos otros.

Todos estos efectos están presentados por los laboratorios productores de psicofármacos en los prospectos de los mismos.

Efectos negativos graves tienen lugar en personas sanas por la toma de dosis de psicofármacos prescritas (aún las más bajas) y sin mezclarlas con otras drogas ni con alcohol; esto que los psiquiatras niegan, está reconocido por los laboratorios productores de psicofármacos.

El efecto "positivo" que a veces tiene lugar con la toma de psicofármacos es paliativo, no curativo (pero en la mayoría de los casos no hay ningún efecto positivo); es el mismo efecto que pueden causar las drogas ilegales, pero aún en el caso en que el mismo exista, al igual que sucede con las drogas ilegales, después de un tiempo de consumo los efectos negativos siempre superan a los positivos.

Los problemas causados por la toma de fármacos (siendo la disfunción sexual uno de los más comunes) pueden extenderse por años tras la misma haberse suspendido porque la toxicidad del consumo por años de fármacos se acumula en el organismo y al cuerpo le puede tomar años desintoxicarse totalmente; si se deja de tomarlos a tiempo los daños son reversibles, pero si se los consume por un período demasiado largo, no lo son.

Para dejar de tomar fármacos hay que ir disminuyendo gradualmente las dosis consumidas hasta eliminarlas; si se suspende el consumo abruptamente se puede llegar a sufrir de un síndrome de abstinencia grave que puede acarrear trastornos físicos y mentales.

El libro “Discontinuación del uso de drogas psiquiátricas” del autor Will Hall propone una reducción gradual de las dosis de los fármacos consumidos del 10 %; si tras un tiempo (una o dos semanas) uno no experimenta malestares importantes, se continúa disminuyendo otro 10 %; en el caso de experimentarse malestares graves por la reducción de la dosis, se puede considerar volver a la dosis anterior y empezar de nuevo a reducirla tras unos días.

Las dosis pueden bajarse al cortar la pastilla que se consuma y si los fármacos que uno consume se diluyen en líquido, en el libro mencionado proponen diluirlos siempre en la misma cantidad de agua e ir reduciendo las dosis consumidas al ir dejando cada vez más líquido en el vaso.

Si uno toma más de un fármaco por día,  al intentar dejarlos hay que hacerlo de a uno a la vez, es decir, primero hay que lograr dejar un fármaco y recién ahí se debe intentar dejar otro.

El tiempo que toma superar una adicción es altamente variable; a algunos les toma días, a otros, semanas o meses, y a otros, años.

Algo fundamental para superar una adicción es hacer una buena dieta ya que el organismo necesita nutrientes para realizar cualquier esfuerzo, y como el superar una adicción requiere muchas veces de un gran esfuerzo, ante la falta de los mismos, uno puede llegar a fracasar en su intento de superarla.

(Para superar adicciones algunos recomiendan la acupuntura).

3. MI EXPERIENCIA CON PSICOFÁRMACOS

Yo tomé psicofármacos recetados por psiquiatras y sufrí de terribles efectos (ninguno positivo); tuve una sensación constante de incomodidad, perdía el control de la vista, estaba constantemente cansado y paradójicamente tenía acatisia -incapacidad de mantenerse quieto-; una noche por unas ocho horas no podía quedarme quieto; en la cama cada unos veinte segundos tenía que cambiar de posición, después me levantaba, tenía que acostarme de nuevo (años después supe que esto era causado por la arritmia provocada por las drogas), me quería morir todos los días -increíblemente los antidepresivos aumentan los deseos suicidas-, cuando tragaba me ardía la garganta y sufrí de otros efectos que prefiero no mencionar; resumiendo: tuve un terrible desarreglo físico y mental causado por el consumo de psicofármacos y cuando dejé de tomarlos (tras casi dos años) me mejoré inmediatamente; años después supe que estos efectos negativos son normales en todos, que la mayoría de quienes tomaron psicofármacos dice no haber experimentado ningún efecto positivo, y que hay un movimiento antipsiquiátrico iniciado por psiquiatras -del que son parte muchos médicos y psicólogos- que denuncia que la psiquiatría es pseudocientífica y no sólo que los psicofármacos no curan a nadie de nada, sino que además hacen un daño que a veces es irreparable.

4. LAS VERDADERAS CAUSAS DE LOS DESÓRDENES MENTALES

Los psiquiatras clasifican a las personas como "enfermas" sin presentar ninguna prueba de laboratorio que indique la existencia de una enfermedad (a diferencia de lo que hacen los verdaderos médicos); si no hay una prueba de laboratorio que demuestre la existencia de una causa física de un desorden mental, es lógico suponer que sus causas son psicológicas, y aunque el problema exista, no es un problema que deba ser tratado médicamente, pero a veces sí hay causas físicas de los desórdenes mentales; por ejemplo, la medicina convencional -no sólo las alternativas- reconoce que ciertas deficiencias nutricionales pueden causar desórdenes mentales; la deficiencia de la vitamina B6, B9 (ácido fólico) y B12, aumenta el nivel de homocisteína que es un aminoácido neurotóxico; el mismo intoxica al cerebro y puede causar cualquier desorden mental, desde depresión hasta psicosis; la deficiencia del mineral magnesio también está reconocida por la medicina convencional como responsable de desórdenes mentales, pero como los tratamientos para estos problemas son nutricionales, los psiquiatras deciden ignorarlos porque su trabajo se basa en el tráfico de drogas y no de productos nutricionales -las deficiencias nutricionales se pueden dar en una persona que come bien por haber en ella un problema en la absorción de nutrientes-.

Según un estudio de la universidad de Durham, Inglaterra, EL CONSUMO DE UNOS TRESCIENTOS MILIGRAMOS DE CAFEÍNA POR DÍA PUEDE CAUSAR ALUCINACIONES auditivas y/o visuales, y según un estudio de Australia posterior al mencionado, el consumo de unos doscientos miligramos en condiciones de estrés puede causar alucinaciones auditivas (también se dieron alucinaciones en algunas personas que no consumieron una cantidad importante de cafeína, lo cual puede suceder si uno tiene alergia o intolerancia a la misma ya que en tal caso un consumo aún moderado puede dañar seriamente).


Hay enfermedades físicas que pueden causar desórdenes mentales; la sífilis, la enfermedad de Wilson, y otras, pero estos problemas entran en la categoría de problemas físicos y no mentales (LAS ENFERMEDADES "MENTALES" NO EXISTEN), pero aunque los tratamientos para estos problemas sean con fármacos, no son los que los psiquiatras prescriben, pero si alguien tiene alguno de estos problemas físicos que alteran la psiquis, los psiquiatras no se enteran nunca porque no buscan ninguna evidencia de un problema físico en sus pacientes y suministran drogas que no son nunca adecuadas y que hacen un daño terrible; drogas que lejos de resolver problemas, causan muchos otros, mentales y físicos que a veces hasta incluyen la muerte y años previos de invalidez.

Para mí no significa nada que algo esté reconocido por la medicina convencional ya que la psiquiatría es parte de la misma y es pseudocientífica, pero dejé en claro que las deficiencias nutricionales están reconocidas por ella como causantes de desórdenes de la psiquis en caso de que alguien crea que todo lo alternativo es pseudocientífico, pero si escuchamos lo que dicen medicinas alternativas como por ejemplo, la ortomolecular (que en mi opinión tiene razón en muchas cosas -aunque no en todo- en lo referente a las causas de los desórdenes mentales), existen más deficiencias nutricionales que causan desórdenes mentales que las que están reconocidas por la medicina convencional y hay otras causas como las alergias a los alimentos, la mala calidad de sueño -la privación del sueño se usa como tortura y se sabe que el resultado de la falta de sueño es un desorden mental-, la intoxicación con metales pesados, la intoxicación con empastes dentales, la "sensibilidad química múltiple", que se caracteriza por una reacción negativa a los químicos en general (los de los pesticidas, de los aditivos alimentarios, de los fármacos, de los cosméticos, de las pinturas, insecticidas, etc.) e implica problemas físicos y mentales -los ambientalistas denuncian que hay intereses comerciales que no permiten que esta condición sea reconocida en la mayor parte del mundo, pero en Alemania en Austria y en Japón ya está reconocida-, y la exposición a radiaciones electromagnéticas como las procedentes de celulares, antenas y aparatos eléctricos en general; en estos casos el "tratamiento" consiste en consumir sólo productos "orgánicos", es decir, los que no son tratados con químicos y no solamente los alimentos, sino también los cosméticos (pueden encontrar recetas para producir cosméticos naturales en internet), en hacer una buena dieta y ejercicio ya que ayudan a desintoxicarse y en exponerse lo menos posible a campos electromagnéticos; es mejor usar un teléfono de cable que uno inalámbrico, el teléfono celular es mejor no usarlo y el WiFi puede reemplazarse por conexión por cable.

Para recuperarse de la sensibilidad química múltiple, de la fibromialgia, del síndrome de fatiga crónica (que oficialmente no tienen cura) y de muchos otros problemas, cada vez más gente recomienda el consumo de AGUA DE MAR cuyos beneficios están reconocidos por algunos médicos; tras asegurarse de que el mar no esté contaminado, se puede consumir su agua sin miedo a ningún daño.

El consumo de drogas (incluso de marihuana) puede causar desórdenes mentales; si una persona las consume por años, a su organismo le toma meses y a veces hasta años desintoxicarse totalmente, lo cual puede resultar en que la persona siga intoxicada aunque haya dejado de tomarlas y por consiguiente, que siga presentando efectos de las drogas entre los que pueden estar la alteración de la psiquis, en tal caso simplemente hay que dejar pasar el tiempo para recuperarse ya que la desintoxicación total generalmente el cuerpo la hace sin ayuda externa y si se quiere contribuir a la misma, se hace con una buena dieta, ejercicio e hidroterapia -de la cual hablo más adelante-.

El origen de los desórdenes mentales en algunos casos puede ser psicológico, como lo demuestran los tratamientos de entre otros, el psiquiatra escocés Ronald Laing; él junto a otros psiquiatras le dio tratamientos sin fármacos a personas que sufrían de psicosis consistentes simplemente en la provisión de un ambiente distendido y la mayoría en un período de seis meses se restableció completamente, lo cual demuestra que un nivel muy alto de estrés puede alterar la psiquis y al mismo disminuir la persona afectada se puede restablecer (tal restablecimiento algunos lo logran por cuenta propia al tratar lo más posible de distenderse), y actualmente en Finlandia se aplica el "diálogo abierto" que es un técnica psicológica que restableció a una mayoría de psicóticos SIN FÁRMACOS Y SIN HOSPITALIZACIÓN; las personas en crisis son tratadas en sus casas por un equipo de psicólogos y en la mayoría de los casos se recuperan.

Cuando alguien pasa por una situación muy negativa, puede sufrir del llamado "estrés postraumático", para tratarlo existe una terapia llamada EMDR que consiste en inducir a una persona sufriente de un trauma a realizar determinados movimientos oculares mientras recuerda el suceso que le causó tal problema; aparentemente la información de un suceso negativo a veces se procesa incorrectamente durante el sueño causando traumas emocionales y tal terapia ayuda a reprocesarla correctamente resultando en que los mismos se superen.

El EMDR tiene una eficacia probada en casos de estrés postraumático, al parecer la misma es dudosa en el caso de otros desórdenes mentales, pero también se la está aplicando para tratar otros problemas como la ansiedad y las adicciones.

La hipnosis también es utilizada por algunos psicólogos y con la misma (según quienes la usan) se pueden alejar recuerdos traumáticos y superar fobias en pocas sesiones; admito no saber mucho de la hipnoterapia pero como no es un tratamiento agresivo, creo que es positivo tenerlo en cuenta -algunos dicen que el EMDR es hipnosis con otro nombre, de ser así, significa que la hipnosis funciona-.

5. CONCLUSIÓN

Cuando un médico le diagnostica a alguien cáncer, lo hace en base a pruebas de laboratorio que demuestran su existencia. Cuando le diagnostica a alguien diabetes, lo hace en base a pruebas de laboratorio que demuestran su existencia. Cuando un psiquiatra le diagnostica a alguien psicosis, depresión, etcétera, no lo hace en base a NINGUNA prueba de laboratorio que demuestre la existencia de estos problemas, y esto está admitido en los textos psiquiátricos ya que en los mismos al referirse a las causas de los desórdenes mentales se usa el término "hipótesis"; los textos psiquiátricos demuestran la condición pseudocientífica de la psiquiatría ya que reconocen que ninguno de sus conceptos está demostrado; LOS NEURÓLOGOS NO TRATAN A LAS ENFERMEDADES "MENTALES" PORQUE LOS CONCEPTOS DE LA PSIQUIATRÍA NO LOS RECONOCE LA NEUROLOGÍA.

La toma de psicofármacos causa problemas físicos y mentales; los antidepresivos aumentan el riesgo de suicidarse, los "calmantes" aumentan la agresividad (como dije, esto lo admiten los laboratorios productores de psicofármacos), por lo que si bien si una persona que tiene un problema de los llamados "mentales" necesita ayuda, la misma no se encuentra en los psicofármacos; los mismos sólo empeoran cualquier situación.

En la antipsiquiatría llegaron al extremo de decir que no hay ninguna causa física de los desórdenes mentales y no es así; a veces sí hay causas físicas de los mismos, pero nunca son las que los psiquiatras dicen que son.

Como ya dije, hay deficiencias nutricionales que pueden causar desórdenes mentales, otras causas de los mismos son la mala calidad de sueño e incluso las alergias e intolerancias a diferentes productos (productos muy relacionados con los desórdenes mentales son la cafeína, el tabaco, la leche, los lácteos, los huevos, el gluten, los pesticidas y los aditivos alimentarios -pero se puede ser alérgico a cualquier producto-), y la recuperación, de ser la sensibilidad a ciertos elementos consumidos la causa de un desorden mental, tiene lugar con su eliminación del consumo -la suspensión del consumo de elementos nocivos, ya sean drogas, alcohol, tabaco, cafeína, lácteos, agrotóxicos, etc., debe ser gradual y no abrupta para evitar el síndrome de abstinencia-, y aún cuando en algunos casos un tratamiento es necesario (como el de la medicina ortomolecular), en la mayoría de los casos solo mejorando la dieta, haciendo un poco de ejercicio y exponiéndose moderadamente al sol, estos problemas se pueden resolver -el aumento de la circulación sanguínea causado por el ejercicio mejora la oxigenación, la absorción de nutrientes y la calidad del sueño-.

Para estar lo más saludable física y mentalmente posible, se tiene que consumir a diario frutas y/o verduras crudas y semillas como las nueces, almendras, etc., preferentemente orgánicas, poca (o nada) azúcar de mesa y cafeína, pocos productos envasados (o ninguno), debido a los aditivos tóxicos que contienen, en caso de consumirse productos animales, el consumo debe ser moderado y lo mismo se aplica al consumo de legumbres y cereales, sobretodo los refinados ya que son muy nocivos; los cereales más saludables son los integrales, por lo que es mejor consumir arroz integral, y no blanco -que es el refinado-, pan integral, pasta integral, etc. (es normal sufrir de diarrea al empezarse a consumir a diario frutas y verduras, pero tras unas semanas de consumo, los trastornos digestivos desaparecen); se tiene que hacer una caminata unas cuatro veces por semana durante unos cuarenta minutos; no la recomiendo por mucho más a los que recién se inician y por lo tanto, no estén en forma porque la tensión en la columna que causa el ejercicio puede provocar dolor de cabeza -la tensión en la columna la causa a veces un colchón en malas condiciones, por lo que lo mejor es cambiarlo una vez por año y los fabricantes recomiendan darlo vuelta de izquierda a derecha y de la parte de la cabeza a los pies una vez por mes para que el hundimiento sea parejo y no afecte la columna ni disminuya la calidad de sueño-, se tiene que tomar sol MODERADAMENTE, ya que está probado que la exposición al sol moderada refuerza el sistema inmunológico, mejora la calidad del sueño, el estado anímico y previene del cáncer; hay que cubrirse la cabeza y tratar de no exponer los ojos y se recomienda una ducha breve o un lavado rápido de agua fría tras su toma; yo tomo sol como mucho dos veces por semana durante un máximo de quince minutos y estando descalzo, ya que la radiación solar acumulada en el cuerpo causa al día siguiente de su toma, dolor de cabeza y a veces otros malestares, pero como dicha radiación se descarga en tierra, tomando el sol estando descalzo sobre la tierra, se evita todo malestar (salvo en el caso en que quien lo tome sea alérgico al mismo; sólo en ese caso se recomienda evitar exponerse al sol); también la ducha alternante de agua caliente y fría es buena para la salud física y mental; esta forma de HIDROTERAPIA que entre otras cosas, contribuye a desintoxicar, consiste en ducharse normalmente con agua caliente unos minutos, después cerrar la canilla de agua caliente y abrir la de la fría e ir exponiendo el cuerpo a la misma por partes; primero hay que exponer una pierna un máximo de tiempo de ocho segundos, después la otra, después un brazo, etc., hasta exponer todo el cuerpo, tras lo cual uno se vuelve a duchar con agua caliente un rato y después repite la ducha con agua fría; esto hay que hacerlo tres veces siendo la última ducha, de agua fría; se recomienda vestirse sin secarse pudiendo hacerse excepción del pelo; la ducha al mismo tiempo en todo el cuerpo no la soporta casi nadie y hasta puede ser nociva, pero realizada de este modo sí es soportable y beneficiosa; hasta la medicina convencional reconoce que mejora el sistema inmunológico, el estado de ánimo y contribuye a bajar de peso por acelerar el metabolismo -está contraindicada en quienes tengan problemas cardíacos-; se recomienda realizarla en ayunas; otra cosa importante para la salud es tomar una buena cantidad de agua al despertarse y se tiene que tener en cuenta el efecto que cada producto tiene en el propio cuerpo ya que a veces una alergia o una intolerancia no es fácil de reconocer (lo que hay que hacer en estos casos son dietas rotativas, es decir, seguir una dieta específica por un tiempo y después cambiarla, así se puede llegar a determinar cuáles son los efectos de los diferentes alimentos en el propio organismo), y dado que el estrés está muy presente en quienes sufren de desórdenes mentales, es obvio que en muchos casos es una de las causas de los mismos por lo que hay que tratar de distenderse para recuperarse de un desorden de la psiquis o evitar que tenga lugar, y a la distensión contribuyen el yoga, el tai chi, la meditación, los masajes, la sofrología -técnica de relajación- y el reiki.

Si alguien decide no creer en los conceptos de la antipsiquiatría y tiene la intención de recibir un tratamiento psiquiátrico, le sugiero que primero intente con lo alternativo y que deje al tratamiento convencional como último recurso.

("Alternativo" en medicina es un tratamiento que no es el convencional, y "complementario" es cuando el tratamiento alternativo se combina con el convencional; muchos practicantes de lo alternativo quieren que sus tratamientos sean complementarios por miedo a las consecuencias legales de recomendarle a sus pacientes no realizar el tratamiento convencional; el tratamiento alternativo en psiquiatría NUNCA debe ser complementario ya que ni como paliativos siquiera en los primeros días suelen servir los psicofármacos, por eso les aconsejo que traten de encontrar a los médicos alternativos que no combinen sus tratamientos con el convencional -farmacológico-, ya sea el practicante de lo alternativo acupunturista, homeópata, médico ortomolecular, médico naturista, etcétera, y si bien puede ser difícil encontrarlo, no es imposible.

SI UNO QUIERE RECIBIR UN TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO, EL MISMO DEBE SER ALTERNATIVO Y NO "COMPLEMENTARIO").



Link para la versión completa: http://martinrabezzana.blogspot.com/2012/01/antipsiquiatria-martin-rabezzana.html

viernes, 15 de febrero de 2013

Dolor por dolor (cuento) - Martín Rabezzana


   Un joven se dirigió a una chica a la que había buscado por mucho tiempo; al encontrarse ella sentada en un banco de una plaza, se sentó a su lado y le dijo:
   -Hola. Quiero decirte que aunque recién te conozca, te quiero mucho.
   La chica se levantó y se alejó, entonces él dijo:
   -¡Esperá!... Tenemos la misma mamá.
   La chica se detuvo, se dio vuelta y le preguntó:
   -¿Cómo se llama?
   -Se llama " "...
   Ella se le acercó y él procedió a contarle una historia cuyo sufrimiento era evidentemente auténtico. La chica lo escuchó atentamente en silencio varios minutos y después le dijo:
   -Tengo que irme.
   Él le dijo con los ojos vidriosos:
   -Tomá. Una carta mía... Están mi dirección y mi teléfono.
   La chica la agarró y se fue corriendo.
   Él nunca había querido conocer a esa mujer que lo había abandonado siendo un bebé, ya que era obvio que no lo quería, pero al enterarse de que tenía una hermana, sí quiso conocerla a ella.
   Pasaron semanas, meses, y la chica no lo llamaba, entonces la llamó él.
   -Hola, soy...
   -¡Ya sé quién sos! Te pido por favor que no me molestes más.
   -¡Pero yo no te quiero molestar, yo solamente!...
   -Quiero que sepas que vos no me importás un carajo a mí; ¡sos una porquería, por eso te abandonó mi mamá! -y cortó.
   Él tardó en reaccionar; el desprecio era algo que conocía de toda su vida pero este último fue el que lo llevó a asimilar racionalmente lo que siempre había sentido: no se puede esperar bondad ni cortesía de nadie ya que casi nadie respeta espontáneamente, la mayoría lo hace sólo si hay una consecuencia violenta involucrada por no hacerlo.
   Se reprimió un poco pero después se llenó de furia y se dio cuenta de que la misma lo iba a destruir si no la expulsaba, por lo que días después se dirigió a la casa de su hermana en la que vivía con su madre; esperó un rato frente a la misma y cuando vio a su madre entrar, entró tras ella.
   -¡Llevate lo que quieras! -dijo la aún joven mujer.
   Él la miró con la furia propia y lógica de alguien que está frente a quien le causó el mayor de los daños; le dijo:
   -No soy un ladrón.
   Ella con miedo le preguntó:
   -¿Quién sos?
   Él sonrió maliciosamente.
   -¿No sabés quién soy?
   Ella negó con la cabeza.

   -Pensá. Sentí.
   Tras algunos segundos de silenciosa tensión, él dijo:
   -Te quiero preguntar algo: ¿por qué no me abortaste si no me querías?
   Ella cerró los ojos y su miedo cambió de una forma a otra; él prosiguió.
   -¿Por qué odiabas tanto a un bebé como para hacerle el mayor de los daños al sacarle lo que más necesitaba?
   Ella lo pensó un poco y nerviosa dijo:
   -¡Yo no quería dejarte, pero no era buena para vos, era una porquería, por eso te dejé!... Estaba segura de que ibas a estar mejor sin mí... Fue por tu bien que lo hice.
   -¡Mentira! ¡Y aun si eras una porquería, yo te necesitaba, necesitaba a mi mamá!... Pero igual es mentira que me querías.
   -¡No! ¡Es verdad!... Si no te hubiera querido te habría abortado.
   Él se entristeció, se calmó, tras unos segundos se acercó a una silla y se sentó, ella acercó otra y se sentó a su lado; lo acarició en el rostro y le dijo:
   -Decime por qué pensás que no te aborté si no te quería.
   Él empezó a llorar y ella enjugó sus lágrimas; él dijo:
   -Yo no quería venir al mundo, y encima que me trajiste, me sacaste lo que más necesitaba.
   Ella le dijo:
   -Yo te quería.
   Él la miró con expresión dolorida.
   -Si así era, ¿por qué no dejaste tus datos para que te encontrara si quería buscarte?
   Ella no respondió.
   -Mentís... tenías miedo de morir en el aborto o no tenías la plata para hacerteló...
   Ella volvió a mostrar miedo en su expresión pero se mantuvo frente a él.
   -Hay una sola cosa que podés decirme para que yo no te odie, si lo hacés, no tengo nada que perdonarte.
   -¿Qué?
   -Decime que te violaron.
   Ella mantuvo la mirada dirigida directamente a él unos segundos y después la apartó; era obvio que no le había pasado eso; él se levantó de nuevo furioso y dijo:
   -¡Sos una hija de puta!
   Entonces su hermana entró a la habitación.
   -¿Qué hacés vos acá, tarado?
   Él, lleno de desprecio acumulado por años se dirigió a ella:
   -Yo entiendo a la agresión cuando es justificada... Si yo me acerco a vos con mala onda, tenés derecho a agredirme, pero no si voy con la mejor... ...Yo te expresé mi amor nada más, ¡y vos me despreciaste, me faltaste el respeto!
   Ella, calmadamente dijo:
   -Pero yo no te quiero.
   -No me tenés que querer pero me tenés que respetar si yo te trato con respeto... (esto sobre el respeto sentía que era lo más importante de todo lo aprendido en su vida; en parte le había sido enseñado por ellas)... La gente en general es cruel, sobretodo las mujeres... Me pasó muchas veces el acercarme a ellas y ser agredido emocionalmente tras hablarles respetuosamente, ahí sentís que ser respetuoso es un error y que es mejor no serlo con nadie; yo me arrepiento del mal que hice en mi vida pero me arrepiento más del bien, y no porque esperara que me lo devolvieran, sino porque esperaba que al menos no me lo despreciaran... Yo me acerqué a vos respetuosamente y si bien no tenía por qué interesarte relacionarte conmigo, sí tenías que decírmelo y no dármelo a entender con silencio, porque EL SILENCIO NUNCA ES RESPETUOSO NI PACÍFICO ANTE UNA EXPRESIÓN BIENINTENCIONADA, SIEMPRE ES IRRESPETUOSO Y AGRESIVO ya que te hace sentir que no existís, y al vos existir, te lastima... ...Para mí, hacer daño porque sí está mal, pero no en respuesta a uno injustamente causado ya que devolver sufrimiento es hacer justicia.
   Él, tras apartar la vista de su hermana, la volvió a dirigir a ella.
   -Si yo no te importo un carajo, emocionalmente no te puedo hacer daño, por lo que te lo tengo que hacer físicamente.
   La chica estaba visiblemente asustada al igual que su madre que se mantenía en silencio; él se acercó a su hermana que retrocedió ante su avance y le dio una tremenda paliza mientras su madre le suplicaba que se detuviera, lo cual hizo tras dejarla inconsciente con el rostro desangrante, entonces se volvió hacia su madre, que dijo:
   -¡Tenés razón! ¡Te hice daño! ¡Perdoname!
   -Él estaba muy emocionado pero seguro de haberse conducido correctamente. Le dijo tranquilamente:
   -¿Estás arrepentida?
   -¡Sí!
   -El arrepentimiento vale sólo cuando tiene lugar espontáneamente, no cuando lo tiene por miedo a una consecuencia.
   -¡No, de verdad! ¡Estoy arrepentida! ¡Perdoname, por favor!
   Él la miró con dolor y le dijo:
   -Si de verdad estás arrepentida, no me pidás perdón, ¡pedime castigo!
   Ella guardó un cobarde silencio, entonces él la golpeó fuertemente dejándola en la misma condición que su hermana, tras lo cual les dijo:
   -Dolor por dolor.