sábado, 22 de diciembre de 2018

La mujer, el místico, el látigo y el león (cuento) - Martín Rabezzana


El tiempo es una ilusión/No se hace camino al andar

   No sé por qué, pero la mina vio en el tipo a alguien capaz de responder a sus preguntas sobre ciertas cuestiones, por lo que en una reunión social en que lo conoció, le preguntó:
   -¿Vos creés que sea posible ver el futuro?
   -Sí, claro, porque el tiempo no existe, por lo que quien ve el futuro no es más que alguien que ve más allá del espacio en que se encuentra.
   Tras varios segundos de silencio, la mujer dijo:
   -¿Cómo que el tiempo no existe?
   -Y sí; no existe; la inexistencia del tiempo ya fue ampliamente tratada por el budismo, el taoísmo e indirectamente, por los estoicos al plantear el determinismo;… Te doy un ejemplo: imaginate que no pudieras ver en su totalidad un objeto por tenerlo demasiado cerca -y tras sacar una birome de su bolsillo y acercarla a los ojos de la mujer, prosiguió -; si a esta birome la tuvieras así de cerca de tus ojos durante un largo espacio (digamos, un año) y después tu vista automática y lentamente subiera unos centímetros, verías otra parte de la misma unidad y paralelamente dejarías de ver la parte inferior que antes veías; si después de otro año de ver esa parte tu vista volviera a subir unos centímetros, pasaría lo mismo: verías otra parte de la misma unidad y dejarías de ver la parte inferior que antes veías, y así sucesivamente; esa visión limitada, no global del objeto, y progresivamente cambiante en su enfoque, te llevaría a creer que el mismo va cambiando de forma, pero si lo alejaras de tus ojos y lo vieras en su totalidad -entonces alejó la birome de ella -, te darías cuenta de que la birome siempre fue igual; los cambios fueron nulos, existieron sólo en tu percepción porque eran una ilusión creada por tu incapacidad de ver simultáneamente el todo del objeto;… tal vez lo mismo pase con el universo; tal vez aquello que consideramos mutaciones, transformaciones, cambios propios del paso del tiempo, no sean más que una ilusión creada por nuestra incapacidad de ver en simultáneo el todo universal; si pudiéramos alejarnos del universo y lo viéramos en su totalidad, tal vez nos daríamos cuenta de que el mismo siempre fue igual:  inmutable, inmodificable, inamovible… ATEMPORAL;... TODO (pasado, presente y futuro) tiene lugar simultáneamente porque el tiempo no existe; lo que llamamos pasado y futuro, no son más que las partes que no vemos de una unidad que existe, existió y existirá siempre, y lo que llamamos presente es la parte del todo que sí vemos; aquel que tiene una visión más amplia de las cosas, es alguien capaz de ver lo que llamamos "futuro", y ese alguien somos todos en determinadas circunstancias, como puede ser el estado de sueño, ya que durante el mismo nuestra visión se amplía.
   La mujer, mientras lo miraba con curiosidad, le dijo:
   -Entonces, si el futuro ya existe, existe a su vez lo que llamamos "destino"; esto implicaría aceptar que no tenemos manera de alterar nada;… No sé si me gusta esa creencia; ¿vos así lo creés?
   El místico, tras hacer una pausa, dijo:
   -Sí… yo creo que se equivocó el poeta ya que para mí, no se hace camino al andar; el camino está ahí desde siempre y lo vamos descubriendo de a poco;… Yo creo que todo está predeterminado y nuestra libertad es una fantasía… Creo que somos como actores interpretando personajes que no saben que lo son, y si los personajes de una obra tomaran conciencia de que son cosa tal y llegaran hasta a rebelarse contra el autor, no sería ese un signo de transgresión al destino ni de libertad de pensamiento ni de acción, porque de todo eso ocurrir, sería porque el autor así lo dispuso… …Pero es sólo mi opinión; puede ser que me equivoque.
   Dado que su interlocutor parecía tener un conocimiento importante de temas místicos, la mujer le preguntó sobre el significado de un sueño que había tenido repetidamente cuyo final en el último tiempo se había modificado para mal, ya que se despertaba sobresaltada, pero en este caso no obtuvo una respuesta concreta ya que el místico le dijo que si bien los sueños a veces significan algo, en general no significan nada y no hay manera de saber cuándo los mismos tienen un mensaje por descifrar y cuando no, por lo que podría ser que el suyo indicara algo por ocurrir en lo que llamamos futuro e implicara una advertencia, que es lo que ella creía, como podría ser que no fuera así.
   La reunión terminó y la mujer se fue a su casa.

El león

   En las semanas siguientes, la mujer volvió a tener el sueño que le había contado al místico de la reunión pero siguió sin entenderlo hasta que un día de principios de la década del 2000, un joven de unos veinte años se le acercó por la calle y le dijo:
   -Disculpe, ¿usted fue maestra jardinera del jardín "..."?
   A lo que la mujer respondió:
   -Sí.
   -¿Enseñaba música?
   -¿Por qué quiere saber?... ¿Quién es usted?
   -Responda, por favor.
   Tras unos segundos, la mujer dijo:
   -Sí, enseñaba música.
   -¿Trabajó a mediados de los ochenta?
   La mujer no respondió, entonces el joven supo que el silencio equivalía a un "sí"
y le dio un golpe de puño en el rostro que la derribó, tras lo cual la pateó varias veces en las costillas; después la levantó de los pelos y la volvió a golpear en el rostro y a derribar; finalmente la agarró del cuello y la estranguló; tras haberla asesinado, el joven se fue.

Maltratadora 

Algún día el yunque, cansado de ser yunque,
pasará a ser martillo. (Bakunin)


   La mujer, en su trabajo de maestra jardinera, había sido muy maltratadora; su impiedad habría sido insignificante de haber tenido como objetivo a personas adultas, pero cuando uno es muy chico, un maltrato físico menor como ser, un tirón de orejas acompañado de reprobaciones, es necesariamente muy humillante y deja marcas en el cuerpo emocional que no se van así nomás, y ella las infligía corrientemente a sus alumnos entre los que se encontraba el agresor que le causó la muerte.

Lo no interpretado

   El sueño repetido que la mujer le había contado al místico en la reunión, es el siguiente: ella estaba en una jaula con leones cachorros y tenía un látigo que azotaba contra el suelo manteniendo así a esas criaturas poderosas en un estado continuo de sumisión, por lo que ella misma se sentía poderosa, y mucho más cuando concretaba sus amenazas de azotes al infligirlos sobre los leones (no advirtiendo en ningún momento que el poder de hacer daño es en realidad, debilidad), pero un día empezó a soñar que un león adulto aparecía y se le aproximaba; ella lo azotaba con el látigo pero eso no disuadía al animal que terminaba lanzándosele encima y asesinándola.
 
   Tal vez los deterministas se equivoquen y el futuro sí está en construcción en el presente, por lo que quizás los sueños que la mujer tuvo, tuvieran como objetivo hacerla replantearse el trato que le dio a sus alumnos; de haberlo hecho y haber sentido culpa de haber empuñado y usado el látigo, tal vez nunca habría soñado al león adulto ni habría aparecido en la vigilia su equivalente humano, ya que cuando existe un sentir de culpa tras realizarse una mala acción, el universo concede perdón a quien se ha conducido mal y libera de malestar a la víctima de su mala obra, pero cuando el mismo es nulo, también lo es la ausencia de consecuencias.

   El simbolismo del sueño debería haber sido claro para la mujer, sin embargo, ella nunca lo supo interpretar.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Tras el último acto, el perdón (cuento) - Martín Rabezzana


   La flor de noche (dicho con absoluto respeto) ya hacía rato que se había marchitado en su exterior, lo cual no necesariamente es signo de decadencia interior, de hecho hay quienes para compensar esa positividad visual en disminución que el envejecimiento conlleva, buscan (y lo logran) aumentar la siempre existente positividad de su interior y evitan así perder el afecto de los demás, y es que… uno quiere (y odia) a los demás por aquello que le hacen sentir, y la apariencia hace sentir más de lo que quienes se autoproclaman "igualitaristas" se atreven a admitir, y, ¿qué hacía a quien la viera automáticamente sentir la de esa mujer?... Algo que la del común de las personas (incluida la que escribe esto) no logra ni con 100 palabras ni actos de amor, de ahí que al ver a su positividad visual apagarse, no pudiera evitar sentir (equivocadamente) que con ella la misma esencia constitutiva de su ser también se apagaba.
   A medida que su atractivo físico disminuía, no sólo disminuían las ofertas laborales sino que también disminuía la cantidad de gente deseosa de su cercanía, por lo que se iba quedando cada vez más sola y por eso trataba de convencerse a sí misma de que no era tan importante el ser querida, pero no lo lograba.
   Un día dijo: "¡No aguanto más!", pero aguantó más de una década hasta que una noche del año 1993, en serio no aguantó más y llamó por teléfono a una ambulancia aduciendo un gran malestar físico que no tenía; la misma llegó y un enfermero la llamó por el portero eléctrico; la mujer dijo:
   -Enseguida bajo.
   Tras lo cual franqueó la baranda del balcón del departamento del quinto piso en que vivía y saltó al vacío para sorpresa de los enfermeros que, al escuchar a su cuerpo golpear la vereda, se dieron vuelta y acudieron en su auxilio, pero nada se podía hacer más que escuchar lo último que dijo que para los enfermeros resultó entonces incomprensible.

   Al día siguiente, mientras le mostraba una revista de los años cincuenta en que aparecía una morocha muy hermosa, uno de los enfermeros le dijo al otro:
   -¡Mirá!
   Y mirando a la foto con desgano, su interlocutor dijo:
   -Sí, ¿qué pasa?
   -Es la señora que se suicidó ayer.
   El enfermero le sacó la revista a su compañero de las manos para verla mejor y éste último dijo:
   -Era actriz;… le fue muy bien en el teatro y llegó a actuar en el cine;… Dicen que fue novia de Juan Duarte (o sea, el hermano de Evita);… Hacía años que no le daban trabajo.
   El otro enfermero, mientras seguía mirando atentamente la foto de la mujer, se dispuso a expresar lo que había concluido tras toda una noche de pensar al respecto; con notable emoción, dijo:
   -Me parece que sé qué fue lo que dijo cuando nos habló.
   -¿Qué?
   -"Perdonenmé".
   Y si bien ninguno lo expresó con palabras, ambos la perdonaron.
   Tras varios segundos de silencio, el último de los dos enfermeros que había hablado, dijo:
   -Era linda.
   Su interlocutor, mientras sonreía leve y tristemente, en silencio asintió.


(Cuento inspirado por el caso de la actriz Maruja Montes -1930/1993- y dedicado respetuosamente a ella).

jueves, 22 de noviembre de 2018

La peor forma de autodestrucción (cuento) - Martín Rabezzana



   Con evidente malestar emocional un hombre se acercó a otro en el andén de una estación de subte y le dijo:
   -Cuando no se logra cumplir ninguna meta y se siente que se acaba el tiempo (o que ya se acabó hace rato), es imposible no tener ganas de morir… -y señalando tristemente a las vías, agregó: -No hay día en que no piense en tirarme ahí.
   El suicida le habrá visto pinta de persona buena, caritativa, de militante antisuicida o algo así, al menos es lo que posteriormente pensó ya que había otras personas alrededor a las que podría haberse dirigido pero no lo hizo; se dirigió a él como si presintiera que era la persona correcta para decir algo sobre la situación planteada, y en base a lo que le expresaría, se puede concluir que lo era; le dijo:
   -Es normal que los suicidas elijan las vías del tren y del subte para autodestruirse, tal es así que los maquinistas de trenes y subtes de todo el mundo tienen, tras algunos años de profesión, un anecdotario de tragedias muy extenso por culpa de los suicidas ya que a todos ellos les pasa muchas veces en su vida laboral el ser partícipes involuntarios de sus muertes, y aunque de ellas no tengan la culpa, el sentir de culpabilidad es algo que suelen tener igual, y no sólo por eso tienen habitualmente problemas a nivel emocional, sino también porque por ley, tras embestir a alguien deben frenar y verificar cuál es el estado del individuo, y en los casos de suicidios exitosos, eso implica tener que ver al cuerpo hecho pedazos con las entrañas esparcidas por el piso, lo cual es lógico que les cause una impresión comúnmente generadora de un trauma, y no sólo a ellos, sino también a los transeúntes del área, a los bomberos, que legalmente son quienes tienen que remover los pedazos de cuerpo y a quienes trabajan en limpieza pública, ya que son quienes tienen que limpiar la sangre y los restos corporales que los bomberos no hayan removido; este es un motivo muy común por el que quienes trabajan en limpieza pública se quedan sin trabajo ya que tras presenciar tal cuadro, muchos renuncian inmediatamente por no soportarlo, y como la empresa de transporte está obligada a proveerle asistencia psicológica y médica a sus empleados, tras haber embestido a personas, los maquinistas son entrevistados por psicólogos que a su vez los derivan (o más bien los entregan) a psiquiatras que no sólo les prescriben veneno (es decir, psicofármacos), sino que hasta suelen pedir su internación forzosa en un neuropsiquiátrico por su supuesto bien, por lo que tras el hecho en cuestión, hasta suelen perder su libertad, y como los psicofármacos sólo empeoran el estado físico y anímico de quienes los consumen (ya que hasta los laboratorios productores de los mismos, incluyendo a los antidepresivos, admiten que su toma aumenta el riesgo de suicidarse), comúnmente terminan quitándose la vida… o sea, quienes se suicidan en las vías le terminan jodiendo la vida a los maquinistas, a los transeúntes que estén en el área, a los bomberos, al personal de limpieza pública e indirectamente hasta a las familias de todas estas personas, de ahí que el suicidio en las vías sea EL MÁS DESACONSEJABLE DE TODOS por iniciarse con el mismo una cadena de daño que no se sabe dónde va a terminar, por eso te digo que si estás decidido a matarte, elijas otra forma ya que la que estás considerando es la más cruel de todas.
   El suicida lo escuchó con mucha atención; era obvio por su expresión que lo que le había sido dicho le había llegado, por lo que dijo:
   -¡Carajo!…Nunca había pensado en nada de eso.
   El improvisado militante del no suicidio en las vías asintió en silencio con un gesto y el suicida, que tras manifestarle su deseo de matarse se esperaba que la persona le dijera lo obvio que en casos así habría sido: "no te mates", advirtió que en ningún momento le había dicho cosa tal, por lo que le preguntó:
   -¿No me vas a decir que no me mate?
   -Ah, sí; no te mates.
   Tras lo cual estrechó la mano del suicida y éste último se fue de la estación; lo que su interlocutor nunca sabría es que unos días después el suicida cumpliría con su cometido autodestructivo, pero no arrojándose a las vías, sino cortándose las venas.
   Mejor así.

sábado, 13 de octubre de 2018

El no creyente fanático (cuento) - Martín Rabezzana


  
  El tipo le dijo a su amigo:
  -¿Sabés por qué me peleé con mi novia? Porque despilfarraba la plata en adivinos; es de creer en esas boludeces, y lo raro es que es una persona inteligente, culta, pero tiene ese lado necio, tonto, infantil… no sé cómo llamarlo, que la hace creer en lo místico.
   Su amigo le dijo:
   -Pará un poco que te vas a pelear también conmigo porque yo también creo en lo místico.
   El no creyente lo miró sorprendido y tras unos segundos, le dijo:
   -¿Vos creés en esas cosas? Pero… ¡Vos estás instruido en diversos campos científicos! Lo racional, lo científico, es inconciliable con lo místico... ¿No creés que es para gente intelectualmente débil ese tipo de cosas?
   -No; tenemos dos hemisferios cerebrales; el izquierdo es el racional y el derecho, el emocional; la gente más fuerte es la que ejercita ambos, no la que ejercita sólo uno, pasa igual que en lo físico; por ejemplo, imaginate a alguien que entrena con pesas sólo un lado del cuerpo. Sin duda va a ser menos fuerte que alguien que entrene ambos lados, de hecho aquel que entrene sólo uno, va a lesionarse gravemente por la falta de equilibrio en el esfuerzo; a nivel cerebral pasa igual; está muy bien ejercitar el intelecto que se encuentra en el hemisferio cerebral izquierdo, pero si no ejercitás también el derecho (el emocional), vas a tener problemas graves por producir el desarrollo desmedido de un sólo lado, un desequilibrio. Esos problemas son, entre otros, la tristeza, la furia y la intolerancia, de ahí la falta de compasión que suele darse entre los científicos que los lleva a conducirse abusivamente con las demás especies y hasta con la propia, y las creencias místicas se desarrollan en el lado derecho del cerebro que vos indirectamente despreciás al despreciar a lo místico, y desarrollarlo es muy positivo; te permite ser tolerante como no podés serlo de desarrollar desmedidamente el lado izquierdo, y respecto a lo supuestamente inconciliable de lo científico con lo místico, te digo que según el consenso científico, el universo está en infinita expansión, por lo que en una infinitud universal, las posibilidades de lo existente son infinitas y entre ellas está la capacidad de ver el futuro… Yo creo que TODO es posible, de ahí que las artes adivinatorias sean para mí, válidas.
   El no creyente fanático le dijo:
   -Ya que creés en esas cosas, explicame lo siguiente: en el caso del tarot, ¿cómo puede ser que ante la misma pregunta formulada dos veces salgan cartas distintas? Porque yo una vez acompañé a mi novia a lo de una tarotista y tras preguntarle sobre su trabajo, le tiró las cartas y le dijo varias cosas que (según mi novia) le terminaron pasando, pero para mí que fue una casualidad porque yo le pedí que volviera a tirar las cartas para responder a la misma pregunta, lo hizo y salieron otras, sin embargo le dijo lo mismo; eso demuestra lo absurdo del tarot ya que si no lo fuera, tras una determinada pregunta repetida, saldrían siempre las mismas cartas.
   Su interlocutor, con calma le respondió:
   -Si la persona de verdad sabe del tema (ya que hay muchos que dicen saber pero en realidad no saben), el resultado de las diferentes tiradas tras la misma pregunta va a ser el mismo pero las cartas no van a ser necesariamente las mismas porque cada una tiene un valor numérico distinto, por lo que el mismo resultado puede darse tras la suma de diversos números; por ejemplo, el resultado "cinco", puede ser el de la suma de dos cartas si una tiene el valor numérico de 3, y la otra, de 2. Puede también darse si se suman tres cartas de las cuales una tenga el valor numérico de 1 y las demás, de 2, etcétera; es así como se obtiene el mismo resultado con números distintos, y es así como en las tiradas de cartas realizadas por alguien que en serio sabe, se repite el mismo resultado numérico en diversas tiradas tras la misma pregunta, y es bastante más complejo el asunto ya que no sólo se suman números; al igual que con un problema de matemáticas, a veces se requiere restar y dividir, pero si no estudiás el tema no podés saber si la persona que lee las cartas sabe en serio o si está mandando fruta.
   El no creyente lo miró sorprendido ya que en su amigo esperaba encontrar a un aliado de su no creencia fanática dado que él consideraba al desprecio de lo místico, propio de toda persona inteligente, de ahí que a partir de lo por él dicho, empezara a dudar de su inteligencia que, sin embargo, según el concepto general de la misma, era incuestionablemente grande.
   El fanático de la no creencia le dijo a su amigo:
   -No me esperaba de vos todas estas pavadas, pero bueh; dejémoslo acá porque no me quiero pelear con vos también;… Me voy; chau.
   -Chau -le respondió su amigo.
   Y mientras se iba del bar en que estaban, el fanático de la no creencia tuvo el mismo pensamiento sobre su amigo que su amigo tuvo de él: "pobre tipo".

   Como a la semana, el no creyente fanático seguía pensando en el tema de las artes adivinatorias de modo obsesivo, lo cual es normal entre los fanáticos de la no creencia ya que paradójicamente, esas personas hacen de aquello a lo que desprecian, el centro de sus vidas, es decir, aquello a lo que consideran absurdo en materia de creencias ajenas, es a lo que más tiempo le dedican haciendo así un absurdo de sus propias vidas, y ese descreimiento extremo e intolerante, esconde una necesidad emocional de alcanzar un lugar de superioridad respecto a otros, y si uno está continuamente buscando tal lugar de superioridad, es porque continuamente se siente inferior, de ahí que cuanto más una persona tiene la necesidad de expresar su condición de no creyente y de persuadir a los demás de lo absurdo de las creencias místicas, más evidencia la crisis emocional profunda que atraviesa constituida por un sentir de inferioridad; del sentimiento de inferioridad en una persona no existir, no se daría en ella necesariamente la aceptación de las creencias místicas pero sí se daría al menos, la indiferencia hacia ellas. La cuestión es que el no creyente le echaba la culpa a una adivina por la separación de su novia ya que creía que ella le había aconsejado dejarlo, por lo que fue a verla a su consultorio y muy enojado (estado casi único de los fanáticos de la no creencia mística), golpeó a su puerta; tras ella abrir, le dijo:
   -¿Sabe que me peleé con mi novia por su culpa?
   La mujer dijo:
   -Se equivoca, pero… pase y hablemos tranquilos.
   El no creyente le dijo:
   -Si ella no hubiera hablado con usted, seguro que seguiría conmigo.
  -Yo nunca le dije que lo dejara, lo que ocurre es que ella está evolucionando espiritualmente y eso la lleva a alejarse de las personas negativas, y no quiero con esto ofenderlo, sino explicarle por qué ella se fue de su lado; si usted se lo propone, puede cambiar, y no le digo que acepte creencias espirituales como las que ella tiene, sino que trate de respetarlas en vez de estar todo el tiempo tratando de convencer a los demás de lo supuestamente absurdo de ellas, ya que esa forma de ser, es intolerante, y la intolerancia es una negatividad que lleva a que quienes buscan la positividad, se alejen de quien la irradie, por eso mientras usted no cambie, ella no va a volver a ser su novia; si se esfuerza por ser tolerante, su relación puede recomponerse, pero mientras siga siendo así, le va a ser literalmente imposible estar con ella porque la fuerza universal en la que ella buscó envolverse, la protege y le va a impedir a usted acercársele.
   El tipo se rió levemente y dijo:
   -¿Ah sí? O sea que si me acerco a ella su ángel de la guarda me va a atacar, ¿o algo así?
   La mujer dijo:
   -No exactamente, pero… algo así;…. Escuche muy bien: si usted intenta acercarse a ella van a haber señales que le indicarán que no debe hacerlo, la primera va a ser el agua, la segunda, la electricidad, la tercera, la oscuridad y la cuarta y última, un avión; cuando usted vea a un avión de frente, su vida correrá serio peligro; dé marcha atrás y así podrá salvarse, pero mejor sería que desistiera de verla ante la primera señal.
   El tipo la miró con expresión de burla y le dijo:
   -A ver si entendí bien: las señales de que la energía universal de mi novia la protege de mí van a ser el agua, la electricidad, la oscuridad y un avión.
   -Exactamente.
   El tipo se mordió el labio inferior en señal de descreimiento y sin decir palabra, se fue.

   Una tarde de esa misma semana, el no creyente fanático decidió buscar a su ex novia para convencerla de volver con él, pero cuando estaba por salir de su casa, una lluvia torrencial se desató, entonces pospuso la salida; ya habían pasado varios días desde que había hablado con la adivina y no recordaba exactamente cuáles eran las señales que ella le había dicho que tenía que tener en cuenta; no hizo el menor esfuerzo por recordarlas ya que le parecían propias del absurdo místico, por eso no reconoció en la lluvia a la primera señal; cuando la misma disminuyó, ya era de noche; salió de su casa para subirse a su auto y cuando intentó encender el motor, no lo logró; se bajó del mismo y levantó el capot; la batería estaba agotada, por lo que, tras varias malas palabras pronunciadas, llamó desde su celular a un remís para que lo llevara hasta la casa de su ex novia; el remís llegó, subió al mismo y ocurrió que a mitad del camino el remisero se puso a maldecir; el no creyente fanático dijo:
   -¿Qué pasa?
   Y mientras señalaba hacia fuera, le dijo:
   -Mirá; hay un corte de luz general; era esperable con la terrible tormenta eléctrica que hubo y que seguramente va a continuar esta noche.
   Fue entonces que el no creyente empezó a recordar vagamente cuáles eran las señales de las que la adivina le había hablado, pero siguió no dándoles importancia.
   Cuando llegaron a la calle en donde estaba la casa de su novia, el remís estacionó en la vereda de enfrente de la misma; el no creyente fanático le pagó al remisero y cometió la imprudencia de bajar del auto sin mirar hacia atrás por el lado de la calle en vez de bajar por el lado de la vereda; un camión con acoplado lo pisó causándole la muerte; en la vereda de la casa de su novia, justo enfrente de donde el remís estacionó, había un panel callejero de publicidad en el que había un póster de una compañía aérea que invitaba a las personas a utilizar sus servicios; en el mismo se veía a un avión de frente en primer plano.